domingo, 24 de julio de 2011

HORACIO VERBITSKY: Las próximas tres semanas

Por Horacio Verbitsky

Comienzan hoy tres semanas decisivas con vistas a las elecciones presidenciales de octubre. Hoy se elegirá al nuevo gobernador de Santa Fe, el próximo domingo se realizará la segunda vuelta por la jefatura de gobierno porteño, el domingo 7 de agosto Córdoba decidirá su gobernador para los próximos cuatro años y el domingo siguiente se realizarán en todo el país las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, en las que se consagrarán las candidaturas presidenciales de los tres partidos y las siete alianzas oficializados. Gobierno y oposición tienen expectativas antagónicas e interpretan en forma distinta los posibles resultados de cada uno de estos comicios, pero nadie minimiza su importancia. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe representan un cuarto del padrón nacional y forman el eje político y administrativo del agropower, que hace tres años libró una batalla a todo o nada con el gobierno nacional. Su importancia cuantitativa equivale a la del conurbano bonaerense, por lo que en esos distritos está depositada la ilusión de las fuerzas opositoras de obstaculizar la reelección presidencial.

Sin encuestas

Casi sin excepciones, los análisis políticos y periodísticos se basan en las encuestas (que rara vez son mencionadas y casi nunca con la correspondiente ficha técnica ni su fecha de realización). Una mayoría abrumadora de las columnas de opinión se limitan a glosar esos sondeos en apoyo del partido ya tomado por el expositor que, de tan evidente, no requiere ser explicitado. En un contexto de polarización sin precedentes, esta dependencia de las encuestas reduce el campo de la información disponible a las infinitas variantes de dos hipótesis: CFK será reelecta o no lo será. Con lo cual el periodismo político, sin excepciones, se deleita en el agua tibia de sus propios deseos. La falibilidad de esos sondeos y los grandes márgenes de error constatados (sin poner en discusión la seriedad ni la honestidad de quienes los realizan), desaconseja su uso ya sea ingenuo o interesado. Una constatación corriente es que las encuestas que se divulgan suelen favorecer a quien las encargó, de modo que ni faltó una que soñara a Proyecto Sur en el balotaje porteño. Políticos y consultores deberían someter a examen la presunción del efecto contagio de las encuestas, que a menudo deriva en autoengaños. Otra confusión de la que se derivan erróneas decisiones políticas, consiste en la comparación de elecciones ejecutivas y legislativas. En 2007, Maurizio Macrì obtuvo 45,6 por ciento de los votos en la primera vuelta para la jefatura de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Daniel Scioli el 48,1 en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, en las legislativas de 2009, el PRO cayó al 31 por ciento y el FpV al 32 por ciento, con una merma de un tercio de sus caudales. En 2007, el segundo lugar porteño correspondió a Proyecto Sur, con más del 24 por ciento. Ahora, con el 12,8 por ciento, ese frente hizo una excelente elección pero el único que aún no se dio cuenta es su líder, Fernando Solanas, porque sus expectativas eran tan desmesuradas como sus resultados de dos años atrás. En la primera vuelta de las elecciones porteñas de este mes, ninguna encuesta publicada estuvo más cerca de las cifras reales que los resultados de los comicios anteriores para el mismo cargo en el distrito. Maurizio Macrì aventajó a Daniel Filmus por 19,3 puntos y la distancia entre los mismos candidatos en 2007 fue de 21,8 puntos, es decir a 2,5 puntos de lo ocurrido ahora. Por supuesto, esto no equivale al absurdo de creer que en todo tiempo y lugar las cifras oscilarán en torno a los mismos valores que la vez anterior, lo cual implicaría negar la propia realidad, cuya índole está hecha tanto de estabilidad cuanto de cambio. Pero dadas ciertas condiciones, que no siempre se dan, constituyen un elemento orientador no desdeñable.

