domingo, 9 de enero de 2011

Una organización busca reinstalar una aggiornada teoría de los dos demonios

 
Representa a víctimas del “terrorismo” y sostiene que el delito de lesa humanidad no debe aplicarse.
 
Las estrategias de la derecha prodictadura se renuevan, de manera lenta y sigilosa. También los rostros de quienes las llevan adelante. Tal es el caso de Victoria Villarruel, la abogada que preside el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), una asociación civil que, bajo un discurso de pacificación e igualación ante la ley, busca equiparar los crímenes del terrorismo de Estado con las muertes causadas por la guerrilla argentina de los ’70. Agrupaciones como el Celtyv o como la que lidera Cecilia Pando plantean “una estrategia de erosión del consenso social hacia las reivindicaciones de juicio y castigo a los culpables de las atrocidades cometidas por el régimen cívico-militar” y pretenden instalar una “teoría de los dos demonios aggiornada”, opinó el investigador Germán Ferrari a Miradas al Sur. Villarruel, en cambio, sostiene: “El delito de lesa humanidad no opera en los términos que se aplican en nuestro país, ni para las organizaciones armadas ni para los agentes del Estado”.

Esta semana los miembros del Celtyv tuvieron henchido su orgullo: el diario conservador The Wall Street Journal publicó una nota sobre Villarruel y sobre los ’70 en la Argentina: “Fue una ola de carnicería y destrucción causada por bandas de guerrilleros inspirados por Castro que buscaban tomar el poder aterrorizando al país. Sus acciones provocaron un caos que llevó al golpe militar”, describió la periodista Mary Anastasia O’Grady. Y agregó: “Debido a la deshonrosa caída del gobierno militar, los terroristas y sus simpatizantes han tenido éxito en volver a escribir esta historia, al describir solamente los crímenes de sus enemigos uniformados. Algunas personas que son actuales o ex integrantes del gobierno de Kirchner, otros que son congresistas y otros que trabajan en los medios fueron integrantes bien conocidos de organizaciones subversivas”.

Días después, el artículo fue amplificado por La Nación. El diario de los Mitre suele darle generosos espacios para que la abogada escriba a piacere. Y muchos editoriales insisten con la “pacificación” y la amnistía. Villarruel es autora del libro Los llaman…jóvenes idealistas. El texto tiene un informe basado en un relevamiento de diarios de la época. En ese conteo –que va de 1969 a 1979– Villarruel estableció que “hay más de 13 mil personas con nombre y apellido que han sufrido el ataque de terroristas”. El cálculo no termina allí: sostiene que otras once mil personas sin identificar recibieron agresiones de “tipo colectivo”. Unas 20 mil personas que, “con su núcleo familiar,” Villarruel expande a 80 mil chicos, hombres, mujeres, civiles y uniformados que –según la abogada– “fueron agredidos por miembros de organizaciones terroristas”.

Para el periodista y escritor Germán Ferrari, “el Celtyv, la Afyappa, la Afavita y otras entidades similares tienen como antecedente histórico a Famus (Familiares y Amigos de los Muertos por la Subversión), aquella agrupación surgida durante la última dictadura que batalló contra la democracia naciente en 1983, enfocando sus críticas hacia los juicios contra los partícipes del terrorismo de Estado. Las misas de Famus, con sermones y manifestaciones a favor de la dictadura y la represión, sufridas por Alfonsín en especial durante su primer tramo de gobierno, pueden equipararse con los actos que los nostálgicos del ‘Proceso’ organizan cada 24 de marzo y 5 de octubre.”

Ferrari está convencido de que estos nucleamientos surgidos en los últimos años “plantean una estrategia de erosión del consenso social hacia las reivindicaciones de juicio y castigo a los culpables de las atrocidades cometidas por el régimen cívico-militar que gobernó entre 1976 y 1983”. Por un lado, dice, “enarbolan el discurso de la ‘pacificación’, la ‘concordia’ y la ‘reconciliación’, que tiene como objetivo una amnistía”. Y, por el otro, intentan “instalar una ‘teoría de los dos demonios’ aggiornada”. Esta línea de acción podría sintetizarse así: “Si en la sociedad y en los tres poderes del Estado ya no hay lugar para un ‘perdón’, y los juicios contra el terrorismo de Estado avanzan, entonces que también sean juzgados los ex integrantes de organizaciones guerrilleras”. Ferrari cree que es un intento por extender el concepto de crimen de lesa humanidad. “Este reclamo pregonado en los últimos años, en confrontación con la política estatal sobre derechos humanos, contrasta con la demanda de justicia, verdad y memoria que desde hace más de tres décadas enarbolan los organismos defensores de los derechos humanos”.

¿La tercera es la vencida? Villarruel parecería estar llenando un lugar en el tablero que antes fue ocupado por dos alfiles del activismo procesista: Karina Mujica y Cecilia Pando. Se sabe: Mujica lideraba la agrupación Memoria Completa y era una férrea defensora de represores. Tanto, que había sido novia del marino Alfredo Astiz, el ícono asesino de la Esma. La joven cayó en desgracia cuando un programa de tevé la mostró trabajando en un prostíbulo de Mar del Plata. A partir de eso, Mujica se esfumó. Ella y su militancia. La estrella de Pando, en cambio, comenzó a apagarse luego de que puteó a los jueces de un tribunal y amenazó, desencajada, con degollar al secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde (el bueno). Fue en 2008, al finalizar un juicio en Corrientes en el que se condenó a tres militares retirados y un gendarme. El año pasado intentó, con otras mujeres de su agrupación, hacer un acampe en el edificio Libertador, sede del Ministerio de Defensa. Duraron poco. Hoy, se muestra cerca de Eduardo Duhalde (el malo). Y muchos de sus ex seguidores le dieron la espalda. Como Villaruel. “El Celtyv no tiene opinión institucional respecto de Afyappa o de Cecilia Pando, porque no forman parte de nuestra área de trabajo”, dijo Villarruel a Miradas al Sur. Y agregó que la agrupación “no reivindica nada del gobierno de facto”.
 
–¿Por qué habla de “terrorismo” para referirse a las acciones de la guerrilla?

–Cuando la guerrilla abandonó el enfrentamiento directo y exclusivo contra su oponente armado, y violó las convenciones internacionales que regulan los conflictos de baja intensidad para cometer atentados terroristas que agredieron a la población civil, se transformaron en organizaciones terroristas que hicieron de la utilización de coches bombas, secuestros extorsivos, copamientos de poblaciones civiles un método que aterrorizó a la población civil.
 
–¿Qué opina de los juicios de lesa humanidad?

–El Celtyv entiende, ajustándose a derecho, que el delito de lesa humanidad no opera en los términos que se aplican en nuestro país, ni para las organizaciones armadas ni para los agentes del Estado. Sin embargo, el Gobierno tiene otra posición y lleva adelante esos juicios, con lo cual crea una verdadera discriminación entre víctimas pues a un sector le reconoce todos los derechos y a las víctimas inocentes se los niega. La lesa humanidad fue lo primero que estudiamos, dado que en el mundo el terrorismo es considerado así, pero en Argentina el camino estaba cerrado por las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Cuando las mismas fueron anuladas y comenzaron los juicios, nuestras víctimas reclamaron ante la flagrante discriminación que se constituyó desde el Estado.
 
En su libro Símbolos y fantasmas. Las víctimas de la guerrilla: de la amnistía a la “justicia para todos”, Ferrari retoma un concepto de la politóloga Pilar Calveiro –que fue detenida-desaparecida– para explicar la “simplificación que suelen hacer diversos sectores de la sociedad cuando usan indistintamente los términos ‘terrorismo’ o ‘guerrilla’”. En el texto Acerca de la difícil relación entre violencia y resistencia, Calveiro argumenta: “Los movimientos armados latinoamericanos no fueron terroristas, salvo algún caso verdaderamente excepcional, como parece haber sido el de Sendero Luminoso; resulta importante señalar que guerrilla y terrorismo no son sinónimos, como afirma cierto discurso pretendidamente democrático. El terrorismo se basa en el uso indiscriminado de la violencia sobre la población civil, con el objeto de controlar a un grupo o una sociedad por medio del terror. Las prácticas de las guerrillas latinoamericanas no se caracterizaron por este tipo de accionar, sino por operaciones militares bastante selectivas, dirigidas contra el Estado, principalmente contra fuerzas militares y policíacas. Esta distinción es de primordial importancia en el momento actual, en que se tiende a fundir y confundir cualquier recurso a la violencia con el terrorismo, como forma de descalificación. La asimilación de toda práctica violenta al fenómeno terrorista es una manera de desacreditar en bloque las violencias revolucionarias o resistentes para, al mismo tiempo, convalidar las estatales –siempre más poderosas y letales– como ‘necesarias’”.
 
El Celtyv –como otras agrupaciones prodictadura– suelen echar mano al Estatuto de Roma para pedir que los crímenes de las organizaciones armadas sean considerados de lesa humanidad, como los perpetrados por el terrorismo de Estado. Quien dio el primer paso en ese sentido es el vicepresidente del Celtyv, Arturo Larrabure. Es uno de los hijos del coronel Argentino del Valle Larrabure, secuestrado en 1974 por el ERP y muerto al año siguiente en circunstancias aún no esclarecidas por la Justicia. El expediente sobre la muerte del militar se reabrió en 2007 y fue –como antes lo había sido Aramburu– el caballito de batalla para instalar la idea de que las muertes causadas por la guerrilla son imprescriptibles.
 
