Mediante la presente el MoCaFor (Movimiento Campesino de Formosa), organización de base del Frente Nacional Campesino (FNC), denuncia ante la opinión publica la situación de servidumbre en la que viven centenares de trabajadores rurales en establecimientos ganaderos de la provincia de Formosa.
Según se puede probar, centenares de trabajadores son explotados y viven en condiciones inhumanas en los nuevos establecimientos ganaderos propiedad de los que algunas autoridades llaman “inversionistas”, la mayoría de los esclavizados son trabajadores de origen paraguayo que son reclutados en su país por punteros que prometen buena paga por los trabajos en campos de patrones desconocidos.
Los establecimientos ganaderos involucrados en la explotación de los hermanos paraguayos, por lo general, están ubicados dentro de una franja de 100 km al margen del río Pilcomayo frontera con la Republica del Paraguay, los trabajadores paraguayos realizan trabajos de desmonte, destronques, limpieza de campo, postes, alambrados, corrales, galpones, etc.; los precios pagados por los trabajos realizados son irrisorios de los cuales se les descuentan las mercaderías proveídas por los patrones. Entre las mercaderías más consumidas por los trabajadores se encuentran: la yerba mate, aceite de girasol, arroz, fideo y harina. Por cada kg de comestible que cuesta $ 3 en el mercado el patrón le descuenta al trabajador $ 10.
Los trabajadores son traídos en forma ilegal, son retenidos en el interior de los campos hasta que terminen sus trabajos y generalmente viven en chozas o en galpones de herramientas. Los hermanos paraguayos no pueden hacer denuncias porque temen de sus situaciones irregulares, situación que es aprovechada por los patrones para ejecutar grandes obras a precios irrisorios y evadiendo impuestos y aportes patronales, además se sabe que a varios de los trabajadores se les hace firmar papeles en blanco.
A modo de ejemplo, se sabe que la empresa terrateniente Caminos Ganadera, con campos en Gral. Belgrano y Villa Gral. Güemes Formosa, explota mano de obra paraguaya en forma ilegal, y que otros establecimientos ganaderos de la nueva oligarquía formoseña entre los cuales existirían políticos de alto rango también cuentan obreros rurales sometidos a la servidumbre.
Nos parece importante aclarar, que no es común este tipo de relaciones de sometimiento entre los ganaderos criollos de Formosa, es decir no es común que un productor formoseño nativo, pequeño o mediano, tenga bajo sus dominios trabajadores rurales en situación de esclavitud. La situación de ilegalidad y evasión esta muy relacionada a los prósperos empresarios terratenientes.
En varios establecimientos de la provincia de Formosa en la frontera con el Paraguay se desarrollan actividades ilícitas de mucha gravedad: apropiación ilegal de tierras; trabajo esclavo; desmontes de bosques nativos, aterrizajes ilegales de aeronaves. No todos los establecimientos de la frontera están involucrados pero si la mayoría de los nuevos “inversionistas”.
A veces nos preguntan porque no se hace las denuncias legales correspondientes, la respuesta es simple: donde? Ante que institución? es muy difícil que el denunciante y familia puedan seguir vivos después de la denuncia. Y en Formosa que institución nos va a proteger de estos poderosos delincuentes?
En Formosa tenemos mucho trabajo para la justicia federal, entre otros: trabajo esclavo y pistas clandestinas de aterrizaje.
Es muy conocido, que en los primeros años de la colonización del territorio de Formosa los empresarios beneficiados por el gobierno argentino con grandes extensiones de tierras sometían a los sobrevivientes paraguayos y a indígenas del territorio nacional en forma de esclavos en medio de los montes en los grandes obrajes que explotaban. A mas de 140 años del fin de uno de los genocidios mas grande del mundo, la guerra de la triple alianza, hoy algunos genocidas siguen explotando y matando a nuestros hermanos.
Ojala alguna vez se investigue y se haga justicia, por ahora tenemos la oportunidad de que muchos argentinos sepan la verdad. Como pueblo argentino no podemos permitir que sigan impunes semejante crímenes.
Tristeza e indignación. Dos palabras que expresan los sentimientos que me invadieron al recibir la noticia y la documentación respectiva. A la avenida Agustín Tosco, de Córdoba, le van a cambiar el nombre por Juan Bautista Bustos. Al mejor de todos de nuestra generación, al ejemplo de lucha por la dignidad, a quien sufrió cárceles, persecuciones, amenazas y nunca retrocedió, a quien fue un ejemplo de honradez y sencillez, justo a él, los representantes del pueblo cordobés le niegan que sea recordado su nombre en una calle de esa ciudad. A él, protagonista de una historia heroica contra dictaduras e injusticias sociales. Su protagonismo en el Cordobazo ya lo dice todo, cuando un pueblo se levantó contra una despreciable dictadura militar, sus documentos sindicales, sus discursos obreros plenos de grandezas, coraje civil y sentido de la solidaridad. Su sabia resistencia ética en las largas cárceles sufridas y la más que vergonzosa persecución sufrida durante el gobierno de Isabel Perón-López Rega cuando ya se encontraba enfermo y no pudo ser internado en ningún hospital o sanatorio porque era sabido que allí lo irían a buscar las siniestras Tres A.
Lo recordamos siempre, al frente –en primera fila dando la cara– en las largas marchas por las calles de la protesta, vestido humildemente con su “overol” de mecánico. Recuerdo su debate con Vandor, en el congreso de la CGT de 1956, donde el joven Tosco barrió con palabras simples el enredado discurso del burócrata. Y fue cuando se consagró como el ser antiburocrático y fiel a las luchas obreras por la justicia social. Que luego iba a culminar con aquel encuentro televisivo con Rucci ya poco antes de la llegada de la desaparición como método de dominio. Allí Tosco dejó al desnudo a la burocracia de los que dirigían en ese momento al movimiento obrero.
Pero en ese momento, por pura honestidad, este héroe del pueblo firmaba definitivamente su condena a muerte. Tosco.
Por eso nos alegramos y sentimos entrar en un país nuevo cuando, en el 2006, el cuerpo de concejales de la ciudad de Córdoba votó por unanimidad, vuelvo a decir, por unanimidad –con sólo un concejal que se abstuvo pero no votó en contra– el nombre de Agusín Tosco, ese héroe del pueblo, para la avenida de Circunvalación de la ciudad de Córdoba, acceso de la autopista Córdoba-Rosario.
Y justo ahora, a cuatro años de esa resolución viene la otra noticia. La del puñal por la espalda. La proposición para que el cambio de nombre de Tosco por el de Juan Bautista Bustos se tratara sobre tablas la hizo el diputado provincial Daniel Passerini, un nombre para recordar. Es decir, para que el tema no comenzara a discutirse y se enterara la opinión pública, propuso que se votara enseguida. Además, propuso el nombre de Bustos, que es una especie de San Martín para los cordobeses, hombre que actuó en las luchas entre unitarios y federales. Pero los que pidieron borrarlo a Tosco pasaron por alto que Bustos ya tiene un monumento impresionante en el Parque Sarmiento, otro monumento en la Avenida Ejército Argentino, y lleva su nombre una calle cordobesa, además de un pasaje y un barrio. Pero claro, para borrarlo a Tosco había que poner a alguien indiscutible para los cordobeses. El diputado Passerini sostuvo como base que el nombre de Tosco por el Concejo Deliberante no valía porque esa comuna no tiene competencia sobre esa avenida ya que se trata de una ruta nacional. Es decir, una razón burocrática, nada más.
Se opusieron al cambio y defendieron a Tosco tres diputados: Birri, Coria y Liliana Olivero. Todos los demás, oficialistas y opositores votaron en contra de Agustín Tosco. Claro, el lector se preguntará: ¿cómo es posible si los representantes de esos mismos partidos habían votado a favor en el Concejo Deliberante? ¿De dónde vino la orden? ¿O es que comenzaron a tener temor de que el nombre de Tosco influya en el pueblo cordobés en el futuro?
Pero lo que no esperaban los señores diputados provinciales es que los dos hijos de Agustín Tosco pusieran todo el coraje civil necesario para denunciar esta vil jugarreta de política sucia: Malvina Tosco y Héctor Agustín Tosco hicieron una presentación ante la Justicia. Esa presentación vale editarla y repartirla en todo el país. La redactó la abogada Mabel Sessa y tiene no sólo un valor jurídico indiscutible, sino también una base ética que avergonzará para siempre a quienes votaron por el cambio de nombre.
En esa presentación, los hijos sostienen que no sólo se había “atacado el honor y la memoria de Agustín Tosco sino también la dignidad de sus familiares”. Señala el escrito presentado: “Designar con el nombre de nuestro padre a la avenida de Circunvalación fue un reconocimiento que nos llenó de orgullo por el valorar su lucha en favor de los trabajadores, la democracia y los derechos humanos, pese a las persecuciones y encarcelamientos sufridos, nunca claudicó en pos de una sociedad más justa y equitativa. Designar una avenida con su nombre –la única en Córdoba– se convirtió en un patrimonio público que se arraigó desde el 2006, respaldando nuestra identidad y la de los cordobeses”.
