sábado, 6 de agosto de 2011

LUIS BRUCHSTEIN: Ideología del puticlub

Por Luis Bruschtein
 
Puede haber un juez que se dedique a la explotación de la prostitución y le lluevan los millones. Hay de todo en la viña del señor. Lo que no resulta creíble es que haya un juez de la Corte que se dedique a alquilar para la prostitución cuatro departamentos que están a su nombre. Es un negocio, a lo sumo, de unos miles de pesos por mes, que además los podría obtener si los alquilara para vivienda, para turistas o para oficinas.

Es tan evidente ese argumento que termina por generar muchas dudas sobre los denunciantes. ¿Realmente piensan que Zaffaroni se dedica al negocio de la trata de personas? Lo que empezó como una nota sobre los “puticlub” de Zaffaroni en un periódico amarillista de la editorial Perfil luego fue convertido en denuncia judicial con esos recortes. La denuncia la hizo una agrupación, La Alameda, que ha realizado muchas denuncias serias sobre trabajo esclavo, pero que en los últimos dos o tres años se ha mostrado muy cercana al cardenal Jorge Bergoglio. La denuncia después fue tomada por dirigentes políticos de la oposición, algunos también próximos a la cúpula eclesiástica.

Mientras la prensa amarilla seguía ensuciando todos los días al juez Zaffaroni, esta asociación La Alameda, que había reciclado los recortes del periódico, se convertía ahora en fuente de información para esos mismos periódicos. Al ciclo perverso de una campaña que se retroalimenta hasta el infinito, con citas de citas, se suman los políticos de oposición pidiendo el juicio político o la renuncia de un juez al que en más de treinta años de ejercer esa función, y de estar bajo la lupa por sus posiciones de avanzada, nunca nadie le conoció un solo acto, no ya de corrupción, sino de falta de ética.

Zaffaroni quizá sea el jurista argentino de mayor prestigio internacional por sus conocimientos y también por sus posiciones progresistas, las que le han ganado más de un enemigo. Cuando Néstor Kirchner propuso a Zaffaroni para integrar la Corte, fue público el malestar del cardenal Bergoglio. La cúpula de la Iglesia, que siempre había intervenido en la designación de los magistrados de la Corte, no fue consultada esa vez por el entonces presidente y fue evidente la conmoción que provocó la designación de un jurista con una visión tan renovadora del Código Penal, y con una expresa defensa de los derechos de las minorías, incluyendo las opciones de género. Para ese sector de la Iglesia, los miembros de la Corte deberían respetar un orden feudal similar al de la propia Iglesia, deberían ser caballeros conservadores respetuosos de la religión, la tradición, la familia y la propiedad y, lo que es más importante, deberían mantener una estrecha relación con la jerarquía eclesial.

Desde esa visión decimonónica es posible creer que alguien que tiene un pensamiento tan abierto sobre los entrecruzamientos que existen entre las formas del delito y las sociedades donde se reproducen, por el solo hecho de pensar de esa manera, sea capaz de alquilar sus departamentos a una red de prostíbulos. Desde esa visión, el que está de acuerdo con el aborto también es una especie de asesino. Todo aquello que no se atiene a la estructura de vigilar y castigar es motivo a su vez de vigilancia y castigo. La proximidad de La Alameda con el cardenal Jorge Bergoglio y su participación en esta campaña en un período electoral podría explicarse desde ese convencimiento.

Desde el punto de vista político, las campañas mediáticas que se vienen realizando en este año electoral tienden a golpear a determinados hechos cuyos contenidos simbólicos fueron llenando de significados a estos treinta años de democracia, pero que están muy referenciados con el kirchnerismo porque fueron puestos en ese lugar por los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner para reconstruir una democracia que había llegado al borde del abismo en el 2001.

La campaña contra las Madres de Plaza de Mayo utilizó una estafa en la que las Madres fueron las víctimas para ensuciarlas como si ellas hubieran sido las estafadoras. El caso Schoklender tuvo un desarrollo similar al que está teniendo el de Zaffaroni. La denuncia contra las Madres estalló poco antes de las elecciones en la Capital Federal y la manipulación de la información fue orientada a dar por evidente la complicidad de Hebe de Bonafini y del gobierno nacional, cuando en realidad habían sido los perjudicados. Nada fue demostrado todavía en la Justicia, pero la moraleja que deja ese relato es “eso les pasa por meterse con el kirchnerismo”, o “todo lo que parece bueno del kirchnerismo es mugre en el fondo”.

En el caso de Zaffaroni, el jurista se convirtió de alguna manera en el símbolo de una Corte Suprema con características particulares. De lo que más se acusa a este gobierno es de un supuesto desprecio por lo institucional. La política de derechos humanos del kirchnerismo es de los aportes institucionales más importantes que se han hecho a esta democracia. Pero la reorganización de la Corte cuando estaba totalmente desprestigiada fue quizás una de las decisiones más limpias que haya tomado un presidente en estos treinta años. Néstor Kirchner podría haber designado una Corte adicta, pero optó por conformar una con personalidades independientes y de mucho prestigio. No hay antecedentes.

Zaffaroni es atacado como símbolo de esa Corte, que es, a su vez y de manera totalmente involuntaria, el recordatorio de una de las medidas más importantes del kirchnerismo que, al igual que los juicios y las condenas a los represores, se instalan en un universo que deja de ser partidario para darle contenido, identidad, a una democracia que trabajosamente trata de echar raíces en la sociedad. Las Madres, los juicios, o esta Corte moderna e independiente pasan a ser iconos de esa construcción porque la sociedad los acepta así y los siente como un logro colectivo, no partidario, aunque estén tan referenciados con el kirchnerismo.

