Cuando la religión interfiere en la salud
Son cinco centros sostenidos por el Estado
provincial, pero gestionados por una entidad católica. La condición de
no distribuir anticonceptivos fue impuesta por el Obispado local.
En La
Rioja, en cinco centros de salud que brindan atención y asistencia a
poblaciones de escasos recursos, los médicos tienen prohibido entregar
preservativos y anticonceptivos. Se argumenta que es condición que
impuso el Obispado local para donar las tierras donde se construyó una
de las salas. Se trata de los centros de atención primaria de la salud
conocidos como San Pío Pietrelccina. Hay tres en la capital riojana y
otros dos en localidades cercanas. Tienen la particularidad de estar
administrados por una entidad católica, pero funcionan en la práctica
como centros públicos ya que el gobierno riojano les entrega un monto
mensual para el pago de sueldos del personal y a la vez los San Pío son
referentes locales de los programas sanitarios oficiales –provinciales y
nacionales– como los de vacunación, medicamentos y entrega de leche
para bebés y niños. Cumplen con todos los planes, con la única excepción
de entregar gratuitamente preservativos y anticonceptivos, que se
envían a todo el país a través del Plan Remediar desde el Programa
Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable.
“El tema es grave porque están discriminando a mujeres y varones que
se atienden allí porque les corresponde ir ahí por el área geográfica
en la que viven. Está mal y vulnera los derechos fundamentalmente de las
mujeres”, consideró en diálogo con Página/12 Myriam Toscano, referente
en La Rioja del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación
Responsable.
“Es un convenio firmado hace años por el gobierno provincial y la
entidad que los administra. Fueron construidos por una familia que tiene
una convicción religiosa muy acentuada”, señaló a este diario Marisel
Paredes, secretaria de Salud de la provincia. Según dijo la funcionaria,
el gobernador Beder Herrera heredó el acuerdo de la gestión de su
antecesor, Angel Mazza. Pero Beder Herrera lo ratificó. Además, fue
vicegobernador de Mazza, hasta que asumió en 2007.
Los cinco centros atienden a unas 12.400 personas. Toscano se reunió
hace unos días con autoridades de la ONG San Pío Pietrelccina, que
encabeza el bioquímico Germán Suárez, para intentar destrabar este
punto, pero no lo consiguió.
La denuncia sobre la prohibición de entrega de anticonceptivos y
preservativos la hizo el portal de noticias local DataRioja. Algunos
vecinos ya expresaron reclamos al gobierno. Un grupo de habitantes del
barrio Yacampis, en la capital provincial, envió una nota dirigida al
mandatario provincial, donde le piden que no entregue un terreno de la
zona a la ONG católica para la construcción de otro centro de salud. Se
oponen –aclaran– “porque no se entregan métodos anticonceptivos, por lo
que se verían perjudicados las mujeres y adolescentes del barrio”.
Todos los centros San Pío fueron construidos por el empresario
riojano Hugo Mercado. Según explicó su esposa, Marta Serio de Mercado, a
Página/12, el primer centro fue levantado seis años atrás en el barrio
Panamericano de la capital provincial, en tierras donadas por el
Obispado riojano. En ese momento, quien era obispo de La Rioja,
Fabriciano Sigampa, les hizo firmar un convenio por casi cien años,
donde habría quedado asentado que la donación se hacía bajo la condición
de que los centros no entregaran anticonceptivos ni asesoramiento sobre
los cuidados para evitar un embarazo no deseado, con excepción de los
métodos naturales que permite la Iglesia Católica. “El obispo Sigampa
nos cedió el terreno con la condición de que no se dieran preservativos
ni anticonceptivos”, afirmó Serio. “Mi marido es muy católico. No es que
les quitemos atención a las personas que quieren anticonceptivos. Los
derivamos a otros centros de salud”, señaló la mujer. Esa situación, sin
embargo, genera trastornos ya que muchas veces las personas carecen de
recursos o tiempo para movilizarse y obtener los métodos en otro lugar,
advirtió Toscano. En ese ir y venir de un lugar a otro, muchas veces se
puede producir un embarazo no querido, agregó. “Es cierto, no deja de
ser un freno a la accesibilidad. Tendríamos que rever algunas cosas”,
concedió la secretaria de Salud provincial al ser consultada por este
diario.
La esposa de Mercado aclaró que su familia ya no administra los
centros de salud: su gestión está a cargo de la ONG San Pío
Pietrelccina. “Dos años pagamos los sueldos del personal nosotros, pero
ahora los paga el gobierno, tras firmar un convenio con el gobernador
Beder Herrera. La ONG recibe un subsidio de 155 mil pesos por mes. Hay
que aclarar que la atención es totalmente gratuita y cada centro está
cuidado como si fuera privado, no hay papeles en el suelo, las paredes
están pintadas sin manchas”, explicó Serio
Fuente: Pagina12
0 comentarios:
Publicar un comentario