La pregunta que queda sin respuesta es: por qué con tanta premura la legislatura borró el nombre de Tosco de esa avenida. No da los motivos, sólo se basa en una falsa interpretación de que los representantes municipales no tenían derecho a dar ese nombre a esa avenida, pero en el escrito de sus hijos se demuestra que este argumento es falso y que los que no tienen ningún derecho a cambiar el nombre de una calle, que es parte de una ruta nacional en una ciudad, son los representantes de la provincia. Y aquí, el escrito de los hijos demuestra cómo otras calles –como la llamada Gobernador Amadeo Sabattini– que es parte de una ruta nacional, fue así nombrada por el Concejo Deliberante.
Desde ya invito al diputado Daniel Passerini a tener una polémica pública en la ciudad de Córdoba acerca de la figura de Tosco y si es suficiente, para tapar su nombre, basarse en razones burocráticas de mandato o no. ¿A quién le disgustó el nombre de Tosco? ¿Por qué todo se hizo en forma subrepticia y no se informó por qué los representantes oficialistas y de la oposición cambiaron su opinión del día a la noche? Realmente, algo patético.
Además, no tienen respuesta los “innovadores” cuando se demuestra que jamás intervino la Legislatura contra resoluciones de la Municipalidad de Córdoba cuando dio nombre a calles continuadoras de rutas nacionales. Sólo en el caso de Tosco.
En resumen, la presentación ante la Justicia de la abogada Mabel Sessa es un lujo en materia de Derecho. Este episodio va a quedar en la biografía de Agustín Tosco como un galón más a su lucha sin cuartel por más dignidad. Cómo se trata de combatir su memoria con agachadas burocráticas.
Son realidades que debemos tener en cuenta. Y sacarlas a la luz para el debate.
Otro hecho doloroso que ha llegado aquí a Europa, donde existen una serie de organizaciones que debaten sobre los problemas de los pueblos originarios de sus antiguas colonias, es el de los Qom en la Formosa argentina. Los hechos ocurrido en La Primavera no tienen ninguna explicación racional. Que los Qom no tengan título de propiedad sobre las tierras que habitan durante siglos es un argumento que no tiene ningún justificativo para echarlos a tiros. Ya en 1800, el sabio alemán Alexander von Humboldt describió con enorme admiración que los naturales latinoamericanos no tienen noción de la palabra “propiedad” y que todo para ellos era comunitario. Hay que partir de esa base.
Basta de mirar para otro lado en el caso de nuestros pueblos originarios. Están allí, ahora, en el centro de Buenos Aires aguardando justicia. Hay que darles la mano y devolverles lo que es de su naturaleza desde hace siglos. El papelito firmado por algún funcionario que eso pertenece al terrateniente Fulano de Tal no tiene ningún valor moral. Aprendamos a defender la vida y no la propiedad.
Por eso el regreso de Tosco y el abrazo a los auténticos hijos de la tierra.
Han pasado cincuenta años pero no la conmoción que me produjo su show Canciones para mirar, que estrenó el verano de 1961 en el primer festival de arte para chicos, en la ventosa Necochea, y a partir de marzo en el Teatro San Martín, inaugurado por esos días. Los espectáculos infantiles de entonces eran una sarta de tonterías, parecidos a los programas de entretenimiento para grandes en la televisión, pero a los gritos y marcando más las palabras porque en esa época todos los nenes eran bobos. María Elena cambió eso para siempre. No tenía hijos ni sobrinos para quienes componer. Hija del director de la estación Ramos Mejía del ferrocarril británico del Oeste, que le leía las nursery rhymes sajonas, escribía para sí misma, rebuscando en su propia infancia. María Elena apelaba al desenfado del humor y de la inteligencia, que conservaba en estado puro, como los chicos antes de que los aplanen las instituciones de la educación y de la cultura.
En la década de 1950 había viajado a París, alejándose de un desengaño amoroso, después de cubrir con pétalos de flores el lecho que iba a compartir con alguien que no podía disfrutar de ese romanticismo infantil. Allí formó un dúo con Leda Valladares, la gran investigadora y recopiladora del folklore argentino, que fue su maestra. Leda con guitarra y charango y María Elena con bombo y caja tocaban en un cafetín de la Rive Gauche en cuyo guardarropas se ganaba unas monedas Pepe Fernández, su más íntimo amigo de la adolescencia. Durante un tiempo de mi infancia tomé clases de piano con Pepe, que todavía era persona y no zamba. Mientras aguardaba mi turno, no podía apartar la vista de una foto que Grete Stern le había tomado a María Elena, adolescente pecosa con un cuello enorme que desbordaba de su sweater, asomada a la ventana para mirar el mundo con sus ojos de agua. Los gallegos Fernández, la británica Walsh, la alemana Stern y los moishes Verbitsky, todos vivíamos en Ramos Mejía, que por entonces era un pueblito de la provincia de Buenos Aires. Pepe también tenía otras fotos: María Elena en bicicleta, en la misma época, con un jardinero de lona; Leda y María en el boliche francés, con ponchos exóticos. Me las mostraba y no podía imaginar que existiera una mujer más bella. Por distintas razones, ella fue nuestro amor imposible. Cuando María Elena volvió a la Argentina, Pepe me llevó a conocerla, en la casa modesta a la que se mudaron los Walsh después de la nacionalización de los ferrocarriles, cuando debieron dejar la casita inglesa frente a la estación. Pepe recreaba aquellas historias en respuesta a mi asedio para apoderarme de todo lo que recordara de ella, que era mucho porque entonces recién estaban llegando a los treinta, que a mí me parecía una edad avanzada. Ante terceros la llamábamos La Polilla, para seguir la conversación sin intromisiones.
Iniciativa de un intendente con inquietudes, el festival de Necochea brillaba por sus buenas intenciones. Pero María Elena y Leda eran otra cosa, una exquisitez que cortaba el aliento. Cantaban con un somero vestuario de juglares, que en mi recuerdo se lograba con unos recortes de paño de colores sobre sus mallas negras, mientras la actriz Laura Saniez se hacía la vaca estudiosa, la hormiga Titina o la pájara Pinta y los nenes enloquecían. Cuando María Elena decía “La luna es redonda” mientras con sus manos dibujaba un cuadrado en el aire, las palabras para explicarle se les hacían un nudo en los labios, más lentos que sus cerebritos alerta. No hace falta que cuente las historias deliciosas de esas canciones, en las que cada tema recreaba un género de nuestra música entonces casi olvidada, porque ya hay tres generaciones que las conocen de memoria. Por más vieja y arrugada que sea, Manuelita es tan joven como aquella tarde de mediados del siglo pasado y sigue sin contarle a nadie por qué en ese preciso momento Leda y María Elena se distanciaron.
La otra intimidad que el pudor me impediría contar si ella pudiera leerla, ocurrió veinte años después. Comenzaba la década de 1981. Yo vivía escondido, atisbando los primeros indicios de que la dictadura no duraría todo lo que sus jefes deseaban. Alguien me dijo que María Elena tenía una de esas enfermedades malditas de las cuales no se regresa. Después de años sin vernos me largué hacia su casa sin previo aviso. Me dijo que no quería ver a nadie, que necesitaba estar sola. Y antes de que pudiera despedirme empezó a interrogarme sobre mi vida, a contarme sus presunciones y cotejarlas con mis respuestas, a preguntarme por amigos comunes. Me contó que solían creerla hermana de Rodolfo Walsh y que asentía sin aclarar la confusión. Cuando nos acordamos habían pasado tres horas. Me pidió que volviera la semana siguiente. Cuando me abrió la puerta llevaba un exótico turbante celeste como sus ojos, que dejó de usar al recuperarse de los estragos del tratamiento. En esos meses de five o’clock tea semanal sólo me crucé con la gran fotógrafa Sara Facio, con quien fue feliz por más de treinta años, y con Gabriela Massuh, la otra amiga admitida en aquella fortaleza asediada. María Elena me hacía poner discos de Bill Evans, me señalaba la escalera y me dirigía para que limpiara y ordenara su biblioteca, mientras hablábamos de los libros y de las películas y de las personas. Nada personal, porque MEW era sooooo british. Pero ni aun entonces, pese a la fragilidad extrema de ese combate por su vida, perdió un pedacito de su dignidad y de su orgullo. Alguien me había recomendado un tipo de gimnasia adecuado para después de la cirugía y del tratamiento químico y yo se lo transmití a Sara. No recuerdo las palabras que siguieron al inicial “¿Y a vosh qué te pasha?” con que me atajó la semana siguiente, pero todavía siento la furia de sus ojos fulminándome por haber hecho algo a sus espaldas, como si alguna vez alguna cosa hubiera podido escapar a su control. Por uno de esos lugares comunes que repetimos los legos en la ciudad alisada por el sicoanálisis, siempre pensé que esa actitud de saber y decidir todo la había salvado. Hace dos meses, cuando un grupo de amigos me sorprendió con una fiesta por mis cincuenta años como periodista, María Elena dijo que no podía ir pero que me grabaría un mensaje. Después no pudieron mandarle la cámara prometida. Mejor así. Prefiero la imagen de las fotos que acompañan este recuerdo melancólico.