La referencia política tan fuerte del kirchnerismo sobre esta etapa de la democracia es porque asumió en un momento de crisis total de la etapa anterior. Es como si hubiera empezado un cuaderno en blanco. Era una sociedad que había sido llevada a una profunda crisis económica y de representación política. Una sociedad con profunda desconfianza.

Si se quiere pulverizar ahora al kirchnerismo como fuerza política, entonces se busca romper el vínculo entre esos símbolos sociales y sus referencias políticas. Si el vínculo no se puede romper porque es algo inherente al símbolo mismo, entonces hay que destruir al símbolo o por lo menos ensuciarlo para sacarlo de ese lugar. Así como se quiere dar la idea de que las Madres se corrompieron porque entraron en contacto con el kirchnerismo, de la misma manera se quiere mostrar que la Corte que se designó durante el mandato de Néstor Kirchner es tan sucia como la de Carlos Menem.

El peligro es que, con ese impulso, las operaciones mediáticas de este proceso electoral empujan por retrotraer todo de regreso al 2001, al caos por desconfianza y vacío de contenidos. Lo que hay de estabilidad entre el 2001 y el presente es el kirchnerismo y por esa razón en ese período se generaron los valores que permitieron sostener el tinglado. Si se rompen esos valores, se va todo para atrás y se puede romper todo de nuevo. En este momento la relación de esos valores con el kirchnerismo es tan fuerte porque no ha habido otros gobiernos que sumaran su aporte a esa identidad en conformación permanente.

Cuando haya otros gobiernos, esa fuerza del vínculo será más relativa. Por eso, la oposición tendría que poner su esfuerzo más en ganar las elecciones que en destruir la imagen del kirchnerismo ensuciando a las Madres, a las Abuelas y a la Corte Suprema y, por lo menos, tendría que poner distancia con las operaciones de los grandes medios que están sostenidos por el interés corporativo afectado por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Los grandes medios tienen sus motivos, la cúpula de la Iglesia tiene los suyos y los tienen a su vez los sectores de la oposición política que están dispuestos a arriesgar el prestigio para ponerse a su servicio. De esa conjunción difícilmente salga algo bueno.

Fuente: Pagina12

Falleció Claudio Díaz

El periodista Claudio Díaz, de 52 años, autor de distintos libros, reconocido por haber renunciado como empleado del Grupo Clarín en ocasión del debate público sobre la Resolución 125, e integrante de una cooperativa que administra un canal de televisión en la localidad bonaerense de Haedo, falleció esta noche como consecuencia de un cáncer sin remedio.

Díaz, en ocasión de las polémicas públicas en torno a la Resolución 125 sobre retenciones a las exportaciones agropecuarias, ejerciendo el periodismo con actitud militante decidió renunciar como empleado del Grupo Clarín sin recibir indemnización ni pago alguno cuando dirigía el suplemento zonal Morón-Ituzaingó del matutino.

Días después su casa fue asaltada por desconocidos y encapuchados que golpearon a la madre del periodista, revolvieron las pertenencias de la vivienda y no se llevaron nada de valor.

Por la decisión de Díaz de renunciar a su trabajo en Clarín, el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, lo declaró héroe civil.

Entre sus libros se destacan los títulos "Manual del antiperonismo ilustrado", "Diario de guerra. Clarín el gran engaño argentino"; y el "Movimiento Obrero Argentino".

En su trayectoria, Claudio Díaz en 1989 recibió el Premio Latinoamericano de Periodismo José Martí, que le entregó en persona Fidel Castro, en La Habana, por su trabajo de investigación sobre sectas en Argentina junto a Alfredo Silleta.

También el periodista fallecido integró la agrupación Oesterheld y formaba parte de la "Cooperativa de la gente cordial", que administra el Canal 4 de televisión, de la localidad de Haedo, en el conurbano bonaerense.

Persona ejemplar, de cara adolescente, Díaz se caracterizó por su valentía en el ejercicio del periodismo y en su recorrido por la profesión además se desempeñó como Secretario de Redacción de la revista Jotapé durante la década de los años 80.

A los 12 años de edad ganó el concurso del programa de televisión "Odol pregunta" al contestar sobre seleccionados de fútbol de Argentina, y con el dinero obtenido le compró una casa a su mamá.

Víctima de un cáncer de tiroides, sin remedio, Claudio Díaz falleció esta noche a las 21.50, en el Instituto del Diagnóstico en esta capital, rodeado de su familia, sus amigos y compañeros. (Telam)

jueves, 4 de agosto de 2011

El CELS manifestó su solidaridad con Zaffaroni

El Centro de Estudios Legales y Sociales hizo público su respaldo al juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Raul Zaffaromi ante los "ataques dirigidos sobre la base de acusaciones escandalosas e imprecisas, y con un alto contenido de hipocresía. Se pretende demonizar al juez e instalar sobre él una condena sin sustento, cuando ni siquiera se sabe si existe algún delito y, de ser así, quién lo habría cometido", advirtió la entidad en una declaración con la firma de su titular, Horacio Verbitsky, y su director ejecutivo, Gastón Chillier.

El organismo denunció una "criminología mediática que comienza por la condena y no se sostiene en la comprobación de un delito sino en la denuncia pública indeterminada. El juez Zaffaroni no es acusado por lo que hizo sino por lo que representa". El CELS destacó la trayectoria académica y política de Zaffaroni, vinculada a la defensa de los derechos humanos, y denunció a las fuerzas políticas "que se suman a la condena mediática en el contexto de la campaña electoral y llegan al extremo de pedir la renuncia del magistrado, aunque no haya cometido un delito".

"Los mismos que motorizan las acusaciones contra Zaffaroni luego se escandalizan y denuncian presiones a los jueces cuando se los critica por tomar decisiones que benefician a los poderes fácticos y van en contra del interés público", agrega la declaración, para concluir en que "las enormes asignaturas pendientes en materia de política judicial que no pueden quedar reducidas a especulaciones de campaña".

