domingo, 4 de septiembre de 2011

APROPIACION DE BEBES: Mensajes de amor y de muerte

La nota que se intercambiaron los apropiadores de Catalina de Sanctis Ovando habla de una asignación previa de los bebés y demuestra que el Movimiento Familiar Cristiano sabía de dónde venían los niños. Como contracara, la joven también conserva un texto que su madre biológica envió a sus padres en el que pedía “quiéranme en mi hija”.

Por Irina Hauser
 
Cuando era chiquita, Catalina se miraba al espejo y se llamaba a sí misma “cara de nada”. Hacía muecas a ver si algo cambiaba. “Cara de nada”, repetía. Quería decir que no se parecía a nadie, que sentía un vacío gigante y una distancia abismal respecto de quienes la criaban. Como muchos hijos de desaparecidos arrancados de los brazos de sus padres en la última dictadura, ella pasó la mayor parte de su vida con la convicción secreta de no ser la persona que le decían que era. Pero optaba por no indagar demasiado, mirar hacia adelante, o no mirar, y encerrarse en su cuarto. Aun el día que entendió todo al ver un aviso de Abuelas de Plaza de Mayo en la televisión, decidió seguir como hasta entonces. Varios años después, cuando la Justicia obtuvo indicios de que podía ser una nieta apropiada se escapó hasta Paraguay para evitar que analizaran su ADN. Protegía a sus apropiadores o –mejor dicho– tenía miedo de ellos, sobre todo de él, Carlos Hidalgo Garzón, un mayor retirado que trabajó en inteligencia del Ejército. La historia de Catalina de Sanctis Ovando está atravesada por todas esas contradicciones y por una prueba fundamental escrita en un papel, que al final la llevó a “abrir los ojos” y asimilar su historia: una carta de su apropiadora, que daría cuenta de que alrededor de los nacimientos en Campo de Mayo funcionaba una maquinaria para el robo de los bebés de las mujeres secuestradas, en la que además el Movimiento Familiar Cristiano tuvo un papel influyente en la selección de los niños y su asignación a determinadas personas.
María Francisca Morilla, la apropiadora, había escrito la carta a mano y la dirigía a su esposo, asignado en Tucumán. Lo llamaba por un nombre falso, pero con sus mismas iniciales (Carlos Helguera Gonçalves). Sobre el final decía textual: “Vino la asistente del Movimiento y quedó encantada con el departamento. Conversamos mucho y me explicó que ella hace siete años que está en el Movimiento y nunca vio que entregaran niños con problemas de salud o malformaciones, que son muy sanitos y que a ella le llamaba la atención lo normal que son esos partos. Luego te contaré en detalle la conversación”. El encabezado tiene fecha del 7 abril de 1977, que coincide con la del secuestro de la mamá de Catalina, Miryam Ovando, quien fue vista por última vez unos días antes, cuando estaba embarazada aproximadamente de seis meses. Uno de “esos partos” en la maternidad de Campo de Mayo fue el suyo.

Catalina encontró la carta mientras revolvía entre cosas viejas en la casa donde que habían vivido sus apropiadores. No hacía mucho que había recuperado su identidad. En ese momento estaba con Rodrigo, su pareja. “El se puso como loco, la veía como algo de gran valor, y para mí era una pavada. Me parecía que podía tener muchas interpretaciones. Mi apropiadora me había hablado alguna vez, al reconocer que yo no era su hija, de que habían estado en lista de espera del Movimiento para adoptar. Así lo decía. Cuando entendí qué era esa lista de reparto de bebés y que yo había formado parte de ella me dio mucha impresión, me pareció perverso”, cuenta Catalina a Página/12.

La carta quedó en un armario y fue hallada después por la Justicia durante un allanamiento. Los abogados de Abuelas de Plaza de Mayo pidieron esta semana en el juicio sobre apropiación de hijos de desaparecidos que sustancia el Tribunal Oral Federal 6 (TOF6) que sea incorporada como una prueba clave de la existencia de un plan sistemático de apropiación de niños (ver aparte), donde el Movimiento Familiar Cristiano los ofrecía en adopción, para dar apariencia de legalidad a las entregas. También ofrecieron la declaración testimonial de Catalina. Todo está a consideración de los jueces.

“Quiéranme en mi hija”

Desde hace algunos meses que Catalina lleva en su cartera otra carta, la contracara de aquella de su apropiadora. La que la llevó a reencontrarse con su identidad. Es una carta que escribió su mamá estando en cautiverio poco después de que ella naciera, dirigida a sus padres y a su hermano. Les cuenta lo “hermoso y terriblemente triste a la vez” que es “después de tanto tiempo tener la posibilidad de encontrarme frente a un papel y poder escribir, hablar, sentir”. Les dice en una parte que “estén todo lo tranquilos que puedan. Cuiden y quieran mucho a la nena (creo que está con ustedes, por supuesto), ojalá sea ella quien reciba todo de ustedes ahora (...) hay que tener fe y por sobre todas las cosas, saber que conservamos lo más importante: La vida. Los quiero mucho como siempre, más que siempre. Recuérdenme y quiéranme en mi hija, ella es quien sin saberlo lleva en sus venitas la sangre que yo llevo y quien más cerca de mí estuvo durante todo este tiempo. La extraño, la necesito”.

Miryam tenía 21 años cuando fue secuestrada. Estudiaba psicología en la Universidad de Rosario y militaba en la Juventud Peronista, igual que su esposo, Raúl René de Sanctis, que era estudiante de antropología. A él se lo llevaron en mayo de 1977. Se habían mudado a Buenos Aires, a una casa en Virreyes meses antes, y siguen desaparecidos. En el libro de partos del Hospital Militar de Campo de Mayo aparece el nombre de la apropiadora de Catalina como si hubiera dado a luz por cesárea el 17 de agosto de ese año a las cinco de la tarde. Pero unos pocos renglones más arriba dice “Ovando”, la palabra cesárea tachada y cambiada por “legrado” y la referencia de que habían removido un “feto sin vida de 45 días” a las 10.10 de la mañana. La fecha: 11 de agosto.

Catalina no fue entregada a su familia biológica, sino a sus apropiadores a poco de nacer. Tiene recuerdos borrosos de su infancia, itinerante según la provincia a la que asignaran a su apropiador. Cree haber sido “bastante payasa” de chica, por lo que vio en sus fotos. De los seis o siete años en adelante recuerda una vida más triste, en Capital Federal, en la que se percibía diferente de todas sus compañeras de la Escuela Santa Ana y distinta de quienes creía sus padres, que la llamaban María Carolina (Hidalgo Garzón). “Un día, subiendo en el ascensor, me miré en el espejo y le dije a mi apropiadora que no me veía cara de nada. Tendría siete u ocho años. Ella decía que era parecida a su padre y al hijo del hermano de mi apropiador. Siempre buscando excusas, siempre mintiendo, como cuando decía que era psicopedagoga. Toda la vida me mintió con su edad”, reprocha Catalina. “En la secundaria me di cuenta de que no había fotos de ella embarazada; ¿qué me dijo? Que no se usaba y que tenía temor porque había perdido varios embarazos”, añade. “Las cosas estaban más que claras, sólo que yo no quería ver”, confiesa.

–¿Y cómo fue que supiste la verdad? ¿Cuando te citó la Justicia o antes? –le preguntó Página/12.

–Mucho antes. Estaba empezando a estudiar Bellas Artes en la facultad y un día veo que pasan una publicidad de Abuelas en la tele. Ahí toda la nebulosa que tenía cobró forma. Justo por esa época, además, venía pensando que no sabía si había soñado, o si tenía una fantasía o era un verdadero recuerdo, que me habían dicho alguna vez que era adoptada. Tomé coraje y le pregunté a mi apropiadora: “Yo soy hija de desaparecidos, ¿no?”. Llorando me dijo que sí, pero que ella me había curado el ombligo y mis padres habían muerto en un enfrentamiento, y que las familias no querían saber nada con los hijos de sus parientes detenidos, y que las Abuelas de Plaza de Mayo mentían y arrancaban a los hijos de sus familias, que por eso ella no me había contado la verdad. Me advirtió que si yo contaba algo ellos iban a ir presos.

Catalina recuerda que se llenó de más miedo. Su apropiador, a quien describe como “alcohólico”, se volvió “más agresivo” de lo habitual. Su apropiadora, “más depresiva”. “En casa había un ambiente muy violento e inestable”, dice. A medida que ella iba armando el rompecabezas, Hidalgo Garzón –que ahora tiene arresto domiciliario por su actuación en el centro clandestino La Cacha– la empezó a tratar de “subversiva”. Le decía “pacifista” y le llegó a escribir una carta en la que la trataba de “desagradecida” porque “la sangre criminal tira”.