El día sábado 8 de enero pasado se desarrolló la primera reunión de la comisión directiva del Movimiento Campesino de Formosa (MoCaFor), y la reunión se concretó en la localidad de Gral. M. Belgrano, y fue presidida por Felipe Benítez y se extendió por más de 5 horas. Uno de los puntos abordados fue la propuesta de impulsar la construcción de un nuevo movimiento político.
La comisión directiva del MoCaFor resolvió por unanimidad de votos de los presentes propiciar la construcción de un nuevo movimiento político provincial en unidad con otros sectores de la sociedad formoseña, tanto de la ciudad como del campo.
Constitución del movimiento
El MoCaFor resolvió convocar a una asamblea abierta para el próximo 12 de febrero del corriente año, a partir de las 18:00 hs, en la localidad de Gral. M. Belgrano, para constituir un nuevo movimiento político.
De la asamblea "podrán participar todos los ciudadanos y ciudadanas que quieran contribuir en la construcción de una alternativa política provincial en concordancia con el Proyecto Nacional, Popular y Latinoamericano. Los presentes podrán expresar sus ideas, sugerencias y propuestas para el enriquecimiento de la nueva iniciativa política", dijo Benigno López, principal referente del Mocafor.
"Por las características de nuestra provincia el nuevo movimiento político deberá ser multisectorial, pluricultural, popular y democrático. El MoCaFor propone especial apertura hacia los más débiles, perseguidos políticos, excluidos sociales y sometidos culturales. Para construir el cambio debemos abrir las puertas a todos los hombres y mujeres y particularmente fomentar el protagonismo de la juventud formoseña" dijo.
Cambio
Asimismo, López remarcó: "Estamos mejor pero debemos profundizar el cambio. El estado formoseño debe revisar todas las adjudicaciones y ventas de tierras públicas y privadas que por sus extensiones violan los mandatos de nuestra constitución provincial.
El estado debe reconsiderar todos los desalojos violentos, adjudicaciones y ventas de tierras realizadas por la última dictadura militar a sangre y fuego en el territorio formoseño.
El estado debe fomentar la industrialización de la provincia para la creación de fuente de trabajo genuino; y para la incorporación de valor agregado a la producción primaria de los productores formoseños" enumeró.
"El campo formoseño de los pequeños productores (agricultores y ganaderos) necesita mayor apoyo del estado provincial y nacional con asistencia técnica, tecnologías apropiadas y líneas financieras para seguir produciendo; si el estado no cambia de estrategia el sector va a desaparecer.
Los miles de formoseños/as que emigran para buscar trabajo fuera de la provincia necesitan que Formosa les dé una oportunidad en la vida para estudiar, trabajar y desarrollarse en su tierra.
La independencia y el respeto de las instituciones republicanas: poder Ejecutivo, poder Legislativo y poder Judicial son condiciones fundamentales para la administración justa y democrática del estado provincial" señaló.
Otros objetivos
"El respeto por los derechos humanos debe trascender los discursos de funcionarios para convertirse en verdadera política de estado en nuestra provincia de Formosa.
La provincia de Formosa debe contar con una sólida política de educación y construcción de cooperativas, como herramienta para el desarrollo con justicia social tanto en el ámbito rural con los pequeños productores agropecuarios como así también para la creación de fuentes de trabajo en los pueblos y ciudades.
La salud pública provincial todavía tiene muchas materias pendientes, particularmente en el interior provincial, falta mayor inversión en equipamientos, insumos e investigación" dijo más adelante.
"A los hermosos edificios construidos para la educación pública habrá que agregar una política educativa con: mayor pensamiento nacional, respeto a la historia y la cultura de los pueblos del interior y profundización de una educación liberadora e integradora, nacional y latinoamericana.
Los puntos precedentes son algunas de las consideraciones debatidas en la reunión de la comisión directiva del MoCaFor" añadió.
"Por último, hacemos propio las palabras del Gral. José de San Martín: Compañeros… Seamos libres, lo demás no importa nada", cerró López.
Representa a víctimas del “terrorismo” y sostiene que el delito de lesa humanidad no debe aplicarse.
Las estrategias de la derecha prodictadura se renuevan, de manera lenta y sigilosa. También los rostros de quienes las llevan adelante. Tal es el caso de Victoria Villarruel, la abogada que preside el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), una asociación civil que, bajo un discurso de pacificación e igualación ante la ley, busca equiparar los crímenes del terrorismo de Estado con las muertes causadas por la guerrilla argentina de los ’70. Agrupaciones como el Celtyv o como la que lidera Cecilia Pando plantean “una estrategia de erosión del consenso social hacia las reivindicaciones de juicio y castigo a los culpables de las atrocidades cometidas por el régimen cívico-militar” y pretenden instalar una “teoría de los dos demonios aggiornada”, opinó el investigador Germán Ferrari a Miradas al Sur. Villarruel, en cambio, sostiene: “El delito de lesa humanidad no opera en los términos que se aplican en nuestro país, ni para las organizaciones armadas ni para los agentes del Estado”.
Esta semana los miembros del Celtyv tuvieron henchido su orgullo: el diario conservador The Wall Street Journal publicó una nota sobre Villarruel y sobre los ’70 en la Argentina: “Fue una ola de carnicería y destrucción causada por bandas de guerrilleros inspirados por Castro que buscaban tomar el poder aterrorizando al país. Sus acciones provocaron un caos que llevó al golpe militar”, describió la periodista Mary Anastasia O’Grady. Y agregó: “Debido a la deshonrosa caída del gobierno militar, los terroristas y sus simpatizantes han tenido éxito en volver a escribir esta historia, al describir solamente los crímenes de sus enemigos uniformados. Algunas personas que son actuales o ex integrantes del gobierno de Kirchner, otros que son congresistas y otros que trabajan en los medios fueron integrantes bien conocidos de organizaciones subversivas”.
Días después, el artículo fue amplificado por La Nación. El diario de los Mitre suele darle generosos espacios para que la abogada escriba a piacere. Y muchos editoriales insisten con la “pacificación” y la amnistía. Villarruel es autora del libro Los llaman…jóvenes idealistas. El texto tiene un informe basado en un relevamiento de diarios de la época. En ese conteo –que va de 1969 a 1979– Villarruel estableció que “hay más de 13 mil personas con nombre y apellido que han sufrido el ataque de terroristas”. El cálculo no termina allí: sostiene que otras once mil personas sin identificar recibieron agresiones de “tipo colectivo”. Unas 20 mil personas que, “con su núcleo familiar,” Villarruel expande a 80 mil chicos, hombres, mujeres, civiles y uniformados que –según la abogada– “fueron agredidos por miembros de organizaciones terroristas”.
Para el periodista y escritor Germán Ferrari, “el Celtyv, la Afyappa, la Afavita y otras entidades similares tienen como antecedente histórico a Famus (Familiares y Amigos de los Muertos por la Subversión), aquella agrupación surgida durante la última dictadura que batalló contra la democracia naciente en 1983, enfocando sus críticas hacia los juicios contra los partícipes del terrorismo de Estado. Las misas de Famus, con sermones y manifestaciones a favor de la dictadura y la represión, sufridas por Alfonsín en especial durante su primer tramo de gobierno, pueden equipararse con los actos que los nostálgicos del ‘Proceso’ organizan cada 24 de marzo y 5 de octubre.”
Ferrari está convencido de que estos nucleamientos surgidos en los últimos años “plantean una estrategia de erosión del consenso social hacia las reivindicaciones de juicio y castigo a los culpables de las atrocidades cometidas por el régimen cívico-militar que gobernó entre 1976 y 1983”. Por un lado, dice, “enarbolan el discurso de la ‘pacificación’, la ‘concordia’ y la ‘reconciliación’, que tiene como objetivo una amnistía”. Y, por el otro, intentan “instalar una ‘teoría de los dos demonios’ aggiornada”. Esta línea de acción podría sintetizarse así: “Si en la sociedad y en los tres poderes del Estado ya no hay lugar para un ‘perdón’, y los juicios contra el terrorismo de Estado avanzan, entonces que también sean juzgados los ex integrantes de organizaciones guerrilleras”. Ferrari cree que es un intento por extender el concepto de crimen de lesa humanidad. “Este reclamo pregonado en los últimos años, en confrontación con la política estatal sobre derechos humanos, contrasta con la demanda de justicia, verdad y memoria que desde hace más de tres décadas enarbolan los organismos defensores de los derechos humanos”.
