miércoles, 21 de julio de 2010

NESTOR KIRCHNER EN LANZAMIENTO "COLINA"

Pagina12
Por Nicolás Lantos
 
“Hay que impulsar el nacimiento de decenas de agrupaciones”, arengó Néstor Kirchner en el cierre del acto de lanzamiento de la Corriente de Liberación e Integración Nacional (Colina), espacio encolumnado detrás de su hermana, la ministra de Desarrollo Social Alicia Kirchner. En tono calmo, el ex presidente citó a Mao Tse Tung (“que crezcan mil flores”) para interpelar a la militancia como clave de cara a los comicios del año que viene y atacó a la oposición, a la que calificó de “irresponsable” por presentar propuestas inviables, como el ajuste jubilatorio del 82 por ciento móvil. “Mienten para tratar de ganar una elección”, acusó. “No vamos a caer en la tentación de prometer porque se viene un proceso electoral –se diferenció el actual diputado–. Hay que invertir y generar trabajo. Hay que reivindicar a los pibes y a los viejos. Estas son reivindicaciones centrales y, de allí, el nacimiento de esta corriente. Debemos impulsar la formación de candidatos y dirigentes.”

El Teatro Coliseo estaba repleto y afuera, sobre la calle Marcelo T. de Alvear y la plaza Libertad, varios cientos de militantes agitaban sus banderas y repiqueteaban bombos que llegaban a escucharse desde adentro de la sala. En las primeras filas de la platea, reservadas para los invitados especiales, se intercalaba gran parte del gabinete nacional con figuras de la cultura, Madres de Plaza de Mayo con gobernadores alineados, legisladores afines con intendentes del conurbano. La ceremonia se abrió con un video, que repasaba logros obtenidos desde 2003 e intercalaba discursos de Néstor Kirchner con otros de Eva Perón, todo acompañado por canciones de Fito Páez, León Gieco y Los Redonditos de Ricota, cuyas “banderas en tu corazón” arengaron a la concurrencia.

Alicia Kirchner habló de una “revolución de derechos, civiles, humanos y sociales” y advirtió que “no se puede construir un presente si no se tiene bien elaborada la memoria”. La flamante titular de esta nueva corriente, que busca nuclear agrupaciones políticas y sociales de todo el país –aunque con énfasis en el conurbano bonaerense–, con la idea de darles organicidad y peso en la campaña presidencial, resaltó la transformación producida durante el ciclo kirchnerista y pidió “agregar valor social a los argentinos y argentinas para defender este proyecto nacional y popular”. La ministra habló de integrar la Argentina en un mundo en el que “han caído los paradigmas” pero aseguró que “hay que entender que cada país debe buscar y procurar su propio rumbo” porque “en esa diversidad e integridad” está el futuro.

“Hay que hacerlo sin tibiezas –advirtió en tono bíblico–, porque los tibios no tienen lugar y son los que siempre van según dónde esté el sol, pero no el verdadero corazón de los argentinos.” Interrumpida cada tanto por los cantitos que bajaban desde los palcos prometiendo que “Néstor va a volver”, Alicia Kirchner también destacó que en la presidencia de Cristina se logró “una cobertura social como nunca” y detalló que, tras la aplicación de la Asignación Universal por Hijo, hay “11.200.000 niños protegidos como corresponde. ¿Es esto o no seguridad social?”, se preguntó.

En la platea la aplaudían algunos de sus compañeros de gabinete, como los ministros de Interior, Florencio Randazzo; de Justicia, Julio Alak; de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao; y de Industria, Débora Giorgi. También estuvieron los gobernadores José Alperovich (Tucumán), Sergio Urribarri (Entre Ríos), Jorge Capitanich (Chaco), José Luis Gioja (San Juan) y Luis Beder Herrera (La Rioja); los presidentes de las bancadas oficialistas en el Congreso, Agustín Rossi y Miguel Angel Pichetto, entre otros senadores y diputados; las titulares de Fundación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, y Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y figuras del espectáculo como Gastón Pauls, Andrea del Boca y Roberto Piazza. El motivo de tan nutrida concurrencia, explicaron a Página/12 fuentes de la organización, es que la idea era que el acto funcionara como una presentación de una eventual candidatura de la ministra, cuya imagen pública está siendo sondeada tanto en Santa Cruz como en la provincia de Buenos Aires.

“No habrá transformación si no somos el puente de plata de una profunda renovación política”, aseguró, a su turno, Néstor Kirchner. El titular del PJ reconoció que “existen muchas asignaturas pendientes”, aunque el gobierno de Cristina Fernández sea el “más transformador de los últimos 40 años” en la Argentina. “Nos van a atacar y agraviar, al igual que provocar y descalificar, llevándonos al chiquero de la política, pero no debemos responder nada”, alertó, y propuso, en cambio, “nutrirse de ideas y acciones transformadoras”. Luego celebró: “Cristina tiene la filosofía de profundizar la transformación para que el cambio siga para adelante. Esa es la tarea central”.

Sobre el final, le dedicó unas palabras al proyecto de otorgar el 82 por ciento móvil a los jubilados y aseguró que llevaría a “la quiebra del sistema y del país” en caso de concretarse. “¿A quién no le gusta dar buenas noticias? –se preguntó–. Pero el 82 por ciento móvil quebraría el país. La oposición es irresponsable y no le importa nada. Juega con los destinos del país”, insistió. “Algún día se podrá, pero hoy no se puede”, explicó, así, cuando se pueda avanzar en ese beneficio (que, graficó, “no se paga en ningún lugar del mundo, salvo en Luxemburgo”), “los argentinos sabrán que lo cobrarán para siempre y no por pocas horas”. Por último, volvió a hablarles a los militantes, que no dejaron de alentarlo durante el acto: “La participación debe ser amplia. No queremos confrontar con nadie sino construir el camino de la historia”, concluyó.

martes, 20 de julio de 2010

RABINO DANIEL GOLDMAN: La memoria que nos saca de la humillación.

Pagina12.
Por Daniel Goldman *
 
Hay palabras –decía Cortázar– que como los caballos, a fuerza de ser usados, terminan cansándose, y fallecen en el agotamiento de la misma palabra.

Una de las funciones del intelectual es la de clarificar de manera crítica la palabra en su contexto políticosocial, denunciando de modo responsable cualquier hipocresía que legitime la injusticia y la represión.

Walter Benjamin, el ejemplo del intelectual, hizo honor a esa misión tan poco sumisa y tan altamente provocativa de querer, como decía él, pasarle el contrapelo a la historia para desafiar al pensamiento, a la actitud y a la acción que se acomoda y se adapta, lamentablemente, mucho más rápido de lo que imaginamos.

Entre su materia de escritura se encuentra una sección dedicada al concepto de la moda. Benjamin la denomina “Madame Moda”, dama mítica que acompaña a su camarada “Madame Morte”, ambas hermanadas en un diálogo que concluye con la aceptación de buena manera de estar juntas y arrastrarse al mismo destino. Dicho de otro modo, la moda es colega de la muerte y parodia del mismo cadáver. La moda cambia rápido, tan rápido que provoca la muerte. ¿Cómo se le encuentra una vuelta a la palabra, para que la palabra no sea moda y muerte, sino un objeto que enriquezca la vida y el entorno, de modo tal que retorne a ser significativa, y no agotada y no extinguida, y no perecida y no fenecida?
El 18 de julio de 1994 hizo que la palabra ciudadanía cambiara de rumbo para los que estamos aquí, para los que habitamos nuestra ciudad, esta ciudad, sus casas, sus calles y sus plazas.

Hasta esa fecha la palabra ciudadanía, el concepto de ciudadanía dominante, insistía en la idea de que “ser un ciudadano es algo que se otorga, ya que implica el explícito reconocimiento de un cuerpo de derechos civiles, políticos y sociales”. En este sentido, la concepción de ciudadanía era como una “simple moda” al decir de Benjamin, ya que si es algo que se otorga es pasiva. Y cuando la ciudadanía es pasiva se asocia a lo excluyente, a lo restrictivo, a lo sesgante, a lo discriminatorio.

Ahora, visto de otra manera, desde ese lugar de moda, muerte e incompletud, recuerdo a Max Kadushin, un profesor de Talmud, uno de los textos fundantes de la tradición judía, quien desarrolló una idea para analizar los procesos culturales al que él llamó de “concepto valor”. Kadushin, militante opositor a cualquier definición, dice algo así como que la idea de “concepto valor” se desarrolla a partir de que una enunciación puede tener cabida únicamente si se comprende su contrario, es decir su disvalor. Pero encontrar el disvalor no es una función simple, ya que debemos conceptuarla con una precisión tal que el disvalor funciona de manera disruptiva, que corta el ritmo, que no se da a partir de una lógica simple, de la lógica directa.

Ejemplo: lo opuesto a la paz no es la guerra. Lo opuesto a la paz es el exilio.
¿Y que significa exilio? Exilio significa estar en el lugar donde uno no debe estar para lo que fue creado.

Un padre que no puede mantener a su familia está en el exilio.