Verdad y locura

Las primeras denuncias de que Catalina podía ser apropiada llegaron a Abuelas en el año 2000. Alguien que conocía a la familia dio los datos y las sospechas. En 2007, un nieto recuperado –Manuel Gonçalves– la fue a ver a la salida del profesorado de Educación Física, donde estudiaba tras abandonar Bellas Artes. “Me explicó que había un proceso judicial en marcha y que contara con ellos. Yo salí corriendo”, relata. Ese mismo año la citó el juez federal Ariel Lijo, le explicó que podía ser hija de desaparecidos y le pidió una muestra de sangre. “Quedamos en venir una fecha. Pero no me localizaron más porque me fui”, dice. Huyó con su pareja, Rodrigo, en una camioneta donde subieron hasta los tres gatos de ella. Pararon en Corrientes y luego siguieron hacia Paraguay, donde tenían expectativas de quedarse a vivir en un lugar llamado San Bernardino. “Llegamos, llovía, no había nadie, nos habían pedido coima por pasar una luz amarilla, teníamos pánico por haber cruzado la frontera sin registrarnos. Así que volvimos y terminamos en San Luis, donde vive la familia de Rodri, que nos prestó una quinta. Ahí me hicieron el allanamiento. Se llevaron mi ropa para sacar ADN”, suspira.

–¿Por qué te escapaste?

–No quería dar sangre o material genético en forma voluntaria. Sentía culpa con mis apropiadores, a quienes aún llamaba mamá y papá. No quería que por mi culpa fueran presos. Era algo infantil, tenía el fantasma que me habían inculcado de que las Abuelas eran malas. Les tenía miedo, a veces hasta odio. Pero después del allanamiento tuve cierto alivio. Ya está, pasó lo que tenía que pasar. Y volvimos a Buenos Aires. Mientras estaban en proceso los estudios genéticos, Rodrigo se puso a buscar información por Internet y a través de Abuelas para deducir quiénes podían haber sido mis padres. Hasta trataba de sacarle datos a Hidalgo Garzón. Catalina habla de (su ahora) marido con admiración: “Le mostró unas páginas de Abuelas y le preguntó si sabía quién era mi mamá. Y efectivamente él le señaló el nombre correcto. Le contó que un día después de ir a buscarme en el Ford Falcon a Campo de Mayo, llamó preguntando si habían ‘volado el paquete’, o sea a mi mamá. Dijo que el médico que me había entregado fue (el apropiador) Norberto Bianco”.

En septiembre de 2008 el juez Lijo citó a Catalina. Se dirigió a ella como “Laura Catalina”, su nombre completo y auténtico. Ella se enojó mucho. “Es el nombre que te puso tu mamá”, le dijo él. “En ese momento me dieron la carta que ella había escrito en cautiverio. Yo ni creía que fuera de ella. Me dieron unas fotos horribles, viejas y borrosas. Mi primera impresión fue no creer el resultado”, asegura. También fue notificada su familia biológica, pero Catalina no quiso conocerlos por entonces.

Sus apropiadores fueron citados a indagatoria y se descompensaron. “Quedé atrapada, teniendo que hacerme cargo de ellos”, se queja. Hidalgo Garzón se hizo pasar por loco y en el ínterin insultaba a Catalina a través de una página web. Lo mismo hacía con el juez. A mediados de 2010 una junta de médicos forenses concluyó que intentaba mostrarse más deteriorado de lo que estaba. El y su mujer fueron procesados y recientemente enviados a juicio oral. El vive en un geriátrico, ella con un pariente.

Familia

Catalina decidió que no quería verlos más recién en la segunda mitad del año pasado. Fue después de que se animó a contactar a su familia biológica, casi todos de Rosario. Osqui, primo hermano de su papá, le mandó un montón de fotos por e-mail.

Dos semanas después se fue para allá. Conoció también a Fabián, el hermano de su mamá. Y se quedó muy impactada al ver a otro primo de su papá, Javier. “¡Me vi igual a él!”, exclama. Esa primera vez fueron a comer a una parrilla de “el inglés”, un compañero de rugby de su papá. Y conoció a las parejas de todos, y los hijos, y encontró una familia enorme, a la que ahora visita cada dos por tres. Para el 11 de agosto le hicieron un cumpleaños sorpresa. La llenaron de fotos de sus padres, que lleva consigo a todas partes. Son fotos en las que ahora por fin se reconoce a sí misma. La emociona tanto como saber que su mamá “hacía gimnasia deportiva y yo acrobática”, “mi papá estudiaba para ser antropólogo, algo que me hubiera gustado a mí”. “Uno es una suma del ambiente y lo genético, yo siempre me sentí diferente de mis apropiadores; lo genético fue más fuerte”, celebra. El paso que faltaba lo dio en marzo cuando les mandó un mail a sus seres queridos que decía en letras de color violeta: “Familia, amigos, les escribo desde esta nueva dirección de correo electrónico con éste, mi nombre... a ver si nos vamos acostumbrando... ¡ustedes y yo! ¡Los quiero mucho y los extraño! Besitos y abrazos. ¡Catalina!”. Al final de la entrevista, le salió una frase del alma: “Ahora puedo vivir con alegría”.

Fuente: Pagina12


HORACIO VERBITSKY: La reivindicación

Duhalde apenas consigue salir de su casa y a los radicales de Mendoza no se les ocurre ni una metáfora no mortuoria para referirse a su candidato presidencial, cuya boleta envían a la guillotina. Los medios que los condujeron a esa encerrona insisten en una confrontación de la que no tienen nada que ganar y los grandes empresarios se deshacen en alabanzas “al modelo”, que siguen proponiendo enmendar. Periodistas en busca de la deontología profesional perdida.

Por Horacio Verbitsky
 
Bajo distintos gobiernos, los periodistas argentinos han sido víctimas de toda clase de abusos. Han padecido insultos, amenazas, arrestos, palizas, condenas, secuestros, torturas y asesinatos. Por eso, muchos se sintieron reivindicados, el lunes último, cuando el corresponsal del matutino La Nación en la Casa de Gobierno, Mariano Obarrio, la emprendió a gritos contra el ministro del Interior Florencio Randazzo. El funcionario público sólo atinó a pedir respeto, mientras el nuevo ídolo de la prensa libre seguía a los alaridos. Randazzo había anunciado el escrutinio definitivo de las elecciones primarias del 14 de agosto, en las que la presidente CFK incrementó su ventaja del escrutinio provisorio sobre las distintas minorías, al alcanzar el 50,24 por ciento de los votos afirmativos válidamente emitidos, como indica la Constitución Nacional. Sin embargo, esta información quedó relegada a un título menor en la tapa de Clarín (“Acusan a Clarín y La Nación de atacar a la democracia” y, más pequeño “Cristina amplió su diferencia”), y no apareció en la de La Nación (“Duro ataque de Randazzo a la prensa y a la oposición”). La invisibilización del único dato relevante, desplazado por un episodio menor en el que los propios diarios son actores, va en la misma línea informativa que el ministro objetó en su conferencia de prensa. La transmisión en cadena de ambos diarios es cada vez más frecuente. En los 31 días del mes de agosto, coincidieron trece veces en el tema principal; en otros diez días el título principal de un diario fue el secundario del otro. Sólo en ocho días no hubo coincidencia alguna.

Buenas razones

Luego de consignar los resultados definitivos, Randazzo exhibió en una pantalla tapas de ambos diarios que presentaban en títulos principales los errores del escrutinio señalados por dos jueces electorales, pese a que tanto la jueza porteña como su colega bonaerense resaltaron que no se trataba de fraude ni beneficiaban a algún candidato en especial. Obarrio perdió los estribos cuando Randazzo lo mencionó al mostrar un artículo de su diario titulado “No cambiarán presidentes de mesa. Pese a las quejas, el Gobierno mantendrá en octubre a las mismas autoridades que el 14 de agosto”. El ministro empezó a decir que ante una consulta de Obarrio, le había explicado que a los presidentes de mesa no los designa el gobierno sino los jueces electorales de cada distrito. Pero no pudo continuar. A los alaridos, que retumbaban aunque no tenía micrófono, Obarrio lo intimó: “Leé la nota completa”. Randazzo reclamó respeto, mientras su interlocutor seguía gritando: “Completa, leéla completa”. Para el ministro el diario difundió de mala fe una versión que sabía falsa; el periodista intentó replicar que la responsabilidad no era suya. Su texto dice con claridad que fue la justicia electoral la que dispuso mantener a los presidentes y auxiliares de las 85.936 mesas de todo el país y que según “una fuente cercana” a Randazzo “a las autoridades de mesa las convoca, las designa y las capacita la justicia electoral de cada distrito. ¿Qué tenemos que ver nosotros con los telegramas?”. Los dos tenían razón: Obarrio publicó la explicación del ministro, pero La Nación tituló de todos modos con un dato que su propio cronista desmentía. No sería razonable pretender que los periodistas refutaran las afirmaciones de los editores de las empresas para las que trabajan, pero sí que escucharan sin perder la compostura cuando alguien señala la falsedad de lo publicado. Salvo que deseen involucrarse en las batallas que esas empresas libran por motivos políticos, ideológicos o de negocios. Así como en 2008 objeté una frase de CFK sobre Hermenegildo Sábat y en 2009 califiqué de abuso de poder una respuesta de Kirchner al periodista Leonardo Míndez, me animo a escribir ahora que la actuación de Obarrio gritándole a un ministro echa por la borda la deontología de este noble oficio. Más temprano que tarde, los periodistas que padecen esa desviación deberán reaprender los estándares profesionales olvidados.