¿La tercera es la vencida? Villarruel parecería estar llenando un lugar en el tablero que antes fue ocupado por dos alfiles del activismo procesista: Karina Mujica y Cecilia Pando. Se sabe: Mujica lideraba la agrupación Memoria Completa y era una férrea defensora de represores. Tanto, que había sido novia del marino Alfredo Astiz, el ícono asesino de la Esma. La joven cayó en desgracia cuando un programa de tevé la mostró trabajando en un prostíbulo de Mar del Plata. A partir de eso, Mujica se esfumó. Ella y su militancia. La estrella de Pando, en cambio, comenzó a apagarse luego de que puteó a los jueces de un tribunal y amenazó, desencajada, con degollar al secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde (el bueno). Fue en 2008, al finalizar un juicio en Corrientes en el que se condenó a tres militares retirados y un gendarme. El año pasado intentó, con otras mujeres de su agrupación, hacer un acampe en el edificio Libertador, sede del Ministerio de Defensa. Duraron poco. Hoy, se muestra cerca de Eduardo Duhalde (el malo). Y muchos de sus ex seguidores le dieron la espalda. Como Villaruel. “El Celtyv no tiene opinión institucional respecto de Afyappa o de Cecilia Pando, porque no forman parte de nuestra área de trabajo”, dijo Villarruel a Miradas al Sur. Y agregó que la agrupación “no reivindica nada del gobierno de facto”.
–¿Por qué habla de “terrorismo” para referirse a las acciones de la guerrilla? –Cuando la guerrilla abandonó el enfrentamiento directo y exclusivo contra su oponente armado, y violó las convenciones internacionales que regulan los conflictos de baja intensidad para cometer atentados terroristas que agredieron a la población civil, se transformaron en organizaciones terroristas que hicieron de la utilización de coches bombas, secuestros extorsivos, copamientos de poblaciones civiles un método que aterrorizó a la población civil.
–¿Qué opina de los juicios de lesa humanidad?
–El Celtyv entiende, ajustándose a derecho, que el delito de lesa humanidad no opera en los términos que se aplican en nuestro país, ni para las organizaciones armadas ni para los agentes del Estado. Sin embargo, el Gobierno tiene otra posición y lleva adelante esos juicios, con lo cual crea una verdadera discriminación entre víctimas pues a un sector le reconoce todos los derechos y a las víctimas inocentes se los niega. La lesa humanidad fue lo primero que estudiamos, dado que en el mundo el terrorismo es considerado así, pero en Argentina el camino estaba cerrado por las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Cuando las mismas fueron anuladas y comenzaron los juicios, nuestras víctimas reclamaron ante la flagrante discriminación que se constituyó desde el Estado.
En su libro Símbolos y fantasmas. Las víctimas de la guerrilla: de la amnistía a la “justicia para todos”, Ferrari retoma un concepto de la politóloga Pilar Calveiro –que fue detenida-desaparecida– para explicar la “simplificación que suelen hacer diversos sectores de la sociedad cuando usan indistintamente los términos ‘terrorismo’ o ‘guerrilla’”. En el texto Acerca de la difícil relación entre violencia y resistencia, Calveiro argumenta: “Los movimientos armados latinoamericanos no fueron terroristas, salvo algún caso verdaderamente excepcional, como parece haber sido el de Sendero Luminoso; resulta importante señalar que guerrilla y terrorismo no son sinónimos, como afirma cierto discurso pretendidamente democrático. El terrorismo se basa en el uso indiscriminado de la violencia sobre la población civil, con el objeto de controlar a un grupo o una sociedad por medio del terror. Las prácticas de las guerrillas latinoamericanas no se caracterizaron por este tipo de accionar, sino por operaciones militares bastante selectivas, dirigidas contra el Estado, principalmente contra fuerzas militares y policíacas. Esta distinción es de primordial importancia en el momento actual, en que se tiende a fundir y confundir cualquier recurso a la violencia con el terrorismo, como forma de descalificación. La asimilación de toda práctica violenta al fenómeno terrorista es una manera de desacreditar en bloque las violencias revolucionarias o resistentes para, al mismo tiempo, convalidar las estatales –siempre más poderosas y letales– como ‘necesarias’”.
El Celtyv –como otras agrupaciones prodictadura– suelen echar mano al Estatuto de Roma para pedir que los crímenes de las organizaciones armadas sean considerados de lesa humanidad, como los perpetrados por el terrorismo de Estado. Quien dio el primer paso en ese sentido es el vicepresidente del Celtyv, Arturo Larrabure. Es uno de los hijos del coronel Argentino del Valle Larrabure, secuestrado en 1974 por el ERP y muerto al año siguiente en circunstancias aún no esclarecidas por la Justicia. El expediente sobre la muerte del militar se reabrió en 2007 y fue –como antes lo había sido Aramburu– el caballito de batalla para instalar la idea de que las muertes causadas por la guerrilla son imprescriptibles.
El jurista argentino Juan Méndez es el actual relator especial sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes de la ONU. En una entrevista para la revista Nómada fulminó esa hipótesis. Señaló: “El Estatuto de Roma que crea la Corte Penal Internacional no hace distinción entre agentes estatales y no estatales, y de hecho los imputados por la CPI pertenecen a ambas categorías. Es difícil encontrar una base fáctica en el caso argentino, por dos razones. En primer lugar, porque los delitos atribuidos a los alzados en armas en Argentina no incluyen ataques a la población civil, ni la tortura del enemigo rendido. En segundo lugar, porque aun en los hechos que podrían ocupar una zona gris –como la toma de rehenes o la eliminación de un rehén en estado de indefensión– el Estado argentino ha tenido más de treinta años para procesar y castigar a los responsables, y durante todo ese tiempo no hubo amnistías ni indultos generalizados que lo impidieran. El Estado represor no tuvo interés en juzgar y castigar sino en eliminar físicamente al adversario, y además de maneras terriblemente crueles. Es por eso que ahora la justicia no tiene elementos para perseguir penalmente aquellos delitos cometidos por los alzados en armas, no porque haya respecto de ellos una doble vara que los distinga de los crímenes del terrorismo de Estado.”
Méndez también opinó sobre los habituales llamados a la pacificación, a la reconciliación y a la concordia que suelen reclamar estos grupos. Para el funcionario de la ONU, “es posible pero ilegítimo e inmoral hablar de reconciliación entre víctimas y victimarios, entre torturadores y torturados, entre asesinos y los familiares de los asesinados”. Y agregó: “En América latina hemos cometido el error de dejar que los enemigos de la justicia se apropien del término ‘reconciliación’ y lo usen para sus fines. Pero el Estado no puede, a través de las políticas públicas, decretar el perdón ni obligar a las víctimas a perdonar”.
La filial argentina de la trader transnacional Nidera, que redujo a servidumbre a 133 trabajadores traídos desde Santiago del Estero, paga el 1 por 10.000 de sus ventas en concepto de impuesto a las ganancias, indicador de maniobras delictivas. Las de los últimos tres ejercicios, en los que aún no operó la prescripción son investigadas en el juzgado penal tributario N 1o. Aunque sus ventas en el trienio 2007-2009 superaron los 12.000 millones de pesos, Nidera declaró márgenes de utilidad bruta insignificantes, del 7 por ciento en promedio. Su utilidad neta declarada rondó el 0,5 por ciento sobre ventas en 2007 y 2008 y pérdidas contables de 140 millones de pesos en el año que acaba de finalizar. La AFIP le reclama el pago de 260 millones de pesos.
