miércoles, 5 de octubre de 2011

ACTO PÒR LAS VICTIMAS DEL TERRORISMO DE ESTADO DEL COLEGIO NACIONAL SARMIENTO

COLEGIO NACIONAL Nº 2 DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO.

Día: 7 de Octubre de 2011

Hora: 16 horas

 
Lugar Colegio Nac. Nº 2 - Libertad entre Arenales y Juncal - Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

 
CUANDO SARMIENTO MILITABA.


El siempre estaba quieto en el patio de la escuela mirando centenares de alumnos del Colegio Nacional que todos los días gritaban y saltaban. Solo los patios y las plazas entienden de gritos y de saltos.


Domingo Faustino, un personaje de época, perseguidor de gauchos e indígenas, símbolo del país del privilegio nos tuvo que aguantar.…


En la década del setenta, los alumnos del colegio veíamos el mundo con ojos de época. Todos nosotros, adolescentes de 13 a 17 años no habíamos vivido nunca en democracia. Durante décadas la mano oscura del poder militar y la de aquellos que los dirigían en las sombras imponían presidentes, ministros de educación, intendentes y por sobre todo, una sola mirada de la convivencia social: la represión.


Nos gustaban los Beatles, Almendra, Sui Generis. Los de pelo largo, cuando te dejaban y la policía no te lo cortaba a la fuerza en una comisaría, solo escuchaban rock o, como le decíamos “música progresiva”. Otros escuchaban a Banana, una música pegadiza a la que dejábamos de lado con el mote de “música complaciente”.


El Colegio Nacional Nº 2 venía de una mala fama en la década de 1960 por la presencia del grupo “Tacuara”, una agrupación antisemita que se dedicaba a perseguir a nuestros compañeros judíos. También era famoso por los festejos del Día del Estudiante.


En esa escuela, bajo la mirada siempre presente de Domingo Faustino, muchos de nosotros nos encontramos un día con un país que aceleradamente se reencontraba con la democracia. Y en ese proceso de dudas y certezas, de alegría y violencia nos tocó participar en esas paredes.


En 1972 le aguamos la fiesta al entonces Ministro de Educación de la dictadura de Lanusse, dirigidos por El Pato Zuker. Le arruinamos la fiesta del Día del Maestro, con la policía federal reprimiendo en toda la zona a los tres turnos del colegio.


El Pato era un tipo increíble. Fanático de Defensores de Belgrano y uno de los líderes de su hinchada era un tipo muy querido en todos los lugares que pisaba. Era hijo de un actor muy conocido, Ricardo Zuker. Tan amante de su club que, años después en el exilio, era capaz de saltar de alegría en un micro en España al leer en un diario argentino que el “Dragón” había ganado un partido. En 1980, en la contraofensiva, la larga mano de la dictadura nos privó de este compañero que hubiera sido un gran constructor de la Argentina. Hoy, la principal tribuna del estadio de Defensores de Belgrano lleva su nombre.


En mayo de 1973 perdimos nuestro primer compañero, Carlos Miguel Sfeir, quien fuera asesinado el 25 de mayo de 1973 en Devoto por pedir la libertad de los presos políticos. El colegio se cerró entonces casi una semana.


Aquel 1º de Mayo de 1974 en que Perón ofendió a la JP y tomó partido decididamente por la derecha peronista, los alumnos militantes de la UES del Nacional Nº 2 allí estuvimos. En la persecución que realizara contra nosotros la Juventud Sindical Peronista, fue duramente apaleado Chiche, quien salvó su vida en ese momento por haber sido confundido con uno de los atacantes. Ellos mismos, pensando que era propio, le dieron asistencia medica.


En Julio de 1974 al mediodía se escuchó en la radio que entrabamos a escondidas al colegio la noticia de la muerte del Presidente Perón. Al instante, los ojos de Domingo Faustino vieron a los alumnos retirarse de la escuela. Muchos de nosotros nos fuimos a Retiro, de allí a Olivos a despedir al Presidente. A la noche, una multitud de jóvenes llenamos sus calles de antorchas.


En esa época de violencia del terrorismo de estado en democracia, los alumnos del Sarmiento dimos testimonio en tiempos difíciles. Lo pagamos caro. Nunca reemplazaremos a Chiche, al Banana, al Pato, a Lennon, a Sfeir, ni podremos reparar la cárcel, el exilio y la tortura.


Pero estos homenajes nos devuelven los rostros de nuestros queridos compañeros de Colegio, apasionados, revolucionarios, generosos, resistiendo al olvido y siempre presentes en nuestro corazón.


PORQUE JAMAS PODREMOS OLVIDAR, PORQUE NO QUEREMOS PERDONAR… JAMAS

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