Elogio de la libertad

Imagen: Télam.
 
Clarín y La Nación se colocaron en el centro de la atención, en desmedro del hecho político del día, y la mayoría de los partidos de la oposición los siguieron con el entusiasmo habitual, que los ha conducido a una derrota política sin precedentes ni atenuantes. Se entiende que el gobierno machaque en el mismo clavo, porque así despoja a los medios de la ficción de imparcialidad de la que revisten sus ataques políticos y al mismo tiempo desnuda la subordinación de los opositores a esos intereses, que antes que políticos son económicos. Más difícil es explicar por qué medios y partidos caen una y otra vez en el mismo lazo, mermando su propia credibilidad y aceptación social. Algunos casos son previsibles, porque han avanzado tanto en ese sendero que sólo pueden fugar hacia delante, como la diputada electa en 2007 por el radicalismo K, Silvana Giúdici, y su colega multicolor Patricia Bullrich. Otros llaman la atención. El presidente del bloque de diputados nacionales de la UCR, Ricardo Gil Lavedra, dijo que los gobernantes “tienen que tolerar hasta las afirmaciones y opiniones falsas o equivocadas porque en realidad el sentido de la libertad de expresión y la pluralidad de voces permiten instalar el debate y por eso no hay que suprimir ninguna expresión”. El uso de esta frase, tomada de famosos pronunciamientos de la Corte Suprema de los Estados Unidos, confunde las dimensiones política y judicial del fenómeno. Gil Lavedra fue uno de los seis jueces que en 1985 cumplieron el rol histórico de enjuiciar a Videla, Massera & Compañía. Su paso posterior como viceministro del Interior le permitió aprender las artes de la política junto a Enrique Nosiglia y convertirse en un testigo privilegiado del hundimiento de Raúl Alfonsín. Como ministro de Justicia de Fernando de la Rúa intentó bloquear el avance de los juicios por la verdad y las extradiciones de un centenar de militares argentinos solicitadas por el Reino de España. Cuando la extinta Asociación Periodistas impulsó la despenalización de los delitos de calumnias e injurias en casos de interés público, Gil Lavedra defendió ese avance ante el Congreso. Pero su tratamiento se detuvo cuando Joaquín Morales Solá destapó en La Nación la compra de voluntades en el Senado para sancionar la ley de precarización laboral. Retomado por el CELS, el proyecto se convirtió en ley una década más tarde cuando CFK lo envió al Congreso, acto final de una larga batalla, con escalas en las dos instancias del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, que puso a la Argentina a la vanguardia de la región. Desde su promulgación, los gobernantes no pueden recurrir a la persecución penal para suprimir ninguna expresión, aunque sea falsa o equivocada, tal como afirma Gil Lavedra. Pero esto no equivale a convertir a los funcionarios en los únicos kelpers, privados de la palabra para expresarse. Es un contrasentido pretender que el silencio del gobernante contribuiría a instalar el debate. Es un logro de la sociedad que no puedan querellar pero constituye una desmesura vedarles la opinión y la respuesta sobre lo que se afirma de ellos o de su gobierno. La cámara patronal de dueños de diarios, ADEPA, llevó la confusión al extremo cuando afirmó que Randazzo había cometido una injuria, delito que el actual gobierno borró del Código Penal cuando se trata de temas de interés público.

El juego del yo-yo

Otra intervención llamativa en el debate fue la de Jorge Lanata. En el pasquín “Libre” y en La Nación interpretó mi columna del martes, “Vienen por más”, como una amenaza, del gobierno y en contra suyo. Ingenioso, pero falso. A pesar de los deseos imaginarios de Lanata, no soy miembro del gobierno, tampoco amenacé a nadie ni me referí a él. Sólo escribí que si Clarín y La Nación seguían reaccionado en forma altiva y prepotente ante los duros datos electorales que disiparon sus ilusiones, con el mismo método obtendrían idénticos resultados, “tal vez con una mayor diferencia, dado el hartazgo que producen. Si vienen por más, es muy posible que lo encuentren. Sigan así”. Convertir este opinable análisis político en una amenaza personal requiere una sobredosis de interés en sí mismo, como la que impresionó al embajador de Estados Unidos, Earl Anthony Wayne, en mayo de 2008. Un despacho enviado por Wayne a su gobierno sostiene que Lanata y su entonces socio, el ex juez Gabriel Cavallo, pidieron la intercesión de Wayne para que las empresas multinacionales de ese origen dieran apoyo económico al diario “Crítica de la Argentina”, porque el gobierno supuestamente lo perseguía. La información consta en el libro de Santiago O’Donnell “Argenleaks. Los cables de Wikileaks sobre la Argentina, de la A a la Z”. Según el mensaje confidencial que cita O’Donnell, Lanata describió una conspiración oficial para estrangular a su diario neonato, y Cavallo pidió ayuda de supervivencia para el último bastión de la prensa libre en la Argentina. De acuerdo con el relato del embajador, Lanata dijo que el gobierno intentó comprarlo y, como él no quiso, lo amenazó, igual que a los inversores en su diario. El gobierno también habría presionado a otras empresas privadas para que no publicaran avisos allí y hackeado la página web y las líneas telefónicas del diario. Cavallo, quien hoy trabaja para la directora de Clarín, Ernestina Herrera de Noble, agregó que la presión para que no publicaran en su diario se extendía a los gobiernos provinciales y, siempre según el embajador, le pidió que gestionara avisos de las empresas estadounidenses. Wayne les sugirió que publicaran esos hechos en el diario y que recurrieran a las organizaciones no gubernamentales que defienden la libertad de prensa. También prometió que transmitiría esas preocupaciones a interlocutores del gobierno que tuvieran influencia y no registró que ese ofrecimiento causara alguna incomodidad a sus interlocutores. Wayne escribió a su gobierno que el acercamiento de Lanata era uno de los más francos que había recibido de parte de un medio argentino y se congratuló por la confianza que demostraba en el compromiso de los Estados Unidos con la libertad de prensa. Agregó que el diario “podría tener problemas financieros que excedían el marco de cualquier campaña para boicotearlo”, escribe O’Donnell. Según el embajador “el presunto apriete a Lanata se queda corto en comparación con las groseras violaciones a la libertad de prensa” en otros países, como “el cierre de diarios”, la censura estatal, la detención de periodistas o la restricción del acceso a Internet”. Consultado para esta nota, Cavallo dijo que recordaba la reunión pero no su contenido. Se habría tratado de “una visita protocolar, en reciprocidad por la presencia de Wayne en el lanzamiento del diario”.

–¿Y el pedido de publicidad?

–Las embajadas no son el lugar para buscar avisos –contestó el viernes.

La situación es similar a la que se produjo en julio de 2010 cuando el canciller Héctor Timerman dijo que el periodista Alfredo Leuco, acompañado por su gerente comercial, le pidió publicidad “para hablar bien de Kirchner”. Leuco lo negó y anunció que iniciaría acciones por calumnias e injurias contra el ministro en la justicia civil. Al cierre de esta nota, Timerman dijo que transcurrido más de un año de la polémica, Leuco no había iniciado ningún juicio en su contra y que él podría identificar el restaurant y hasta la mesa en la que mantuvieron ese diálogo. En este caso el tercer hombre no dijo una palabra.