Un chico que vive en la calle y no tiene lo básico y lo mínimo está en el exilio.

Una mujer golpeada está en el exilio.

Y una víctima y un familiar de la víctima que no están amparados por el sistema de justicia están en el exilio.

La ciudadanía que simplemente se otorga, se arroja, es la ciudadanía pasiva que se despoja.

A partir del 18 de julio de 1994 una ciudadanía pasiva es una ciudadanía en el exilio.
En este mismo sentido, y adentrándonos un poco más, para pensar en ciudadanía deberíamos ver su disvalor. Si Ser ciudadano significa habitar la ciudad, es decir tenerla como hábito, poseerla como morada, como espacio concreto que me compromete en mi identidad, y que me permite tener una visión de ser y estar en esta ciudad, en esta sociedad, en este país, con acción y palabra, ese “ser ciudadano” se construye y se reconstruye en el territorio de la “memoria”. Por lo tanto, lo opuesto a la ciudadanía es el olvido, o sea la ausencia de memoria.

Desde el 18 de julio de 1994 lo opuesto a la ciudadanía es el olvido.

La célebre Rita Hayworth solía decir: “Qué afortunada que soy de poseer los dos atributos que marcan la felicidad: Una buena salud y una mala memoria”. Si esa es la fórmula de la felicidad, entonces no hay razón para que una parte de la ciudadanía, la que asume la ciudadanía de manera pasiva, no sea feliz. Obvio que la frivolidad no tiene pensamiento. Usa frases prefabricadas y silogismos falsos de ciudadanía barata. La falsedad es una enfermedad social. Y la enfermedad social siempre está vinculada con la amnesia, mientras que la ciudadanía es una actividad trazada por la línea de la memoria activa.

La literatura judía destaca que cuando en términos teológicos uno dice “yo creo”, en realidad está diciendo “yo recuerdo”.

Alegóricamente desde el 18 de julio de 1994 “Creer es recordar”.

Una interpretación exegética del texto bíblico del libro de Exodo, el libro que relata acerca de la esclavitud vivida por los antepasados en Egipto, se pregunta de manera profunda: qué es lo que produce el trabajo forzado, o sea ¿qué hace que el esclavo sea esclavo?

Primero. El esclavo no tiene nombre: nosotros recordamos en el texto bíblico los nombres de los abuelos de los esclavos, Abraham, Isaac y Jacob, pero ignoramos el nombre del esclavo; es decir, el esclavo no tiene identidad. Desde el lugar de la no identidad, cualquiera es reemplazable en la cadena de producción, porque la persona es un medio y no un fin en sí mismo. La ausencia de nombre es anonimato. Recordemos que los nazis en los campos de concentración borraban el nombre y colocaban un número tatuado en el brazo. La identidad se transformaba en cantidad, en objeto apilable.

El día 18 de julio nos recuerda que no son 85 víctimas, sino que cada víctima tiene un nombre.

Dice la poeta Zilda, “lejol ish iesh shem”, “cada persona tiene un nombre”. El nombre de una vida truncada, una saga que penetra en nuestra conciencia.

Segundo. El esclavo no tiene historia. Y perder la categoría de ser histórico es perder la vitalidad. La categoría ahistórica es antiintelectual, oscurantista y reaccionaria. Porque el hombre libre, el que habita la ciudad, como el primer hombre que ha probado del árbol del conocimiento ha sido arrojado a la historia, a su océano, al agua que es eco de sus propias preguntas.

El 18 de julio de 1994 nos enseñó que perder la historia es perder la mejor arma contra cualquier abuso autoritario.

Tercero. El esclavo, sumido en la ignorancia, considera que la categoría de la esclavitud es la libertad y, por lo tanto, carece de capacidad de resistencia. El esclavo no resiste ni se rebela. El esclavo es pasivo y está quebrado, está partido, está cortado al medio. Es a partir de ahí que ser ciudadano es esencialmente ser un individuo con identidad resistente y patrocinante de una memoria activa.

A partir del 18 de julio de 1994, ser ciudadano es ser verbo puesto en la memoria.

La dinámica ciudadana es una dinámica de la memoria creativa y es por lo tanto un valor organizado. Ser ciudadano es un acto saludable, es ser partícipe de la salud de la sociedad, y la memoria es la topografía de la ciudadanía. El silencio no es salud, como nos hacían creer. La memoria cuando se la activa es palabra que da fortaleza, vigor y creatividad.

Y vale la pena ahondar un poco más en este ejercicio de la memoria. ¿Por qué debo recordar?

Toda memoria se construye desde un presente hacia un futuro. Y la memoria es un deber militante que nos interpela. La memoria me interpela, me inquiere, me demanda, es una necesidad que me debe incomodar. La memoria me pregunta qué hago “ahora” con mi vida y con qué valores me comprometo, qué es lo que me resulta trascendente, qué es lo importante y qué debo dejar de lado.

La memoria frena la muerte y afirma la vida, y me compromete con la humanidad.
La memoria detiene cualquier abuso de poder, otorga espíritu de resistencia y dignifica.
Lo más importante: la memoria me saca de la humillación.

El 18 de julio de 1994 nos indica que lo opuesto a ciudadanía es la humillación.

Flaubert solía decir que veía humillaciones que se tornarían hábitos, veía defectos que se tornarían vicios, veía prejuicios que se tornarían crímenes. En 16 años hemos creado una generación de niños que se tornarían hombres sin saber lo que significa justicia ante los crímenes.

El cambio exige de una ciudadanía activa basada en la memoria activa.

El filósofo Avishai Margalit, en su libro Las sociedades decentes, dice que el objetivo del sometedor es eliminar todo rasgo de humanidad al sometido, porque el ser en el ser humano es ser consciente de uno mismo y del mundo en el que vivimos. La inclusión de la situación de la persona, de su condición social y del medio ambiente es de suma importancia para la dignidad del hombre. Los seres humanos son valiosos porque otros los valoran, y no en virtud de cualquier característica anterior que justifique tal valoración. Una sociedad puede ser humillante en el trato que dispensa a las personas que se encuentran en ellas y, al mismo tiempo, tener un claro concepto del respeto que debería otorgar a todas las personas como seres humanos. Cuando una sociedad no ve a una persona como un ser humano poseedor de una memoria, ésa es una sociedad que humilla. Esto significa tener actitudes como las de los explotadores, los que tratan a las personas como máquinas, las de los individuos que estigmatizan por tener ciertas enfermedades, por el color de la piel, por la raza, por las preferencias sexuales.

Una sociedad que humilla es una sociedad que no es decente. Existe la sociedad democrática y existe algo superador, que es la sociedad decente. Sociedad democrática es aquella en la que la gente puede llegar a tratarse entre ellos con dignidad. Sociedades decentes son aquellas en las que no solamente los individuos se tratan con dignidad, sino aquellas en las que las instituciones, como la Justicia, tratan con dignidad a la gente. Una sociedad que no logre este objetivo es una sociedad que desconoce la dignidad de las personas porque simple y sencillamente las humilla.

Para que las palabras no mueran en el abuso sepamos que desde el 18 de julio de 1994, una sociedad decente demuestra su salud ciudadana cuando posee una memoria activa; que por la memoria de esa lucha se debe arribar a la justicia, y que a través de esa memoria esta ciudadanía no debe disponer a cambiar su historia por ninguna forma de histeria.

* Discurso pronunciado por el rabino en el acto de Memoria Activa el 18 de julio de 2010.

lunes, 19 de julio de 2010

EDUARDO ALIVERTI: El vencido

Pagina12
Por Eduardo Aliverti
 
¿No le falta una pata a lo que se lee y escucha con prioridad en torno del matrimonio homosexual? Se expresa en forma de pregunta porque, quizá, lo que le parece al firmante es sólo una sensación y aquello que pretende con explicitud está implícito.