El jurista argentino Juan Méndez es el actual relator especial sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes de la ONU. En una entrevista para la revista Nómada fulminó esa hipótesis. Señaló: “El Estatuto de Roma que crea la Corte Penal Internacional no hace distinción entre agentes estatales y no estatales, y de hecho los imputados por la CPI pertenecen a ambas categorías. Es difícil encontrar una base fáctica en el caso argentino, por dos razones. En primer lugar, porque los delitos atribuidos a los alzados en armas en Argentina no incluyen ataques a la población civil, ni la tortura del enemigo rendido. En segundo lugar, porque aun en los hechos que podrían ocupar una zona gris –como la toma de rehenes o la eliminación de un rehén en estado de indefensión– el Estado argentino ha tenido más de treinta años para procesar y castigar a los responsables, y durante todo ese tiempo no hubo amnistías ni indultos generalizados que lo impidieran. El Estado represor no tuvo interés en juzgar y castigar sino en eliminar físicamente al adversario, y además de maneras terriblemente crueles. Es por eso que ahora la justicia no tiene elementos para perseguir penalmente aquellos delitos cometidos por los alzados en armas, no porque haya respecto de ellos una doble vara que los distinga de los crímenes del terrorismo de Estado.”
 
Méndez también opinó sobre los habituales llamados a la pacificación, a la reconciliación y a la concordia que suelen reclamar estos grupos. Para el funcionario de la ONU, “es posible pero ilegítimo e inmoral hablar de reconciliación entre víctimas y victimarios, entre torturadores y torturados, entre asesinos y los familiares de los asesinados”. Y agregó: “En América latina hemos cometido el error de dejar que los enemigos de la justicia se apropien del término ‘reconciliación’ y lo usen para sus fines. Pero el Estado no puede, a través de las políticas públicas, decretar el perdón ni obligar a las víctimas a perdonar”.

HORACIO VERBITSKY: Tecnología agropecuaria

Por Horacio Verbitsky
 
La filial argentina de la trader transnacional Nidera, que redujo a servidumbre a 133 trabajadores traídos desde Santiago del Estero, paga el 1 por 10.000 de sus ventas en concepto de impuesto a las ganancias, indicador de maniobras delictivas. Las de los últimos tres ejercicios, en los que aún no operó la prescripción son investigadas en el juzgado penal tributario N 1o. Aunque sus ventas en el trienio 2007-2009 superaron los 12.000 millones de pesos, Nidera declaró márgenes de utilidad bruta insignificantes, del 7 por ciento en promedio. Su utilidad neta declarada rondó el 0,5 por ciento sobre ventas en 2007 y 2008 y pérdidas contables de 140 millones de pesos en el año que acaba de finalizar. La AFIP le reclama el pago de 260 millones de pesos.

Contabilidad creativa

El abismo entre esa facturación milmillonaria y las utilidades exiguas o nulas es una obra de contabilidad creativa que se basa en un trípode: facturas de proveedores inexistentes, triangulación de exportaciones y personal no declarado. Su objetivo es evadir o eludir el pago de cuatro impuestos: retenciones, ganancias, IVA y contribuciones patronales. Hace cinco años, la AFIP denunció una organización criminal que se encargaba de proveer facturas apócrifas a diversas empresas. De esa causa madre se desglosaron otras, según quiénes fueran sus usuarios. Una de ellas fue la de Skanska. Esa constructora sueca reconoció una evasión fiscal por 13,5 millones de pesos, más IVA, suma que pagó para cerrar la causa penal tributaria. Los programas informáticos de la AFIP ya reconocen de inmediato las facturas de esas firmas fantasma. En el caso de Nidera detectó varios millones de esos falsos comprobantes, que sirven para justificar la compra de cereales en negro, evadir el IVA compras y solicitar el reintegro del IVA por las exportaciones realizadas. La trasnacional Nidera, con sede en Holanda, controla la empresa Concordia Agritrading PTE Ltd, de Singapur, hacia donde se dirige el 90 por ciento de sus exportaciones argentinas de cereales, según la declaración de aduana de Nidera. Es decir, que se vende a sí misma. Sin embargo en sus permisos de embarque consta que la carga se dirige a Brasil, China, España, India y Perú. El impuesto a las ganancias en esa ciudad-estado asiática es la mitad que en la Argentina: 17 contra 35 por ciento. Los granos jamás pasan por Singapur. En la Argentina la empresa no paga porque declara un margen de utilidad nula. La mitad de las ventas de Nidera está constituida por commodities, cuyo precio internacional es conocido y pagan derechos de exportación. Los fideos de soja, en cambio, no tributan derechos de exportación y no tienen un precio único de mercado. Por eso, la contabilidad de Nidera sólo acusa un 20 por ciento de commodities y un 80 por ciento de otros productos.

Nidera es uno de los principales expositores en Expoagro, la megamuestra de tecnología agropecuaria organizada por una sociedad cuyos accionistas son los diarios Clarín y La Nación. Tanto La Nación Campo, como Clarín Rural, Radio Mitre, Radio la Red Rural y Expoagro auspiciaron un concurso organizado por Nidera para docentes y alumnos de escuelas agrotécnicas sobre cuidado del suelo. Expoagro se realizará en la primera semana de marzo en el establecimiento La Flamenca, de Baradero. En su parcela de La Flamenca, Nidera expondrá nuevos desarrollos genéticos en soja, maíz, girasol y sorgo y presentará nuevas estrategias para lidiar con las malezas resistentes al glifosato. Habrá una variedad de soja “para lotes de máxima tecnología y manejo moderno” y una tecnología de preinoculado “que se impone cada vez más entre los productores de avanzada”. La Flamenca queda a 30 kilómetros de la estancia El Algarrobo, donde la justicia provincial descubrió el campamento de trabajo esclavo. Clarín recién informó el miércoles en forma escueta sobre el procedimiento en El Algarrobo. Luego de una inicial nota informativa, La Nación adhirió a las desmentidas de Nidera y ayer publicó un furibundo editorial titulado “Las condiciones de trabajo rural” en el que afirma que las denuncias “sobre supuestos casos de esclavitud deben ser investigadas sin contaminaciones políticas e ideológicas”.

Cargos, descargos y refutaciones

Nidera negó haber contratado trabajadores en negro “o en infracción de las condiciones legales de trabajo”. Dijo que los 133 trabajadores reclutados en Santiago del Estero tenían el aviso de alta temprana que establece la AFIP y que los 19 menores contaban con la autorización legal de sus padres. Agregó que había contratado seguros de vida y de riesgos de trabajo para todos y que les realizó exámenes médicos preocupacionales. El transporte fue en ómnibus “registrados ante la Comisión Nacional de Regulación de Transporte” y en el lugar “se les proveyó de todos los elementos necesarios para realizar la tarea de desflore de maíz”. Según la empresa, podían entrar y salir sin restricciones y si alguno quería volver a Santiago, Nidera ponía un transporte a su disposición. También dijo que les proveyó vivienda y alimentación adecuadas. Tenían cama, colchones, botiquín y elementos para su higiene personal y los centros de salud de la zona estaban notificados de su presencia por si requerían atención de emergencia. Su gerente de Recursos Humanos, Juan Carlos Artiagoitia, les dijo a los periodistas María O`Donnell y Edgardo Alfano que Nidera no intervenía en las transacciones entre los trabajadores y el proveedor de alimentos y otros productos. “No realizamos descuentos sobre recibos de sueldo ni intermediamos de ninguna manera”, dijo.

Un delito federal

El fiscal de San Nicolás Rubén Darío Giagnorio intervino en aplicación del artículo 140 del Código Penal que castiga con reclusión o prisión de tres a quince años la reducción a y el mantenimiento de una persona en servidumbre o condición análoga. La reducción a servidumbre es absorbida por el delito federal de trata de personas, que incluye la explotación de la víctima. Por eso luego de iniciar la instrucción la remitió a la Fiscalía Federal de San Nicolás. La ley 26.364 de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas fue sancionada en abril de 2008 por iniciativa de la entonces senadora y hoy diputada Vilma Ibarra (Nuevo Encuentro). Contempla tanto los trabajos forzados cuanto el comercio sexual o la extracción ilícita de órganos de personas reducidas a una situación de esclavitud o servidumbre y, en el caso de menores de 18 años, no admite el consentimiento. Desde hace años el ministerio de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos exige que todos los países castiguen la trata. El fiscal Giagnorio dijo que hasta que él se desprendió de la causa, Nidera no había probado que la situación de los trabajadores fuera regular. El contrato de arrendamiento de la estancia El Algarrobo manifiesta que el desflore de maíz se realizaría a máquina. Pero en el lugar no había ningún tipo de maquinaria y estaba previsto que todo el trabajo se hiciera a mano, ya que “dadas las condiciones laborales en que tenían a esta gente, era mucho más barato”. Agregó que, según los ingenieros de la cerealera, la proveedora de alimentos Comat S.A. había sido contratada por Nidera luego de una “licitación interna” en la que presentaron “un listado con los precios a los que vendería sus productos”. Nidera se haría cargo de 24 pesos por día por persona y el excedente del consumo sería descontado de la paga de cada trabajador. En la estancia La Luisa, que allanó pocos días después siguiendo una indicación de los trabajadores esclavos de El Algarrobo, la empresa Southern Seeds Production había contratado un proveedor de alimentos a precios altos, pero “muy inferiores a los de Comat”. Los documentos de los trabajadores fueron secuestrados en las oficinas de SSP, lo cual implica que no podían irse si lo deseaban.