Contabilidad creativa
El abismo entre esa facturación milmillonaria y las utilidades exiguas o nulas es una obra de contabilidad creativa que se basa en un trípode: facturas de proveedores inexistentes, triangulación de exportaciones y personal no declarado. Su objetivo es evadir o eludir el pago de cuatro impuestos: retenciones, ganancias, IVA y contribuciones patronales. Hace cinco años, la AFIP denunció una organización criminal que se encargaba de proveer facturas apócrifas a diversas empresas. De esa causa madre se desglosaron otras, según quiénes fueran sus usuarios. Una de ellas fue la de Skanska. Esa constructora sueca reconoció una evasión fiscal por 13,5 millones de pesos, más IVA, suma que pagó para cerrar la causa penal tributaria. Los programas informáticos de la AFIP ya reconocen de inmediato las facturas de esas firmas fantasma. En el caso de Nidera detectó varios millones de esos falsos comprobantes, que sirven para justificar la compra de cereales en negro, evadir el IVA compras y solicitar el reintegro del IVA por las exportaciones realizadas. La trasnacional Nidera, con sede en Holanda, controla la empresa Concordia Agritrading PTE Ltd, de Singapur, hacia donde se dirige el 90 por ciento de sus exportaciones argentinas de cereales, según la declaración de aduana de Nidera. Es decir, que se vende a sí misma. Sin embargo en sus permisos de embarque consta que la carga se dirige a Brasil, China, España, India y Perú. El impuesto a las ganancias en esa ciudad-estado asiática es la mitad que en la Argentina: 17 contra 35 por ciento. Los granos jamás pasan por Singapur. En la Argentina la empresa no paga porque declara un margen de utilidad nula. La mitad de las ventas de Nidera está constituida por commodities, cuyo precio internacional es conocido y pagan derechos de exportación. Los fideos de soja, en cambio, no tributan derechos de exportación y no tienen un precio único de mercado. Por eso, la contabilidad de Nidera sólo acusa un 20 por ciento de commodities y un 80 por ciento de otros productos.
Nidera es uno de los principales expositores en Expoagro, la megamuestra de tecnología agropecuaria organizada por una sociedad cuyos accionistas son los diarios Clarín y La Nación. Tanto La Nación Campo, como Clarín Rural, Radio Mitre, Radio la Red Rural y Expoagro auspiciaron un concurso organizado por Nidera para docentes y alumnos de escuelas agrotécnicas sobre cuidado del suelo. Expoagro se realizará en la primera semana de marzo en el establecimiento La Flamenca, de Baradero. En su parcela de La Flamenca, Nidera expondrá nuevos desarrollos genéticos en soja, maíz, girasol y sorgo y presentará nuevas estrategias para lidiar con las malezas resistentes al glifosato. Habrá una variedad de soja “para lotes de máxima tecnología y manejo moderno” y una tecnología de preinoculado “que se impone cada vez más entre los productores de avanzada”. La Flamenca queda a 30 kilómetros de la estancia El Algarrobo, donde la justicia provincial descubrió el campamento de trabajo esclavo. Clarín recién informó el miércoles en forma escueta sobre el procedimiento en El Algarrobo. Luego de una inicial nota informativa, La Nación adhirió a las desmentidas de Nidera y ayer publicó un furibundo editorial titulado “Las condiciones de trabajo rural” en el que afirma que las denuncias “sobre supuestos casos de esclavitud deben ser investigadas sin contaminaciones políticas e ideológicas”.
Cargos, descargos y refutaciones
Nidera negó haber contratado trabajadores en negro “o en infracción de las condiciones legales de trabajo”. Dijo que los 133 trabajadores reclutados en Santiago del Estero tenían el aviso de alta temprana que establece la AFIP y que los 19 menores contaban con la autorización legal de sus padres. Agregó que había contratado seguros de vida y de riesgos de trabajo para todos y que les realizó exámenes médicos preocupacionales. El transporte fue en ómnibus “registrados ante la Comisión Nacional de Regulación de Transporte” y en el lugar “se les proveyó de todos los elementos necesarios para realizar la tarea de desflore de maíz”. Según la empresa, podían entrar y salir sin restricciones y si alguno quería volver a Santiago, Nidera ponía un transporte a su disposición. También dijo que les proveyó vivienda y alimentación adecuadas. Tenían cama, colchones, botiquín y elementos para su higiene personal y los centros de salud de la zona estaban notificados de su presencia por si requerían atención de emergencia. Su gerente de Recursos Humanos, Juan Carlos Artiagoitia, les dijo a los periodistas María O`Donnell y Edgardo Alfano que Nidera no intervenía en las transacciones entre los trabajadores y el proveedor de alimentos y otros productos. “No realizamos descuentos sobre recibos de sueldo ni intermediamos de ninguna manera”, dijo.
Un delito federal
El fiscal de San Nicolás Rubén Darío Giagnorio intervino en aplicación del artículo 140 del Código Penal que castiga con reclusión o prisión de tres a quince años la reducción a y el mantenimiento de una persona en servidumbre o condición análoga. La reducción a servidumbre es absorbida por el delito federal de trata de personas, que incluye la explotación de la víctima. Por eso luego de iniciar la instrucción la remitió a la Fiscalía Federal de San Nicolás. La ley 26.364 de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas fue sancionada en abril de 2008 por iniciativa de la entonces senadora y hoy diputada Vilma Ibarra (Nuevo Encuentro). Contempla tanto los trabajos forzados cuanto el comercio sexual o la extracción ilícita de órganos de personas reducidas a una situación de esclavitud o servidumbre y, en el caso de menores de 18 años, no admite el consentimiento. Desde hace años el ministerio de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos exige que todos los países castiguen la trata. El fiscal Giagnorio dijo que hasta que él se desprendió de la causa, Nidera no había probado que la situación de los trabajadores fuera regular. El contrato de arrendamiento de la estancia El Algarrobo manifiesta que el desflore de maíz se realizaría a máquina. Pero en el lugar no había ningún tipo de maquinaria y estaba previsto que todo el trabajo se hiciera a mano, ya que “dadas las condiciones laborales en que tenían a esta gente, era mucho más barato”. Agregó que, según los ingenieros de la cerealera, la proveedora de alimentos Comat S.A. había sido contratada por Nidera luego de una “licitación interna” en la que presentaron “un listado con los precios a los que vendería sus productos”. Nidera se haría cargo de 24 pesos por día por persona y el excedente del consumo sería descontado de la paga de cada trabajador. En la estancia La Luisa, que allanó pocos días después siguiendo una indicación de los trabajadores esclavos de El Algarrobo, la empresa Southern Seeds Production había contratado un proveedor de alimentos a precios altos, pero “muy inferiores a los de Comat”. Los documentos de los trabajadores fueron secuestrados en las oficinas de SSP, lo cual implica que no podían irse si lo deseaban.
El alta temprana
Un misterio que hasta la noche del viernes no se había esclarecido era la existencia o no del alta temprana de los trabajadores de Nidera que, según la ley se debe realizar en un formulario electrónico de la AFIP, antes de que una persona empiece a trabajar, como su nombre lo indica. Nidera sostuvo que había cumplido con ese requisito, pero las autoridades del ente recaudador lo negaron. Un alto funcionario dijo que en muchos casos las empresas las realizan después de ser descubiertas. El ministro de Trabajo bonaerense, Oscar Cuartango, opinó que según su intuición y su experiencia Nidera “debe tener los contratos laborales en regla” porque “empresas tan grandes jamás se arriesgan tanto”. La práctica recurrente de estas empresas es presentar la documentación sólo después de una denuncia ministerial o judicial por contratación en negro “como una cortina de humo para ocultar todo lo demás, como las condiciones de total hacinamiento e insalubridad en las que estas personas estaban”. Su viceministro, Carlos Molina, dijo el viernes que las altas tempranas ante la AFIP eran “lo único en regla que Nidera tiene respecto del listado de cosas que mencionó en su comunicado. Esto no exime de ningún tipo de responsabilidad por las condiciones laborales, y desde el Ministerio vamos a labrar las infracciones correspondientes”, agregó. Entre la documentación que no presentaron mencionó los seguros de vida y contra riesgos de trabajo, los exámenes preocupacionales y los aportes previsionales y sindicales. También el secretario de Relaciones Laborales del ministerio de Trabajo de la Nación, Alvaro Ruiz entiende que el registro de los trabajadores no borra la responsabilidad de la empresa por las condiciones inhumanas en que tenía a sus trabajadores. Ruiz preside la Comisión Nacional de Trabajo Agrario, que el 3 de diciembre de 2008 estableció por primera vez la jornada laboral de 8 horas diarias o 48 semanales para los trabajadores agrarios de todo el país, desde el lunes hasta el mediodía del sábado, sin excepciones. Esa resolución también reguló el pago de horas extra: 50 por ciento por encima de los máximos diarios y semanales establecidos y el doble los sábados después de las 13, los domingos y los feriados. En contra de esa resolución se pronunciaron los representantes de las cámaras patronales: Sociedad Rural, CRA, Federación Agraria y CONINAGRO. En junio de 2010, la presidente CFK presentó un proyecto de ley de Reforma del Régimen de Trabajo Agrario, en reemplazo del régimen nacional de trabajo agrario decretado por el dictador Jorge Videla en 1980, que estableció que la duración de la jornada se ajustaría a los usos y costumbres de cada región o a la naturaleza de la explotación y omitió la situación de los trabajadores no permanentes, como los esclavizados por Nidera. En los fundamentos del proyecto, la presidente y el ministro de Trabajo Carlos Tomada sostienen que más de dos tercios de los trabajadores del sector son no permanentes y “se encuentran desprovistos de los más elementales derechos ya no sólo laborales sino humanos”. En ese sector, agregan, “coexisten bolsones de atavismo con otros que se encuentran en permanente innovación y modernización” y proponen “contribuir al desarrollo del sector en el marco de un proyecto de país más equitativo y solidario”. La reforma, que no interesó al Grupo Ahhh..., establece tres tipos de contratación rural: permanente de prestación continua (quienes trabajan de lunes a viernes), temporario (quienes trabajan por periodos estacionales) y permanente discontinuo (quienes trabajan de forma eventual). Ruiz destaca la responsabilidad del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (Renatre), organismo autárquico controlado por las cuatro organizaciones de la Mesa de Enlace y por UATRE, que tiene a su cargo el registro de las empresas y los trabajadores del sector. El proyecto lo reemplaza por un nuevo Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios, en el ámbito estatal.