Valga una comparación. Cuando el voto no positivo de Cobos, hace justo dos años, casi nadie se detuvo en una disección puntillosa del objeto de la votación. Lo que importaba no era la resolución 125, sino el sujeto social nucleado en torno de voltearla y ajeno –tanto como quienes la respaldaban– al conocimiento técnico de la norma. Estaba claro que una alianza conservadora feroz había derrotado al Gobierno, y se abría un signo de interrogación enorme alrededor de la suerte oficialista en el futuro mediato. Lo cierto es que nada, o muy poco, resultó como se pensaba. Hubo un coletazo: el kirchnerismo perdió las elecciones de un año después, aunque a manos de dos tercios invertebrados. La capacidad de iniciativa K para remontar el infortunio fue sorprendente, según admiten propios y extraños. El matrimonio fugó hacia delante, marcando agenda. Vino la crisis de los países centrales y acá no se notó. Los campestres descubrieron que les hubiera convenido apoyar las retenciones móviles y perdieron fuerza. Gardiner se diluyó. El comando opositor lo tomó Clarín, herido por todos los costados; pero la manera fue tan pornográfica que su credibilidad se desmayó, por sí sola o porque no pudo anclar sus contraataques en alguna figura política de la oposición. A valores parciales, estos días terminan con la ratificación de Macri procesado, a la defensiva, constreñido en la táctica de acusar a los K. Y la embajada paralela en Caracas se les cayó, la desaparecieron, no les sirve, quedaron al borde del papelón. Tienen que producir otra cosa y no saben qué. Es una síntesis rápida, pero no podría negársele objetividad si se es políticamente honesto. ¿Quiere decir, entonces, que el voto no positivo de hace dos años fue nada más que una anécdota? No: sólo quiere decir la obviedad de que lo pensado importante no pudo revalidarse, porque no tienen espacio en la medida de que la realidad o percepción sobre la marcha económica sea positiva. Van de un lado para otro. De Duhalde a Reutemann, de Cobos al hijo de Alfonsín, de Reutemann a Duhalde, de Carrió a una parte de los socialistas, de Jaime a Solanas, de una parte de los socialistas a Bonasso, de los glaciares a la relación comercial con China. No encuentran su lugar. Apenas pueden refugiarse en las deficiencias del kirchnerismo que, tanto como sus logros, a esta altura se recitan casi de memoria. El oprobio del Indek, el volver a recostarse en los barones pejota-mafia del conurbano, olores feos en licitaciones de obra pública, las dudas con la declaración patrimonial, son la única gran teta de que puede agarrarse Clarín, Carrió, Cía. No hay antítesis proyectiva. Solamente comentarismo. Retornemos: ¿cuál es la distancia entre aquel voto de Gardiner y esto del matrimonio gay? Es que aquello, lo de Cobos, fue un episodio contrastable con el devenir político y susceptible de ser revertido; y lo de estos días, el matrimonio homosexual convertido en ley, marca un quiebre sin retorno. No es modificable. Es un adelanto definitivamente histórico. De época. Sin embargo, a gusto del que firma, se perdió de vista que es así por la magnitud del derrotado. O se lo ve pero se “naturaliza” demasiado al objeto, en lugar de apreciar lo que le pasó al sujeto.

Es acertado que dentro de unos años este debate sobre los derechos cívicos homosexuales será anacrónico. Hará pasar vergüenza ajena a quien lo cite, al estilo de lo que sucedería hoy si algún extraterrestre cuestionara el divorcio. Lo mismo ocurrirá con la legalización del aborto, antes de que parezca lo contrario. Es correcto el alerta sobre lo impropio de que la sanción sea adjudicable a la lucha oficial: los K espolearon su aprobación cuando notaron que el humor social era favorable; o indiferente, pero propicio para acentuar el marcaje de cancha desde un discurso progre. Y la prensa opositora, conteste de lo mismo, quiso valerse del clima de confrontación que adjudica al Gobierno, pero no le dio para jugarse decididamente en contra de la ley. Se lo impidió su propio palo eclesiástico, que careció de inteligencia para no mostrarse como un emblema medieval aunque, puesto uno en el sitio de su liturgia retórica, ¿qué hubieran podido hacer, diferente de gritar más alto? Callarse, está bien, y tratar de negociar alguna cosa por debajo de la mesa. Pero eso no va con su espíritu reaccionario. Se sabe de cruces muy fuertes entre los monseñores que tenían claro lo inevitable de la derrota, dispuestos a transar condiciones de rendición, y los finalmente triunfantes que quisieron apostar al todo o nada.

Si se dice, como se dijo, que ganaron las libertades individuales, la democracia, el civilismo, y hasta la modernidad, es formalmente correcto y bienvenido. Pero falta exclamar lo elemental de que esos vencedores lo fueron porque hubo el vencido. Y ese vencido se llama la Iglesia, Bergoglio, sus cínicos aliados de moral indefendible. El vencido se llama la represión, individual e ideológica. Perdieron. Es una derrota mucho más fuerte que la de hace más de veinte años, cuando la ley de divorcio. Aquello se caía por su propio peso ridículo, sin por eso quitarle méritos de etapa al alfonsinismo. Y esto fue conquistado por la lucha de una minoría activa que, a fuerza de convicción, sedujo a las conciencias timoratas. Hasta la derecha pícara se horrorizó por las animaladas de los saurios del Episcopado. Admitieron entrelíneas que juntaron varios miles en el Congreso porque los trajeron en micro, a tanto el rosario. La versión católico-modosa del choripán y la Coca para juntar gente. Pero los medios no hablaron de caos en el tránsito.

Perdieron. Si se lo ve con ojos de la cotidianidad mayoritaria, la sanción de la ley simplemente legalizó una obviedad aunque, apreciado desde los derechos civiles de las parejas homosexuales, sus alcances son importantes. Si se pregunta para qué sirve en términos de pobres, excluidos, negreados, redistribución de la riqueza, o etcéteras de esa naturaleza, la respuesta es para nada –en primera instancia–, por más que sea atinado recordar que cuando una minoría relegada conquista atribuciones se abren mejores puertas para las mayorías. Por el contrario, si se lo valora desde lo que le pasó a un factor de poder que se creía simbólica y concretamente impune, es un notición. Como siempre subraya Rubén Dri, la Iglesia maneja esa simbología a través de una influencia de nexos profundos con los poderes políticos y económicos, a nivel nacional y mundial; y la profundidad de lo religioso en el ser humano, fundida con el manejo de la simbología, inevitablemente significa poder. Y cada vez que una vaca sagrada pierde poder, hay la chance de que se acerque la justicia.

Después hay que trabajar. Militarlo, al hecho, desde la diagonal que ofrece. Pero, siempre, por algo se empieza. O se continúa.

domingo, 18 de julio de 2010

Cómo se financia el partido de la fe católica

Miradas al Sur

Los diferentes fondos públicos con que cuenta el culto católico para su funcionamiento en el país superan los 2.500 millones de pesos anuales. 
 
Tras la sanción de la ley de matrimonio igualitario, durísimo golpe contra la presunta autoridad espiritual de la Iglesia sobre los asuntos terrenales de los argentinos, el tema del dinero invertido por el Estado en el sostenimiento del culto católico y/o en su inmenso sistema de colegios confesionales es una discusión que aguarda algún escenario mediato. Con dos mil años de comunicación y propaganda a cuestas las autoridades eclesiásticas tienen perfecta conciencia del asunto. De hecho se vienen anticipando al debate con cálculos como el que todavía hoy pueden leerse en la web del Plan Compartir de la Conferencia Episcopal Argentina, en la que se asegura que en 2007 el Estado dedicaba “una partida de sólo 17.323.913 pesos” para el sostenimiento de la Iglesia, lo cual apenas “representa el 0,014% del total del Presupuesto Nacional”. Así como los documentos de trabajo eclesiales llegaron a sostener más o menos que los homosexuales son proclives a convertirse en hombres lobo, el número es un recorte falaz. En 2010, el dinero derivado al sostenimiento de la Iglesia se incrementó a 35.868.353 pesos. Pero esa cifra es ínfima si se toman en cuenta el dinero estatal que van a las escuelas confesionales, hasta redondear un monto estimable en bastante más de 2.500 millones de pesos anuales.

Consultado por Miradas al Sur , Guillermo Olivieri, titular de la Secretaría de Culto de la Nación –organismo responsable de pagar el sueldo de los religiosos– informa que la partida que recibe esa cartera del Presupuesto nacional asciende a 32 millones de pesos anuales. Desde el sitio oficial de esta Secretaría, se informa que se asignan “por medio de sus diócesis y otros organismos, en concepto de sostenimiento del culto que incluye la colaboración económica para visitas ad limina , sínodos, conferencias regionales y viajes en cumplimiento de acciones pastorales”. También se destinan a una red de “437 institutos de vida consagrada inscriptos, que actúan a través de 4.500 casas y obras apostólicas existentes en todo el país”.
En el desagregado sobre el destino de esos fondos se hace mención a “Asistencia Financiera/Culto Católico”, dinero que va a 122 arzobispos y obispos, 1.600 seminaristas y 640 sacerdotes. El sueldo de un arzobispo, actualmente es de 8.200 pesos. Sin embargo, Olivieri precisa que “debería ascender a 13.000 pesos”, por ser el equivalente al 70 por ciento de un juez nacional de primera instancia. Sin embargo, los purpurados, amén de sus discursos en torno de la equidad y los pobres, no pagan impuestos, no tienen cargas sociales, no aportan a Ganancias ni a la jubilación.
Jorge Horacio Gentile, un ex diputado demócrata cristiano y docente de las universidades Nacional y Católica de Córdoba, explica que los dineros del Estado van también a parroquias de frontera o zonas desfavorables, a jubilaciones graciables para sacerdotes (las pueden cobrar Antonio Basseotto, Christian Von Vernich o Juan Carlos Maccarone, el obispo echado de Santiago del Estero presuntamente por sostener relaciones non sanctas para la Iglesia), o a pasajes para obispos, sacerdotes y agentes pastorales. En cuanto a los curas de parroquias, el secretario de Culto de la Nación aclara que no cobran, excepto los de frontera.
Lo poderosamente llamativo es que la asignación de estas partidas deviene de tiempos en los que reinaba la paz social, primaban el diálogo y el consenso. Todas y cada una de las normas relacionadas con los sueldos clericales nacieron de “acuerdos con la Santa Sede” y de leyes surgidas en tiempos dictatoriales: de la Revolución Libertadora al Onganiato y, de allí, al Proceso. Sólo durante la última dictadura fue que se sancionó la Ley 21.540 en 1977 –que fija las asignaciones mensuales vitalicias a arzobispos, obispos y auxiliares eméritos–, además de otras… ¡Siete! leyes que ampliaron el número de curas e instituciones confesionales beneficiadas.