EL PRESIDENTE DE LA CORTE SUPREMA, RICARDO LORENZETTI, RESPALDO AL MINISTRO RAUL ZAFFARONI
Por Irina Hauser
 
Ante los pedidos de renuncia y de juicio político contra el juez Raúl Zaffaroni, el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, lo respaldó públicamente con el argumento de que “no hay ningún cuestionamiento a su función como magistrado”, ni “ninguna cuestión relativa a las sentencias y a su desempeño como juez” que puedan sustentar esas iniciativas. “El me ha manifestado que es una situación personal y que está dispuesto a dar explicaciones”, señaló el máximo supremo. “Hay que darle la oportunidad de que explique, ser respetuoso, tratar de seguir los caminos institucionales”, añadió, frente a las conclusiones express que circulan sobre la denuncia de la ONG La Alameda de que en seis inmuebles del penalista se ejerce la prostitución. Zaffaroni dijo interpretar que “esto es parte de una campaña que tiene el objetivo de forzarme a renunciar a la Corte” y reiteró, enfático, que no lo hará. Consideró “un disparate esta novela donde pretenden hacer creer que soy parte de una red de explotación sexual en medio de la campaña electoral” e insistió en que está dispuesto a ir a evacuar toda duda al Congreso.

El discurso de Lorenzetti tuvo un tono institucional y de resguardo a la propia Corte Suprema como cabecera del Poder Judicial, salpicada por la bola de nieve que medios y dirigentes políticos alimentaron en torno de las denuncias contra Zaffaroni. “La Corte sigue actuando como siempre, nosotros no vemos ninguna cuestión relativa a la actividad del doctor Zaffaroni ni de ninguno de los miembros de la Corte en relación con la función, es decir el dictado de las sentencias, el equilibro y la independencia”, intentó calmar los ánimos el titular supremo. Puso el acento en que se trata de una situación “personal” que no está acompañada de elementos que pongan en duda su actuación como juez ni sus fallos, en contraposición a los planteos de renuncia o proceso de destitución que encabezó el candidato Ricardo Alfonsín, quien llegó a decir que debía renunciar “aunque no hubiera delito” para evitar “hacerle un daño a la Justicia”. Una descripción similar, alusiva a un asunto “personal”, hizo la vicepresidenta de la Corte, Elena Highton, aunque evitó explayarse.

“Hay que darle la oportunidad al doctor Zaffaroni de que explique. Por sobre todas las cosas tenemos que ser respetuosos, esperar los tiempos, ser equilibrados y mesurados”, reclamó Lorenzetti. A la vez, se mostró confiado en que “todo se irá aclarando” y recordó que hay muchas aristas del tema que Zaffaroni “ya las explicó”. Se refirió a él como alguien a quien “tenemos un gran respeto” (en la Corte) y con quien guarda “una gran amistad”. Estos comentarios fueron hechos luego de un acto en el cual la Corte firmó un convenio de cooperación para prevenir y combatir el delito de trata de personas con fines de explotación sexual.

Zaffaroni viene explicando que tiene quince propiedades, algunas de las cuales ni siquiera conoce, que delegó la administración en un apoderado, que los alquila una inmobiliaria, que no conoce a los inquilinos y que nunca recibió una intimación o denuncia por lo que ocurriera en esos inmuebles. Ahora, explicó, se está ocupando de que los inquilinos se retiren y de recuperar las propiedades para “terminar con esta situación”. “Se ha convertido en un vendaval político insólito en el que me encuentro envuelto”, “que me supera”, dijo Zaffaroni ayer. “Algo que debió resolverse en el ámbito de un consorcio pasó a ser una cuestión nacional en medio de una campaña electoral, cosa que lamento”, acotó.

Además negó versiones periodísticas que le atribuían reuniones con el ministro de Justicia, Julio Alak, o el secretario legal y técnico de la Presidencia, Carlos Zannini, en torno de este tema. “No he tenido reuniones con nadie. No lo veo a Alak hace semanas, meses, diría. No he estado en Casa de Gobierno, no hablo con Alak, con Zannini, con nadie”, dijo.

Además del apoyo de Lorenzetti, Zaffaroni recibió gestos favorables del titular del bloque radical de diputados, Ricardo Gil Lavedra –quien se diferenció de Alfonsín– al decir que le parecía “impensable” que “pueda estar involucrado en una cuestión así”; del gobernador Daniel Scioli, que pidió “cautela”; de la Asociación Americana de Juristas y el Colegio Público de Abogados de Capital.

Fuente:

Pagina12

ORGANISMOS FORMOSEÑOS DE DERECHOS HUMANOS PIDEN CARCEL COMUN A GENOCIDA

Los organismos formoseños defensores de derechos humanos, víctimas y querellantes en la causa seguida contra el general Juan Carlos Colombo en la Provincia de Formosa, en la causa “COLOMBO, JUAN CARLOS S/ ASOCIACION ILICITA EN CALIDAD DE  JEFE, PRIVACION ILEGITIMA DE LA LIBERTAD REITERADA Y AGRAVADA, TORMENTO AGRAVADO REITERADO, DESAPARICION FORZADA DE PERSONAS EN FUNCION DEL DELITO DE HOMICIDIO”,Expte. N° 2.333-Año 2007 solicitaron en forma URGENTE al Tribunal Oral Federal que:

1) Que,  habiendo quedado firme la condena de VEINTICINCO AÑOS DE PRISION, con  inhabilitación absoluta por igual lapso, al delincuente de lesa humanidad Gral. Juan Carlos Colombo, corresponde que se practique por Secretaria el cómputo de la pena, fijándose la fecha de vencimiento.