Negocios son negocios

Por supuesto, Lanata no es un caso excepcional. O’Donnell también dedica dos capítulos de su obra a Clarín, que ayudan a centrar el análisis sobre la particular relación de los medios argentinos con el poder político. El primero refiere un almuerzo ofrecido por Héctor Magnetto y su plana mayor al embajador Wayne el 7 de mayo de 2007, en el que comunicaron que había comenzado la confrontación con el kirchnerismo (el 25, Kirchner presentó en Mendoza la fórmula presidencial que integrarían su esposa y el gobernador radical Julio Cobos). Según dijeron en distintos momentos Kirchner y Cristina, Magnetto planteó que ella no podía ser candidata a la presidencia. Kirchner también dijo que el hombre de negocios había pedido apoyo del gobierno para que el Grupo Clarín adquiriera Telecom, a lo que el presidente se habría negado. El empresario nunca lo desmintió. La conclusión del embajador sobre aquel almuerzo, al que también asistieron los directivos del Grupo José Aranda y Jorge Rendo y los periodistas Ricardo Kirschbaum, Eduardo van der Kooy y un asistente no identificado de Kirschbaum, es que “Clarín representa a la elite industrial de la Argentina y, en el fondo lo que le interesa son los negocios”. Wayne atribuye a “crecientes quejas por negocios” la decisión de Clarín de “cubrir agresivamente el escándalo de corrupción Skanska, al que le había bajado el tono durante meses” (cuatro años después un peritaje de la Corte Suprema de Justicia concluyó que el Estado no pagó sobreprecios por ese contrato). El diplomático agrega que el diario se había “abstenido de semejante cobertura en contra del gobierno porque le debían a Kirchner haberlos salvado de la amenaza de bancarrota de acreedores extranjeros”. Pero las derrotas legislativas del gobierno en algunas provincias “y la recuperación de la salud financiera de Clarín, han terminado el período de gracia de Kirchner con el grupo”. Clarín no habla sólo con el gobierno de negocios. Wayne se queja porque “el diario no siempre se maneja de la forma responsable que nosotros quisiéramos”, pero ésa es una cuestión menor dado que ambos se sienten “en la misma vereda” en el intento de presionar al gobierno para que elija la norma estadounidense de televisión digital y “los buenos negocios podrían ser una buena base para nuestro diálogo en el futuro”. No es un modus operandi sorprendente. El propio diario La Nación reveló hace un año que el 3 de agosto de 2010 Magnetto recibió en su departamento de Alvear y Cerrito al alcalde porteño Maurizio Macrì y a la plana mayor del Peornismo Opositor: el ex senador Eduardo Duhalde, el senador Carlos Reutemann y los diputados Francisco de Narváez y Felipe Solá. También se sentaron a la mesa los principales periodistas de Clarín que, sin embargo, no informaron sobre el encuentro. Sí lo hicieron La Nación y Ambito Financiero: se trató de acercar posiciones para conformar la alianza electoral antikirchnerista que interesaba a Magnetto. Con ese optimismo a toda prueba que hace de él un personaje tan entrañable, Duhalde tranquilizó a todos: el kirchnerismo tiene fecha de vencimiento en diciembre de 2011 y ninguna posibilidad electoral, aseguró. Pero la Argentina acordó con Brasil la preferencia por la norma digital japonesa y, hasta el día de hoy, Macrì y Duhalde siguen riñendo por sus desacuerdos electorales. En otro capítulo el libro refiere un encuentro del segundo de la embajada con el segundo del Grupo Clarín, dos meses después de que Julio Cobos ingresara al libro de los récords por desempatar una votación en el Senado en contra de su gobierno. José Antonio Aranda le dijo al encargado de negocios que tenían la batalla ganada y que el gobierno se había dado por vencido con la ley de medios, lo cual sugiere que el grupo consume sus propios productos desinformativos. Aranda volvió a ser noticia esta semana por dos asuntos que tienen que ver con negocios y no con periodismo: la secretaría federal de ambiente y desarrollo sustentable no autorizó un megaemprendimiento arrocero de Aranda en Corrientes, que hubiera implicado anegar 7800 hectáreas de humedales con reserva de flora y fauna, y el gobierno porteño de Maurizio Macrì subsidió el soterramiento de cables de Cablevisión y Multicanal, obligación legal incumplida desde hace cinco años. Aranda y Magnetto también son proveedores de las computadoras personales que entregará el gobierno de la Ciudad a los estudiantes, en un contrato por 275 millones de dólares.

De la boca para afuera

Es curioso, pero los grandes empresarios prestan mayor atención a los estados de ánimo de la sociedad que los partidos políticos y los medios de la oposición. Lejos del tono beligerante de los años anteriores, compiten en alabanzas para la presidente y “el modelo” y, con su proverbial altruismo, se aprestan a aislar a quienes se empecinen en escalar el conflicto, como el tambero Hugo Biolcati en el G-6 o Magnetto en la Asociación Empresaria (AEA). Con la mejor sonrisa y juramentados para no decir nunca ajuste ni endeudamiento, se proponen contribuir al “perfeccionamiento del plan económico”, sometiéndolo a la supervisión del Fondo Monetario, controlando la inflación y regresando al mercado voluntario de crédito. Ése es el proyecto compartido por la segunda, tercera y cuarta minorías en las elecciones primarias. Por algo se empieza en la mentada búsqueda de consensos.

Fuente: Pagina12

sábado, 3 de septiembre de 2011

OSVALDO BAYER: Los Martínez de Hoz al ataque

Por Osvaldo Bayer
 
No me puedo quejar. Hay que tener suerte. Los Martínez de Hoz me han iniciado juicio. Eso no le pasa a cualquiera. Ahora sí que me siento un elegido por el destino.

Es por el film Awka Liwen donde se analiza la Campaña del Desierto de Roca y mencionamos al fundador de la Sociedad Rural que fue, por supuesto, un Martínez de Hoz. El juicio alcanza también al codirector del film, Mariano Aiello y al historiador Felipe Pigna. Los que inician el juicio son los dos nietos de José Alfredo Martínez de Hoz, el conocido ministro de Economía de la dictadura de la desaparición de personas. A nosotros nos defenderá el conocido abogado de derechos humanos Beinusz Szmukler.

“¡Qué extraño!”, me digo, los tataranietos se sienten injuriados por lo que se sostiene del retatarabuelo y no por lo que hizo el abuelo, el mejor amanuense de la última dictadura más feroz de nuestra historia. La acusación contra nosotros es por “injuriar” al fundador de la Sociedad Rural. Lo escrito en esa acusación provoca hasta conmiseración en el lector, cuánto sentimiento cuando se habla de los hechos de un antepasado de hace ciento cincuenta años. Y nace una especie de sonrisa irónica cuando el lector piensa: ¿por qué tanto sentimiento por un lejísimo antepasado y no dolor y vergüenza por un abuelo que dominó en una brutal dictadura la economía mientras a su lado se torturaba, se desaparecía, se arrojaba vivos a prisioneros al mar desde aviones? Personaje que sigue teniendo juicios en la actualidad por acciones deshonestas, entre ellas la de Papel Prensa.

Me hubiera gustado que esos nietos me hubieran desafiado a un debate en la Biblioteca Nacional, por ejemplo, donde hubiéramos podido públicamente abrir todos los documentos que aseveran lo que sostenemos en el film. No. Inician un juicio, donde exigen una condena en dinero impagable por la cual los supuestos condenados deberíamos pagar solicitadas en todos los diarios del país declarándonos culpables de haber falsificado la historia. Por mi parte no tengo ningún temor. En mi vida de investigador histórico sobre los aspectos más oscuros y dramáticos de nuestra historia del último siglo he ganado todos los juicios o se han enterrado todas las amenazas de juicios. Porque siempre he sostenido que en historia no se puede mentir ya que, de hacerlo, alguna vez vendrá un investigador surgido de las bibliotecas y archivos para demostrar la verdad. Si en este caso el juez podría tener en cuenta el “dolor de retataranietos”, demostraré que no tengo ni por asomo fondos como para pagar lo que exigen –ellos, acostumbrados a las grandes sumas– y preferiré ir a la cárcel para pagar lo que no he cometido. No será la primera vez que estaré entre rejas por lo que escribo, aunque eso fue en dictaduras militares.

Leer el escrito de los nietos del ex ministro dictatorial nos despierta curiosidad. Sostienen, por ejemplo, que lo que se describe acerca del retatarabuelo estanciero Martínez de Hoz causará daños irreparables a la actual familia. Por ejemplo, le escriben el juez: “¿Advierte Vuestra Señoría el daño que las acreditadas falsedades de los autores contra los Martínez de Hoz causarán a la familia, a los suscriptos y a nuestros descendientes si tales falsedades son introducidas al ámbito escolar? El perjuicio contra nuestra familia sería, lisa y llanamente irreparable”.

Ante esta frase podemos sonreír: no se hagan problemas, el daño irreparable ya ha sido hecho por el abuelo José Alfredo Martínez de Hoz, repetimos, ministro de la dictadura más feroz de nuestra historia. Con ganarnos el juicio por unas escenas de nuestro film acerca de la Campaña del Desierto y el genocidio indígena no van a limpiar nunca jamás el nombre de Martínez de Hoz. Les recomiendo que en vez de preocuparse por el retatarabuelo, los descendientes se quiten la parte de Hoz, y se llamen a partir de ahora sólo Martínez, que es un apellido muy difundido y así pueden liberarse de ese terrible pasado familiar que es la figura del ministro dictatorial. El es quien asestó un golpe feroz e ilevantable contra su familia al ser ministro de esa dictadura.

Más todavía que el abogado que nos hace el juicio, ese nieto, se llama justamente José Alfredo Martínez de Hoz, igual que el ministro de la vergüenza nacional.

¿No es acaso este juicio un principio de tratar de hacer olvidar nuestro presente con una acusación contra un film que habla de la historia de cómo se robaron las tierras en las cuales vivieron durante siglos los pueblos originarios?

Los nietos demandantes sostienen que su retatarabuelo no intervino para nada con respecto a esas ocupaciones de tierras donde nacieron luego los grandes latifundios tan bien representados por la actual Sociedad Rural.

Justamente, ahora, aquí, voy a reproducir un documento de la Sociedad Rural donde habla acerca del fundador de esa entidad de estancieros, justamente de José Martínez de Hoz.