Pero más allá del andamiaje legal que supo conseguir, la jerarquía eclesiástica cita como argumento de base para justificar los fondos que eroga el Estado para solventar su funcionamiento en el artículo 2º de la Constitución Nacional: “El Gobierno federal sostiene el culto católico apostólico romano”. 

Recursos pesados. Como se dijo más arriba, lo abrumadoramente sustancial de lo que el Estado invierte en el sostenimiento de la Iglesia no pasa por los casi 36 millones derivados por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto (35 millones de pesos fue la primera partida que destinó el Gobierno Nacional en 2009 para financiar un programa de protección de los bosques nativos en las provincias; igual suma invirtió el gobierno de Santa Fe para repavimentar un tramo de la Ruta 4 y construir un nuevo puente sobre el Salado), sino por los miles de millones que van a escuelas confesionales. Desde que en los ’90 se descentralizaron (mal) los recursos, el Ministerio de Educación de la Nación no destina recursos con eventuales destinos a “privada o pública”. Los fondos van a las provincias y éstas deciden su distribución. Hoy, el presupuesto total del Ministerio de Educación es de $17.514 millones (20 mil millones si se incluyen otros programas de gobierno que involucran a las FF.AA. o la construcción de escuelas). A esto se suma la cifra que este año invertirán las provincias: 64 mil millones, de los cuales cerca del 10 por ciento son transferencias a la educación privada.

Cuánto de ese sector de la educación privada representa a las confesionales es un rompecabezas complejo de armar. Pero hay pistas evidentes que permiten rehacer un mapa cercano al real. De acuerdo al relevamiento oficial de 2008, en todo el país existen 9.114 establecimientos escolares privados de los niveles inicial, primario y secundario. De ese total, 3.638 son confesionales, 3.220 no lo son y queda un número de 2.256 establecimientos “sin información”. Si se aplicara una proyección prudente acerca de cuánto de ese 11 por ciento de los 53 mil millones transferidos a la educación privada va a las confesionales, la cifra superaría largamente los 2.000 millones de pesos anuales destinados a colegios religiosos, fundamentalmente para pagar salarios. A ese número hay que añadir un 15 por ciento de lo que el Estado destina a través del Fondo de Incentivo Docente y Compensación salarial –cuyo total es de 3.000 millones de pesos–, que implican 450 millones más.
Como en tantas áreas, ni desde el Estado ni desde la investigación académica abundan cifras definitivas, ciertas y precisas sobre este tema que tradicionalmente incomoda a los funcionarios, incluso a los más progresistas. Hace un par de años Horacio Verbitsky publicó una investigación en la que decía que “la aproximación más confiable indica que el sistema privado consume el 13,5 por ciento de todos los recursos estatales para educación, que en 2006 ascendieron a 24.500 millones de pesos, y la confesional más de la mitad de ese monto, el 7,5 por ciento del total, es decir 1.837 millones de pesos”.
No sólo en términos nominales o por el crecimiento de la inversión educativa a escala nacional, parecería que la cifra actualizada es bastante mayor, hasta superar los 2.500 millones. Más pistas para intentar armar el rompecabezas son las que pueden tomarse de dos distritos tan importantes como el de la provincia de Buenos Aires y el de la Capital (ver subnota en estas páginas). En la Provincia existen poco más de 5.000 escuelas privadas, de las que 1.452 son confesionales y, de nuevo, 1.954 aparecen como “sin información”. Por lo menos hacia el 2008, más de 2.600 escuelas recibían el 100 por ciento del subsidio para pagar salarios docentes, 1.315 recibían el 80, y otras 868 entre el 20 y el 80 por ciento. Estos últimos datos son de una investigación de la periodista Nora Veiras, especializada en el tema educativo. En la gran mayoría de los casos se trataba de escuelas confesionales.
Hasta aquí no entran a tallar los inmensos dineros privados asociados a la Iglesia ya sea por colectas, en depósitos bancarios, asociaciones de empresarios cristianos o complejos sojeros, para lo cual el lector deberá ir a otras páginas de esta edición. Aún así, los números reseñados demuestran lo forzado del argumento de la Conferencia Episcopal Argentina allí donde se dice que “el aporte del Estado a la Iglesia representa el 0,014 % del total del Presupuesto Nacional”. O cuando asegura que “concretamente, el aporte del Estado representa menos del 7% de los ingresos que tiene la Iglesia argentina”, sin mencionar de dónde proviene el 93% restante de una cifra total de ingresos no citada.

El pecado Rivadavia. Los defensores del sostenimiento del culto católico con recursos estatales suelen retroceder casi 200 años de historia argentina para fundamentar el por qué de ese gasto. En palabras del ex diputado Gentile lo que “aparenta ser un privilegio tiene una razón histórica en la cuantiosa confiscación de bienes que hizo el Estado a la Iglesia y a las ordenes religiosas” durante los gobiernos de Martín Rodríguez y Bernardino Rivadavia, hacia 1822.

Dos siglos después, tres países cercanos de la católica América latina (Brasil, Uruguay, Chile) no sostienen ningún culto. El gobierno de España firmó un acuerdo con la Conferencia Episcopal Española a través del cual se acabó con la donación directa del Estado y se subieron los aportes voluntarios del impuesto a las rentas, algo que también se practica en Alemania. Difícilmente pueda decirse que la Argentina es un país más católico que Chile o España.
Y si se trata del respeto a una identidad religiosa, habrá que tomar las principales conclusiones de la Encuesta Nacional sobre Creencias y Actitudes Religiosas realizada, entre otros por Fortunato Malimacci y Juan Cruz Esquivel en 2008 desde el Conicet. “Los datos destacan el pluralismo y la diversidad presente en el campo religioso, junto con la preservación de una cultura cristiana”, decía una de las conclusiones centrales de esa encuesta. Lejos de la cifra tirada al bulto de un 85 a 90 por ciento de católicos practicantes que suele manejar la Iglesia, el estudio hablaba de un 76,5 por ciento de la población que se define como católica. Pero de ese porcentaje casi dos tercios, el 61,1 por ciento, “se relaciona con Dios por su cuenta” y no a través de la institución eclesial.

Siempre según la encuesta, en la Argentina existe un 9 por ciento de personas que se declaran evangélicas, mientras que el 11.3 manifiesta ser ateo, agnóstico, o no tener ninguna religión. El 23,3 por ciento no se casó o piensa hacerlo por iglesia. El 76 afirma concurrir “poco o nunca” a los lugares de culto. Según Malimacci y sus colaboradores, se está “frente a complejos procesos de desinstitucionalización religiosa y de individuación de las creencias”.

¿Y el pago de los salarios para los obispos y curas? Según el trabajo, sólo es aceptado por el 27 por ciento de los entrevistados.

Ayuda social. El cálculo realizado en esta nota de los recursos estatales de los que dispone la IglesIa, no incluyen los aportes de Desarrollo Social, que recibe Cáritas. Sin embargo, no se puede desconocer el importante trabajo social que desarrollan curas y religiosos con los sectores más vulnerables. En este punto, según el estudio mencionado anteriormente, la contribución financiera del Estado a esta tarea tiene un amplio grado de aceptación en la población, que llega al 75 por ciento.

La tienen adentro.

Por Horacio Verbitsky
 
Las dos cámaras del Congreso prestaron el escenario en la madrugada del jueves para que las organizaciones sociales y las distintas fuerzas políticas se conjugaran de un modo nuevo y original, con distintas formas de transversalidad que tienden a aislar a las corporaciones que condicionan al sistema institucional y a los sectores más retrógrados de los grandes partidos. Esto fue nítido en la sanción de la reforma a los artículos sobre matrimonio del Código Civil y sinuoso en la ley de protección a los glaciares. Habrá que esperar para saber si lo que se vio en el firmamento de esa gélida madrugada fueron constelaciones estables o apenas estrellas fugaces.