Dando forma a la integración de nuevos militantes, el secretario general de La Cámpora Andrés “El Cuervo” Larroque –subsecretario para el Fortalecimiento de la Democracia– palpita que este año las vacaciones van a ser “una escapada algún fin de semana”. Larroque sostiene que el fenómeno del acercamiento de jóvenes para militar en el kirchnerismo “todavía es muy alto” y agrega que la particularidad “es que ahora se están acercando en grupos”. “Nosotros estamos todo el tiempo de campaña”, señaló el dirigente en diálogo con Página/12 y aseguró que “Néstor (Kirchner) transformó las utopías en un plan de trabajo realizable”.
–¿El aluvión de militantes que aparecieron después del funeral de Kirchner todavía se mantiene?
–En aquel momento hubo una explosión inicial que superó lo previsible, porque estamos hablando de miles de mails y de mensajes. Hoy el flujo se mantiene en un nivel muy superior a lo normal, pero por supuesto no en el nivel de los primeros días. Es constante la cantidad de compañeros y compañeras que se quieren sumar. Lo que está apareciendo últimamente son grupos o pequeños espacios que tenían un trabajo y que quieren insertarse en una realidad más vinculada con una construcción nacional y un espacio que los contenga. Tenemos mucho trabajo y por eso estamos adecuando la estructura a este nuevo tiempo.
–¿De qué forma se preparan para un año marcado por las elecciones presidenciales?
–Para nosotros no hay diferencia: estamos siempre en campaña porque la defensa del proyecto nacional –más allá de la cuestión electoral– es una pelea cultural que se da cotidianamente. No discutimos candidatos, nosotros discutimos un proyecto que tiene una concepción estratégica de la Argentina, que tiene en sí una pelea cultural muy fuerte de fondo y esto te obliga a discutir en todos lados: desde la parada de colectivo, el supermercado o donde sea. Porque este proyecto está acechado por un bloqueo mediático muy fuerte y necesita de los militantes para poder dar la batalla cultural que se da casa por casa, sin dejar de lado ninguna herramienta. En el Facebook, el Twitter, los blogs y con la presencia en los distintos territorios uno siempre está dando la discusión, por lo tanto para nosotros no importa tanto cuándo empieza la campaña.
–En los últimos tiempos varios integrantes de la agrupación ingresaron al Gobierno. ¿Cómo encaran la gestión?
–La militancia para nosotros tiene un sentido integral. Eso quiere decir que tenemos la misma actitud estemos dando la pelea en una discusión, en una volanteada en Soldati, en el conurbano o en el interior o que algún compañero tome la responsabilidad de desarrollar tareas de gestión. Los compañeros que estén capacitados y formados como para aportar al Gobierno por supuesto que están a disposición de la Presidenta para dar todo. Y cada compañero que tiene el honor de estar en un lugar de gestión de importancia por supuesto que lo tiene que hacer con humildad y con un sentido militante y tiene que dar el ejemplo, porque ha sido reconocido para ocupar un lugar de responsabilidad. Porque en ese punto es donde se puede unir la acción del Estado, que es lo que transforma la realidad social, con la acción de los militantes. Una idea bien desarrollada desde la gestión llega a muchísimos argentinos.
–¿Cuáles son los desafíos que se plantean en lo inmediato?
–Consolidar la correlación de fuerzas y tener mucha organización: el pueblo movilizado, el pueblo concientizado, esa es la batalla cultural. Que directamente sea el pueblo organizado el que vaya por esas demandas. El ejemplo de la ley de medios hay que tomarlo para trabajar las demandas pendientes de la sociedad: la construcción colectiva de una herramienta jurídica que después pueda utilizar la sociedad. Lo que necesita la juventud es la profundización del proyecto. Por eso la agenda la tienen que construir los pibes, porque este gobierno ha demostrado que se hace cargo de las demandas. Néstor transformó las utopías en un plan de trabajo realizable, y eso es lo que hace Cristina hoy. Ese es el camino.
Nació en Córdoba el 8 de julio de 1923. Su hijo, Envar el Kadri, fue uno de los fundadores del Movimiento Juventud Peronista y de las Fuerzas Armadas Peronistas. Tras la muerte de Envar en 1998 de un ataque al corazón, Ester continúa trabajando por recordar, prolongar y reivindicar su lucha. Un retrato desde los días de la resistencia a los de Cámpora, y de la dictadura a la democracia.
Ester el Kadri tiene 87 años y una infinidad de momentos dolorosos a cuestas. Al igual que su hijo Envar, siente la necesidad de dar testimonio, de contar su historia, la de los años peronistas, la de la dictadura y el exilio, la del florecimiento de la democracia. Cuando ve a la nueva generación de jóvenes en la calle o vuelve a escuchar la palabra militancia, dice sentir que el legado de su hijo aún está presente y que él definitivamente ganó la lucha por la memoria, por querer cambiar el mundo.
Envar Cacho el Kadri nació en Río Cuarto un 1° de mayo de 1941 con el sonido de los actos políticos de fondo. Eran las bombas de estruendo del Partido Socialista las que se hacían oír mientras él venía al mundo. Hijo de Khaled el Kadri, un inmigrante libanés que en 1945 fue nombrado comisionado municipal de La Laguna, un pueblito de Córdoba, Envar se crió en un hogar peronista.
“Recuerdo que cuando tenía tres o cuatro años, antes de venirnos a Buenos Aires, mi hijo iba a la plaza del pueblo y hablaba como si fuese Perón, lo imitaba. Es que nosotros fuimos peronistas desde que tengo noción.”
–¿Cuándo comenzó a militar?
–Al empezar a estudiar en el Nacional Urquiza, en Flores, después de que lo echaron del Liceo Militar General San Martín. A los 14 años estaba en el Liceo y sufrió mucho cuando quemaron La Razón de mi vida porque además se le reían en la cara.
–¿Cómo fueron para su hijo los primeros años de la Resistencia?
–Recuerdo que se juntaban en la esquina de Corrientes y Esmeralda con Jorge Rulli, Gustavo Rearte, Carlitos y Susana Caride, Héctor Spina, y tantos otros. Hacían pintadas, tiraban globos gigantes con la imagen de Perón, sacaban el periódico Trinchera…
–¿Cuándo fue detenido por primera vez?
–Con el plan Conintes, bajo el gobierno de Frondizi. Primero balearon a Gustavo Rearte y después lo metieron preso. Posteriormente secuestraron a Felipe Vallese y al poco tiempo lo vinieron a buscar a Envar y lo mandaron a Caseros.
–¿Cómo eran las visitas a la cárcel?
–Para mí era muy duro. Nosotros íbamos siempre porque era nuestra manera de demostrarle nuestro apoyo. Esa primera vez lo sentenciaron a cinco años y lo mandaron a Neuquén. Estando allá para su cumpleaños, uno de los últimos días que fui a visitarlo, el nene ya no estaba. Volví a Buenos Aires y supe por otras personas del partido que estaba en Santa Rosa, La Pampa. En ese ínterin, a Omarcito, mi hijo más chico que tenía 11 años, se le detectó un problema en el riñón y repentinamente murió el 25 de mayo. Ahí sentí por primera vez el dolor de llevar a un hijo al cementerio. ¡Cuántas cosas en tan poco tiempo! La Comisión de Familiares Detenidos que yo integraba, el papa de Spina y de Rulli, hablaron con Matera y logramos que dejaran venir a Envar al velatorio. Son cosas que he pasado y no es fácil. Cuesta seguir adelante pero hay que luchar. Hace dos semanas estuve en la despedida de año de la Oesterheld donde desde hace 14 años se lo recuerda cada lunes. Estuve con mi amiga Elisa, su señora, en el Torcuato Tasso, donde había unas 500 personas. Yo me reía, disfrutaba y me di cuenta que eso les sorprendió: “¿Ustedes no sabían que yo era divertida también?”, les pregunté. A veces uno ha sufrido tanto que se olvida de sentirse bien.
–¿Luego del velatorio del hermano, Envar volvió a La Pampa?