Esta solicitada fue publicada nada menos que el lunes 11 de junio de 1979, es decir, en plena dictadura militar de Videla, a página entera, siendo ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz, por el diario Clarín, cuando se cumplieron cien años de la Campaña del Desierto. La solicitada dice, a todo título: “La Sociedad Rural Argentina, las Fronteras y los Indios”. En la misma se trae la resolución del ministro de Guerra, coronel Martín de Gainza de junio de 1870 que (textual) “acude a la Sociedad Rural Argentina pidiéndole se hiciera cargo de adquirir 1500 caballos para el Ejército con destino a la campañas contra los indios”. Luego sigue la solicitada (textual): “El entonces señor presidente de la Sociedad Rural Argentina, don José Martínez de Hoz respondió a ese petitorio diciendo: En contestación a la nota de V.E.... felicitándose la Sociedad Rural de que V.E. le haya dado esta brillante oportunidad para demostrar cuánto puede hacer en beneficio de los intereses rurales que está encargada de promover, cooperando siempre en todo sentido cuando se trata de dar seguridad y bienestar a nuestros pobladores de la campaña”. Aquí habría que decir que más bien se refería a la propiedad nueva de que se iban apoderando los nuevos dueños de la tierra con ayuda oficial. Luego, en la solicitada viene la circular firmada por Martínez de Hoz del 4 de julio de 1870 donde dice: “Siendo un deber de todo ciudadano prestar su auxilio y cooperación a los gobiernos, siempre que se ocupen de la seguridad y bienestar de las sociedades que dirigen, la corporación que presido no ha titubeado ni un momento en encargarse de la compra de 1500 caballos que el Excmo. Gobierno Nacional necesita urgentemente. La Comisión Directiva de la Sociedad Rural no ha trepidado ni un solo momento en tomar a su cargo tan importante comisión, porque ha creído que aceptándola trabaja en el sentido de favorecer los intereses rurales que tiene el deber de promover”. Firmado José Martínez de Hoz.

“Los intereses rurales”, dice el retatarabuelo de quienes nos iniciaron juicio. ¿Cuáles intereses, los de los pueblos originarios que vivían allí desde hacía veinte siglos? No, los intereses de los recién llegados que vieron que eso era una fuente de riquezas. El mismo día se hace la “asamblea general extraordinaria de la Sociedad Rural”. Y en el comunicado señala que el objeto de esa reunión es tratar la oferta hecha por “el gobierno de la Pcia. de Bs. As. al de la Nación para alejar los indios al otro lado del río Negro”. Misión que llevará a cabo ocho años después el general Roca. En la asamblea se resuelve ofrecerle al gobierno “la cooperación de los hacendados sin limitación alguna”. Estas tres palabras lo dicen todo.

Luego, los hacendados levantan el tono y ofrecen al gobierno: “La más decidida cooperación para reunir los elementos bélicos necesarios que, ayudando a los que tiene la Nación, sirvan a repeler los indios lejos de nuestras fronteras actuales”. Todo, firmado por José Martínez de Hoz.

Y trescientos ganaderos.

Luego sí, Martínez de Hoz muere antes de la expedición de Roca. Pero es que la Campaña del Desierto ya había comenzado mucho antes.

Bien, he presentado la primera prueba. Mi esperanza es –aunque yo vaya preso por faltar el respeto “a la Sociedad Rural”– que con esto tome un nuevo curso la gran polémica en el país acerca del genocidio que los argentinos cometimos hace un siglo y medio contra los pueblos originarios. Así que, bienvenido el juicio que nos han iniciado los Martínez de Hoz. Servirá para ventilar ese oscuro pasado.

Fuente: Pagina12

ZAFFARONI ADVIERTE QUE LA CRIMINALIDAD "ES UN FENOMENO QUE ATRAVIESA TODAS LAS CAPAS SOCIALES"

El ministro de la Corte Suprema  de Justicia, Eugenio Zaffaroni, advirtió que "la criminalidad es un fenómeno que atraviesa todas las capas sociales" y declaró que la relación entre criminalidad y marginalidad social "no es absolutamente directa".
 
Al hablar anoche en una conferencia sobre comunicación en La Plata, Zaffaroni explicó que la criminalidad atraviesa todos los estratos sociales "desde un entrenamiento diferenciado" ya que "hay quien tiene entrenamiento para realizar ciertos hechos groseros, y otros tienen entrenamiento para hacer hechos más refinados".
 
El juez destacó también en su exposición que en Argentina se lucha "por los derechos humanos contra la corriente, ya que las potencias mundiales tiran para otro lado, y se cometen aberraciones, por el afán desmedido, por la ambición de las naciones poderosas que derivan en crímenes en masa".
 
El juez cerró anoche el Primer Congreso de Comunicación y Ciencias Sociales desde América Latina que, con el lema “Tensiones y Disputas en la Producción de Conocimiento para la Transformación" (Comcis), se desarrolló en la Facultad de Periodismo y Comunicación
Social.
 
Para Zaffaroni, existe mundialmente "una preocupante regresión en derechos humanos" y en ese sentido América Latina "está a contrapelo de lo que sucede en Europa y Estados Unidos y en una situación privilegiada en esta materia".
 
"Hay que marchar hacia un modelo de Estado social y no gendarme y a que los medios no nos lleven como los países centrales a una paranoia de inseguridad y nos cuentan los cadáveres pero no tenemos un estudio cualitativo de los delitos", resaltó.
 
Aseguró que la represión del "Estado gendarme genera violencia y sólo violencia" y ejemplificó que en Estados Unidos "por una maniobra de distracción de las administraciones republicanas, desde (Ronald) Reagan hasta la actualidad, se posibilitó el cambio del Estado de bienestar al Estado penal".
 
"Así -explicó- subió allí el número de presos de manera exponencial, hubo un desplazamiento presupuestario del hospital a a cárcel, y esta empresa tiene en EE.UU 10 millones de personas que viven del sistema penal".
 
Zaffaroni habló ante decenas de alumnos, profesores, investigadores, graduados, organizaciones de derechos humanos y autoridades académicas y más de 200 usuarios siguieron online la disertación del jurista. (Télam).-

CHILE: “Los medios fomentan el desprestigio de los movimientos sociales”

A tres meses de tomar las calles, el movimiento estudiantil tiene el 80 por ciento de apoyo y una “transversalidad” pocas veces vista. Su líder explica sus objetivos y razones.

Por Christian Palma
Desde Santiago

No es fácil conseguir una entrevista con Camila Vallejo. Literalmente, hay que ponerse en la fila entre varios periodistas chilenos y extranjeros para robarle un pedacito de su agenda. No es amiga de la prensa chilena, mayoritariamente de derecha. Y se nota. Aun así, la joven de 23 años responde con esa claridad que la ha llevado a convertirse en el rostro más visible del movimiento estudiantil que tiene en jaque al gobierno de Sebastián Piñera y que ve cómo el modelo neoliberal que defiende tambalea a causa del descontento social liderado por la fuerza de los estudiantes y secundado por los profesores, los trabajadores y miles de rostros anónimos que se aburrieron de los abusos a todo nivel. Pues bien, la egresada de geografía de la Universidad de Chile y presidente de los alumnos de ese establecimiento encabeza una nueva camada de líderes que no sufrieron los horrores de la dictadura, se enfrentan con desfachatez a autoridades que hasta les triplican la edad y se lucen en el escenario donde les toque defender sus ideas, como ha quedado demostrado en el Congreso chileno, canales de TV y las redes sociales. La solidez de sus argumentos, tildados muchas veces de intransigentes, no son obstáculos para que Camila, nieta de un ex integrante del Movimiento Izquierdista Revolucionario (MIR) e hija de militantes comunistas, logre convocar a miles de chilenos en las calles, consiga el 80 por ciento de adhesión ciudadana a las demandas estudiantiles y cientos de chicas –sin ella quererlo– imiten su look de jeans gastados, pañuelo artesanal al cuello y piercing en la nariz.

Hoy Vallejo y los demás líderes secundarios y universitarios se sentarán a la mesa junto a Piñera y varios de sus ministros a intentar destrabar un conflicto que se extiende ya por más de tres meses. La Moneda será el marco para una jornada que puede marcar el inicio del fin. O tal vez no, dado que el presidente ya descartó la gratuidad de la educación, uno de los puntos centrales del petitorio de los universitarios y secundarios.

–Muchos chilenos se van a Argentina a estudiar porque les sale más barato pagar una pensión allá que una carrera en Chile. Según la Asamblea de Estudiantes Chilenos Exiliados por la Educación, son entre 4500 y 5000, repartidos en la UBA, La Plata y el IUNA.

–Es un hecho claro que ejemplifica el porqué hoy nos encontramos en medio de una lucha tan masiva y transversal. Vivimos en un país donde la educación, junto a otros servicios básicos, como la salud y la vivienda, son tremendamente caros y, por ende, su provisión de calidad está restringida sólo a quienes pueden pagar. De este modo, una de nuestras principales consignas es la defensa de una Educación digna gratuita y de calidad para todos y todas.

–¿Cuán consistente es este movimiento para resistir al espectro político, no sólo en la derecha y el gobierno?

–El movimiento cuenta con una serie de fortalezas tales como la amplitud que sobrepasa lo meramente estudiantil y lo transforma en un movimiento social; la unidad de los diferentes actores ligados al mundo educacional, quienes tras un largo proceso han podido aunar esfuerzos en pos de generar petitorios unificados; la representatividad del sentir de la ciudadanía, en tanto ha habido procesos democráticos a través de los cuales las discusiones definen las mejores estrategias a utilizar; y, finalmente, cuenta con la experiencia histórica de los diferentes movimientos que nos han precedido, como lo fue el movimiento pingüino del 2006 (la cuna del moviendo actual que tuvo en las cuerdas a Michelle Bachelet, pero que no dio los frutos prometidos). De todas estas herramientas el movimiento se vale para hacer frente a las diferentes artimañas que pueden surgir de la misma articulación de la derecha como del gobierno, de las que, hasta el momento, nos hemos sabido defender.