En el primer caso, el kirchnerismo puede jactarse de una victoria hacia afuera pero también hacia adentro de su estructura política. La obtuvo, como en los primeros años del mandato de Néstor Kirchner (la limpieza de la Corte Suprema de Justicia y de la cúpula militar, la anulación de las leyes de impunidad), o ya bajo la gestión de CFK (la recuperación del sistema previsional, la ley de servicios audiovisuales, la Asignación Universal por Hijo) por hacer propios los reclamos de minorías intensas de fuerte inserción en el entramado social. Vilma Ibarra (del Encuentro de Martín Sabbatella) y Silvia Augsburger (del socialismo), recogieron en sus proyectos, que luego se unificaron, la propuesta de extensión de derechos conyugales a todas las personas, presentada por una coalición arcoiris de organismos pro diversidad sexual. En un reportaje con este diario en enero, Néstor Kirchner afirmó que se debía profundizar la igualdad de derechos civiles y “avanzar sobre temas que a veces son irritativos para ciertos sectores de la sociedad, en los que la restauración conservadora confronta con los que queremos transformar la Argentina” y aclaró que se refería a la universalización del matrimonio. La reforma fue votada por una mayoría variopinta que partió, en distintas proporciones, a los bloques principales en cada cámara. Esto responde a un estado de opinión de la sociedad, a la acción inteligente y tenaz de las organizaciones que militaron para lograr su objetivo, con una dirigente fuera de lo común como María Rachid, de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (Falgbt), y a la decisión política del kirchnerismo, que asumió todos los riesgos con audacia. El diario estadounidense Washington Post afirmó que el alto índice de aprobación del matrimonio entre personas de igual sexo (del 70 por ciento) era una secuela de la lucha de los organismos de derechos humanos contra la dictadura. Pero ninguno de los gobernadores oficialistas se plantó frente a la extorsión clerical, con lo cual la aprobación de la ley transmite también un mensaje al interior partidario. La calidad del debate fue pobre porque con pocas excepciones los defensores del statu quo repitieron en forma automática un par de consignas estereotipadas, lo cual dio lugar incluso a bloopers (para el engolado senador Guillermo Jenefes cada chico tiene derecho a tener “un mamá y una papá”) o afirmaciones cínicas (el senador Luis Viana dijo que en Misiones la inmigración produjo “chicos lindos, rubios y de ojos celestes”, por los que se pagan hasta 50.000 pesos, como si ese tráfico fuera obra de homosexuales a los que no debería facilitárseles el negocio). La diputada Elisa Carrió propuso suprimir del Código Civil la palabra matrimonio, que quedaría reservada para el sacramento católico, y ofrecer la “unión civil familiar para todas las parejas”. Carrió cree que esta capitulación ante los clérigos, que retrotraería la situación a 1887, cuando el único matrimonio era el religioso, sería “una opción superadora”. En cambio el presidente de la UCR, Ernesto Sanz, y el jefe del bloque, Gerardo Morales, sólo se tentaron por unas horas con esa extravagancia y terminaron votando la media sanción de Diputados, en línea con la tradición alfonsinista. Esto también muestra la incidencia de este debate dentro de la UCR: Sanz y Morales están cerca de Ricardo Alfonsín, menos sensible a las corporaciones que el vicepresidente Julio Cobos. Dieron pena un periodista que acusó al gobierno de plantear con este tema una batalla cultural con la Iglesia Católica, y una actriz que amenazó con llevar a los tribunales a quien hablara de su hijo, a quien negó en vida, como si la homosexualidad fuera una vergüenza. A la senadora Hilda González de Duhalde no ha terminado de formársele el superyó, lo cual le permite decir que tiene un amigo homosexual y que hay derechos de las mayorías que son más urgentes.

Cáscara de naranja

Pese a todo el esfuerzo organizativo del aparato eclesiástico, que malversó en forma fraudulenta parte de los recursos que el Estado le provee con otros fines, la marcha convocada por el Episcopado sobre el Congreso tuvo una menguada asistencia, circunscrita a sectores de clase media alta. Aun así, los dos diarios opositores coincidieron en calificarla en su portada de “masiva” y los organizadores estimaron una concurrencia diez veces superior a la real. Esa marcha fue uniformada por el color naranja, que identifica a la monarquía holandesa descendiente del príncipe protestante Guillermo de Orange que guerreó contra el catoliquísimo Rey Sol, Luis XIV. Además representa a los protestantes en la bandera de Irlanda, que también gobernó Guillermo. Ninguno de los asistentes supo explicar si en el contexto argentino significaba algo más que la confusión episcopal ante una sociedad desbordante de vitalidad. Allí se leyó otra carta de Bergoglio, demostrativa de una alambicada perversión del lenguaje, al expropiar y resignificar la consigna histórica sobre los niños como únicos privilegiados, y se repartieron unos panfletos con afirmaciones temerarias sobre la homosexualidad, financiados por Enrique Bayá Casal SA y su fundación Sembrar Valores. Bayá Casal es una gran empresa productora y comercializadora de semillas de soja y otras forrajeras, importadora de maquinarias agrícolas y titular de permisos otorgados por Juan Carlos Romero para desmontar casi diez mil hectáreas en Salta. Uno de sus panfletos afirma que “grupos extremistas” presionan al Estado para convertir a los chicos huérfanos y abandonados en “conejillos de indias”. El boletín eclesiástico del Arzobispado porteño difundido por Bergoglio este mes contiene otra pieza de colección. En la reunión del 11 de mayo del Consejo presbiteral los sacerdotes dijeron que además de la imagen externa, la Iglesia Católica debía preocuparse por su credibilidad interna y reclamaron un diálogo en torno de “temas de fondo sobre los que no hablamos”, como la pedofilia, la sexualidad y el estilo de vida sacerdotal. Bergoglio respondió que hay un ataque a la Iglesia concertado en todo el mundo, que las homilías del 25 de mayo en todas las diócesis se basaron en seis o siete temas pautados por la Conferencia Episcopal, que las autoridades no se dieron cuenta del reconocimiento que implicaba la decisión de realizar el Te Deum en Luján, que son demoníacas las acusaciones contra el papa por los casos de pedofilia y que no habría nada peor que “ponernos a la misma altura organizativa, como si fuéramos una ONG que enfrenta a otras”, es decir aquello que el propio Bergoglio hizo. Recién luego del desenlace legislativo, Clarín se permitió publicar una columna de Roberto Pettinato cáustica hacia Bergoglio y La Nación descubrió que la carta del cardenal había sido un “error estratégico”. Este cuestionamiento por parte de un medio que comparte sus valores y sus fines y que dos meses antes había editorializado sobre la “insensatez y superficialidad” del proyecto revela el mar de fondo que agita a una institución que aun ahora amenaza a quienes votaron la ley igualitaria con hacerles campaña negativa en las próximas elecciones, en el estilo que popularizó la derecha cristiana de los Estados Unidos.

Relax and enjoy

 

Si intentan cumplirlo es probable que se encuentren con nuevas sorpresas. Para las 2.403 personas de todo el país que hace dos años respondieron a la primera encuesta científica sobre creencias y actitudes religiosas la tarea más importante de las religiones es educar a los jóvenes y la menos importante dedicarse a temas políticos, con porcentajes respectivos de 28,3 y 0,2 por ciento. La hegemónica Iglesia Católica, con cuya fe se identifican tres cuartas partes de los habitantes del país, hace las dos cosas y una le abre espacio social y le provee de dinero para la otra. Esto sería imposible si las fuerzas políticas, empresariales y sindicales no recurrieran a la jerarquía para legitimar sus acciones, como se vio en 2008 con la campaña de la Mesa de Enlace de las cámaras patronales agropecuarias y ahora en el debate parlamentario por la reforma matrimonial. La encuesta, realizada entre mayores de 18 años por el área Sociedad, Cultura y Religión del CEIL/CONICET, y por las universidades nacionales de Buenos Aires, Rosario, Cuyo y Santiago del Estero, bajo la dirección de los sociólogos Fortunato Mallimaci y Juan Cruz Esquivel, indica que:
- el 76,5 por ciento se definen como católicos/as, pero el 61,1 por ciento se relaciona con Dios sin intermediación de la Iglesia.

- pese a la condena de la jerarquía, sólo el 15 por ciento de los católicos/as se oponen al aborto, porcentaje aun menor al 16,9 por ciento que se da en la población total.
- un 92,4 por ciento de la población está de acuerdo con que se brinde educación sexual en las escuelas, porcentaje que incluso se eleva entre los católicos.
- entre ocho y nueve de cada diez apoyaron la promoción oficial del uso de preservativos contra el sida, el ofrecimiento gratuito de anticonceptivos en hospitales, clínicas y centros de salud, la información sobre contraconcepción en los colegios, que la jerarquía rechaza.
- casi siete de cada diez consideró positivas las relaciones sexuales antes del matrimonio.
- apenas uno de cada cuatro considera apropiado el pago oficial del salario de obispos y pastores.
- la mitad dijo que sólo se justifica el financiamiento estatal de las escuelas confesionales allí donde asiste la población carenciada, y más del 18 por ciento que nunca.
- el 55 por ciento preferiría una materia general sobre religión y no la enseñanza de los preceptos de una de ellas.

Por lo tanto, a Bergoglio y Aguer más les convendría aplicar la vieja máxima relax and enjoy it. Si alguna vez se levantara la norma canónica del celibato, quizás en las filas de la Iglesia el nuevo matrimonio sería visto como un avance del que podrían servirse algunos de sus críticos para regularizar su situación.