2) Que se ordene la publicación de la parte resolutiva de la sentencia de condena con inhabilitación absoluta en el Boletín Oficial, disponiéndose cursar comunicaciones al juez federal electoral, al Ministerio de Defensa de la Nación para que a su vez lo haga saber al Comando en Jefe del Ejército y al Poder Ejecutivo de la Provincia de Formosa en razón de que el condenado se desempeñó en calidad de  Gobernador de facto, como asimismo a toda otra repartición o poder del Estado que  correspondiere (Art. 500 CPPN).

3) Que se ordene el cese de la detención domiciliaria y el inmediato traslado del condenado a una cárcel común a fin de que cumpla la pena impuesta, cuidando que el establecimiento carcelario indicado a tal fin reúna los requisitos necesarios para una adecuada atención del reo en consideración a  su edad y su estado de salud, como, por ejemplo, es el ubicado en la  localidad de Marcos Paz, provincia de Buenos Aires.

Los organismos, victimas y querellantes recordaron al Tribunal,  que los señores jueces Drs. MIRTHA YUNES y EDUARDO ARIEL BELFORTE, integrando el Tribunal que condenó a los represores en la causa “Margarita Belén”, ya se han pronunciado al respecto sentando el precedente de que los responsables de delitos de lesa humanidad  deben cumplir sus penas en cárcel común y  así expresamente pedimos se disponga en éste caso también.-

HIJOS POR LA IDENTIDAD Y LA JUSTICIA, CONTRA EL OLVIDO Y EL SILENCIO (H.I.J.O.S.)
Mariano Gauna, Rosa Acosta, Rocío Lebscak

COMISION PERMANENTE POR LA MEMORIA, LA VERDAD Y LA JUSTICIA
Juan Eduardo Lenscak

ASAMBLEA PERMANENTE POR LOS DERECHOS HUMANOS - Delegación Formosa
Alejandra María Carrizo. Ismael Rojas.

LIGA ARGENTINA POR LOS DERECHOS DEL HOMBRE - Delegación Formosa
Soledad Yorg

Por las víctimas, familiares y abogados querellantes: Olga Gauna, Humberto Palmetler, Adriano Acosta, Estela Díaz, Juan Eduardo Davis, Luis  Zapiola, Pedro Velázquez Ibarra.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Diputadas y diputados se solidarizan con Zaffaroni ante los intentos de apartarlo de la CSJN

Los Diputados Nacionales abajo firmantes manifestamos nuestra solidaridad con el Doctor Raúl Eugenio Zaffaroni ante la campaña que se ha iniciado, buscando su apartamiento del máximo tribunal de Justicia de la Nación.

El Dr. Zaffaroni exhibe una impecable trayectoria académica y profesional, comprometida con el respeto y defensa de los derechos humanos y la dignidad de las personas.

Entendemos que las expresiones que reclaman renuncias y pedidos de juicio político no deben responder a intereses electorales en plena campaña, sino que deben asentarse sobre pruebas sólidas -de las cuales se carece hasta el presente-, que determinen la existencia de alguna de las causales que la Constitución Nacional establece para la destitución de un Magistrado de la Corte Suprema: mal desempeño, comisión de delito en el ejercicio de sus funciones o comisión de crímenes comunes.

El Dr. Zaffaroni manifestó su desconocimiento ante los hechos que han sido públicos en los últimos días, alegando que no era él quien se ocupaba de la administración de sus bienes y de la locación de los mismos. Ningún Juez, hasta ahora, lo ha señalado como responsable de hecho delictivo alguno.

En tales circunstancias y atendiendo a la impecable trayectoria del Ministro de la Corte, solicitamos que se respete la institucionalidad, evitando avances políticos sobre la Justicia y permitiendo que sea ésta la que determine, en su caso, si hay hechos delictivos que efectivamente se le puedan reprochar. Mientras ello no suceda, la trayectoria de este jurista nos lleva a reclamar el respeto y el cuidado institucional al cargo que desempeña como miembro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Firman los Diputados Nacionales:

Vilma Ibarra, Cecilia Merchán, Sandra Rioboo, Claudio Lozano, Victoria Donda, Nélida Belous, Juliana Di Tullio, Ariel Basteiro, Martín Sabbatella, Silvia Vázquez, Jorge Rivas, Carlos Heller, Adela Segarra, Alicia Comelli, Olga Guzmán, Edgardo De Petris, Remo Carlotto, Héctor Alvaro, Adriana Puigross, Hugo Prieto, Ruperto Godoy, Teresa García, Raúl Barrandeguy, Alfredo Villalba (MC).

RAUL ZAFFARONI: “Lo que hay es un ilícito del que soy víctima”

Por Sebastian Abrevaya
 
El juez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni salió ayer a defenderse de las acusaciones, pedidos de renuncia y de juicio político que realizaron dirigentes de la oposición, a raíz del escándalo provocado por el funcionamiento de al menos cuatro prostíbulos en departamentos de su propiedad. “Hasta ahora lo que hay es un ilícito civil de desnaturalización del contrato de locación, del cual yo soy una víctima. Si hay delito de trata lo analizará la Justicia”, sostuvo Zaffaroni. El magistrado insistió en que desconocía por completo esa situación ya que sus bienes eran administrados por su apoderado, Ricardo Montivero, y alquilados por una inmobiliaria. Ante los planteos opositores, Zaffaroni reiteró que no firmó ningún contrato y que no conocía a los inquilinos. Se ofreció además a concurrir al Congreso si es convocado para contestar preguntas y mostrar la documentación correspondiente.