–¿Qué le parece la actuación del gobierno en el tema? No ha dado respuesta a sus demandas, hace declaraciones desafortunadas e intenta darles un perfil violento a las marchas.

–El gobierno no está escuchando a la ciudadanía, lo que evidencia que está tan dispuesto a seguir defendiendo intransigentemente su modelo educativo que incluso asume el costo de omitir lo que el pueblo ha demandado masivamente durante más de tres meses. Han explotado al máximo las herramientas con las que cuenta junto a la derecha chilena –medios de comunicación, fuerza policial y militar, respaldo de los grandes grupos económicos– para deslegitimar el movimiento, basándose en la mentira tras estrategias populistas. La presión social que este movimiento ha logrado acumular ha obligado a Piñera a mostrar de qué está hecho este gobierno, cuáles son los límites democráticos que está dispuesto a cruzar y a quiénes representa realmente, lo que constituye un enorme desprestigio y desaprobación de su gestión, lo que ya se manifestó en las últimas encuestas, que históricamente ellos mismos han validado. El cuestionamiento a la incapacidad de manejar la demanda social por una educación pública gratuita y de calidad para todos alcanza nuevos niveles en tanto el grado de represión ha sobrepasado cualquier límite de tolerancia de un Estado de Derecho. Durante estos meses de protesta, hemos sido testigos de aberrantes abusos por parte del cuerpo policial, bajo órdenes del Ejecutivo, a través del ministro del Interior y Seguridad Pública, Rodrigo Hinzpeter, lo que llega a su punto más crítico con la muerte de un estudiante la semana pasada.

–¿A qué atribuye el apoyo de la gente?

–Este movimiento ha alcanzado una masividad y transversalidad que nunca antes se había visto desde el retorno a la democracia (1990). Un enorme porcentaje de quienes en su momento apoyaron a Piñera hoy se dan cuenta de que éste no es un ataque directo a su posición sino a un modelo de educación que concibe a la educación como un bien de mercado y no como un derecho, y a un sistema democrático que hoy se reconoce que no da el ancho. El cuestionamiento de la conducta del gobierno por parte de ciudadanos que incluso pertenecen a sectores que en su momento apoyaron al actual presidente deja de manifiesto que sí existe el entendimiento de que la lucha que hoy tenemos es por un derecho a la Educación y un cambio de sistema que va en beneficio de toda la sociedad y el desarrollo de Chile, y no se limita al beneficio de un sector político particular.

–¿Se polarizó el movimiento?

–Para entender este conflicto hay que analizarlo desde dos aristas, por un lado tenemos que en la población la problemática educacional se ha transversalizado, lo que ha generado un apoyo masivo al movimiento desde diversos sectores y actores ligados a la educación. Sin embargo, por otro tenemos a un sector mucho más minoritario e ideológico representado en las clases dominantes, a quienes no les conviene un cambio en la educación, tanto porque el actual sistema beneficia directamente sus bolsillos como porque los mantiene en su posición de privilegiados frente a una población mal educada. Es producto de la intransigente postura de este último sector que las dos grandes alternativas educativas hoy se hayan polarizado. Es decir que la polarización no se encuentra al interior del movimiento estudiantil –el que ha sabido priorizar la unidad actuando en forma conjunta–, sino que representa una enorme contradicción entre los cambios que hoy la ciudadanía está exigiendo frente a una minoría conservadora cuyos intereses el Ejecutivo representa.

–Ha sufrido críticas y ataques. ¿Qué siente cuando dicen que está manejada por el PC?

–Efectivamente, yo soy militante de las Juventudes Comunistas de Chile y eso es algo que nunca he ocultado. Muy por el contrario, algo de lo que me siento totalmente orgullosa, pues es una gran escuela que me ha permitido crecer y de-sarrollarme políticamente. Por lo demás, es de esperar que en la actual situación quienes no estén a la altura del conflicto busquen argumentos como éstos para atacar, no sólo a mi persona, sino también al resto de los dirigentes. Pero lo cierto es que hoy yo represento no sólo a los estudiantes de la Universidad de Chile, sino que también me toca ser la voz de todos los estudiantes del país, en tanto vocera de la Confederación Nacional de Estudiantes de Chile (Confech), y la legitimidad que tanto los estudiantes como la ciudadanía ha efectuado a mi desempeño creo que deja de manifiesto que esas acusaciones no son más que sucias estrategias desesperadas de quienes, como dije anteriormente, no han sido capaces de ganar el debate de las ideas.

–¿Se plantea seguir siendo dirigente a futuro, más en un país carente de líderes jóvenes?

–En países como Chile, donde los medios de comunicación están dirigidos principalmente por los poderosos, ocurre que los medios fomentan un desprestigio de los movimientos sociales y a sus mismos dirigentes, como ocurrió en México. Sin embargo, el movimiento por la educación (en Chile) ha sido tan transversal que, independiente de los desprestigios de la prensa, la ciudadanía sigue apoyando la causa y cada vez con más intensidad. Respecto de mi futuro, he planteado en diversos medios que tengo una proyección personal de carácter académico, es decir, me gustaría terminar mi carrera y continuar esa senda. Sin embargo, concibo los cargos de representación como una responsabilidad y en ningún caso un privilegio, por lo que a priori no puedo decir que no continuaré teniendo cargos de representación popular.

–¿Cómo toma esa responsabilidad?

–Creo que la esperanza en que los logros de este movimiento no se pierdan, así como la responsabilidad tras ella, es compartida por la totalidad de los involucrados. Si bien a veces suele iconizarse el movimiento en mi persona, tenemos muy claro que los logros, como la construcción de éstos, nos pertenecen a todos. Confío, sin embargo, en que hemos hecho las cosas bien, lo que se demuestra por el increíble apoyo ciudadano que, a más de tres meses de iniciada esta movilización, aún tenemos. Bajo estas condiciones de juego, si el movimiento no logra ver satisfechas sus demandas, será responsabilidad de la intransigencia del gobierno y de la traición de la ciudadanía por parte de la derecha chilena, lo que no estaremos dispuestos a tolerar.

–¿Qué opina del rol de la Concertación en todo esto?

–La Concertación ha jugado un rol bastante oportunista tratando de obtener réditos políticos respecto de lo que ocurre hoy en el país. En ese sentido vemos cómo hoy personeros de dicha colectividad salen a criticar el modelo educacional, como por ejemplo el ex presidente Ricardo Lagos, quien hoy señala “que el modelo ya no aguanta más”, y pareciera que olvidan que ellos mismos fueron quienes administraron y profundizaron la mercantilización de la educación y que, por otro lado, un importante sector de dicha colectividad hoy son sostenedores de colegios e invierten en el negocio de la Educación Superior. A pesar de esto, dado el nivel de participación que tiene la Concertación en el Parlamento, le corresponde responder a la altura de lo que sus declaraciones a favor del movimiento han indicado. Es decir, deben asegurar que los proyectos de ley que han surgido de estas movilizaciones representen íntegramente lo que la demanda social ha establecido, y por ningún motivo vuelvan a negociar a espaldas del movimiento, como terminó ocurriendo con el proceso cúlmine de la Revolución Pingüina del 2006.

Fuente: Pagina12

viernes, 2 de septiembre de 2011

DENUNCIAN AL PROGRAMA DE TV "BARILÓ" POR VIOLAR LOS DERECHOS DE NIÑOS Y ADOLESCENTES

El Consejo Asesor de la Comunicación Audiovisual y la Infancia manifestó que el programa televisivo "Bariló. A todo o nada", que se emite por Canal 13, vulnera los derechos de la niñez y adolescencia.
 
El organismo criticó "el tenor de ciertos contenidos audiovisuales que vulneran los derechos de los niños, niñas y adolescentes consagrados por la Convención Internacional de los Derechos del Niño y otros que desatienden la posibilidad de que haya en las audiencias niños de menos de 11 años".
 
En el envío televisivo, adolescentes de secundaria realizan distintas pruebas para ganar la competencia que les permitirá conseguir el viaje de egresados a Bariloche.
 
"El tono general del programa, que fomenta una cultura del éxito a cualquier precio, en la que todo vale con tal de alcanzar objetivos", fue también criticado por el organismo.
 
En una declaración difundida hoy, el Consejo sostiene que "el "cuerpo" está puesto como objeto de "oferta", en carácter de prenda de cambio del triunfo, equiparándolo a logros materiales".
 
Se suma a esto "el sometimiento y, a veces, la humillación, aún contra la propia voluntad de los participantes, los que son permanentemente incitados por la conducción "so pena" de defraudar al grupo y de pérdida de la posibilidad de obtener el premio si alguno se rehúsa a  alguna de las "pruebas", que llevan a conductas de riesgo que rozan lo morboso", dice el texto emitido por el Consejo.
 