Líneas cruzadas

 

Menos simple es advertir la nueva dinámica en la simultánea votación en Diputados sobre la protección de glaciares. El Grupo Ahhh... consiguió aprobar en general un proyecto consensuado por el senador oficialista Daniel Filmus con el diputado opositor Miguel Bonasso, quien lo había acusado con su habitual sutileza de “empleado de la Barrick Gold”. Cuando el acuerdo llegó al recinto se opusieron los gobernadores justicialistas de las provincias mineras. El oficialismo pidió una prórroga pero el Grupo Ahhh... impuso su número e hizo votar. Según un diputado socialista no se terminó la votación en particular porque Bonasso no supo contestar preguntas del presidente de la Cámara, Eduardo Fellner, sobre los puntos modificados en su proyecto y pidió que se leyera la norma completa. Después de un día entero de sesión, con hambre y sueño, diputados de distintos bloques se levantaron de sus bancas y se perdió el quórum. Cuando se complete esa votación, en agosto, el texto volverá al Senado, donde habrá que ver cuántos miembros del bloque oficialista se suman a la entente Filmus-Bonasso. Pero la presidente ya anunció que, a diferencia de lo que ocurrió hace dos años, esta vez no vetaría la ley, cualquiera fuera su contenido. No es la forma más airosa de escapar del abrazo de los gobernadores con intereses en los emprendimientos mineros contaminantes, sobre todo después de haberse reunido junto a ellos con los directivos de la multinacional canadiense involucrada. Pero la combinación de ambos episodios es reveladora de los nuevos equilibrios de poder que se van estableciendo. El radicalismo es la columna vertebral del Grupo Ahhh..., que ha conseguido mayoría en la Cámara de Diputados. Su recuperación electoral luego de la catástrofe en que acabó su último gobierno hace del más antiguo partido argentino una fuerza no desdeñable, aunque más apta para el control que para el ejercicio del poder. En tanto el hijo de Raúl Alfonsín afiance su liderazgo, algunos de sus proyectos pueden poner límites al gobierno y ayudarlo aun sin proponérselo a construir una suerte de transversalidad parlamentaria que lo independice del ala más indeseable de su propia fuerza. Otros proyectos, en los que la UCR coincide con el peornismo opositor, la CCL y la derecha de Pro, avanzan sobre asuntos de gestión que sólo en un régimen parlamentario pueden quedar en manos del Congreso, como la tentativa de desfinanciar al Estado con un simultáneo recorte de ingresos e incremento de erogaciones. Su propósito es obligar a CFK a vetar, si es que consiguen convertir esos textos en ley. En esto su coincidencia con el Poder Ejecutivo es plena: en tales casos usará su facultad constitucional, si es que antes de la sanción no se adelanta con medidas dentro de la órbita de sus atribuciones que tornen abstracto el debate. En la madrugada del jueves, durante su excelente exposición, la senadora de la CCL porteña María Eugenia Estenssoro interpretó la Asignación Universal por Hijo como un reconocimiento a Elisa Carrió y Elisa Carca, autoras del primer proyecto en ese sentido, hace doce años. Su colega kirchnerista de Santa Cruz Nicolás Fernández le preguntó por qué no lo habían puesto en práctica cuando gobernó la Alianza y concluyó que lo más importante no es quién fue el primero que la propuso sino quien la aplicó. Un diálogo muy similar entretuvo durante décadas a los socialistas de Alfredo Palacios, que propició una legislación social de avanzada, y a los peronistas de Juan Perón, que la puso en práctica.

sábado, 17 de julio de 2010

GABRIELA "MICHETITA"

Michetita, la que se llena la boca hablando de republicanismo y ciudadanía, y hoy cuestiona a todo el poder judicial. Muy "PRO" la chica.

Buenos Aires Económico

Gabriela Michetti, los amigos y Telenoche Investiga

Por Eduardo Anguita.
 
Mientras La Nación afirma que la diputada Gabriela Michetti “trabaja para suceder a Mauricio Macri” en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad, la ex vicejefa de Gobierno porteño no tuvo mejor idea que decir que “las personas adultas con niños pequeños no aceptan subsidios ni vivienda alternativa porque prefieren estar en el mismo lugar en el que acopian y trabajan con distintos elementos, armándose una indigna casillita de chapa y cartón”.

Es difícil saber qué será la dignidad para Michetti. Más fácil es saber que hace mucho frío estos días y que hace una semana murió un recién nacido –de apenas 25 días– en Pichincha y Cochabamba, a muy pocas cuadras de la casa de la diputada. Michetti solía decir que se inició en la política a través de la corriente Humanismo y Liberación del dirigente demócrata cristiano Carlos Auyero, quien murió hace ya 13 años y no podría dar testimonio del paso de Michetti por esa corriente de militancia progresista y comprometida con los más necesitados.


Pero sí se pueden probar dos cosas. La primera es que Michetti, mientras secundó a Macri, fue una pieza importante para desactivar muchos programas, convenios y subsidios destinados a sectores postergados, especialmente los chicos en situación de calle y los sin techo, en sintonía con la ministra de Desarrollos Social, María Eugenia Vidal, que tomó la responsabilidad operativa.


Por ejemplo, dejaron sin efecto el programa Buenos Aires Presente (BAP), que tenía un relevamiento de todas las personas que dormían en plazas, estaciones de tren o en la calle. El PRO cambió el BAP por la UCEP, siglas de la temeraria Unidad de Control de Espacio Público, consistente en patotas que se dedicaron despiadadamente a aporrear a los sin techo. El PRO colocó la primera escuela de policías metropolitanos al lado de Puerto Pibes, un bastión donde en otros tiempos los operadores de calle y los trabajadores sociales asistían a los chicos en situación de calle y por la noche era un parador donde dormían pibes.

Pero el PRO dispuso que no era necesario llevar a los chicos a dormir a un lugar abrigado y Puerto Pibes sólo se ofrece a la comunidad como “un complejo integral para la organización y realización de actividades recreativas, culturales y turísticas para niñas, niños y adolescentes”. Por supuesto, está bien pintado, bien PRO. Mientras las estadísticas muestran que en la zona sur de la Ciudad crecieron las cifras de mortalidad infantil o la deserción escolar, por no hablar del consumo de paco, el PRO hizo un censo para dejar tranquilos a los vecinos: “En la calle hay apenas 1.400 personas” y no los 14.900 que dicen las ONG que trabajan con poblaciones excluidas.


La verdad política de Michetti.
La diputada se prepara para ser candidata en 2011 y La Nación dice que volvió muy entusiasmada de haber ido a Montevideo a visitar a la intendenta –militante comunista– Ana Olivera. Y, para mostrarse en público, prefiere a Hernán Lombardi, ministro de Cultura y Turismo de Macri, que tiene un pasado de militancia en sectores combativos del radicalismo, o al rabino Sergio Bergman, para que quede claro que ella no sólo se lleva bien con Jorge Bergoglio, el cardenal que propuso la cruzada contra el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Michetti se empezó a interesar en política a partir de las tertulias familiares a fines de los ’90, cuando estaba casada con Eduardo Cura, por entonces jefe de producción de Telenoche Investiga. El Grupo Clarín había preparado el formato de las cámaras ocultas para cautivar a cierto público amigo de los realities y apuntar sus dardos contra el menemismo, que le había dado la espalda a la hora de darles una parte del sabroso negocio de la telefonía. Así, quienes se convertían en interlocutores amistosos fueron un buen conducto para que Michetti se metiera en la real politik.


En esa trama de amistades, política e información, estaba una serie de fiscales jóvenes, de excelentes relaciones con la Marina, el Ejército y la SIDE. ¡Oh casualidad! Guillermo Montenegro y Carlos Stornelli –el primero amigo de la familia naval y el segundo con los del Ejército–. Montenegro, aunque muy golpeado por el ninguneo de Macri, sigue al frente del Ministerio de Seguridad porteño. Stornelli –y su amigo Paulo Starc, también habitué de la casa de Michetti– tuvieron que salir del Ministerio de Seguridad bonaerense después de haber desactivado todos los sistemas de control de los jefes policiales montados por León Arslanian.


También concurría Eamon Mullen, quien junto a José Barbaccia era la dupla de fiscales que entendían –o desentendían– en la causa por el atentado a la AMIA. Ellos tenían la relación con la SIDE de Hugo Anzorreguy y quedaron involucrados en el pago de 400.000 dólares al imputado Carlos Telleldín para desviar la causa hacia un grupo de policías bonaerenses.


El salto a las primeras ligas de Michetti no tuvo nada que ver con lo que Carlos Auyero pregonó en su intachable vida sino con el incansable ataque al gobierno de Aníbal Ibarra por la causa Cromagnon. La entonces legisladora era –quizá no la única, desde ya– quien les hacía las señas a algunos familiares de las víctimas para que interrumpieran a tal o cual en el uso de la palabra.


El PRO tiene por delante el juicio a su jefe por haber participado de una asociación ilícita para espiar personas. Algunos se ilusionan con que Michetti encarne el ala más humana. Por estas horas, su teléfono y el de su agente de prensa no contestan. Están saturados de mensajes.