Zaffaroni, uno de los abogados penalistas argentinos más reconocidos en Latinoamérica y el mundo, volvió a minimizar “el hecho en sí” de los prostíbulos e hizo especial hincapié en la “situación de acoso” montada por medios “amarillistas” contra él y sus colaboradores con el objetivo de provocar su renuncia. La denuncia original fue publicada por medios de la Editorial Perfil. El magistrado desmintió que la Corte Suprema tuviera pendiente algún fallo que pudiera provocar esta reacción en su contra.

“Yo tengo un gran respeto por Ricardo Alfonsín, fui amigo de su padre. Le reconozco al doctor Duhalde la patriada que hizo en un momento muy difícil. Nunca me he llevado mal con nadie, no sé a qué se debe esto. No tengo ningún enemigo en la política”, respondió el magistrado respecto de los dichos de los candidatos presidenciales.

Con relación al radical deslizó además que no debería estar bien informado. “Cuidado si tomamos en la política el hábito de tirar heces para todos lados, cuidado que estamos cayendo en una destrucción de la república”, agregó.

Más allá de las declaraciones altisonantes propias de la campaña electoral, Zaffaroni sostuvo que le parece “absolutamente insólito estar en medio de un escándalo político” y que le preocupa más el objetivo de desequilibrarlo y hacerlo renunciar. “Si la comisión de Diputados quiere hacer preguntas yo no tengo ningún problema, el hecho en sí no me preocupa, es una nimiedad. Lo colocan a uno en un escándalo político en medio de una campaña electoral”, sentenció.

Al ser consultado por los pasos judiciales a seguir, Zaffaroni aclaró que nunca fue notificado por ninguno de los consorcios, que no conoce cuál es “la situación exacta” que se vivía en los departamentos y que solamente busca que se le devuelvan los inmuebles para evitar un juicio de desalojo y “terminar con esta situación”.

En el caso de que no se compruebe la existencia de trata de personas, de explotación o proxenetismo y se ejerciera solamente la prostitución, la cual no está penada por la ley argentina, el ministro de la Corte advirtió que de todas maneras no avalaría esa situación. “No me hace ninguna gracia que en un inmueble de mi propiedad funcione un prostíbulo, por una cuestión ética, no legal. Y por las molestias al resto de los propietarios”, explicó.

Por último, Zaffaroni adelantó que no está previsto un pronunciamiento de la Corte Suprema al respecto ya que “es un tema absolutamente ajeno” al máximo tribunal. Además relató que no tiene previsto dejar su cargo, más allá de que en otras oportunidades manifestó públicamente que está “cansado”. “No tengo ningún proyecto político inmediato”, continuó.
La presentación judicial fue realizada la semana pasada por Gustavo Vera, el titular de la ONG La Alameda, orientada a denunciar la trata de personas y esclavitud sexual.

Desde el Congreso, diputados de la oposición anticiparon que pedirán al magistrado que se presente para aclarar la denuncia presentada por La Alameda ante la Procuración General de la Nación.

Fuente: Pagina12

martes, 2 de agosto de 2011

PARA MACRI NO ARDE LA CIUDAD

De Manuel Quieto, el miércoles, 27 de julio de 2011

CARTA ENVIADA AL PRESIDENTE DEL PARTIDO PROPUESTA REPUBLICANA (PRO)

POR USAR NUESTRA MUSICA SIN PERMISO

En mi calidad de único autor y titular de todos los derechos de propiedad intelectual sobre la obra musical con letra titulada "Arde la Ciudad", los intimo para que cesen en toda y cualqueir utilización de la misma y cualquier obra que me pertenezca, que han venido realizando durante su campaña política y dentro de los festejos de la misma. La utilización de las obras en el marco que Uds. la realizan genera la falsa idea de una asociación entre mi obra, mi persona y la banda musical "La Mancha de Rolando" que integro, con un proyecto político con el cual estamos plenamente en desacuerdo.

Toda utilización de las obras en el marco descrito contra mi voluntad, será una violación a mis derechos de autor y pasible de las denuncias y penas que indica el art. 72 de la ley 11.723, sin perjuicio de las denuncias y reclamos por daños y perjuicios que iniciaré por los usos anteriores.

Atte.
Manuel Quieto



TUS COMPAÑEROS DE COLEGIO PUEDEN DESAPARECER

Dagmar Hagelin
Un  17 de septiembre de 1998, compañeros de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y de otras agrupaciones, realizamos un homenaje a los treinta y seis compañeros desaparecidos de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, y en ellos a todos los secundarios y todos los compañeros victimas de la dictadura.  

Aquí el discurso leído ese día por la Comisión de Graduados. Hoy, con genocidas condenados, estas palabras siguen mas vigentes que nunca.

Palabras:

Este texto fue escrito o a varias voces, a varias manos, por algunos compañeros, porque creemos que así les hubiera gustado ellos. Escrito así, en grupo, busca el sentido de una frase que desde hace tiempo se escucha poco “entre todos”.

Creemos que si lo hubieran hecho por nosotros.

Quienes cursan actualmente en la escuela vivieron toda o casi toda su vida bajo gobiernos civiles. Los menos, aquellos que nacieron durante los últimos años de la dictadura, no deben tener recuerdos de esa época.

Cuando pensamos que debemos hablar de cosas que pasaron hace más de 20 años delante de muchos chicos que no tienen dieciocho todavía, recordamos las dificultades que teníamos nosotros a su edad para atrapar y entender relatos y discursos que nos remontaban a tiempos extremadamente lejanos.

Vamos a intentar ejercitar la memoria para ubicarnos en un tiempo distinto. Pero, ¿porque hacer este esfuerzo?, ¿porqué indagar en un lugar desde donde se desprende para nosotros y buena parte de la sociedad Argentina tanto dolor, tanta tristeza?. No queremos ofrecer una saga melancólica pero ha transcurrido mucho tiempo y a pesar de que algún desprevenido haya creído que faltando las voces no habría historia o que sólo sería la que ellos contarán, algunos de nosotros tenemos cosas que decirnos y sobre todo muchas cosas que preguntarnos. La razón de esta necesidad es que durante buena parte de estos años no condenaron a pensar de uno, nos redujeron al desencuentro, a la reflexión a solas, y ahora el esfuerzo será reconstruir juntando cada parte pequeñita elaborada.