Santa Fe

En septiembre de 2007, el socialista Hermes Binner y la radical Griselda Tesio obtuvieron la gobernación de Santa Fe con el 48,7 por ciento de los votos, superando por 10 puntos a los candidatos del Frente para la Victoria, Rafael Bielsa y Carlos Galán. Entre ambas fórmulas rondaron el 80 por ciento de los votos. Esta vez es improbable que se repitan semejantes resultados, ya que a las fórmulas de los frentes Progresista y Santa Fe para todos se suma un tercer candidato de fuerte inserción en los sectores populares, el actor Miguel Del Sel, que fue designado sin rivales en su propio sello de ocasión, Unión PRO Federal. Los procesos de selección fueron muy distintos en las otras fuerzas. Antonio Bonfatti fue sostenido por el gobernador saliente Hermes Binner, lo que le permitió vencer a dos aliados, uno radical y otro socialista. Como Filmus en la Capital, tampoco Agustín Rossi era el candidato preferido del gobierno nacional, porque consideraba que podría vencer en la interna (como ocurrió), pero que le costaría mucho imponerse en la general, cosa que se dirimirá hoy. Cualquiera sea el resultado, no habrá reproches ni en público ni en privado para él: “Los que tiene en contra se los ganó por defendernos a nosotros durante el conflicto con las patronales agropecuarias”, es la reflexión que lo explica. Y en este caso, la presidente se involucró en la campaña, con un acto en el que puso en aprietos a Binner, al señalar que Santa Fe crecía por debajo del promedio nacional. El líder socialista replicó con acidez que CFK le creía al Indec, pero Rossi presentó pruebas de que fue el propio Binner quien firmó los datos comparativos citados por Cristina. Para llegar a su candidatura, Rossi debió recomponer relaciones con los otros sectores del justicialismo, mediante un trabajoso convenio: en vez de presentar una fórmula propia el FpV apoyaría a los candidatos provinciales del PJ, que de otro modo serían vencidos, a cambio de la adhesión partidaria a Cristina en octubre. Luego de las primarias, las principales líneas internas se reunieron con Cristina y allí se convino que el reutemista Omar Perotti, quien fue el segundo candidato más votado para gobernador, encabezara la lista para diputados nacionales en octubre. Este es el acuerdo que el ex gobernador Carlos Reutemann rompió, con el guiño que le hizo a Del Sel, para disgusto de sus seguidores que ocupan puestos en la lista común. Lo hizo como si respondiera a un sino personal, cuando faltaban pocos metros para la meta. Retirado de la política electoral, se verá si aún conserva cierta capacidad de daño. Tanto Macrì como el ex senador Eduardo Duhalde se ilusionan con que el escrutinio de hoy sea el segundo eslabón de una cadena que comenzó con el propio Macrì en Buenos Aires, con la que esperan bloquear el paso a Cristina. Acaso influido por su candidato, el líder del Peornismo Opositor también recurrió al humor en su campaña, con la admonición “No agredan, pelotudos”. La referencia más reciente sobre lo que pueda ocurrir hoy son las primarias realizadas hace dos meses: el oficialismo nacional, con la sigla Frente Santa Fe para Todos, obtuvo el 42,63 por ciento; el oficialismo provincial, como Frente Progresista, el 40,98 por ciento y la Unión Pro Federal, el 14,88 por ciento. Si los acuerdos que Reutemann procura torpedear se mantuvieran, Rossi sería el próximo gobernador. Pero también deben tenerse en cuenta los resultados dentro de cada frente. Dada su heterogeneidad, es difícil que Bonfatti y Rossi conserven los porcentajes que sus respectivas fuerzas sumaron en las primarias. En ambos casos, las posibles fugas, de radicales y de peronistas, se dirigirán a Del Sel. Lo único que falta es medir su magnitud. La fragilidad del bando justicialista es evidente, pero tampoco los progresistas parecen unidos con firmeza. De hecho, las fuerzas que integran ese frente responden a tres candidatos presidenciales: el propio Binner, Ricardo Alfonsín y Elisa Carrió. En las primarias, Bonfatti fue el más votado, con el 18,4 por ciento de los sufragios emitidos, un punto y medio por encima del 17 por ciento de Rossi.