MARGARITA BELEN: JORGE GILES - LA LISTA DE LA MUERTE

Pagina12
Por Marcos Salomón
Desde Resistencia, Chaco

El ex preso político Jorge Giles, autor del libro Allí va la vida, en el que relata la Masacre de Margarita Belén, contó ante el tribunal cómo un agente del Servicio Penitenciario le anticipó los nombres de los detenidos que iban a ser fusilados. Detalló las últimas horas de los presos, que fueron sacados de la U7, para llevarlos a ser torturados en la alcaidía policial, subidos a un convoy militar para ser trasladados a Formosa, y fusilados en el camino, cerca de Margarita Belén, fraguando un intento de fuga, el 13 de diciembre de 1976. En el último día de audiencias previo al receso invernal también declararon Eusebio Esquivel, Juan Carlos Goya y Jorge Migueles. Cruces entre las partes signaron una jornada en que la sala estaba abarrotada de familiares.

La lista

A Giles, en realidad, lo arrestan en el interior provincial, en Villa Angela, en abril de 1975. Luego de torturarlo lo llevan a la alcaidía de Sáenz Peña, de allí a la Brigada de Investigaciones, donde sufrió más torturas, para después pasarlo a la alcaidía de Resistencia y finalmente a la U7.

Mucho antes de diciembre, los presos políticos alojados en el penal federal ya analizaban el peor de los escenarios, por tres razones:

1. Por una radio, escondida clandestinamente, se habían enterado de fusilamientos de presos políticos aplicando la Ley de Fugas.
2. Lo trasladan a Néstor Sala a Formosa, en el camino lo torturan y lo devuelven a la U 7.
3. Traslado del misionero Miguel Sánchez en el baúl de un automóvil. Tiempo después, entregaron el cadáver a su familia (relato ya conocido por otros testigos).

Pero, en realidad, el dato preciso lo dio un suboficial del Servicio Penitenciario Federal, quien le entregó a Giles un papel con la lista de presos políticos que iban a ser ejecutados, en una fecha aún no precisada, esquela que en la jerga carcelaria se denomina “paloma”.
El listado, de más de veinte personas, era encabezado por Sala y el propio Giles, así como también figuraba Aníbal Ponti. Sin embargo, ambos se salvan del traslado.

La despedida

Ese fatídico domingo 12 de diciembre, el Ejército rodeó la U7 e, inesperadamente, llegó el oficial Casco, de la guardia dura, que no debía estar de turno. Fue el propio SPF el que dio la noticia. Y fue Giles quien debió despertar a Sala, que estaba durmiendo la siesta en su celda, para comunicarle el traslado.

Antes de que los trasladados abandonaran el pabellón, el testigo, junto con Miguel Bampini, trató de pedir explicaciones. Pero no hubo respuesta, la orden estaba dada y el macabro plan de traslado ya estaba pergeñado. Fue en ese momento en que se produce la histórica despedida de Sala: “Compañeros, sé que éste no es un traslado más, es un traslado hacia la muerte. Les pido que les cuenten a mis hijos, a mi esposa, a mi pueblo, que muero con dignidad”. Entonces, grita la famosa frase de José de San Martín: “Libres o muertos, jamás esclavos”.

Entonces, los presos políticos llenaron la U7 con la Marcha Peronista, mientras veían cómo Sala se iba saludando con la V de la victoria. “No había sensación de miedo, sino de pérdida”, recordó Giles.

El después

La noticia del supuesto enfrentamiento del 13 de diciembre llegó por la radio clandestina, sintonizando una emisora brasileña: “Cada uno había perdido 10, 20 kilos, no estábamos en condiciones ni de jugar un partido de fútbol, mucho menos de intentar una fuga”, relató.
Más adelante, Giles tuvo la oportunidad de denunciar la masacre ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). También lo intentó hacer ante el ex juez federal de Resistencia Luis Angel Córdoba, pero éste se limitó a decir: “No es mi competencia”.

Ya en democracia, con las leyes de impunidad y los indultos, llevó la denuncia ante el juez español Baltasar Garzón. El final fue con aplausos (incluido el irónico de Horacio Losito, imputado en la causa). Giles se abrazaba emocionado con el ex preso político Carlos Aranda.

Tras el receso invernal, continuará el desfile de testigos que darán cuenta sobre la planificación de los fusilamientos en el descampado de las afueras de la capital chaqueña.

La desnudez del obispo

El cirujano Jorge Migueles, que también declaró en el juicio por la causa Caballero, contó una “confidencia” que le había hecho el ex obispo de Goya, monseñor Devoto, que visitaba a presos políticos en las cárceles.

“Voy a contar algo que me relató en una reunión con sus allegados más íntimos: durante una visita a presos políticos lo obligaron a desnudarse durante la requisa”, recordó Migueles, un secreto develado para demostrar las duras condiciones carcelarias de la dictadura cívico-militar.

Migueles vio cómo torturaban a dos víctimas de la Masacre de Margarita Belén: Arturo Franzen y Patricio Blas Tierno. “No entiendo por qué tanta saña contra ellos. A Franzen lo torturaron cinco veces más que a mí. Y a Tierno, diez veces más”, afirmó. Ya en la U7, Migueles fue alojado en el Pabellón 3, donde compartió celda con otra víctima de la Masacre: Mario Cuevas, que “tenía muchas dificultades para caminar por los golpes y las picaneadas en las piernas”.

“Tenía una herida donde lo picaneaban”

Eusebio Esquivel fue detenido el 28 de julio de 1976. Poco tiempo antes había sido dado de baja en el servicio militar. Por entonces el servicio “a la Patria” era obligatorio, pero él había ido en forma voluntaria.

Lo llevaron a la Brigada de Investigaciones, le sacaron la venda y en los calabozos pudo ver a Tierno, Manuel Parodi Ocampo, Franzen, Luis Barco y Cuevas, “que tenía una herida de bala en la pierna derecha, donde lo picaneaban”. Y los ubicaron en la sala de tortura a dos de los imputados: Luis Alberto Petetta y Aldo Martínez Segón.

El abogado Pujol le pidió al Tribunal que le retirara el papel ayudamemoria que Esquivel tenía en sus manos y consultaba de vez en cuando. El Tribunal accedió (antes de este caso, incluso después, otros testigos sí pudieron tener consigo sus anotaciones).

Ya en la alcaidía policial de Resistencia, Esquivel vio muy golpeados a Lucho Díaz, Fernando Piérola, Roberto Yedro y se enteró de que Néstor Sala estaba en un calabozo, herido de un bayonetazo.

Tras conocer la noticia de la Masacre, los presos políticos “realizamos una jarreada” (golpear los jarros de metal contra los barrotes). “Motín”, murmuró uno de los imputados. Los mandaron a callar.


BALTAZAR GARZON: “LA DEMOCRACIA ES INCOMPATIBLE CON LA IMPUNIDAD”

Aniversario del atentado a la AMIA 

Pagina12

“Marañas de intereses garantizan la impunidad”

Por Martín Granovsky
 
Fue el día más frío del año. ¿Será cierto que las camisetas, puestas por encima de la ropa, abrigan? Eso dijo después del acto Sergio Burstein, de Familiares de las Víctimas en la AMIA. Había una camiseta por cada víctima del atentado. Su amiga Marina Degtiar, que habló en nombre de Familiares, tenía puesta una con el número 25. “Los que protegieron, desviaron, pagaron en forma irregular y destruyeron pruebas, para nosotros son parte de la conexión local”, dijo Marina. Sergio Borger, presidente de la AMIA, dijo que “el buen desempeño internacional del Gobierno debe ser acompañado por la Justicia local”. Y el juez Baltasar Garzón, invitado de honor, dijo que ese día, el 18 de julio de 1994, “todos morimos un poco más, como nos pasa cada vez que actúan el terrorismo y el fanatismo religioso”.

La presencia de Garzón fue como una solidaridad de ida y vuelta. De ida: uno de los jueces más prestigiosos del mundo ponía el cuerpo junto a los familiares de las víctimas y al lado del país que sufrió uno de los atentados más grandes de la historia mundial. De vuelta: Garzón está suspendido como juez y una trama de poder quiere cesarlo. Quienes reciban a Garzón de regreso en Europa, ahora quizás adviertan que si lo atacan estarán agrediendo también al mundo de las víctimas del terrorismo. Ayer, en Pasteur al 600, hubo familiares de los muertos el 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y de los asesinados en Atocha el 11 de marzo de 2004. Todos escucharon la sirena que cada año suena a las 9.53, hora del atentado, como las notas tristes de un shofar, el cuerno de los judíos.

Buena parte del discurso de Garzón –voz firme de Madrid, la Castilla donde vive, con sonidos de su Andalucía natal– combinó el análisis de la Justicia universal y la crítica de los efectos de la impunidad.

Para él, 1994 encierra ese significado doble. Por un lado, la creación de los tribunales penales internacionales, un modo de reconocer el concepto de “víctima universal” y “un mecanismo para exigir el cumplimiento de instrumentos que impidieran los hechos atroces que dieron vida a la Segunda Guerra Mundial”. Por otro lado, el atentado a la AMIA no resuelto hasta hoy, símbolo de la impunidad penal.

