martes, 26 de junio de 2012

PARAGUAY: El enemigo es el “populismo”

Lo derrocaron nomas a Fernando Lugo. No como hasta hace pocos años, con tanques en la calle, marchas militares y bandos leídos con aire marcial por los medios de comunicación.
Las formas modernas del golpismo son mas sutiles, pero no menos crueles y verborrágicas. Hoy los mismos sectores que antes se adueñaban del poder con las botas para disciplinar a la sociedad de acuerdo a sus intereses de clase y sector,  se han refinado ante la extinción de los “partidos militares” como opción de poder.
Hoy cuentan con periodistas que dia a dia, hora tras hora, "lijan" a los gobiernos democráticos, fortaleciendo lo que antes combatían impiadosamente: el sistema de partidos políticos. Por supuesto con la eterna excepción  los partidos de derecha neoliberal.
Ocurrió en Honduras, donde el presidente Zelaya fue destituido. La participación en el golpe de las fuerzas armadas hondureñas fue solo instrumental. El verdadero asalto a las instituciones lo dio la prensa oral y escrita y sus mandaderos agazapados en el Congreso. Hasta la Corte Suprema de Justicia dio su invalorable aporte. A partir de entonces se dieron a disciplinar a la prensa disidente. Casi 30 periodistas y 70 abogados defensores de los perseguidos del régimen fueron asesinados por bandas de ultraderecha.
En Venezuela hicieron algo parecido, con el objetivo real de fusilar a Hugo Chavez, un presidente que en Venezuela aplica, mas allá de discursos y diferencias de época, las mismas recetas de Juan Domingo Perón en la Argentina de la mitad del siglo XX. Tanques en la calle, la derecha atacando las instituciones y los medios abusando a diestra y siniestra del golpe bajo, las medias verdades y un periodismo "militante" al servicio de las peores causas.
En Ecuador los mismos sectores y medios utilizaron a la Policía que llegó a agredir físicamente al Presidente Rafael Correa.
La lista sigue. La prédica de la derecha se repite en Uruguay, en Brasil, en Nicaragua, en la Bolivia de Evo Morales y por supuesto en nuestro país.
Los golpistas vernáculos intentaron sembrar esos procedimientos en ocasión del debate por la Resolución 125 de Retenciones Móviles. Así como Paraguay tiene su Federico Franco, la Argentina tuvo su Julio Cobos. Recordemos: rutas cortadas, leche derramada en los caminos, predica destituyente de periodistas y políticos de derecha, llamados a la desobediencia civil y sugerencias en este caso de “disolver el Congreso”.
Los vasos comunicantes en todos los casos, no están dados por el peligro del “comunismo” o el terrorismo, sino por el eterno desprecio a la voluntad popular y el verdadero término revulsivo a sus intereses: el “populismo”, gobernar en armonía con los intereses de los pueblos.
Para ello echan mano de escritores como Vargas Llosa, tan meritorios en las letras, pero a la vez, tan antidemocráticos a la hora de la política. Para ellos, “democracia” es sinónimo de neoliberalismo y si así no ocurre, las democracias populares son hidras de siete cabezas a las que hay que decapitar como sea, cuando sea y donde sea.
Ignorancia
Tal vez hace mucho que no se veía un uso tan descarado e ¿ignorante? de la ley y la doctrina jurídica como en el “juicio político” que en el lapso record de 24 horas se le siguió al Presidente del Paraguay Fernando Lugo. Sin ponerse colorados, aunque lo son, dieron a su defensa un plazo de dos horas para contestar la acusación. Si no fuera por lo terrible del resultado para la nación hermana, parecía un chiste de mal gusto. Volvió el lenguaje stronista -el que realidad nunca se fue-  en las acusaciones a Lugo de “fomentar la lucha de clases”.
Como brillantemente expresó uno de los abogados defensores del Presidente, el Dr. Carlos Ferreiro durante el debate, el derecho tiene dos caras inescindibles: una de ellas es el derecho de fondo, el de todos los ciudadanos y el del propio Lugo de ejercer la primera magistratura para la cual fue electo por el pueblo, y por supuesto, las facultad del Parlamento de promoverle juicio político. La otra cara es el derecho de forma, tan o mas importante que el anterior, toda vez que si los procedimientos aplicados no son adecuados , de ningún modo garantizan la vigencia de los primeros. Pretender que a un Presidente se lo enjuicie con un plazo de dos horas para defenderse, es tomar por ignorante al pueblo paraguayo y al mismísimo sentido común. Quedó claro que lo único que les interesaba era derrocar a Lugo a como diere lugar, a nueve meses de la nueva elección presidencial. Los argentinos recordamos que en 1976 se derrocó a María Estela Martínez de Perón, a escasos meses de las elecciones, con el mismo discurso anticorrupción, el desgobierno  y la indisciplina social, sumergiendo a nuestro país en la noche mas oscura de su historia como Nación independiente.
UNASUR
Como en ocasión del golpe hondureño, la crisis entre Colombia y Venezuela y en particular en el intento de derrocamiento de Rafael Correa, se encendió la luz roja en las naciones sudamericanas. Trece países enviaron sus cancilleres a Asunción quienes, luego de reunirse con todos los actores, repudiaron el golpe de estado. Varias naciones, entre ellas la Argentina, anunciaron que no reconocerán a Federico Franco como presidente de los paraguayos. Los caminos de acción están por verse.
La Presidenta Cristina Fernandez de Kirchner adelantó que no reconocerá por ahora a Franco y que el golpe de estado fue perpetrado contra la historia del Paraguay.
Es de esperar que no ocurra lo mismo que con el golpe hondureño, victorioso finalmente gracias al apoyo norteamericano a los golpistas.
Tierras
En la primera mitad del siglo XIX, en el Paraguay las tierras era públicas y se otorgaban a los campesinos para trabajarlas. Paraguay producía lo que consumía. Luego de los gobiernos  de Gaspar Rodriguez de Francia y de Francisco Solano López, y merced a la Guerra de la Triple Infamia, la clase dirigente paraguaya, hoy “colorada” y sus también hoy aliados liberales, se apropió de esas tierras en complicidad con brasileños y argentinos, sumiendo en la desesperanza a indígenas y campesinos. Las ocupaciones de los “sin tierra” en Paraguay son descendientes directas de esos despojos que continúan hasta hoy, en manos de jueces que invariablemente se niegan a hacer justicia. Tal el caso de Caraguaty, donde murieron 17 paraguayos, agravado por la utilización de la violencia extrema por oscuras manos para justificar el derrocamiento de Lugo.
Formosa
Formosa está unida a la nación hermana por lazos históricos, sociales, familiares, económicos y culturales. A estas tierras llegaron ingentes cantidades de refugiados políticos cuando el dictador Alfredo Stroessner asolaba el Paraguay. Algunos de ellos, como el abogado Fausto Carrillo, fueron detenidos y desaparecidos durante la dictadura del proceso, en el marco del tenebroso Plan Cóndor, la coordinación represiva ente las dictaduras del Cono Sur.
La familia formoseña está de luto por el sufrimiento del pueblo paraguayo. En cada hogar, de padres y abuelos paraguayos que tanto han sufrido en manos de autoritarismos y dictaduras hay desazón. En la Argentina también vienen por el proyecto Nacional y Popular en marcha. Y Formosa tiene todas las de perder si eso así ocurre.
Es tiempo de solidaridad y de apoyo militante a la República del Paraguay, que es una forma también de autodefensa.
Fuente: Formosa360
Memorias de la Tierra TV

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