Asimismo, el Consejo adelantó que efectuará un seguimiento del programa "con el compromiso de instrumentar todas las acciones a nuestro alcance con el fin de que se tomen las medidas necesarias, desde los ámbitos correspondientes".
 
Solicitó además que el programa "se ajuste a los parámetros de protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes y respete la  Ley 26.061, de Protección Integral de la Infancia,  así como la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual".
 
De esta manera, el Consejo "retoma y hace propio un informe sobre el programa de televisión que elaboró la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF)".
 
El Consejo Asesor de la Comunicación Audiovisual y la Infancia está conformado por representantes del Ministerio de Educación de la Nación, de la SENAF, de los gobiernos provinciales, de gremios docentes y organizaciones de la sociedad civil tal cual lo establece el Artículo 17º de la Ley 26.522. (Télam)

Abuelas se mostró conforme con que la Justicia tenga "un funcionario procesista menos"

Las Abuelas de Plaza de Mayo consideraron hoy que la aceptación de la renuncia del ahora ex fiscal Juan Martín Romero Victorica "contribuye a la depuración del Poder Judicial, ya que habrá un funcionario procesista menos en la Justicia".
 
"El fiscal ante la Cámara de Casación Penal Juan Martín Romero Victorica evitó, con su renuncia al cargo, el jury de
enjuiciamiento por su complicidad con la dictadura. No obstante, Abuelas de Plaza de Mayo considera que su alejamiento contribuye a la depuración del Poder Judicial, ya que habrá un funcionario procesista menos en la Justicia", señalaron en un comunicado.
 
Ayer, el Procurador General de la Nación, Esteban Righi, decidió aceptar la renuncia de Romero Victorica acusado de haber colaborado con el apropiador de una hija de desaparecidos.
 
Righi, quien había pedido el enjuiciamiento para la eventual remoción de Romero Victorica, sostuvo que con la aceptación de la renuncia “se alcanza el mismo objetivo”.
 
"El ahora ex fiscal tenía un pedido de jury de enjuiciamiento habilitado en su contra por haber entregado información al coronel Herman Tetzlaff, apropiador de la nieta Victoria Montenegro, para ayudarlo a evadir la Justicia", detallaron las Abuelas.
 
Agregaron que "por esta acusación, promovida luego de la declaración de Victoria Montenegro en el juicio por el Plan Sistemático de Apropiación de Menores, Romero Victorica continúa imputado en una causa penal".
 
"Abuelas de Plaza de Mayo espera que la aceptación de esta renuncia contribuya a que se designe rápidamente a un fiscal ante al Cámara de Casación Penal comprometido con los derechos humanos y la democracia", aseveraron.




SATISFACCION DEL SECRETARIO DE DERECHOS HUMANOS
El Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, manifestó su satisfacción por la aceptación de la renuncia de Juan Martín Romero Victorica, al señalar que el ahora ex fiscal "fue un obstáculo para la profundización de la democratización del Poder Judicial y el Ministerio Público Fiscal".
 
"La medida implica el cese inmediato de quien hasta el presente fue un obstáculo para la profundización de la democratización del Poder Judicial y el Ministerio Público Fiscal y el avance de los principios de Memoria, Verdad y Justicia, por su ideología coincidente con la de los genocidas que produjeron la noche dictatorial más oscura de la historia argentina", expresó el funcionario mediante un comunicado.
 
El Procurador General de la Nación Esteban Righi aceptó ayer la renuncia de quien fuera fiscal ante la Cámara Nacional de Casación Penal, acusado de haber colaborado con el apropiador de
una hija de desaparecidos.
 
En otro párrafo, Duhalde señala que "su separación del Ministerio Público Fiscal mediante la aceptación de su renuncia, no exime a Romero Victorica de dar cuenta a la justicia por su  vinculación con los hechos imputados por la testigo Victoria Montenegro, hija de desaparecidos".(Télam).-

JUAN CARLOS NACUL: Bochado por el Ejecutivo

Juan Carlos Nacul fue cuestionado por vínculos con el bussismo. La Presidenta envió una nota a la Comisión de Acuerdos en la que anunciaba el retiro de la nominación. El bloque del Frente para la Victoria había acordado no avalarla.

Por Irina Hauser
 
El Poder Ejecutivo decidió retirar el pliego del candidato que había propuesto para hacerse cargo del Juzgado Federal 2 de Jujuy. Se trata del abogado tucumano Juan Carlos Nacul, quien, como informó Página/12, había sido impugnado por H.I.J.O.S. Jujuy y por las Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos de esa provincia. El escrito de los organismos advertía que había trabajado para el gobierno de Antonio Domingo Bussi durante el terrorismo de Estado, que fue asesor del bussismo en la Legislatura de Tucumán y defensor del represor Mario Oscar “Malevo” Ferreyra, quien se suicidó en 2008 ante las cámaras de televisión cercado por juicios por su participación en crímenes de lesa humanidad en la última dictadura. El Gobierno también desistió de la postulación para juez federal de Salta de Edgardo López Herrera.

La nota llegó a la Comisión de Acuerdos del Senado el miércoles por la noche y lleva la firma de la presidenta Cristina Kirchner y del ministro de Justicia, Julio Alak. No señala razones, aunque es evidente que es producto de las impugnaciones que, al menos en cuanto a Nacul, dejaron a la vista que desentonaba con el perfil de la tanda de 92 jueces postulados en julio por el Gobierno, entre quienes la experiencia y criterios de defensa de los derechos humanos fueron prioritarios. El retiro de un pliego es algo muy poco usual y en el Senado todavía no entienden cómo pudo el ex defensor del Malevo Ferreyra quedar tan cerca del nombramiento. También el miércoles, el bloque del Frente para la Victoria había decidido no avalar ese nombramiento.

La audiencia pública de Nacul, que estaba prevista para hoy, finalmente fue suspendida. De todos modos, ayer a la mañana el propio abogado se anticipó a presentar su renuncia al cargo al que aspiraba. Ya había dejado trascender entre sus conocidos que aunque fuera a exponer al Senado al final desistiría. Al impacto de los cuestionamientos recibidos sumaba –en voz baja– que para colmo el Juzgado Federal de Jujuy tiene un gran retraso, con más de 9000 causas en trámite, en una zona de narcotráfico, trata de personas y problemas en la organización de las causas contra represores, que están fragmentadas. Nacul ya participó en una veintena de concursos y seguiría en carrera en varios de ellos.

En su impugnación, la agrupación H.I.J.O.S. había alertado sobre los “peligrosos antecedentes profesionales” de Nacul. Enumeraba que fue funcionario de la Caja Popular de Ahorros de Tucumán durante la última dictadura, con Bussi en el poder; asesor del bu-ssismo en la Legislatura tucumana en el bloque de Fuerza Republicana (entre 1996 y 1999); además de defensor de Ferreyra, hombre clave del Operativo Independencia, implicado por las víctimas “como responsable de secuestros y desaparición de personas”.
 
En su respuesta a la impugnación presentada en el Senado insistió en que nunca lo defendió en las causas por violaciones a los derechos humanos y que cuando le ofrecieron actuar como defensor oficial, se negó. Agregó que como fiscal subrogante en Santiago del Estero impulsó una causa por crímenes del Tercer Cuerpo de Ejército. Sostuvo que cuando trabajó durante el régimen de Bussi en la Caja Popular no era “funcionario”, sino “abogado” en juicios contra empleados deudores. A la Legislatura, aclaró, entró en 1987 con el peronismo y ahí quedó, hasta que un día trabajó con Fuerza Republicana.

La presentación de H.I.J.O.S. sostiene que Nacul habría intentado cambiar su imagen en los últimos años al mostrarse “misteriosamente” cercano a “políticas de derechos humanos”. En la misma línea, Madres y Familiares de Desaparecidos señalaban que “su presunta vinculación con los genocidas (...) no nos garantiza juicios justos”.

Otro de los pliegos que retiró la Presidenta es el de López Herrera, que estaba cerca de ser nombrado juez federal de Salta, otra jurisdicción con causas complejas y algunas demoradas sobre crímenes de la última dictadura. Fue denunciado por la Asociación de Derechos Humanos Lucrecia Barquet, porque no es de la provincia, proviene del derecho privado y dudaban de que encauzara las causas pendientes de lesa humanidad, en juzgado con 16 mil expedientes en trámite, 11 mil de ellos provisionales. Cuando hizo su descargo en el Senado dijo, palabras más palabras menos, que cualquier juez se demoraría en estudiar los expedientes contra represores pendientes. La senadora Sonia Escudero (del Interbloque Federal) intentó colar su pliego en la sesión de anteayer, pese a que no entraba ninguno de los impugnados, y fracasó.

El Ejecutivo retiró también la postulación, de un concurso más viejo, de Adrián García Lois, para el Juzgado Federal de Rafaela, aunque no había sido impugnado, sino que había intereses políticos cruzados.

Fuente: Pagina12

EDUARDO DE LA SERNA: ¿Quién?