Más allá del resultado provincial, importa discernir qué consecuencias podrían proyectar sobre la elección presidencial de octubre. En la de 2007, celebrada un mes después de las locales, CFK se impuso sobre CarrióGiustiniani por 35,5 a 34,8 por ciento. Es decir, de cada diez votos emitidos por sus candidatos santafesinos conservó nueve, mientras su principal oponente sólo siete.

Pobres corazones

En la primera vuelta de 2007, Daniel Filmus obtuvo en la Capital el 23,8 por ciento de los votos, igual que Cristina en la presidencial de octubre. En la primera vuelta de este año, Filmus elevó en cuatro puntos ese porcentaje. Ese es el piso del que parte CFK en el distrito. Acaso bajo la influencia de Fito Páez, la campaña de Filmus y Carlos Tomada para el balotaje del próximo domingo opone pobres corazones a los globos del PRO. Lo hace, además, utilizando como consigna el nombre de otro partido, Buenos Aires para Todos. Está por verse qué impacto tendrán la negativa de Macrì a debatir con su contendiente y la constatación judicial sobre la participación del consultor Jaime Durán Barba en la difusión de mentiras ofensivas sobre la familia de Filmus. Tienen, por cierto, distinta gravedad. Los debates preelectorales al uso constan de una sucesión de consignas recitadas de apuro, que sólo pueden influir en el electorado a través de la imagen que transmita cada candidato, campo en el que el ex presidente de Boca es más ducho que el ex director de Flacso. No parecería que Filmus pierda gran cosa con su cancelación, pero tampoco que gane algo con la retirada de Macrì, dado el comprensible desinterés general por ese formato de discusión. En cambio, el uso de falsedades, difundidas desde el anonimato bajo disfraz de encuesta, constituye un delito. Además pone en evidencia el pozo de víboras sobre el que se monta la campaña de las buenas ondas y la alegría, reducidas a mero simulacro. En este sentido, puede decirse que Macrì constituye una nueva derecha, tan moderna como la norteamericana o las europeas. La respuesta de su campamento consistió en omitir los datos muy precisos recogidos en los allanamientos ordenados por el juez federal Ariel Lijo a Durán Barba&Asociados e insistir en abstracciones descalificatorias del adversario, como la afirmación de Macrì de que los kirchneristas son los reyes de la campaña sucia. El ejemplo que puso su jefe de gabinete Horacio Rodríguez Larreta fueron las acusaciones contra Francisco de Narváez durante la campaña de 2009. Esta concepción política, basada en slogans e independizada de los hechos, ignoró que la denuncia de la AFIP según la cual De Narváez no podía justificar un incremento patrimonial del 900 por ciento en el lustro 2004-2008, cuyos fondos provenían de fideicomisos de existencia no probada, es tan seria que la justicia dispuso la inhibición general de sus bienes, hasta cubrir 87,3 millones de pesos. Así lo dispuso el juez federal Carlos Alejandro Faggi, titular del Juzgado Federal de Ejecuciones Fiscales y Tributario N° 2, quien señaló que “la totalidad de los bienes que constituyen el patrimonio neto del demandado del último ejercicio resultan insuficientes ante la cuantía de la deuda, configurándose los requisitos que habilitan el dictado de la inhibición general de bienes solicitada”. De Narváez reemplazó esa inhibición por un seguro de caución provisto por la empresa “Chubb Argentina de Seguros S.A.”