El alta temprana

Un misterio que hasta la noche del viernes no se había esclarecido era la existencia o no del alta temprana de los trabajadores de Nidera que, según la ley se debe realizar en un formulario electrónico de la AFIP, antes de que una persona empiece a trabajar, como su nombre lo indica. Nidera sostuvo que había cumplido con ese requisito, pero las autoridades del ente recaudador lo negaron. Un alto funcionario dijo que en muchos casos las empresas las realizan después de ser descubiertas. El ministro de Trabajo bonaerense, Oscar Cuartango, opinó que según su intuición y su experiencia Nidera “debe tener los contratos laborales en regla” porque “empresas tan grandes jamás se arriesgan tanto”. La práctica recurrente de estas empresas es presentar la documentación sólo después de una denuncia ministerial o judicial por contratación en negro “como una cortina de humo para ocultar todo lo demás, como las condiciones de total hacinamiento e insalubridad en las que estas personas estaban”. Su viceministro, Carlos Molina, dijo el viernes que las altas tempranas ante la AFIP eran “lo único en regla que Nidera tiene respecto del listado de cosas que mencionó en su comunicado. Esto no exime de ningún tipo de responsabilidad por las condiciones laborales, y desde el Ministerio vamos a labrar las infracciones correspondientes”, agregó. Entre la documentación que no presentaron mencionó los seguros de vida y contra riesgos de trabajo, los exámenes preocupacionales y los aportes previsionales y sindicales. También el secretario de Relaciones Laborales del ministerio de Trabajo de la Nación, Alvaro Ruiz entiende que el registro de los trabajadores no borra la responsabilidad de la empresa por las condiciones inhumanas en que tenía a sus trabajadores. Ruiz preside la Comisión Nacional de Trabajo Agrario, que el 3 de diciembre de 2008 estableció por primera vez la jornada laboral de 8 horas diarias o 48 semanales para los trabajadores agrarios de todo el país, desde el lunes hasta el mediodía del sábado, sin excepciones. Esa resolución también reguló el pago de horas extra: 50 por ciento por encima de los máximos diarios y semanales establecidos y el doble los sábados después de las 13, los domingos y los feriados. En contra de esa resolución se pronunciaron los representantes de las cámaras patronales: Sociedad Rural, CRA, Federación Agraria y CONINAGRO. En junio de 2010, la presidente CFK presentó un proyecto de ley de Reforma del Régimen de Trabajo Agrario, en reemplazo del régimen nacional de trabajo agrario decretado por el dictador Jorge Videla en 1980, que estableció que la duración de la jornada se ajustaría a los usos y costumbres de cada región o a la naturaleza de la explotación y omitió la situación de los trabajadores no permanentes, como los esclavizados por Nidera. En los fundamentos del proyecto, la presidente y el ministro de Trabajo Carlos Tomada sostienen que más de dos tercios de los trabajadores del sector son no permanentes y “se encuentran desprovistos de los más elementales derechos ya no sólo laborales sino humanos”. En ese sector, agregan, “coexisten bolsones de atavismo con otros que se encuentran en permanente innovación y modernización” y proponen “contribuir al desarrollo del sector en el marco de un proyecto de país más equitativo y solidario”. La reforma, que no interesó al Grupo Ahhh..., establece tres tipos de contratación rural: permanente de prestación continua (quienes trabajan de lunes a viernes), temporario (quienes trabajan por periodos estacionales) y permanente discontinuo (quienes trabajan de forma eventual). Ruiz destaca la responsabilidad del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (Renatre), organismo autárquico controlado por las cuatro organizaciones de la Mesa de Enlace y por UATRE, que tiene a su cargo el registro de las empresas y los trabajadores del sector. El proyecto lo reemplaza por un nuevo Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios, en el ámbito estatal.

(Entrevistas Adrián Vigna.).

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ANDRES CUERVO LARROQUE: “La acción del Estado cambia la realidad”

 Por Julián Bruschtein
 
Dando forma a la integración de nuevos militantes, el secretario general de La Cámpora Andrés “El Cuervo” Larroque –subsecretario para el Fortalecimiento de la Democracia– palpita que este año las vacaciones van a ser “una escapada algún fin de semana”. Larroque sostiene que el fenómeno del acercamiento de jóvenes para militar en el kirchnerismo “todavía es muy alto” y agrega que la particularidad “es que ahora se están acercando en grupos”. “Nosotros estamos todo el tiempo de campaña”, señaló el dirigente en diálogo con Página/12 y aseguró que “Néstor (Kirchner) transformó las utopías en un plan de trabajo realizable”.

–¿El aluvión de militantes que aparecieron después del funeral de Kirchner todavía se mantiene?

–En aquel momento hubo una explosión inicial que superó lo previsible, porque estamos hablando de miles de mails y de mensajes. Hoy el flujo se mantiene en un nivel muy superior a lo normal, pero por supuesto no en el nivel de los primeros días. Es constante la cantidad de compañeros y compañeras que se quieren sumar. Lo que está apareciendo últimamente son grupos o pequeños espacios que tenían un trabajo y que quieren insertarse en una realidad más vinculada con una construcción nacional y un espacio que los contenga. Tenemos mucho trabajo y por eso estamos adecuando la estructura a este nuevo tiempo.
–¿De qué forma se preparan para un año marcado por las elecciones presidenciales?
–Para nosotros no hay diferencia: estamos siempre en campaña porque la defensa del proyecto nacional –más allá de la cuestión electoral– es una pelea cultural que se da cotidianamente. No discutimos candidatos, nosotros discutimos un proyecto que tiene una concepción estratégica de la Argentina, que tiene en sí una pelea cultural muy fuerte de fondo y esto te obliga a discutir en todos lados: desde la parada de colectivo, el supermercado o donde sea. Porque este proyecto está acechado por un bloqueo mediático muy fuerte y necesita de los militantes para poder dar la batalla cultural que se da casa por casa, sin dejar de lado ninguna herramienta. En el Facebook, el Twitter, los blogs y con la presencia en los distintos territorios uno siempre está dando la discusión, por lo tanto para nosotros no importa tanto cuándo empieza la campaña.

–En los últimos tiempos varios integrantes de la agrupación ingresaron al Gobierno. ¿Cómo encaran la gestión?

–La militancia para nosotros tiene un sentido integral. Eso quiere decir que tenemos la misma actitud estemos dando la pelea en una discusión, en una volanteada en Soldati, en el conurbano o en el interior o que algún compañero tome la responsabilidad de desarrollar tareas de gestión. Los compañeros que estén capacitados y formados como para aportar al Gobierno por supuesto que están a disposición de la Presidenta para dar todo. Y cada compañero que tiene el honor de estar en un lugar de gestión de importancia por supuesto que lo tiene que hacer con humildad y con un sentido militante y tiene que dar el ejemplo, porque ha sido reconocido para ocupar un lugar de responsabilidad. Porque en ese punto es donde se puede unir la acción del Estado, que es lo que transforma la realidad social, con la acción de los militantes. Una idea bien desarrollada desde la gestión llega a muchísimos argentinos.

–¿Cuáles son los desafíos que se plantean en lo inmediato?
 
–Consolidar la correlación de fuerzas y tener mucha organización: el pueblo movilizado, el pueblo concientizado, esa es la batalla cultural. Que directamente sea el pueblo organizado el que vaya por esas demandas. El ejemplo de la ley de medios hay que tomarlo para trabajar las demandas pendientes de la sociedad: la construcción colectiva de una herramienta jurídica que después pueda utilizar la sociedad. Lo que necesita la juventud es la profundización del proyecto. Por eso la agenda la tienen que construir los pibes, porque este gobierno ha demostrado que se hace cargo de las demandas. Néstor transformó las utopías en un plan de trabajo realizable, y eso es lo que hace Cristina hoy. Ese es el camino.

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domingo, 2 de enero de 2011

ESTER EL KADRI: “En cada uno de los jóvenes que milita veo un poco de mi hijo”

Nació en Córdoba el 8 de julio de 1923. Su hijo, Envar el Kadri, fue uno de los fundadores del Movimiento Juventud Peronista y de las Fuerzas Armadas Peronistas. Tras la muerte de Envar en 1998 de un ataque al corazón, Ester continúa trabajando por recordar, prolongar y reivindicar su lucha. Un retrato desde los días de la resistencia a los de Cámpora, y de la dictadura a la democracia.
Ester el Kadri tiene 87 años y una infinidad de momentos dolorosos a cuestas. Al igual que su hijo Envar, siente la necesidad de dar testimonio, de contar su historia, la de los años peronistas, la de la dictadura y el exilio, la del florecimiento de la democracia. Cuando ve a la nueva generación de jóvenes en la calle o vuelve a escuchar la palabra militancia, dice sentir que el legado de su hijo aún está presente y que él definitivamente ganó la lucha por la memoria, por querer cambiar el mundo.

Envar Cacho el Kadri nació en Río Cuarto un 1° de mayo de 1941 con el sonido de los actos políticos de fondo. Eran las bombas de estruendo del Partido Socialista las que se hacían oír mientras él venía al mundo. Hijo de Khaled el Kadri, un inmigrante libanés que en 1945 fue nombrado comisionado municipal de La Laguna, un pueblito de Córdoba, Envar se crió en un hogar peronista.

“Recuerdo que cuando tenía tres o cuatro años, antes de venirnos a Buenos Aires, mi hijo iba a la plaza del pueblo y hablaba como si fuese Perón, lo imitaba. Es que nosotros fuimos peronistas desde que tengo noción.”