“La democracia es incompatible con la impunidad”, dijo Garzón sin vueltas. Y en lo que pareció una referencia a la masacre de Francisco Franco, citó al pensador Isaiah Berlin: “El futuro de un pueblo no se puede construir sobre millones de cadáveres”. Justamente Garzón fue suspendido cuando quiso identificar la suerte de miles de víctimas del franquismo para repararlas también mediante la Justicia.

La impunidad, dijo Garzón, es “un ejemplo de cobardía propio de torturadores y asesinos, pero también es una renuncia al Estado de derecho”. Y agregó: “Ya sabemos que el dictador es un cobarde por naturaleza. Se ampara en el ejército, en policías secretas, en escuadrones de la muerte, en revoluciones mal pensadas o en grupos financieros ocultos. Marañas de intereses económicos y políticos garantizan la impunidad en democracia”.

Recordó La Peste, de Albert Camus. “Se trata solamente, o simplemente, de honestidad, el único medio para luchar contra la peste del fascismo, del terrorismo, de la indiferencia.”
Y parafraseando al poeta Gabriel Celaya, dijo que la Justicia “es un arma cargada de futuro”.

Por la vida

La Justicia española resolvió la masacre de Atocha en un mes. En la Argentina no hay resultados después de dieciséis años. Garzón no mencionó a Juan José Galeano, el juez original de la causa, hoy procesado, o a Carlos Menem y al comisario mayor retirado Jorge Palacios, también procesados por encubrimiento, pero no hacía falta. Dijo que aunque ya “la Justicia ha tomado un rumbo más correcto”, lo que inicialmente “debió ser un trabajo serio se convirtió en una tremenda frustración y rechazo para dar una respuesta”. Y analizó: “Intereses ocultos e insensibles se cruzaron y negaron la mínima compensación a las víctimas. Propiciaron la pérdida de pruebas esenciales, de evidencias. Los que hicieron eso deben responder”.

El juez terminó con dos expresiones, una de ellas en hebreo. “Nunca más. Lejaim, por la vida.”


En el frío lo escucharon miles de personas. Cerca del palco, parados, se ubicaron entre otros el ex presidente Néstor Kirchner, los ministros Carlos Tomada y Alicia Kirchner, el vicecanciller Alberto D’Alotto, los secretarios Juan Manuel Abal Medina y Oscar Parrilli y, más lejos, el vicepresidente Julio Cobos. (ver aparte) Cuando Garzón bajó del palco se paró junto al ex fiscal de Bahía Blanca Hugo Cañón y el rabino Daniel Goldman, los dos encargados de organizar su agenda en esta visita a la Argentina. Cañón, que en 1987 pidió la inconstitucionalidad de la ley de obediencia debida, es amigo personal de Garzón.

El acto fue conducido, en tono cariñoso y a la vez sobrio, por la periodista Mónica Gutiérrez, que arrancó pidiendo un minuto de silencio, recordó sin nombrarlo a Alfredo Yabrán cuando repetía que “tener poder es tener impunidad”, dijo que los chicos pondrían una rosa y una vela por cada uno de los 85 muertos, destacó la presencia de Estela de Carlotto, por Abuelas de Plaza de Mayo, y presentó a los oradores.

Marina Degtiar, hermana de Cristian, asesinado por la bomba, dijo que “esta convocatoria, sostenida en el tiempo es única en el mundo”. Aclaró que “la sirena no suena una vez más”, sino “por primera vez” y “nos despierta de la letanía de angustia”. Pero pidió, en nombre de los familiares, que “no nos tomen por nostálgicos o por ingenuos”, y precisó que “es un día triste” sin que decir eso signifique “regodearnos en el dolor”.

En un párrafo dedicado a Mauricio Macri y a Palacios, Degtiar dijo que “nos inventaron causas para escucharnos ilegalmente, y ése fue el costo que nos hicieron pagar por reclamar al jefe de Gobierno de la ciudad la destitución del jefe de la Policía Metropolitana que había encubierto el atentado”.


Anunció que mañana, por hoy, los familiares se tomarían “nuevamente la licencia de renovar nuestras esperanzas”, pero que ayer, en el acto, “recordar a los familiares duele”. Dijo Marina al final: “Duele una vez más”.

Dedicó una parte de su discurso al tablero internacional. Definió a Irán como un Estado que “financia y sostiene al terrorismo” y “niega el Holocausto e incluso amenaza con borrar a un país del planeta”. Opinó que “se arma nuclearmente con el consentimiento de Rusia y Brasil, país hermano cada vez más lejano” y que “se dan la mano con Venezuela, que lejos de mostrar solidaridad con nuestro reclamo nos da la espalda apañando a un Estado que sembró la muerte y el odio en nuestro país”.

“¿Hasta cuándo el mundo mantendrá relaciones comerciales con Irán permitiendo su penetración?”, preguntó en su discurso el presidente de la AMIA tras recordar que su madre tiene grabado el número del campo de concentración de la Shoá.

Criticó a Irán porque se niega a extraditar a los sospechosos del atentado, uno de ellos el actual ministro de Defensa Ahmad Vahidi, y dijo que “la presidenta de la Nación en la última Asamblea General de las Naciones Unidas, a quien acompañamos, dio un valiente discurso y reclamó al mundo, e instó nuevamente a los ciudadanos iraníes a que se presenten ante la Justicia argentina”.

“Sin justicia sólo hay negacionismo que genera terror, espanto, muerte, irracionalismo”, afirmó Borger.

Al final, Juan Carlos Baglietto cantó “El témpano”. Esa que dice “vivo para no perder”.

viernes, 16 de julio de 2010

LILIANA NEGRE DE ALONSO: ¿NI YANQUI NI MARXISTA?

Liliana Negre de Alonso, senadora nacional por San Luis, integrante del “Peronismo Federal”.

Defiende públicamente a Cecilia Pando y las posiciones mas retrógradas de la Iglesia Católica. Simpatizante del Opus Dei, la organización de ultraderecha mas siniestra que hoy comanda la curia vaticana, la misma que apoyó cuarenta años a la dictadura franquista. Una fina sintonía con aquellos sectores católicos que en 1.865 derrocaron al gobernador Nicasio Oroño en Santa Fe, y "fusilaron" literalmente el expediente de la osada ley de matrimonio civil, el primer antecedente argentino.

Es la espada flamígera de Adolfo Rodriguez Saa, un conservador tradicional disfrazado de peronista, con pasaje de ida desdeel adulterio a la defensa de la familia tradicional.  El Movimiento Peronista antes que nada es dignidad de los trabajadores, derechos e igualdad social.
Negre de Alonso tiene derecho a estar en contra del matrimonio igualitario. Y votar en consecuencia. Lo que es infame y perverso es que utilice cualquier tema para discriminar ciudadanos y para ofender y descalificar al gobierno nacional. Seguramente no es nazi. Pero fascista y franquista seguro.

Estos mismos “peronistas” sin duda hubieran cantado gozosos esa inolvidable consigna lopezreguista: “ni yanquis ni marxistas”. Lo hacían mientras las balas asesinas se llevaban compañeros, secuestraban niños, torturaban. Incluso cuando desaparecian sinsicalistas y delegados de fábrica.

Lo curioso es que estos ideólogos, siempre arreglaron con los “yanquis”. Lo hicieron con el rodrigazo por ejemplo (1975), el ajustazo neoliberal que inauguró la destrucción de la Argentina. Lo hicieron callando en la dictadura… porque los desaparecidos eran “zurditos”. Ellos son los verdaderos infiltrados en los movimientos populares.

Tomemos nota de esos votos en contra del matrimonio igualitario: el de la Senadora por Formosa Adriana Bortolozzi de Bogado, quien se atrevió a decir que el avión presidencial es un calabozo. Curiosa gratitud política la de esta senadora que ahora se “borocotizó”, olvidando que fue Nestor Kirchner y luego Cristina quien dieron a Formosa su reparación histórica que permitió asfaltar rutas, edificar hospitales, viviendas, mas de 500 escuelas y muchísimas obras mas.

Del mismo modo José Mayans (FPV) y Luis Naidenoff (UCR), también de Formosa. La del señor feudal de Salta Juan Carlos Romero y su secretaria Sonia Escudero y tantos otros. Las palabras de Hilda Chiche Duhalde merecerian un libro completo...

Reutemann como siempre se quedó sin nafta justo antes de la votación.

Para los senadores opositores que votaron a favor de la ley, el agradecimiento por su acto de dignidad
.
A la derecha reaccionaria de siempre, le decimos que inevitablemente se va a extinguir, aunque se disfrace de peronista. De eso Darwin sabia mucho aunque quieran prohibirlo.

ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DE ENVAR EL KADRI

Envar El Kadri... un militante de esos que escribieron la historia de la Argentina, solo con su compromiso y lucha. Un "héroe en grupo" como diría Oesterheld.

Un abrazo para su madre Ester y su hermana Susana.

Gracias Eduardo por el video!

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