Por Eduardo de la Serna *
 
Desde que empecé a militar, hace ya muchos años, aprendí a no ser ingenuo, y a preguntar. A preguntarme cosas como “¿A quién beneficia? ¿A quién perjudica algo?”. Porque las cosas no suelen pasar “porque sí”. Cuando hay un acontecimiento que tiene gran trascendencia (en especial cuando hay otros relativamente semejantes en los que la trascendencia fue infinitamente menor), me surge esa pregunta.

Otra cosa que aprendí es que en tiempos “fuertes”, como suelen serlo los “tiempos electorales”, tampoco hay casualidades, y suele haber “alguien” detrás, causando o incentivando. Quizá no como autor material, ni siquiera intelectual, pero sí como una suerte de “fogonero”, como una suerte de “cómplice encubierto”. ¿A quién beneficia? ¿A quién perjudica? ¿Quien puede –o cree que puede– sacar provecho de circunstancias aberrantes como estas?

Cuando hay cosas que “no cierran”, la pregunta me rebota una y otra vez: ¿por qué un dato fundamental para la investigación “alguien” no lo entrega al fiscal, es decir, al principal encargado de investigar un caso? ¿Quién se beneficia? ¿Por qué a ese dato tiene acceso la prensa (cierta prensa) y no la Justicia? ¿Quién estaría interesado en enturbiar el caso? ¿Quién se perjudica?

Es verdad que además de los factores principales, nunca faltan los carroñeros que al menos esperan beneficiarse de lo que queda, y no está mal saber que buitres, hienas y chacales son precisamente carroñeras, y no Pulitzer, por ejemplo. Generalmente los que se benefician no aparecen, están detrás, como los titiriteros; suelen mostrarse como los que tienen “la solución”, suelen decir que pescan tiburones aunque sólo hayan sido bañeros.

* Coordinador del Movimiento de Sacerdotes en Opción por los Pobres.

Fuente: Pagina12

jueves, 1 de septiembre de 2011

Candela, de la incertidumbre a la conmoción

Diez días después de haber desaparecido, la chica fue encontrada muerta. La madre reconoció el cadáver y estalló en llanto. Luego se conoció un presunto llamado extorsivo a la familia de hace dos días. La crónica de la jornada y el impacto que produjo.

Por Emilio Ruchansky
 
“¿Y qué más viste? ¡Qué más!”, le insistía anoche una investigadora de la Policía Bonaerense a Luis Cerdán, uno de los primeros en ver el cadáver de Candela Sol Rodríguez. El hombre, un maletero de la estación de micros en Hurlingham al costado de la Autopista del Oeste, respondió sin sacarse las manos de los bolsillos: “Eso que le digo. La manito con las uñas pintadas y un anillo”. Cuatro horas antes, a las 15.15, dos jóvenes cartoneras llegaron a la terminal, llorando, y le contaron que mientras revolvían las bolsas de basura en la vereda de un baldío hallaron el cuerpo desnudo de una niña. “Estaba desfigurada”, le confirmó el maletero a Página/12. Su madre la reconoció por el anillo y la colita de pelo que llevaba puesta.

El lugar donde apareció Candela queda a 35 cuadras de la casa de la niña de 11 años, que desapareció el 25 de agosto, mientras esperaba a sus amigas para ir a una reunión de scouts de la parroquia Hurlingham.

Según los vecinos, en ese baldío a 500 metros del cruce con la avenida Vergara y la autopista supo haber un corralón de materiales que fue demolido. Desde entonces, además de basura, allí solían aparecer los esqueletos de autos robados. “El cuerpo estaba cerca de un auto, en una bolsa negra que estaba al lado de otras dos”, detalló Cerdán.

Una hora después del hallazgo, Carola Labrador, la madre, salió de su casa raudamente, sin hablar con la prensa. Por lo bajo, sus parientes aseguraban que iba a una reunión pactada de antemano. Al sentarse en la parte del auto que la trasladaba, se la vio respirar agitadamente. Poco antes, el gobernador Daniel Scioli y su ministro de Justicia, Ricardo Casal, habían llegado en helicóptero al baldío, luego de mantener una reunión de evaluación por el caso en La Plata. También se sumó el fiscal de Morón a cargo de la investigación, Marcelo Tavolaro.

“¡Por Dios! ¡Me mataron a mi hija!”, gritó Labrador antes de recibir un gesto solidario de Scioli. Un rato antes, el gobernador dio cifras de la búsqueda que mantuvo en vilo a gran parte de los argentinos. “Hicimos más de 600 allanamientos en toda la provincia, que se suman a los más de 200 análisis de terrenos baldíos, excavaciones y obras abandonadas”, dijo Scioli, mientras continuaba el rastrillaje en el río Reconquista. “El cuerpo fue encontrado en un lugar muy transitado, no pudo haber estado antes en el lugar”, estimó después el fiscal general de Morón, Federico Nieva Woodgate. Anoche no quedaba claro, de todos modos, cuándo había sido arrojado allí el cuerpo.
Más allá de un supuesto primer llamado de Candela, que su madre creyó haber recibido un día después de la desaparición, no habían trascendido otras comunicaciones de peso. Hasta ayer. Según comentaron fuentes de la investigación, el lunes pasado Labrador recibió un mensaje de una voz masculina que le hablaba a una mujer: “Ahora sí que no la vas a encontrar nunca a tu hija. Jamás la van a encontrar”. “¿No?”. “No, te lo aseguro yo. Hasta que esa conchuda no devuelva la guita no la va a ver nunca más. Que le pregunte al marido dónde dejó la guita.”

La hipótesis de venganza contra el padre de Candela, preso por intentar robar un camión, aparece como una de las más firmes. También se habló de un delito sexual y hasta de una red de trata, aunque algunos especialistas en esta materia comentaron ayer que estos grupos criminales no suelen hacer secuestros al voleo. “Hacen una inteligencia previa y actúan con engaños para cooptar personas de sectores vulnerables”, señalaron ayer desde Registro Nacional de Información de Personas Menores Extraviadas. En los primeros días, también se pensó en “una travesura infantil”.

El jueves pasado, cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió a Labrador, el fiscal Tavolaro interrogó a Alfredo Rodríguez, padre de la joven asesinada, en el penal de Magdalena (desde donde anoche fue trasladado hasta la morgue). Según trascendió, alguien en el penal le había pasado un mensaje: “Esto es un vuelto”. Ese mismo día el gobierno bonaerense lanzó una recompensa de 100 mil pesos para quien aportara datos claves para encontrar a la niña. En el medio de tanta conmoción, el jefe de la Policía Bonaerense, Juan Carlos Paggi, pidió prudencia antes de llamar. Ya se habían recibió más de mil llamadas.

Ayer, en la comisaría segunda de Hurlingham en la avenida Vergara, mientras esperaban a la madre de Candela, podían verse tres carros de cartoneros con sus respectivos petisos. “A mi hijo me lo metieron preso porque la policía dice que el cuerpo lo tiraron desde un carrito azul”, decía Miguel Angel Muñoz en la puerta. Los dos médicos que llegaron en una ambulancia desde el hospital zonal lo miraban apenados. “Vinimos por si le pasa algo a la madre de Candela, tenemos entendido que hace varios días que duerme muy poco y se puede descompensar”, informó uno.

Tras la noticia hubo una conmoción entre los vecinos de Hurlingham, una ciudad empapelada con la cara de la joven. En los negocios del centro ya se corría el rumor de otra chica desaparecida. Los docentes, por su parte, pidieron “asueto por duelo” para hoy y convocaron a una marcha a las 18 en la plaza central de esta localidad del oeste bonaerense, para reclamar justicia. “Que sea un día de lucha de los docentes y estudiantes, para que no se produzca ningún otro caso de desaparición forzada de personas”, sostuvo la maestra Nora Biaggio.

En la calle Coraceros al 2552, frente a la casa de Candela, cientos de vecinos se reunieron para acompañar a la madre. Más allá de los aplausos y gritos en reclamo de justicia, predominaron el silencio y los susurros. “Nadie pensaba que esto podía terminar así, estamos shockeados”, reconoció Walter, un vecino de la familia Labrador. Luego reveló el pánico que sentía, como muchos los presentes: “Esto es un antes y un después en Hurlingham. Ahora cómo dejás a los chicos salir solos, si los mandás a comprar pan a la esquina y desaparecen”.

Varios chicos se acercaron con velas y rezaron abrazados a sus padres. Los carteles que los vecinos llevaban a todas las marchas que hicieron estos días, con la cara de Candela y el número para informar novedades, tenían una nueva incripción en la parte inferior: juicio y castigo. Cristina y Silvia, dos comerciantes que solían atender a la niña en su librería, admitían que sospechaban un desenlace fatal cuando vieron a la madre de Candela en televisión. “Le hablaba directamente a los secuestradores, como si supiera quiénes son, me resultó raro”, dijo Cristina.

Frente a la casa de la familia, llena de fotos y afiches que pedían que “devuelvan a Candela”, una señora en llanto llevaba al pecho un cartel hecho a mano con su mensaje para los asesinos: “Por qué la mataron, es solo una nena, cobardes hijos de puta”.

Fuente: Pagina12

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