–¿Cuándo comenzó a militar?

–Al empezar a estudiar en el Nacional Urquiza, en Flores, después de que lo echaron del Liceo Militar General San Martín. A los 14 años estaba en el Liceo y sufrió mucho cuando quemaron La Razón de mi vida porque además se le reían en la cara.

–¿Cómo fueron para su hijo los primeros años de la Resistencia?

–Recuerdo que se juntaban en la esquina de Corrientes y Esmeralda con Jorge Rulli, Gustavo Rearte, Carlitos y Susana Caride, Héctor Spina, y tantos otros. Hacían pintadas, tiraban globos gigantes con la imagen de Perón, sacaban el periódico Trinchera

–¿Cuándo fue detenido por primera vez?

–Con el plan Conintes, bajo el gobierno de Frondizi. Primero balearon a Gustavo Rearte y después lo metieron preso. Posteriormente secuestraron a Felipe Vallese y al poco tiempo lo vinieron a buscar a Envar y lo mandaron a Caseros.

–¿Cómo eran las visitas a la cárcel?

–Para mí era muy duro. Nosotros íbamos siempre porque era nuestra manera de demostrarle nuestro apoyo. Esa primera vez lo sentenciaron a cinco años y lo mandaron a Neuquén. Estando allá para su cumpleaños, uno de los últimos días que fui a visitarlo, el nene ya no estaba. Volví a Buenos Aires y supe por otras personas del partido que estaba en Santa Rosa, La Pampa. En ese ínterin, a Omarcito, mi hijo más chico que tenía 11 años, se le detectó un problema en el riñón y repentinamente murió el 25 de mayo. Ahí sentí por primera vez el dolor de llevar a un hijo al cementerio. ¡Cuántas cosas en tan poco tiempo! La Comisión de Familiares Detenidos que yo integraba, el papa de Spina y de Rulli, hablaron con Matera y logramos que dejaran venir a Envar al velatorio. Son cosas que he pasado y no es fácil. Cuesta seguir adelante pero hay que luchar. Hace dos semanas estuve en la despedida de año de la Oesterheld donde desde hace 14 años se lo recuerda cada lunes. Estuve con mi amiga Elisa, su señora, en el Torcuato Tasso, donde había unas 500 personas. Yo me reía, disfrutaba y me di cuenta que eso les sorprendió: “¿Ustedes no sabían que yo era divertida también?”, les pregunté. A veces uno ha sufrido tanto que se olvida de sentirse bien.

–¿Luego del velatorio del hermano, Envar volvió a La Pampa?

–Sí, pero finalmente sale al poquito tiempo, en el ’63, con la Ley de Amnistía de Arturo Illia. Para nosotros fue como un premio porque se fue un hijo pero volvió otro. Una vez en libertad, Envar continuó con la carrera de Derecho y funda con Carlitos Caride el Movimiento Juventud Peronista (MJP).

–Ese mismo año viajó a Madrid y se reunió con Perón. ¿Qué cosas contaba de ese encuentro?

–Al finalizar la reunión, Perón le dijo: “Bueno, ahora hagamos la foto”, a lo que mi hijo respondió: “No, General. Yo no vengo a sacarme la foto para la posteridad sino a que me dé instrucciones para la resistencia”. ¡Envar estaba enojado porque el General no le decía nada! Ellos iban con la precisa. Habían hecho mucho sacrificio para ir, no era fácil, nosotros le habíamos sacado el pasaje pagándolo por mes porque él tampoco quería que se lo pagase cualquiera y que después lo quisieran manejar.

Taco Ralo. Tras el fracaso del Operativo Retorno de 1964, integrantes del MJP fundaron las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) a fines de 1967 y un año después intentaron instalar un foco guerrillero en Taco Ralo, Tucumán.

–Yo creía que estaba en Cuba. Mi marido me contó varios años después que él sí sabía que estaba en Taco Ralo. Los descubren el 19 de septiembre del ’68 e inmediatamente nos tomamos un avión, gracias a que mis hijas Sara y Susana nos dieron sus sueldos para costear el viaje. Nos tuvieron como tres o cuatro horas y nos decían que ya lo íbamos a ver. Al final sólo nos dejaron verlo desde una ventanita. Estaba sentado en el suelo. Yo lo vi destruido, levantó la mano y nada más. Luego volvimos al hotel y Dios me libre, todo dado vuelta. ¡Esa era la intención de la espera! Nos habían revisado hasta el último pañuelo.

–¿Considera a Taco Ralo como una de las primeras acciones de la resistencia armada?

–Si bien anteriormente hubo otros guerrilleros en el monte, como Jorge Masetti, Federico Méndez o Héctor Jouvet, sinceramente yo no sé por qué no empiezan la historia desde Taco Ralo.

–¿Cómo vivió los constantes traslados por las distintas cárceles?

–Era muy triste. Sé que apenas entraban a un lugar nuevo les daban con todo. Mi hijo nunca nos contó nada pero sé por David Ramos que una vez que lo torturaron a Cacho quedó casi muerto en la parrilla. David estaba en la habitación de al lado y escuchó cuando decían que al siguiente no lo iban a torturar tanto por lo que les había pasado con Envar. Gracias a Dios lograron revivirlo.

–¿Cuándo consiguió nuevamente la libertad?

–En mayo del ’73, con la Ley de Amnistía cuando asume Cámpora. ¡No sabés la belleza que fue la Unidad 9 de La Plata! Desde la puerta hasta la vereda lo llevaron en andas, todos cantando, gritando. Fue algo impresionante.

–¿Cómo surgieron las diferencias con Montoneros?

–Una vez en libertad, Envar tuvo reuniones con los distintos grupos. Ahí se dividieron las aguas porque algunos optaron por seguir luchando y él no estuvo de acuerdo. Él era de la idea de que al tener un gobierno constitucional y popular no se debía combatir, pero ellos quisieron continuar la lucha armada. David Ramos lo reemplazó en la representación de las FAP y él creó las FAP 17 de Octubre. Se puso a disposición del gobierno electo y trabajó como asesor del decano de la Facultad de Derecho de la UBA durante unos meses.

El exilio. Luego de la muerte de Perón y de las constantes persecuciones de la Triple A contra él y sus compañeros, Envar decidió exiliarse en 1975. Ante esa circunstancia descubrió un nuevo motivo de lucha: los derechos humanos y la cultura. Acompañó las primeras acciones de las Madres de Plaza de Mayo y fue miembro fundador de la Asociación Internacional para la Defensa de los Artistas, víctimas de la represión del mundo (Aida). Además publicó el libro Argentina: cómo matar a la cultura, con testimonios sobre la represión cultural y realizó una autocrítica muy profunda en Diálogos en el exilio, obra que reúne sus conversaciones con Jorge Rulli.

Ester atravesó una infinidad de momentos difíciles junto a su hijo y recordar ciertas etapas de su vida la lleva a dejos de tristeza. Uno de los recuerdos es el asesinato en manos de la Triple A de Julio Troxler, amigo y compañero de Envar, en 1974. A esta nueva pérdida se le sumó la versión de que en la Presidencia había una lista donde figuraba que su hijo sería el siguiente. Poco después las largas horas de viaje para las visitas en la cárcel a las que Ester estaba acostumbrada, debieron reemplazarse por espaciados llamados desde el exilio parisino.

–Se fue clandestinamente. Primero a Uruguay, luego a Brasil y de allí al Líbano donde se quedó menos de un año porque empezó la invasión de Israel. Después fue a Madrid donde lo detuvieron pero sin darlo por preso. Tanto hicieron sus amigos que finalmente lo largaron en la frontera con Francia. Ahí Norman Briski le dio lugar para vivir. La vez pasada me lo encontré y le agradecí tanto. “Pero el agradecido era yo, si me traía comida”, me dijo riéndose. Resulta que Envar había empezado a trabajar limpiando un restaurant, la dueña lo quería tanto –él se hacía querer con todo el mundo- y les daba de todo.

–Al pedir asilo político y quedarse en París, ¿continuó su militancia?

–Desde allá luchó fuertemente por los derechos humanos. Participó en el Comité Contra la Organización del Mundial de Futbol en la Argentina (Coba), fue organizador de la famosa Marcha por los Cien Artistas Argentinos Desaparecidos de 1979, y participó en infinidad de actos por la aparición con vida de los detenidos-desaparecidos. En 1984 publicó Diálogos en el exilio que fue una autocrítica muy importante. Envar se dio cuenta que habían sido derrotados como peronistas, como generación. Consideraba que tenían que recomponerse para tratar de volver al país algún día y poder contar su historia.

El retorno. Cacho regresó el 24 de marzo de 1984. Con la idea de dar testimonio para que las generaciones futuras no tropezaran dos veces con la misma piedra, hizo un gran aporte al libro La Voluntad, de Eduardo Anguita y Martín Caparrós.

–Recuerdo que yo me levantaba y él estaba en la computadora todo el día, escribiendo y escribiendo. Otras veces iba a lo de Caparrós. Tenía tanto para contar, tanto dolor… Y tanta voluntad. Siento que se murió muy joven –tenía 57 años– porque tenía muchas ganas de plasmar su historia en un libro. Ese era su deseo. Pero por suerte hay muchísimo de él y de sus compañeros registrado en esos maravillosos tomos de La Voluntad.

–¿Qué otras actividades llevó a cabo al regresar?