–Sí, pero finalmente sale al poquito tiempo, en el ’63, con la Ley de Amnistía de Arturo Illia. Para nosotros fue como un premio porque se fue un hijo pero volvió otro. Una vez en libertad, Envar continuó con la carrera de Derecho y funda con Carlitos Caride el Movimiento Juventud Peronista (MJP).
–Ese mismo año viajó a Madrid y se reunió con Perón. ¿Qué cosas contaba de ese encuentro?
–Al finalizar la reunión, Perón le dijo: “Bueno, ahora hagamos la foto”, a lo que mi hijo respondió: “No, General. Yo no vengo a sacarme la foto para la posteridad sino a que me dé instrucciones para la resistencia”. ¡Envar estaba enojado porque el General no le decía nada! Ellos iban con la precisa. Habían hecho mucho sacrificio para ir, no era fácil, nosotros le habíamos sacado el pasaje pagándolo por mes porque él tampoco quería que se lo pagase cualquiera y que después lo quisieran manejar.
Taco Ralo. Tras el fracaso del Operativo Retorno de 1964, integrantes del MJP fundaron las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) a fines de 1967 y un año después intentaron instalar un foco guerrillero en Taco Ralo, Tucumán.
–Yo creía que estaba en Cuba. Mi marido me contó varios años después que él sí sabía que estaba en Taco Ralo. Los descubren el 19 de septiembre del ’68 e inmediatamente nos tomamos un avión, gracias a que mis hijas Sara y Susana nos dieron sus sueldos para costear el viaje. Nos tuvieron como tres o cuatro horas y nos decían que ya lo íbamos a ver. Al final sólo nos dejaron verlo desde una ventanita. Estaba sentado en el suelo. Yo lo vi destruido, levantó la mano y nada más. Luego volvimos al hotel y Dios me libre, todo dado vuelta. ¡Esa era la intención de la espera! Nos habían revisado hasta el último pañuelo.
–¿Considera a Taco Ralo como una de las primeras acciones de la resistencia armada?
–Si bien anteriormente hubo otros guerrilleros en el monte, como Jorge Masetti, Federico Méndez o Héctor Jouvet, sinceramente yo no sé por qué no empiezan la historia desde Taco Ralo.
–¿Cómo vivió los constantes traslados por las distintas cárceles?
–Era muy triste. Sé que apenas entraban a un lugar nuevo les daban con todo. Mi hijo nunca nos contó nada pero sé por David Ramos que una vez que lo torturaron a Cacho quedó casi muerto en la parrilla. David estaba en la habitación de al lado y escuchó cuando decían que al siguiente no lo iban a torturar tanto por lo que les había pasado con Envar. Gracias a Dios lograron revivirlo.
–¿Cuándo consiguió nuevamente la libertad?
–En mayo del ’73, con la Ley de Amnistía cuando asume Cámpora. ¡No sabés la belleza que fue la Unidad 9 de La Plata! Desde la puerta hasta la vereda lo llevaron en andas, todos cantando, gritando. Fue algo impresionante.
–¿Cómo surgieron las diferencias con Montoneros?
–Una vez en libertad, Envar tuvo reuniones con los distintos grupos. Ahí se dividieron las aguas porque algunos optaron por seguir luchando y él no estuvo de acuerdo. Él era de la idea de que al tener un gobierno constitucional y popular no se debía combatir, pero ellos quisieron continuar la lucha armada. David Ramos lo reemplazó en la representación de las FAP y él creó las FAP 17 de Octubre. Se puso a disposición del gobierno electo y trabajó como asesor del decano de la Facultad de Derecho de la UBA durante unos meses.
El exilio. Luego de la muerte de Perón y de las constantes persecuciones de la Triple A contra él y sus compañeros, Envar decidió exiliarse en 1975. Ante esa circunstancia descubrió un nuevo motivo de lucha: los derechos humanos y la cultura. Acompañó las primeras acciones de las Madres de Plaza de Mayo y fue miembro fundador de la Asociación Internacional para la Defensa de los Artistas, víctimas de la represión del mundo (Aida). Además publicó el libro Argentina: cómo matar a la cultura, con testimonios sobre la represión cultural y realizó una autocrítica muy profunda en Diálogos en el exilio, obra que reúne sus conversaciones con Jorge Rulli.
Ester atravesó una infinidad de momentos difíciles junto a su hijo y recordar ciertas etapas de su vida la lleva a dejos de tristeza. Uno de los recuerdos es el asesinato en manos de la Triple A de Julio Troxler, amigo y compañero de Envar, en 1974. A esta nueva pérdida se le sumó la versión de que en la Presidencia había una lista donde figuraba que su hijo sería el siguiente. Poco después las largas horas de viaje para las visitas en la cárcel a las que Ester estaba acostumbrada, debieron reemplazarse por espaciados llamados desde el exilio parisino.
–Se fue clandestinamente. Primero a Uruguay, luego a Brasil y de allí al Líbano donde se quedó menos de un año porque empezó la invasión de Israel. Después fue a Madrid donde lo detuvieron pero sin darlo por preso. Tanto hicieron sus amigos que finalmente lo largaron en la frontera con Francia. Ahí Norman Briski le dio lugar para vivir. La vez pasada me lo encontré y le agradecí tanto. “Pero el agradecido era yo, si me traía comida”, me dijo riéndose. Resulta que Envar había empezado a trabajar limpiando un restaurant, la dueña lo quería tanto –él se hacía querer con todo el mundo- y les daba de todo.
–Al pedir asilo político y quedarse en París, ¿continuó su militancia?
–Desde allá luchó fuertemente por los derechos humanos. Participó en el Comité Contra la Organización del Mundial de Futbol en la Argentina (Coba), fue organizador de la famosa Marcha por los Cien Artistas Argentinos Desaparecidos de 1979, y participó en infinidad de actos por la aparición con vida de los detenidos-desaparecidos. En 1984 publicó Diálogos en el exilio que fue una autocrítica muy importante. Envar se dio cuenta que habían sido derrotados como peronistas, como generación. Consideraba que tenían que recomponerse para tratar de volver al país algún día y poder contar su historia.
El retorno. Cacho regresó el 24 de marzo de 1984. Con la idea de dar testimonio para que las generaciones futuras no tropezaran dos veces con la misma piedra, hizo un gran aporte al libro La Voluntad, de Eduardo Anguita y Martín Caparrós.
–Recuerdo que yo me levantaba y él estaba en la computadora todo el día, escribiendo y escribiendo. Otras veces iba a lo de Caparrós. Tenía tanto para contar, tanto dolor… Y tanta voluntad. Siento que se murió muy joven –tenía 57 años– porque tenía muchas ganas de plasmar su historia en un libro. Ese era su deseo. Pero por suerte hay muchísimo de él y de sus compañeros registrado en esos maravillosos tomos de La Voluntad.
–¿Qué otras actividades llevó a cabo al regresar?
–Creó Música Esperanza con Miguel Ángel Estrella porque consideraba que había que llevar la cultura a los sectores más pobres, fue protagonista de Che… Ernesto, una película que cuenta el recorrido del Che por Latinoamérica. Además fue productor de las películas El exilio de Gardel, Sur y El viaje, dirigidas por Pino Solanas, quien le quedó debiendo un montón de dinero. Le dijo que le iba a pagar cierta plata y no lo hizo. Fueron a juicio pero mi hijo lo perdió porque no tenía ningún papel para comprobarlo. Fijate qué actitud. Esto es para que sepan quién es Pino Solanas. Después quiso acercarse pero yo no pude. Siento que actuó así porque no es peronista de corazón y si no lo sos, en cualquier momento te vuelve a nacer lo que fuiste.
–¿Con la vuelta a la democracia participó en algún espacio político?
–Formó un espacio que se llamaba Peronistas al Frente (PAF), que se diluyó en 1992 y entonces se integró al Frente Grande. Luego lógicamente prefirió adherirse al Frepaso, pero no votó a De la Rúa. ¡“Que me perdone el Chacho pero no lo puedo votar”, me decía! No lo veía capacitado para nada.
–Y en esos años se recibió de abogado…
–Sí, en el ’96. Era muy buen alumno y se enojaba porque no le ponían el 10, me decía: “Pero mirá si serán gorilas… Porque saben que soy grande y peronista, me ponen nueve u ocho. Mamá yo estaba para el 10 hoy”. Como ya tenía la discográfica Milán Sur, iba a la Facultad de Derecho y después se iba a la oficina. Tremendo sacrificio. Él ya tenía una mitad hecha y la otra la hizo en seis meses. Ellos leían mucho en la cárcel. Ahí incorporó casi todo. Nunca perdieron el tiempo en nada, aprendieron muchísimo. Eran chicos inteligentes, habían dado el alma y el corazón aún sabiendo que podían perder la vida.
–¿Tuvo secuelas físicas de las torturas?