¿Cómo era entonces esa Argentina donde nosotros hace más de 20 años teníamos la edad ustedes?. Seguramente muy distinta a la de hoy. Era un país gobernado a fuerza de golpes militares, un país donde las prohibiciones, las proscripciones y fraudes a la voluntad popular eran moneda corriente. La represión no sólo pasaba por una cuestión política, abarcaba la totalidad de las libertades públicas. Cualquier expresión contraria a ese pensamiento autoritario era censurada y acallada. ¿imaginan un país donde un chico de dieciocho años no hubiera vivido un solo día en democracia plena?. Esa era la Argentina donde crecimos. Por ese entonces la escuela Carlos Pellegrini no era sino un espejo donde el país se reflejaba.

Nos hace falta contarnos y contarles quienes eran nuestros compañeros asesinados o desaparecidos. A veces queremos pensar que eran los mejores, los valientes, los más lúcidos, y así lo recordamos… Pero eran como ustedes, como somos todos, con sus más y sus menos, vagos y tragas, seductores y tímidos, divertidos y tristes. Tan capaces de quedarse guitarreando hasta el amanecer, como dedicar el tiempo que les quedaba del estudio a pintar escuelas o ayudar en villas. Eran compañeros que en este colegio habían luchado por una consigna que era: libertad de expresión y circulación, que eran expulsados por querer organizar el Centro de Estudiantes o los cuerpos de delegados, que los suspendían por tener el pelo largo o la pollera corta, o por pensar y decir algo diferente a lo permitido en clase. Decian sobre la desigualdad, la injusticia, la falta de libertad. Eran pibes y pibas que pintaban con tizón en las paredes de las escaleras “ fuera la policía del colegio”, cuando los celadores eran de Coordinación Federal. Eran futboleros, mejores promedios, atorrantes, sensibles, intelectuales, chiquilines. Eran amantes de Los Beatles, de Sui Generis, de Mercedes Sosa. Eran muchas cosas y por sobre todo eran nuestros compañeros, nuestros amigos y amigas, novias y novios. Hoy pasado el tiempo todavía tenemos certeza de que con su presencia el mundo estaría más iluminado.

En el país, los años setenta volcaron definitivamente a los jóvenes a la participación y el compromiso para cambiar el estado de cosas. También al colegio llegaron los grandes sueños con su esperanza a cuestas. Esta urgencia por cambiarlo todo, es el llamado a dudar de todo, a actuar, porque era impensable habitar el mundo con los brazos cruzados, sin que a uno se le cruzara un sueño y lo pusiera en marcha. Lo hicimos con la intensidad con que se viven y disfrutan todas las cosas entre los trece y los diecisiete años: con la cabeza, pero mucho más con el cuerpo y con el corazón.

No conocíamos la desilusión, no habíamos tenido tiempo de caer en ninguna forma de escepticismo.

Laura Feldman (Penny)
A la edad que teníamos, a la edad que tienen los que hoy estudian en esta escuela, lo normal es creer en el futuro, creer en que los sueños se pueden realizar. Sentíamos que podíamos cambiar el mundo y lo estábamos haciendo. La realidad nos señalaba un camino que asociaba la voluntad individual y colectiva con la concreción de todas las aspiraciones. Y lo mejor de todo era que las aspiraciones de entonces generalmente no estaban enfocadas en nuestras individualidades. La idea de un futuro mejor estaba asociada a un futuro colectivo e impregnada de solidaridad.

Como decía aquel poeta uruguayo: “ cuando uno es joven, los viejos tienen como cuarenta, un charco es un océano y la muerte es la muerte de los otros”. Vivíamos en forma dramática que la chica con chico que nos gustaba no nos diera bola, que Casal del Rey nos mandara a marzo o que el equipo del alma haya perdido el domingo. Nos creíamos inmortales.

Años más tarde, le pasaron una aplanadora a esta sociedad y particularmente a sus jóvenes.

La dictadura militar, con el mandato del poder económico y con el silencio cómplice de políticos calculadores y de gran parte de la sociedad civil que miraba distraída para otro lado, comenzó un  plan de exterminio basado en el terror, la desaparición, la tortura y la muerte.

Nuestros compañeros me hicieron nada diferente de lo que hicimos quienes hoy estamos aquí y podemos contarlo mientras los recordamos en su mejor momento, cuando fueron felices.

No hicieron nada diferente de lo que seguramente hubieran hecho ustedes entonces.

La principal diferencia, la maldita diferencia, radica en que ellos ya no están físicamente entre nosotros. Y es aquí, en lo irreparable de la pérdida, en la ausencia antes de tiempo de nuestros compañeros de escuela, donde nuestra memoria cobra sentido, una memoria que intenta reconstruir la historia de un colegio y de sus alumnos, una hebra que se suma a un manto que nos proteja de posibles repeticiones, en manto que nunca debemos dejar de tejer, un testimonio del horror de una época que quisiéramos no haber vivido.

Es alentador, en muchos sentidos, el encuentro de dos generaciones. Los alumnos de entonces y los alumnos de ahora, juntos, sumados al entrañable apoyo de los familiares y la presencia institucional de la escuela, venimos hablar sobre nuestros desaparecidos. En lo que no digamos en el presente anidarán los crímenes del pasado. Por eso no callaremos nada.

No vamos a mencionar a los asesinos. Solamente queremos decirle que nos repugnan, que merecen nuestro más profundo desprecio en todo tiempo y lugar, siempre.