–Creó Música Esperanza con Miguel Ángel Estrella porque consideraba que había que llevar la cultura a los sectores más pobres, fue protagonista de Che… Ernesto, una película que cuenta el recorrido del Che por Latinoamérica. Además fue productor de las películas El exilio de Gardel, Sur y El viaje, dirigidas por Pino Solanas, quien le quedó debiendo un montón de dinero. Le dijo que le iba a pagar cierta plata y no lo hizo. Fueron a juicio pero mi hijo lo perdió porque no tenía ningún papel para comprobarlo. Fijate qué actitud. Esto es para que sepan quién es Pino Solanas. Después quiso acercarse pero yo no pude. Siento que actuó así porque no es peronista de corazón y si no lo sos, en cualquier momento te vuelve a nacer lo que fuiste.

–¿Con la vuelta a la democracia participó en algún espacio político?

–Formó un espacio que se llamaba Peronistas al Frente (PAF), que se diluyó en 1992 y entonces se integró al Frente Grande. Luego lógicamente prefirió adherirse al Frepaso, pero no votó a De la Rúa. ¡“Que me perdone el Chacho pero no lo puedo votar”, me decía! No lo veía capacitado para nada.

–Y en esos años se recibió de abogado…

–Sí, en el ’96. Era muy buen alumno y se enojaba porque no le ponían el 10, me decía: “Pero mirá si serán gorilas… Porque saben que soy grande y peronista, me ponen nueve u ocho. Mamá yo estaba para el 10 hoy”. Como ya tenía la discográfica Milán Sur, iba a la Facultad de Derecho y después se iba a la oficina. Tremendo sacrificio. Él ya tenía una mitad hecha y la otra la hizo en seis meses. Ellos leían mucho en la cárcel. Ahí incorporó casi todo. Nunca perdieron el tiempo en nada, aprendieron muchísimo. Eran chicos inteligentes, habían dado el alma y el corazón aún sabiendo que podían perder la vida.

–¿Tuvo secuelas físicas de las torturas?

–Definitivamente la suya fue el corazón. Ya había tenido un infarto y le habían hecho un cateterismo pero el último fue masivo. Recuerdo que ese 19 de julio era un día tan hermoso. Él estaba en Tilcara con Miguel Ángel Estrella porque era el Festival de la Canción. Mi marido falleció tres años después de la muerte de Envar. Cuando se enteró, se fue derecho al balcón y se quiso tirar. Tuve que hacer tal fuerza para que no se me caiga. No lo podíamos creer, tan repentino. Es que eso no te pide permiso, ya lo tenemos bien a prueba. Por eso yo sufrí tanto cuando le pasó lo mismo a Néstor Kirchner. Nunca voy a olvidar que estuvo todo el día en el velatorio de mi hijo y sólo decía: “Él fue mi maestro”. Desde ese día comprendí lo importante de la memoria y estoy empeñada en eso.

–¿Cuál considera que es el legado que dejó a los jóvenes?

–Que hay que luchar por los demás, por un país más equitativo. De a poco se están reincorporando a la política. Yo estoy muy contenta de ver tantos jóvenes que están militando nuevamente, cantando, felices, convencidos… En cada uno de ellos veo un poco de mi hijo.

“SI CACHO VIVIERA, SERÍA KIRCHNERISTA”

–¿Cuál cree que sería hoy la militancia de Envar?

–Sin lugar a dudas apoyaría plenamente a los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. No hay otra alternativa. ¿Vos ves algún candidato potable de la oposición? En cambio, en el kircherismo tenemos políticos de la talla de Aníbal Fernández que es tan buena persona, generoso y amable. Cuando hablo con él siento que me entiende, cosa que no sucede con otros que te quieren hacer entender lo que ellos quieren.

–¿Por qué cree que estaría de acuerdo con el kirchnerismo?

–Porque vería lo mismo que veo yo: la Asignación Universal por Hijo, las más de mil escuelas, la reivindicación de los derechos humanos, el crecimiento de la economía… Es un proceso largo lógicamente, pero los resultados están a la vista.

 Miradas al Sur

HORACIO VERBITSKY: Una vida nueva

Por Horacio Verbitsky
 
Una de las grandes traders exportadoras de productos agropecuarios, a la que el Estado Nacional investiga por evasión de impuestos, explotaba el trabajo esclavo de adultos y niños traídos desde provincias del norte. Los alojaba en trailers de chapa, en los que dormían hacinados de a veinte. La jornada laboral era de diez horas incluido el día de Navidad, bajo el rayo del sol, sin luz, sin agua potable salvo la que recibían en baldes. No podían salir de los límites de la propiedad en la que trabajaban ni conocían cuál sería su remuneración. La paga se difería para el último día del contrato informal, ya que no estaba registrado. Mientras, les descontaban todo lo que consumían a precios tan exorbitantes que nunca tenían un saldo favorable para cobrar. Les anotaban 80 pesos por una bolsa de papas, 65 por una de cebollas, 54 por un pollo, 17 por un atado de cigarrillos, ocho por un kilo de pan viejo y dos por recargar la batería del celular. También se hallaron fideos con la leyenda del ministerio de Desarrollo Social. Por un paquete, cuya venta está prohibida, los esclavos debían pagar 35 pesos. El titular de ese ministerio, Baldomero Alvarez de Oliveira, es el padrino político del ex intendente de San Pedro Julio Pángaro, quien este año fue designado secretario legal y técnico del ministerio de Justicia y Seguridad. También se encontraron alimentos vencidos. El único dinero que recibieron en las tres semanas transcurridas antes del allanamiento, fueron 12 pesos “para comprar pan dulce”. El ministro de Trabajo provincial, Oscar Cuartango, dijo que los hechos descubiertos rozaban el crimen de lesa humanidad.

Un millar

El campamento alojaba a 130 personas, entre ellas unos 30 niños y adolescentes, pero la justicia considera que hay por lo menos un millar en las mismas condiciones, en otros campos próximos a San Pedro. Su representación sindical corresponde a la Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores, Uatre, conducida por Gerónimo Venegas, fundador junto con José Luis Barrionuevo de la denominada CGT Azul y Blanca. Los delegados de Uatre recién llegaron al lugar una vez que el titular de la Unidad Fiscal de Investigaciones N0 6 de San Nicolás, Rubén Darío Giagnorio, notificó al ministerio de Trabajo de la situación. El representante de Uatre en San Pedro, Cecilio Salazar es el líder local del peornismo opositor. Una de sus actividades más notorias ha sido el auspicio de Uatre al corredor de carreras de autos Pichi Iglesias, lo cual provocó críticas en un gremio de paupérrimos afiliados. A principios de diciembre, Giagnorio ordenó a la patrulla rural del Pueblo Doyle que rondara los campos de la zona en búsqueda de situaciones irregulares en la cosecha del maíz, que son habituales a esta altura del año, cuando son traídos trabajadores temporales desde el interior para desflorar maíz, una actividad que sólo se realiza en forma manual. Giagnorio dijo que lo hizo en aplicación de la política criminal determinada por el Ministerio Público Fiscal que él integra. El 20 de diciembre la patrulla le comunicó sus observaciones sobre la Estancia El Algarrobo, ubicada en el Paraje Beladrich, a pocos kilómetros de Santa Lucía, partido de San Pedro. Se trata de una finca de unas 1600 hectáreas, de las cuales 200 están arrendadas a Nidera. El acceso es dificultoso porque está a 12 km de la ruta más próxima. El miércoles 22 el fiscal solicitó una orden de allanamiento a la titular del Juzgado de Garantías N0 1 de San Nicolás, pero la jueza María Laura Vázquez se la negó, porque adujo que no había pruebas. Giagnorio prefirió que las patrullas rurales no se acercaran demasiado, para evitar que fueran advertidas y se levantaran los campamentos antes de que pudiera intervenir. Ante la negativa judicial comunicó su presunción a los ministerios de Trabajo y de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires y a la Oficina de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata, del ministerio de Justicia de la Nación. El ministerio de Trabajo de la Provincia tiene el poder de policía en estos casos y el miércoles 29 se presentó para inspeccionar la situación detectada por el fiscal. Giagnorio participó como veedor. Como escribió en su mensaje del 31 de diciembre un cura que ejerce en Haití su opción por los pobres, hay lugares y personas que más que un año nuevo precisan una vida nueva. Éste es el doloroso contraste con la Argentina eufórica de consumo y placeres que desde la tarde del jueves colmó todas las rutas de salida de las grandes ciudades.

Reducción a la servidumbre

Al verificar la gravísima situación en que se encontraban los trabajadores, el fiscal inició actuaciones por reducción a la servidumbre y malversación de caudales públicos. En cambio no tiene competencia para investigar el delito de trata de personas. Sin mención al desempeño del fiscal Giagnorio, el ministerio de Trabajo provincial se atribuyó el mérito. Según el subsecretario de Trabajo Carlos Molina se trató de un procedimiento habitual en la tarea que habría ordenado el gobernador Daniel Scioli para detectar trabajo infantil y controlar las condiciones de seguridad del trabajo rural. Según esa dependencia, Nidera deberá pagar 5000 pesos de multa por cada trabajador no registrado. Entre los detenidos están los ingenieros de Nidera Nicolás Martínez Allende y Diego Carballo, dos capataces y tres encargados de la distribución de alimentos. El fiscal les tomó declaración y los puso en libertad mientras continúa la investigación.

