Emmo Sadloo, un reconocido referente del Frente Nacional de Resistencia
Popular (FNRP) que encabezó las demandas contra el golpe de Estado
contra Manuel Zelaya en junio de 2009, murió tras haber recibido seis
balazos disparados por un hombre que viajaba en moto. La hipótesis del
"sicario" comenzó a rodar. El propio ex presidente calificó al hecho
como un "crimen político" y anticipó que regresaría a Tegucigalpa para
mantener una reunión con dirigentes y encabezar las protestas, que ya se
están haciendo oír en esa capital.
"Emo", como
lo conocían, se distinguía por gritar: "El pueblo unido, jamás será
vencido" en todas las manifestaciones y reuniones del FNRP. Tenía un
negocio de venta de llantas usadas, donde recibió los disparos, y fue
llevado de emergencia al Hospital Escuela, pero los médicos no pudieron
salvarlo. Su origen era indio y había sido amenazado varias veces por
sectores que él mismo identificó como cercanos a Roberto Micheletti, el
presidente interino del régimen de facto.
Zelaya disparó: "Repudiamos en una forma muy enérgica y con mucha indignación este crimen, yo creo que ante este tipo de golpe bajos que se le están dando a la gente de la Resistencia no podemos más que pronunciarnos y hacer actividades para demandar al Estado el esclarecimiento y detener esta avalancha criminal".
El ex presidente recordó al dirigente asesinado por haberlo acompañado permanentemente cuando estuvo refugiado casi cuatro meses en la embajada de Brasil al regresar de su exilio en forma clandestina el 21 de septiembre de 2009. "Era una persona noble, abnegada y sumamente valiente, y era más hondureño que muchos hondureños", concluyó.
Fuente: Pagina12
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