No queremos hacer una apología del dolor, pero que infierno, qué horror, lo que nuestros desaparecidos tuvieron que enfrentar siendo tan chicos.

Queremos por un segundo si fuera posible, ponemos en su situación, en la indefensión de sus cuerpos, lejos de sus padres, aferrados a la esperanza del final de la pesadilla, en medio del frío más atroz, despojados de todo, abrigados sólo por su dignidad.

Esto es lo que mejor define:  su dignidad sin límites.

Quizás algún sinvergüenza pueda sostener todavía la teoría de los dos demonios, que a muchos les viene muy bien para evadir su responsabilidad en lo criminal e inaceptable. Hay políticos muy democráticos que acomodan sus conciencias con esta teoría. Estos señores son hipócritas sin conducta y sin sentido cívico, sostenedores de una ética hueca subordinada al cálculo político.

Los responsables del plan criminal en Argentina dijeron alguna vez que los desaparecidos no estaban ni vivos ni muertos, que no tenían entidad. Nosotros decimos que si, que están, que los siguen desapareciendo cada día. Queremos que digan dónde están.

No aceptamos el punto final ni la obediencia debida, engendros político jurídicos vacíos de legalidad. No nos reconciliamos y repudiamos los indultos.

Queremos abrazar aquí a las Madres. Son la gran reserva moral de una Argentina sin justicia. Con voluntad incomparable, contra viento y marea, lograron avanzar sobre el dolor individual hasta convertirse en Madres universales, en Madres de todos los hijos.

En ellas, en su integridad sin límites, tenemos que buscar las respuestas que nos faltan.

Queremos abrazar a los abuelos y abuelas buscando sus nietos, a los familiares que al margen de las consideraciones políticas lucharon desigualmente contra el estado asesino, muchas veces en la soledad, buscando desesperadamente a sus seres queridos. Queremos abrazar a los que hoy, en la búsqueda de la verdad, buscan sus cuerpos, y a los que por las mismas razones no los buscan.

Los hijos de los desaparecidos, con el amor intacto y la pureza de sus padres nos están diciendo con sus “escraches” que esto no va a quedar así, que no puede quedar así. Exigimos el castigo a todos los culpables.

Hace más de 20 años nunca hubiéramos imaginado estar aquí en un acto como éste, observando un fin de siglo distinto del deseado y con los chicos mirándonos desde las fotos. Jamás hubiéramos previsto que la cerrada noche instalada en Argentina en más o el 76 squillari a su sombra hasta aquí.

Nuestros compañeros vivieron hasta las últimas consecuencias con un sueño. Siguen siendo quiénes eran, siguen mirándonos con frescura, de frente. Son el espejo de nuestra alma, flores sin otoño. Eso renace en cada día, en plazas y lugares públicos, en recitales de rock, en libros y poemas, repudiando cada 24 de marzo, o en cada diciembre en la marcha de la resistencia. Y también por qué no decirlo, en una oportuna trompada dada por un compañero del Pellegrini a un represor infame, un día cualquiera en una calle de Bariloche.

No hay tantas cosas en la vida que se puedan querer con mucha fuerza. Nosotros queremos a nuestros compañeros asesinados y desaparecidos con ese intensidad, sufrimos por ellos durante los años oscuros. Los extrañamos ahora.

Sólo tenemos que mirar en nuestro interior para encontrarnos con ellos.

Hoy están aquí, entre nosotros, evadiéndose del olvido.

Nosotros estamos aquí con esos, porque no queremos olvidar, porque no podemos perdonar.

LUIS BRUCHSTEIN: Macri - Lo aplauden y lo ignoran

Por Luis Bruschtein
 
Mauricio Macri fue el claro ganador de las elecciones en la ciudad de Buenos Aires y el kirchnerismo deberá analizar no sólo el sentido de sus votos sino también el de los votos macristas. El respaldo a la campaña de Macri por parte de los grandes medios no fue determinante, aunque lo tuvo en todo momento. En ese contexto, esos grandes medios que fueron los que más festejaron el triunfo del PRO han sido al mismo tiempo los que más lo enturbiaron.

En el esfuerzo de edición cada vez más sesgado en período electoral, Macri, que viene de cuatro años de gestión, solamente aparece como la figura contrapuesta a Cristina Kirchner. Los títulos y gran parte de la edición estuvieron centrados en destacar que el contenido de los votos que logró Macri es esencialmente “antikirchnerista” y hablan de la “bronca” contra el Gobierno como el gran factor que determinó la masiva votación a favor de Macri.

De esta manera, hicieron desaparecer la figura de Macri desde un enfoque positivo. El Macri gobernante no ganó las elecciones. El que las ganó, según ese enfoque editorial, es el que apareció como la contracara posible de Cristina Kirchner. La Presidenta pasa a tener un protagonismo en ese triunfo: Macri es importante porque le pudo ganar a alguien importante.
El esfuerzo exagerado por tratar de recrear, en el marco de las elecciones presidenciales, un clima de crispación desfavorable al gobierno nacional, similar al que se vivía en el país durante el conflicto por la resolución 125, genera distorsiones, algunas muy evidentes y otras paradójicas, que terminan por perjudicar al que están tratando de ayudar.

Ese clima de guerra no existe más que en una porción bastante chica de los porteños, seguramente también votantes de Macri. De hecho, pocos días antes de la primera vuelta, la encuesta realizada por Poliarquía señalaba que de cada cuatro votantes de Macri en la ciudad, uno votaría por Cristina Kirchner en las presidenciales. Ese voto no podría coexistir dentro del macrismo en un clima de beligerancia como el que tratan de instalar los grandes medios.
Hay un núcleo duro anti K dentro del macrismo, pero la gran mayoría de los votantes no tiene esa actitud. Si no existe ese clima y por lo tanto, el voto a Macri no fue por “anti K”, entonces fue por la positiva. Quiere decir que un sector importante de la ciudadanía hizo una valoración positiva de algunos aspectos de la gestión del macrismo en la ciudad y, en consecuencia, votó por su continuidad.