Un campo de concentración

El médico Julio Caraballo, director de Bromatología de San Pedro, dijo a una radio local que las condiciones eran las de un campo de concentración, con dos agujeros en el suelo como baños, sólo aislados por una cortina cosida con bolsas de Nidera. También vio a un adolescente que se bañaba con agua acarreada en un recipiente de agrotóxicos. “Es para pasar de la indignación a las lágrimas”, dijo. La comida era suministrada por la distribuidora Comat S.A, del ex concejal radical de San Pedro Eugenio Abel González. Al mismo grupo pertenecen la Compañía Argentina de Recursos Humanos y Soluciones Agropecuarias, que prestan servicios de tercerización de personal no permanente para empresas agropecuarias. A Comat, Nidera le pagaba a 24 pesos por día por persona. Pero los precios que les cargaba a los trabajadores eran tan altos que siempre excedían el monto diario asignado. La diferencia se anotaba, para ser debitada del salario. Comat dijo que sólo era proveedora de alimentos secos y frescos a Nidera y que la acusación en su contra equivalía a responsabilizar a Coca-Cola por “la tragedia de Cromañón, porque proveía las gaseosas”. También negó haber suministrado los alimentos del programa de ayuda social del gobierno bonaerense que el fiscal secuestró en El Algarrobo. El reclutamiento de personas muy humildes se hizo en Santiago del Estero, con la promesa de trabajar en la cosecha del maíz en Buenos Aires “en la mejor empresa”, en condiciones laborales apropiadas y un buen salario. Un colectivo los trasladó en forma directa hasta la estancia, de la que una vez que ingresaron no se les permitió salir. Nidera les hizo saber que si alguien abandonaba el predio, toda la cuadrilla de trabajo que integraba sería devuelta a su pueblo sin pago. Consultado para esta nota el fiscal agregó que estas personas “ni sabían en qué lugar estaban”. Giagnorio pasó el 31 de diciembre de la mañana a la noche en la estancia, completando el sumario. El Ministerio de Desarrollo Social de la Nación se encargó de llevar a los trabajadores hasta sus pueblos de origen, donde quedarán a cargo de las autoridades provinciales. El mismo fiscal allanó hace poco varios prostíbulos de la zona, en los que también encontró leche de las partidas gratuitas que distribuye el gobierno bonaerense.

Empresa líder

Nidera es una compañía transnacional, líder en el mercado argentino de semillas y uno de los mayores exportadores de aceites, de cereales y de oleaginosas. Su participación ronda el 10 por ciento del total de las exportaciones argentinas de esos productos. En 1996, fue la primera que obtuvo autorización para liberar al consumo humano y animal la soja transgénica resistente al glifosato, durante la gestión como secretario de agricultura del ingeniero Felipe Carlos Solá. Tiene tres centros semilleros, en Venado Tuerto (maíz), Chacabuco (girasol) y Miramar (trigo y maíz). Creada hace noventa años por comerciantes de granos de los Países Bajos, su nombre surge de la combinación de las iniciales de los grandes mercados cerealeros en los que actuaba entonces: Holanda (Netherlands) India, Alemania (Deutschland), Inglaterra (England), Rusia y la Argentina, donde Nidera Argentina se instaló en 1929. También comercializa insumos agrícolas, opera en fletes marítimos y produce fertilizantes, herbicidas y fungicidas. Posee terminales portuarios propios en Rosario, Quequén y Bahía Blanca. En 2010 fue el sexto exportador de granos (detrás de Cargill, Bunge, ADM, Dreyfus y Toeper) y el séptimo en los de subproductos y aceites (detrás de Cargill, Bunge, AGD, Dreyfus, Molinos y Vicentín). Nidera es la empresa líder en los mercados de semillas de soja y de girasol, está en segundo lugar en el de maíz y en el tercero en el de trigo. También opera una sociedad de garantías recíprocas, que financia siembras de sus clientes por medio de fideicomisos. Como no informa sobre volúmenes de negocios ni cotiza en bolsa, esos rankings ayudan a evaluar en forma aproximada su facturación. Según el ranking publicado hace seis meses por la revista Mercado, en 2009 Nidera Argentina facturó 3500 millones de pesos y ocupa el puesto 47 entre la cúpula de las empresas que más venden. La Escuela de Estadísticas de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Rosario estima que los salarios pagados por Nidera representan el 1,54 por ciento de esa facturación. La redacción de esta nota entre el viernes 31 y el sábado 1 dificultó la obtención de mayores precisiones.

Nidera en Acción

El presidente de Nidera global, Martín Mayer Wolf, de una de las familias fundadoras, es uno de los sostenedores de Accion International, una organización privada sin fines de lucro, cuya misión es ayudar a la gente a salir de la pobreza a través de su propio trabajo. “Al proporcionar microcréditos, capacitación empresarial y otros servicios financieros a hombres y mujeres pobres que inician sus propios negocios, ayuda a estas personas a alcanzar un nivel en la escala económica, con dignidad y orgullo”, informa en su documento “El negocio de luchar contra la pobreza”. Entre los accionistas minoritarios de Nidera Argentina está Rolgra Inversora SA, empresa presidida por Raúl Simón Loeb, presidente de la Cámara de Comercio Argentina para el Sudeste Asiático, vicepresidente de la Cámara de la Producción, la Industria y el Comercio Argentino-China, y cónsul honorario de Singapur y de Sri Lanka. El presidente de Nidera Argentina, Ricardo López Mayorga organiza concursos que otorgan premios a alumnos de escuelas agrotécnicas, estimulándolos a cuidar el suelo y utilizarlo en forma racional. En septiembre, la AFIP anunció que estaba investigando por evasión impositiva a cuatro de las mayores exportadoras de granos. Sus nombres se fueron conociendo en forma gradual: Bunge, Cargill, Molinos Ríos de La Plata y Nidera. En este último caso, la AFIP estima la evasión en 260 millones de pesos entre 2005 y 2009.

Entrevista: Adrián Vigna.

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lunes, 27 de diciembre de 2010

EDUARDO ALIVERTI: Las cosas se cuentan solas

Por Eduardo Aliverti
 
La estimulación y la profundización del clima convulsivo eran tan impresionantemente previsibles que el periodista llega a dudar acerca de si acaso no se escapó algún disparador en efecto sorpresivo, espontáneo, imprevisto.

Pero no. No hay caso. Desde la muerte de Kirchner, lo único que no se podía acertar era el momento exacto en que el cínico recato por el luto dejaría paso al relanzamiento de las maniobras de agitación. Nada más. La mesa (les) había quedado servida. Y no importarían las enseñanzas de la impresionante manifestación popular frente al muerto, ni las encuestas que revelan un crecimiento significativo del apoyo al Gobierno, ni el asentamiento del consumo y de los grandes números de la economía. No. En realidad al contrario, esos mismos indicadores serían usados para desmontar su carácter de presunta falacia una vez que estallara lo incontrastable de los hechos. En ese relato que encabezan los jefes mediáticos de la oposición, la economía presenta graves problemas barridos debajo de la alfombra; las deudas sociales, que vaya si las hay, terminan por explotar tarde o temprano, pero mejor si es más temprano que tarde; la masividad de la despedida a Kirchner no merece mayor reflexión que apuntarla como lo lógico del impacto producido por el deceso de un jefe político importante, y el pico de popularidad del Gobierno es un dato transitorio para el que se asocian la lástima despertada por Cristina viuda y aquel espejismo de la marcha económica. De manera que sólo cabía sentarse a esperar la “eclosión”.

La excusa operada inicialmente se llamó Villa Soldati, siempre sin perder de vista que fue sobre la base cierta de penosas condiciones de vida relativas a problemas de vivienda como al acceso a la tierra. Este aspecto estructural, junto con la acción de punteros y facinerosos; el aprovechamiento de los instintos racistas más repugnantes que anidan en vastos sectores; y el concurso infantilista de algunos fragmentos radicalizados, resultó un combo apropiado para disparar “enrarecimiento” social e imagen de violencia concreta por fuera de los habituales parámetros del delito urbano. Apenas se lo piense un poco, una cosa así era, en verdad, lo único que podían tener a mano para horadar. Ellos mismos son conscientes de que, como elemento cautivante del electorado a conquistar, está completamente agotado, a corto y mediano plazo, el discurso de la baja calidad institucional; los modos autoritarios del oficialismo; la corrupción; el aislamiento internacional (???); la crispación generada por la retórica confrontadora. Incluso, no da más lo imperioso de ponerle coto a “la inseguridad” y la inflación, porque ninguno de sus candidatos, reales y potenciales, ofrece algo más o menos creíble a cambio de lo que hay. Se imponía entonces promover o aprovechar algún episodio que pudiera ser apreciado como ostensiblemente distinto del paisaje aburguesado de los avatares políticos. Algo que se saliera de un acostumbramiento que tenía al oficialismo como principal beneficiario.