Córdoba

En 2007, Schiaretti venció a Juez por 37,17 a 36,04 por ciento, y Cristina obtuvo en las presidenciales de octubre el 23,8 por ciento. El Frente para la Victoria no presentará candidato a gobernador dentro de dos semanas, dada la falta de acuerdo con el justicialismo, que allí conducen el ex gobernador y candidato José de la Sota y el actual gobernador Juan Schiaretti. De la Sota le ofreció la candidatura a la vicegobernación a la rectora de la Universidad Nacional de Córdoba y simpatizante kirchnerista Carolina Scotto y también aceptó que la lista de candidatos a diputados nacionales fuera compuesta en la Casa Rosada. Pero Scotto rechazó el ofrecimiento, porque no siente la menor afinidad con De la Sota y prefiere encabezar la conmemoración del cuarto centenario de la Universidad, en 2013. De la Sota nominó entonces a la intendenta de Laboulaye, Alicia Pregno, quien había militado a favor de las cámaras patronales en el conflicto de 2008. El gobierno nacional se declaró engañado y así se rompió la posibilidad de zurcir la ruptura de 2007, cuando el gobierno nacional jugó a dos puntas (Ricardo Jaime respaldaba a Schiaretti y Alberto Fernández a Luis Juez) y terminó enemistado con ambas, cuando el escrutinio se empantanó en un virtual empate, a Juez se le salió la cadena y acusó a Kirchner de apoyar el fraude. El kirchnerismo puro y duro quiso enfrentar a De la Sota con una fórmula propia, pero Cristina lo desautorizó, porque no tiene candidatos propios confiables y con algún atractivo electoral, un drama que se repite en otros distritos y que abre un grave interrogante para el día después de la hipotética reelección. De la Sota competirá con Juez y con el radical Oscar Aguad (próximo al PRO y a su ventrílocuo ecuatoriano). Juez, cuya compañera Norma Morandini fue designada por Binner como candidata a la vicepresidencia, ha abierto una línea de comunicación con el gobierno nacional y lleva meses de abstinencia de exabruptos (una de las frases más frecuentes que dirige a sus colaboradores es “Tápenme la boca”). Por ese conducto pidió apoyo económico para la campaña que, sugirió, podría canalizarse a través de empresarios, y prometió apoyar a Cristina en una eventual segunda vuelta presidencial. El ofrecimiento fue rechazado, del mismo modo que el gobierno nacional se negó a incluir en sus listas la candidatura a intendente de San Miguel de Aldo Rico, quien recaló en el Peornismo Opositor de Duhalde, y le negó a Carlos Menem la posibilidad de pegar su boleta a la de Cristina en las primarias. Así lo confirmó el secretario de la Cámara Electoral, Nicolás Deane, por más que en Internet siga circulando una boleta falsa que los muestra juntos. La presidente tampoco admitió la adhesión de la lista de diputados justicialistas armada por De la Sota, y dispuso enfrentarla con una propia en diciembre. Quienes acusaban a Kirchner de pragmático podrán llamar ahora sectaria a su viuda.

Paso a PASO

Estos datos de Santa Fe, la Capital y Córdoba sugieren, como hipótesis que los hechos deberán validar, que ninguno de esos distritos se interpone como un escollo inquietante en la marcha de Cristina hacia octubre, como ocurriría si se repitieran los porcentajes obtenidos por el Frente para la Victoria en las legislativas de dos años atrás: 11,6 en la Capital, 9,5 en Santa Fe y 9,1 en Córdoba. La primera vuelta porteña lo dice a las claras: Filmus obtuvo dos veces y media los votos de Carlos Heller. Recién en la tercera fecha del ciclo analizado, podrán extraerse conclusiones más significativas, cuando se realicen las primarias del 14 de agosto. Apenas dos meses antes de las presidenciales, darán un panorama más preciso que cualquier encuesta sobre las perspectivas de cada candidato. El objetivo de Cristina es pasar del 40 por ciento, el de todos los demás salir segundo, con cualquier porcentaje, con la esperanza de alinear a los demás detrás suyo en octubre. Los viejos pactos entre Duhalde y Raúl Alfonsín se continúan ahora con su hijo Ricardo. Sus operadores son dos amigos de toda la vida: Javier González Fraga, miembro del equipo económico de Duhalde hasta el momento de anunciar su candidatura a la vicepresidencia con Alfonsín, y Eduardo Amadeo. Para Alfonsín como para Macrì, Duhalde es como un vicio oculto, compulsivo y vergonzoso. Aunque nadie lo dirá tienen avanzada la preparación de un acuerdo electoral, en función del cual la UCR incurrió en el sacrilegio de soslayar a la Convención Nacional, el órgano que designa la fórmula y redacta el programa, y delegar esa tarea en el Comité Nacional.

Fuente: Pagina12

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