Esa perspectiva abre una zona de reflexión más interesante, incluso para el macrismo, que la perspectiva de un confrontativismo que no está en la calle ni en la cabeza de la mayoría. Sin embargo, esta zona de reflexión no estuvo en ninguno de los medios que festejaron el triunfo de Macri. No hubo ninguno que explicara la razón de esos votos. Como si ellos mismos tampoco creyeran mucho en esa línea de argumentación que podría mostrar un flanco positivo para Macri como gobernante y como dirigente.

Es falso que se dé por sabido o que esté implícito. Y realmente es extraño que no hayan hecho por lo menos el intento de saber cuáles de las medidas de la gestión macrista tuvieron ese impacto electoral o contribuyeron a generarlo, incluso neutralizando otros temas deficientes de esa gestión, como educación, salud y vivienda, que usó mucho en su campaña la oposición a Macri.

Hay un elemento importante de continuidad que sobresale en el sentido del voto porteño con respecto a Mauricio Macri. Continuidad en la gestión en la ciudad. Pero ayer, en la primera conferencia de prensa oficial que realizó después de su victoria en la segunda vuelta, Macri centró su exposición en su proyecto presidencial para el 2015. No fue una actitud en línea con sus electores, hablar de lo que hará dentro de cuatro años fuera de la ciudad, en vez de reafirmar lo que hará en esos cuatro años en la ciudad. Pero de alguna manera esas primeras palabras describieron sus prioridades.

Fuente: Pagina12

lunes, 1 de agosto de 2011

SANDRA RUSSO: La retaguardia

Por Sandra Russo

La semana pasada, el suceso de Miguel Del Sel en Santa Fe expresó el nuevo hilo que une al campo y a la ciudad, el que lo enlaza a Mauricio Macri. El de una nueva derecha que no tiene nada de nuevo, salvo la confirmación de que hay un tipo de derecha y un tipo de electorado de derecha, en la Capital sí como primera minoría holgada, que por algún motivo necesita camuflarse en una oferta y una demanda de candidatos mediáticos, con todo lo que los grandes medios hoy implican.

Del Sel y Macri cerraron sus campañas en el living de Susana Giménez, la conductora que evita hablar de política porque dice que no sabe de política, pero que opera políticamente justo desde ahí, desde su falsa ignorancia, haciendo bandera de ella, como esos candidatos, que dicen representar cierta “frescura” que emana de los recién llegados a un ruedo que pretenden manchado y pecaminoso. Que sus verdaderos aliados políticos sean precisamente los que más la mancharon es un detalle que Susana disimula perfectamente. ¿Por qué habría de saberlo si ella ignora todo, hasta que los dinosaurios se extinguieron?

La derecha no tiene misterios. Es lo único que conocimos durante décadas. Lo que hubo y lo que nos dio vergüenza. Lo que jamás enfrentó ninguna pelea con los medios, porque la derecha y los grandes medios en cualquier parte del mundo quieren lo mismo y son lo mismo.
En ese sentido, Del Sel viene a cubrir un falso vacío y es una falsa novedad en la política argentina, que ya tuvo su época de famosos al repentino servicio de lo público: su irrupción se apoya en el viejo discurso de que los que tienen plata no robarán porque nunca “han vivido de la política”, como si la política se agotara en ser puntero.

Ese discurso gira en falso como el viento nuevo que dice traer, pero siempre prende. Es un discurso macerado, añejado y engordado por sectores a los que les repele la política cuando deja de ser la que asiste a su palco. Sectores en paridad con el electorado. Sectores que se representan a sí mismos y quieren equipararse con el Estado, que representa a todos. Bajo cualquier gobierno con la cabeza en alto.

Es el mismo hilo de la derecha que unió a Macri con Biolcati en el Palco de la Rural. Un hilo que tira para atrás aunque diga lo contrario, porque dice cualquier cosa. La derecha que ahora ya mucho más desenmascarada desenrolla su hilo y une a Macri con Del Sel, con Biolcati, con Duhalde, con Venegas, con Rico, con Barrionuevo, con... ¿Cuánto falta para que Patricia Bullrich se fascine?

Han sacado partido del miedo que les da “un exceso” de kirchnerismo. Un miedo funcional, fogoneado y a coro. Muchos han votado a Macri convencidos de que las bicisendas no están mal, pero otros lo han hecho tapándose la nariz, por miedo. Buenos Aires no quiere cambiar. Buenos Aires no cambió. Buenos Aires no ha participado del cambio que ha llegado a recónditos lugares del país. La ciudad sigue hostil a los vientos que mantienen al país en cambio constante desde hace ocho años, gambeteando la crisis internacional gracias a políticas a las que tanto Macri como casi toda la oposición se opusieron.

Todo el mundo tiene derecho a ser lo que quiera, incluso conservador, pero al menos uno espera que no le hayan creído eso de que quiere “bajar el nivel de agresión” y que quiere “trabajar en conjunto y articulado” con el gobierno nacional. No les ha importado que el fin para Macri justifique los medios. No les han importado muchas cosas que no le habrían perdonado a otros. No es casual el voto conservador en una ciudad que ha sido el emblema, el ombligo, el clímax de una idiosincrasia petulante que ve en el interior el atraso que hoy expresa su propio voto.

La Capital es el dique que hoy soporta y sostiene las ideas que ya sumaron muchos fracasos. La Capital, tan orgullosa de cosas que no se explican, hoy prefiere ser la retaguardia.

Fuente: Pagina12

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