Si se está de acuerdo con ese bosquejo no cuenta demasiado cuáles fueron los nombres específicos que desataron o usufructuaron Soldati, ni cuánto hubo de errores gubernamentales en la materia imprevisión. Importa cómo lo siguiente a Soldati responde con estrictez a lo que debería resolver, muy rápidamente, cualquiera que no viva en una burbuja atómica. Macri hablando de inmigración sin control, hasta con la ayuda de alguna ¿comunicadora? descerebrada que le agregó “de baja calidad”. El Padrino, que reclama “poner orden”. Los medios hegemónicos, que instituyen al área metropolitana de Buenos Aires como la Argentina entera. Sus ¿periodistas? sobresalidos, que le adjudican a este fin de año funestos presagios. Esa ¿izquierda? tan pelotuda, por ser modestos o condescendientes, capaz de insistir en ¿la creencia? de que todo sirve para continuar masturbándose con alguna una toma del Palacio de Invierno. Nada menos que Nilda Garré al comando de la Federal, y nada menos que policía desarmada ante manifestaciones de protesta como uno de sus primeros anuncios (y nada más, porque es una disposición que rige desde hace años). Los comunicadores ¿de qué? fingiendo no entender la distancia entre que los agentes porten fuego contra la delincuencia, y no tenerlo a disposición contra reproches callejeros. Y –al momento de escribirse estas líneas– la frutilla de Constitución, hasta el extremo de comerciantes y habitués de la terminal señalando que había gentes a la que, por ahí, nadie les vio la cara nunca. Si alguien deseara ser todavía más enrevesado, en una de ésas lo junta con que fue el mismo día en que dejaron libres al Fino Palacios y al amigo Ciro James. Y por las mismas horas en que los hijos adoptados de la Noble Ernestina se negaron a acatar la orden judicial para periciar su ADN. ¿Por qué no habría la licencia para elucubrar esa extravagancia, si cruzando la calle hay cagatintas que relacionaron los hechos de Constitución con la candidatura de Amado Boudou?

La pornografía de esta operación (de “prensa”, porque al conjunto de la dirigencia opositora ni siquiera le da para obrar exclusivamente por las suyas) tiene el mismo volumen que la necesidad de interpretación oficial para no ver onanistas y cirujanos en cada muerto que se les cae del placard. Porque se lo hacen caer o porque se les cae solo, el kirchnerismo tiene el deber de no juzgar cada capítulo de sus desgracias, o problemas, o inconvenientes, como si fueran la última vez o el producto de inevitables ardides opositores. Aun cuando lo sean, como lo son, se apoyan en deudas constatables. La pobreza y la indigencia, el déficit espantoso de la vivienda, la crisis del sistema de transporte público, el aparato ya casi o en un todo ineficiente de los caudillos del conurbano bonaerense, y etcéteras, son cuestiones que ni se solucionan de la noche a la mañana (van solamente unos siete años de gestión, al fin y al cabo) ni deben ser entregadas, sin más ni más, al “con todo no puedo, y nadie podría”.

Ahora que ellos descubrieron esta punta reforzada de articular pobres contra pobres, o de cazadores de oportunidades contra desamparados. Ahora que las porciones, de siempre, de la clase media, vuelven a refugiarse en su horrenda parcela de que no venga ningún bolita a amenazarlas. Ahora que la derecha provocó o encontró un piolín, circunstancial o no, para hacer el croquis de que podría haber una vida mejor si no nos gobernaran estos montoneros, o esta yegua que reparte subsidios entre estos negros de mierda. Ahora que se creen que hicieron la primera, ellos y sus troskos funcionales aunque quizás o seguramente nobles. Ellos y sus narradores de nacionalismo popular nunca sometidos a constancia de gestión, aunque (varios de) sus argumentos sean sólidos. Ahora es momento de demostrar que se está en actitud y aptitud para reforzar el marcaje de la cancha, desde una posición que no se pretende ni revolucionaria de pacotilla ni arrodillada ante los factores de poder.
Si llega a concordarse en que se trata de eso, hay espacio político para desear felicidades y esperar que se concreten.

Pagina12

domingo, 26 de diciembre de 2010

HORACIO VERBITSKY: Volver a vivir

Por Horacio Verbitsky
 
Los trabajadores tercerizados de la línea Roca que negocian su incorporación plena a la empresa ferroviaria no participaron en el corte de vías del jueves a la altura de Avellaneda. El acampe en las vías fue organizado por un pequeño grupo de dirigentes del partido “Obrero”, que trajo para ello a trabajadores tercerizados de otras líneas. El corte interrumpió el servicio y dio lugar a bien preparados disturbios en Constitución, cuando los obreros que intentaban regresar a sus casas llegaron a la terminal y fueron informados de que no corrían los trenes. Un compacto grupo de jóvenes comenzó la pedrea, a la que luego se sumaron algunos pasajeros, indignados por la imposibilidad de viajar. No queda claro si los primeros atacantes pertenecían al mismo grupo que los responsables del corte, porque actuaron sin ninguna identificación ostensible y porque en general el partido “Obrero” reivindica sus acciones.

Mil y sesenta

El 20 de octubre, luego de un similar intento de corte fue asesinado el estudiante Mariano Ferreyra y herida la trabajadora informal Elsa Rodríguez. La conmoción por el episodio aceleró las negociaciones que esos trabajadores venían realizando en el ministerio de Trabajo de la Nación. En esa mesa se había acordado que el lunes 20 el ministerio firmaría la resolución por la cual a partir del 1 de enero un millar de trabajadores tercerizados pasarían a la planta permanente de la empresa principal. En varias de las cooperativas truchas creadas para reducir costos laborales participan familiares de dirigentes del gremio, como su secretario general desde hace dos décadas José Pedraza. Los trabajadores cobran la mitad que los ferroviarios legales. La diferencia la paga el subsidio estatal y la embolsan los sindicalistas empresarios. Sólo se prolonga el desacuerdo sobre sesenta personas que, según la empresa, no pueden pasar a la planta permanente porque la limpieza de los baños que realizan es retribuida por las propinas de los usuarios. El Ministerio de Trabajo propuso prorrogar el plazo para el análisis de estos sesenta casos hasta el último día de este año. El resto de los trabajadores tercerizados del Roca ya llenaron los papeles requeridos y pasaron por la revisación médica correspondiente. La firma del documento de alta temprana, que formalizará su carácter de empleados de planta del Estado, estaba prevista para el lunes 20 pero se corrió una semana, aunque sin alterar el momento de la incorporación efectiva. Por eso los trabajadores del Roca habían resuelto aguardar hasta mañana, lunes 27, sin nuevas medidas de fuerza. El partido “Obrero” no aceptó la demora y organizó el corte en Avellaneda con trabajadores tercerizados de las líneas Belgrano Sur y Mitre. El empleado de la Legislatura porteña Néstor Pitrola, que dirige esa agrupación de la clase media radicalizada, participó de los encuentros de urgencia realizados en el Ministerio de Trabajo mientras la temperatura subía hasta los 35° C y aumentaba la afluencia de público a Constitución. Siete dirigentes y activistas de la Unión Ferroviaria están detenidos y procesados por el asesinato de Ferreyra, y la jueza Susana Wilma López debe decidir sobre el pedido de procesamiento del propio Pedraza, formulado por la fiscal Cristina Caamaño antes de pedir licencia para asumir como Secretaria de Gestión Operativa del Ministerio de Seguridad. Esa designación no parece confirmar las consignas del partido “Obrero” acerca de una presunta complicidad del gobierno nacional con Pedraza.

Visera, mochila y pañuelo

Pitrola se levantó de la mesa de negociación a las 18 del jueves, sin que se hubiera llegado a un acuerdo. Minutos después unos veinte hombres jóvenes, que llevaban gorros con visera que dificultaban su identificación, mochilas aptas para cargar piedras y en muchos casos pañuelos poco apropiados para el clima tórrido pero convenientes para cubrirse el rostro, comenzaron a apedrear los cerrados accesos a la terminal ferroviaria, donde una reducida guardia de infantería de la Policía Federal les cerraba el paso. Esa escasa fuerza les vedó el acceso a la estación pero fue insuficiente para impedir que saquearan algunos locales de calzado y de venta de bebidas, cuyas botellas fueron empleadas como proyectiles. Ese grupo emblemático de la paleoizquierda fue pionero de las candidaturas testimoniales y está en campaña contra el gobierno nacional por la ley electoral que las prohíbe, al exigir un piso mínimo de votos que los obreristas no alcanzan. Dada su pureza ideológica les resulta imposible aliarse con otras fuerzas afines, a las que combaten con el mayor entusiasmo. El partido “Obrero” intenta reeditar cada 20 de diciembre las violentas jornadas de 2001. En el aniversario de 2003 un explosivo hizo volar un cesto de papeles en la Plaza de Mayo y causó heridas a 26 manifestantes. Pitrola lo atribuyó al gobierno, pero el dirigente de la Federación de Tierra y Vivienda Luis D’Elía afirmó que se trató de un autoatentado, dentro de un programa de agitación dirigido a desestabilizar al entonces flamante gobierno de Néstor Kirchner, e involucró en el intento al ex senador Eduardo Duhalde. Hoy como entonces, las sospechas sobre el origen de los actos violentos se van hacia esas direcciones. A ello contribuyó la elección del 20 de diciembre como fecha de lanzamiento de la candidatura presidencial de Duhalde, cuya principal oferta proselitista es el orden alcanzado por medio de la represión.

