Baja el riesgo país, suben los bonos. Un agente de bolsa bosteza en Madrid y corren desesperados los apresurados hombres de negocios de la Bolsa de Buenos Aires. Los consultores económicos privados, muy correctos ellos, profetizan catástrofes inminentes y las predicciones se retransmiten por la cadena nacional privada de medios.
Unos periodistas asustados porque sus fotos salieron en un afiche que solo preguntaba como se puede ser independiente si se trabaja en un medio que es propiedad de una apropiadora de niños, nos predicen muertos, mientras se homenajea a Rodolfo Walsh, asesinado por las balas de la Marina.
Los políticos de derecha nos hablan de que “la gente” pide que se vayan, que se caigan, que se tumben, que se arrodillen, y estadísticamente los medios concentrados repiten y repiten que la ley de medios K, que Venezuela, que Chavez, que el impuesto al cheque, que la pobreza.
Cuando se dice por ejemplo, la pobreza es del 30%, o del 18%, nadie repara en un dato: para cada pobre, desocupado, marginado, excluido… la pobreza es del 100%. Y ese universo del 30% o del 18%, es un universo en si mismo, al que se entra mas que se sale.
Eso lo sabían muy bien algunos héroes anónimos, y otros no tanto, que saben que la pobreza y la exclusión no son producto de los malos gobiernos exclusivamente. Hoy parece no ser políticamente correcto hablar de accesibilidad a la tierra, injusta distribución de bienes escasos y del ingreso, y menos aún… perdón por la palabra… de plusvalía.
La falta de futuro de los sectores populares, la exclusión solo se combaten con políticas publicas activas, participativas ellas, con organización popular, que transformen definitivamente el país que nos legaron los dueños de todas las cosas. En ese sentido… bien por la Asignación Universal por Hijo, bien por las Netbooks a los jóvenes estudiantes secundarios y bien por los programas del Ministerio de Desarrollo Social y otros. Pero queremos mas. No nos conforma. Los “ciento porciento” de los excluidos y desocupados de los pueblos del interior lo saben: que no les venga a hablar de distribución de la riqueza el capanga del pueblo que es el dueño de todo (radio, cable, tierras, terrenos). Nosotros queremos mas. No nos conforma que una familia sea dueña de cinco mil hectáreas y miles de excluidos no tengan ni una maceta.
El problema de la discusión política actual, es que se esconden ideologías atrás de estadísticas tramposas. Como decía Galeano… “¿adonde se cobra el ingreso per cápita? A mas de un muerto de hambre le gustaría saberlo”.
Como dice la sabiduría popular: “millones de moscas no pueden equivocarse…, COMA MIERDA”.
Así, el Bicentenario puede ser el punto de inflexión de un nuevo comienzo, o solo el 100% de dos siglos.
La Corte Suprema hoy tiene el privilegio histórico de inclinar la balanza para el lado de los “nadies” con dos temas centrales: La ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y la filiación de Marcela y Felipe Noble Herrera. Por eso amigos…. Vamos a rezar EN UN PARAFRASEO DE Carlos Falaschi:
Señor Juez… padre nuestro… Tu que todo lo ves.. o lo lees que no es lo mismo, o te lo susurran al oído finos abogados… levanta tus ojos del expediente, complétame las fojas, llena los claros del desvalido. Sal con tus oficiales de justicia a la calle de los desocupados, a los campos marginales de criollos e indígenas sin tierra. Entra a la chacra, al empaque, a la cantera, al kiosco de la esquina, a la casa del vecino. A los barrios marginales de jóvenes amenazados de futuro. Visítanos en las casas de cartón, y en la radio comunitaria de los nadies como nosotros. Entra a la casa de las Madres y Abuelas, de los familiares de desaparecidos de los torturados de la tierra. Si así lo haces Juez, un día quizás seamos un poco mas libres, las estadísticas nos dirán verdades y los medios serán esos lugares donde hablaremos todos. Solo así quizás,
tal vez,
a lo mejor…
SERA JUSTICIA.
AMEN,
De la redacción de
MEMORIAS DE LA TIERRA
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