El discurso del método

En el acto de lanzamiento, al que asistió la esposa castrense Cecilia Pando, que considera presos políticos a los militares procesados, Duhalde coincidió en dos puntos centrales con otro político que ocupó la casa de gobierno sin el auspicio de la voluntad popular, Jorge Rafael Videla, quien leyó su alegato ante el Tribunal Federal que lo juzgó por el asesinato de 31 presos políticos detenidos en la Unidad Penitenciaria 1 de Córdoba. Para ambos cultores del hecho consumado los juicios por crímenes de lesa humanidad no son un acto de justicia sino de venganza y la violencia estatal es el principio fundante de la convivencia colectiva. Videla se jactó de haber prestado un “inestimable servicio a la nación agredida facilitando el restablecimiento del orden republicano democrático”. Duhalde dijo que el gobierno había traído la violencia y que él reimplantaría el orden por medio de la represión. Ninguno ha aprendido ni olvidado nada, como el vizconde Chateaubriand decía de los Borbones después de la Revolución Francesa y el imperio de Napoleón. El ex dictador citó el fallo de la Cámara Federal que lo condenó en 1985 para decir que el país vivió una guerra revolucionaria. Pero también recurrió a la justificación teológica, invocando a Santo Tomás de Aquino para caracterizar la represión generalizada que se desató sobre el país como una “guerra justa”. Todo ello fue refutado hace ya 25 años. Los jueces Carlos Arslanian, Ricardo Gil Lavedra, Jorge Torlasco, Jorge Valerga Aráoz, Guillermo Ledesma y Andrés D’Alessio dijeron entonces que luego de estudiar las disposiciones del derecho de la guerra convencional y de la guerra revolucionaria o subversiva no encontraron ni una sola regla que justificara o exculpara a los autores de los hechos juzgados, ya que el homicidio, la tortura, el robo, el daño indiscriminado, la privación ilegal de la libertad “son antijurídicos para el derecho interno argentino. Son contrarios al derecho de gentes. No encuentran justificación en las normas de cultura. No son un medio justo para un fin justo. Contravienen principios éticos y religiosos”.

Una pequeña diferencia

Un inconveniente difícil de salvar para este volver a vivir que intentan el partido “Obrero” y Duhalde reside en las ostensibles diferencias entre aquel diciembre y éste. Entonces, el establecimiento de un corralito bancario que dejó sin ingresos al sector informal de la economía culminó en forma estrepitosa una recesión de tres años, que destruyó millones de puestos de trabajo y endeudó al país. Los saqueos generalizados de entonces fueron un recurso de última instancia para proveerse de alimentos por parte de personas que en el mes previo habían perdido los precarios empleos con los que sobrevivían. El sindicalismo carecía de peso político y su resistencia a la desprotección de los trabajadores se limitaba a denuncias como la de Hugo Moyano sobre la compra de votos para la aprobación de la ley de precarización laboral. Ahora la desocupación ha retrocedido a niveles de hace tres décadas. La alta inflación no ha hecho mermar el consumo, que bate records cada mes, lo mismo que la producción industrial y la construcción, mientras el país reduce la deuda externa como porcentaje del PIB a su mínimo histórico desde el empréstito Baring de 1826. La Asignación Universal por Hijo se constituyó en el plan de transferencia de ingresos más significativo de la región, según el juicio del organismo de las Naciones Unidas para la región. En 2001 se vivía además una profunda crisis política. Consecuencia de tres gobiernos sucesivos que llegaron al poder con promesas que abandonaron al día siguiente de asumir para dedicarse a viabilizar las políticas de ajuste dictadas por el consenso de Washington, se había impuesto un descreimiento absoluto de la política y de las instituciones. La abstención en los comicios de octubre de aquel año fue la más alta desde que se llevan registros, mientras se instalaba la exigencia de una renovación total de la clase política, en la penetrante consigna “Que se vayan todos”. Ante la imposibilidad de ejercer cualquier control político, el gobierno de la UCR ordenó la represión de las movilizaciones, sin asegurarse de qué forma la ejecutaban las fuerzas policiales y de seguridad, lo cual provocó cuatro decenas de muertos en todo el país.

Se fueron todos

Desde entonces, se fueron casi todos: sólo 27 diputados y senadores actuales ya lo eran en 2001, cruzaron de cámara o fueron sucedidos por un familiar, es decir apenas el 8,2 por ciento. Pero además de la renovación de personal, se produjeron cambios sustanciales de política, que obtienen diferentes respuestas de la sociedad. La frase tantas veces reiterada por Kirchner de que no había llegado a la presidencia para dejar en la puerta sus convicciones está en la base de una recuperación de la estima social por la política como instrumento de transformación, aunque para ello deba confrontar con los poderes fácticos que añoran la situación anterior. Luego de la descontrolada represión en el desalojo del Parque Indoamericano, donde murieron tres personas, la presidente CFK ratificó la consigna de su antecesor en contra del empleo de armas de fuego ante manifestaciones y encaró la postergada reforma de las instituciones policiales, con la creación del Ministerio de Seguridad y la designación a cargo de Nilda Garré. Esa directiva no está exenta de desajustes, como los que se vieron el jueves en Constitución, cuando la pistola reglamentaria de un policía de civil de la comisaría del barrio asomó por debajo de la camisa que usaba para mimetizarse con los manifestantes y detener a quienes arrojaban piedras. Pero no hay comparación posible entre esa situación, que Garré detectó y corregirá, y la de 2001, cuando ni se ponía en tela de juicio el empleo de esos medios letales para enfrentar a personas furiosas pero desarmadas, que no pedían una vivienda o un transporte dignos, sino comer cada día.

Pagina12

miércoles, 22 de diciembre de 2010

RABINO DANIEL GOLDMAN: Invasión indo americana

Somos una sociedad racista, y el racismo siempre es violento. La falta de un debate profundo sobre identidad y diferencia
Les dicen: “bolitas” o “negros de mierda”.
 
Se los acusa de ser la causa del desempleo, cuando en realidad los empleadores, en sus promesas, los contratan por un salario más bajo que el mínimo y, obviamente, sin los aportes correspondientes.
 
A ellos no les queda otra que aceptar y soportar. Viajan horas para limpiar un inodoro, para enderezar una pared o para coser un botón.
 
Pagan un alquiler en la villa al precio de un departamento céntrico. Es cierto que algunos son inmigrantes ilegales.
 
Tan cierto como que los blanquitos cumplimos a rajatabla con ilegalidades por las que no somos sancionados. Simplemente por eso: porque somos blanquitos. 
 

Hace años, por circunstancias de la vida, adopté a un adolescente con la piel oscura, es decir, más oscura que la mía. Soy un testigo cotidiano de lo que a este pibe le hacían sufrir. Un negro en un espacio blanco.
 
Si él se vestía como yo (la elegancia no es mi característica), era un villero.
 
Ahora, si yo me vestía como él, daba el look de intelectual revolucionario.
 
Sólo nos diferenciaba la pigmentación. Lo divertido era que cuando al negro lo presentaba como a mi hijo, descolocaba a todos y todos sonreían. Dejaba de ser una intimidación para pasar a ser el hijo del rabino. Y yo era una esperanza blanca que recuperaba a un indio de la barbarie. 
 

Somos una sociedad racista. Y el racismo siempre es violento. Éste es el real debate que debemos tener en nuestra sociedad. Porque ello quedó demostrado con la toma del Indoamericano. El nombre del parque también se carga de una simbología profunda, densa.
 
Los blanquitos hacemos la fantochada de honrarlos con el bautismo de un parque público; claramente, una forma de cómo glorificar nuestras conciencias (claramente, porque si fuese oscuramente estaríamos en problemas). Pero, por otro lado, la villa tiene que ser su hábitat natural, y que nuestro aporte blancamente diáfano al comedor popular de la basura que nos sobra en casa, nos serene. 
 

La invasión indoamericana nos puso en jaque. Los indoamericanos invadieron nuestro parque. Cuando los ruralistas entraban en la ruta, era en defensa de los intereses de la Nación. Porque un blanco jamás invade. Entra donde le corresponde, y sabe cuándo irse. Porque “el que se va sin que lo echen vuelve sin que lo llamen”. Como los pálidos milicos. 
 

El hijo de un italiano, o de un español, o de un polaco (mi caso), fuimos argentinos de primera generación. Lo de nuestros padres fue un aporte.
 
El hijo de un boliviano, o de un paraguayo o de un jujeño, por no irnos tan lejos, tiene que justificar todo el tiempo su argentinidad. Lo de sus padres siempre es una carga y nunca un aporte.
 
Ya lo decía Borges: “Un argentino es un europeo en el exilio”. Sólo con el debate más intenso vamos a descubrir el tiempo que lleve a las claras la anemia de nuestra quimérica identidad. 
El cabecita negra fue declarado “otro”. El “otro” es lo distinto, es lo amenazador, es lo que debe permanecer en el sitio que el “poder” le asigna.
 
Otro” porque nos-otro-s tenemos una manera de mirar al mundo que el “otro” no tiene.
 
Cuando la otra identidad parece peligrosa, discriminar implica la incapacidad de aceptar las formas de ser y la imposibilidad de respetar las culturas. Si raza, etnia, clase y género son construcciones sociales centrales para la identificación de la propia identidad y su diferencia con otras, la cultura es el resultado de la forma en que se interpreta esa diferencia, siendo lo resbaladizo y lo que está en juego la situación de cómo se asume al otro, al diferente, al supuestamente distinto, al que tiene una piel extraña.
 
Es bajo un sistema de representación como se encubre el eje de diferenciación conceptual, que se basa en prácticas concretas,  articuladas por clases sociales y políticas. Por eso, la combinación de identidad y poder en la cultura, si no es trabajada con amplitud espiritual y de criterio, puede resultar un juego letal. Toda discriminación logra derivar en genocidio.
 
El antirracismo, en un sentido profundo, debe ser un proyecto político-social-económico-religioso-cultural. Tiene que ser claro, batallador, y tiene la obligación de incomodar, para no transmutarse en una herramienta que tranquilice las “santas almas” de los que decimos no discriminar pero que ejercemos el racismo como instrumento cotidiano, cuando la piel del otro, en verdad, atenta contra nuestros propios poderes e intereses.
 
* Rabino de la comunidad Bet-El

Revista Debate

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