–Definitivamente la suya fue el corazón. Ya había tenido un infarto y le habían hecho un cateterismo pero el último fue masivo. Recuerdo que ese 19 de julio era un día tan hermoso. Él estaba en Tilcara con Miguel Ángel Estrella porque era el Festival de la Canción. Mi marido falleció tres años después de la muerte de Envar. Cuando se enteró, se fue derecho al balcón y se quiso tirar. Tuve que hacer tal fuerza para que no se me caiga. No lo podíamos creer, tan repentino. Es que eso no te pide permiso, ya lo tenemos bien a prueba. Por eso yo sufrí tanto cuando le pasó lo mismo a Néstor Kirchner. Nunca voy a olvidar que estuvo todo el día en el velatorio de mi hijo y sólo decía: “Él fue mi maestro”. Desde ese día comprendí lo importante de la memoria y estoy empeñada en eso.
–¿Cuál considera que es el legado que dejó a los jóvenes?
–Que hay que luchar por los demás, por un país más equitativo. De a poco se están reincorporando a la política. Yo estoy muy contenta de ver tantos jóvenes que están militando nuevamente, cantando, felices, convencidos… En cada uno de ellos veo un poco de mi hijo.
• “SI CACHO VIVIERA, SERÍA KIRCHNERISTA”
–¿Cuál cree que sería hoy la militancia de Envar?
–Sin lugar a dudas apoyaría plenamente a los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. No hay otra alternativa. ¿Vos ves algún candidato potable de la oposición? En cambio, en el kircherismo tenemos políticos de la talla de Aníbal Fernández que es tan buena persona, generoso y amable. Cuando hablo con él siento que me entiende, cosa que no sucede con otros que te quieren hacer entender lo que ellos quieren.
–¿Por qué cree que estaría de acuerdo con el kirchnerismo?
–Porque vería lo mismo que veo yo: la Asignación Universal por Hijo, las más de mil escuelas, la reivindicación de los derechos humanos, el crecimiento de la economía… Es un proceso largo lógicamente, pero los resultados están a la vista.
Una de las grandes traders exportadoras de productos agropecuarios, a la que el Estado Nacional investiga por evasión de impuestos, explotaba el trabajo esclavo de adultos y niños traídos desde provincias del norte. Los alojaba en trailers de chapa, en los que dormían hacinados de a veinte. La jornada laboral era de diez horas incluido el día de Navidad, bajo el rayo del sol, sin luz, sin agua potable salvo la que recibían en baldes. No podían salir de los límites de la propiedad en la que trabajaban ni conocían cuál sería su remuneración. La paga se difería para el último día del contrato informal, ya que no estaba registrado. Mientras, les descontaban todo lo que consumían a precios tan exorbitantes que nunca tenían un saldo favorable para cobrar. Les anotaban 80 pesos por una bolsa de papas, 65 por una de cebollas, 54 por un pollo, 17 por un atado de cigarrillos, ocho por un kilo de pan viejo y dos por recargar la batería del celular. También se hallaron fideos con la leyenda del ministerio de Desarrollo Social. Por un paquete, cuya venta está prohibida, los esclavos debían pagar 35 pesos. El titular de ese ministerio, Baldomero Alvarez de Oliveira, es el padrino político del ex intendente de San Pedro Julio Pángaro, quien este año fue designado secretario legal y técnico del ministerio de Justicia y Seguridad. También se encontraron alimentos vencidos. El único dinero que recibieron en las tres semanas transcurridas antes del allanamiento, fueron 12 pesos “para comprar pan dulce”. El ministro de Trabajo provincial, Oscar Cuartango, dijo que los hechos descubiertos rozaban el crimen de lesa humanidad.
Un millar
El campamento alojaba a 130 personas, entre ellas unos 30 niños y adolescentes, pero la justicia considera que hay por lo menos un millar en las mismas condiciones, en otros campos próximos a San Pedro. Su representación sindical corresponde a la Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores, Uatre, conducida por Gerónimo Venegas, fundador junto con José Luis Barrionuevo de la denominada CGT Azul y Blanca. Los delegados de Uatre recién llegaron al lugar una vez que el titular de la Unidad Fiscal de Investigaciones N0 6 de San Nicolás, Rubén Darío Giagnorio, notificó al ministerio de Trabajo de la situación. El representante de Uatre en San Pedro, Cecilio Salazar es el líder local del peornismo opositor. Una de sus actividades más notorias ha sido el auspicio de Uatre al corredor de carreras de autos Pichi Iglesias, lo cual provocó críticas en un gremio de paupérrimos afiliados. A principios de diciembre, Giagnorio ordenó a la patrulla rural del Pueblo Doyle que rondara los campos de la zona en búsqueda de situaciones irregulares en la cosecha del maíz, que son habituales a esta altura del año, cuando son traídos trabajadores temporales desde el interior para desflorar maíz, una actividad que sólo se realiza en forma manual. Giagnorio dijo que lo hizo en aplicación de la política criminal determinada por el Ministerio Público Fiscal que él integra. El 20 de diciembre la patrulla le comunicó sus observaciones sobre la Estancia El Algarrobo, ubicada en el Paraje Beladrich, a pocos kilómetros de Santa Lucía, partido de San Pedro. Se trata de una finca de unas 1600 hectáreas, de las cuales 200 están arrendadas a Nidera. El acceso es dificultoso porque está a 12 km de la ruta más próxima. El miércoles 22 el fiscal solicitó una orden de allanamiento a la titular del Juzgado de Garantías N0 1 de San Nicolás, pero la jueza María Laura Vázquez se la negó, porque adujo que no había pruebas. Giagnorio prefirió que las patrullas rurales no se acercaran demasiado, para evitar que fueran advertidas y se levantaran los campamentos antes de que pudiera intervenir. Ante la negativa judicial comunicó su presunción a los ministerios de Trabajo y de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires y a la Oficina de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata, del ministerio de Justicia de la Nación. El ministerio de Trabajo de la Provincia tiene el poder de policía en estos casos y el miércoles 29 se presentó para inspeccionar la situación detectada por el fiscal. Giagnorio participó como veedor. Como escribió en su mensaje del 31 de diciembre un cura que ejerce en Haití su opción por los pobres, hay lugares y personas que más que un año nuevo precisan una vida nueva. Éste es el doloroso contraste con la Argentina eufórica de consumo y placeres que desde la tarde del jueves colmó todas las rutas de salida de las grandes ciudades.
Reducción a la servidumbre
Al verificar la gravísima situación en que se encontraban los trabajadores, el fiscal inició actuaciones por reducción a la servidumbre y malversación de caudales públicos. En cambio no tiene competencia para investigar el delito de trata de personas. Sin mención al desempeño del fiscal Giagnorio, el ministerio de Trabajo provincial se atribuyó el mérito. Según el subsecretario de Trabajo Carlos Molina se trató de un procedimiento habitual en la tarea que habría ordenado el gobernador Daniel Scioli para detectar trabajo infantil y controlar las condiciones de seguridad del trabajo rural. Según esa dependencia, Nidera deberá pagar 5000 pesos de multa por cada trabajador no registrado. Entre los detenidos están los ingenieros de Nidera Nicolás Martínez Allende y Diego Carballo, dos capataces y tres encargados de la distribución de alimentos. El fiscal les tomó declaración y los puso en libertad mientras continúa la investigación.
Un campo de concentración
El médico Julio Caraballo, director de Bromatología de San Pedro, dijo a una radio local que las condiciones eran las de un campo de concentración, con dos agujeros en el suelo como baños, sólo aislados por una cortina cosida con bolsas de Nidera. También vio a un adolescente que se bañaba con agua acarreada en un recipiente de agrotóxicos. “Es para pasar de la indignación a las lágrimas”, dijo. La comida era suministrada por la distribuidora Comat S.A, del ex concejal radical de San Pedro Eugenio Abel González. Al mismo grupo pertenecen la Compañía Argentina de Recursos Humanos y Soluciones Agropecuarias, que prestan servicios de tercerización de personal no permanente para empresas agropecuarias. A Comat, Nidera le pagaba a 24 pesos por día por persona. Pero los precios que les cargaba a los trabajadores eran tan altos que siempre excedían el monto diario asignado. La diferencia se anotaba, para ser debitada del salario. Comat dijo que sólo era proveedora de alimentos secos y frescos a Nidera y que la acusación en su contra equivalía a responsabilizar a Coca-Cola por “la tragedia de Cromañón, porque proveía las gaseosas”. También negó haber suministrado los alimentos del programa de ayuda social del gobierno bonaerense que el fiscal secuestró en El Algarrobo. El reclutamiento de personas muy humildes se hizo en Santiago del Estero, con la promesa de trabajar en la cosecha del maíz en Buenos Aires “en la mejor empresa”, en condiciones laborales apropiadas y un buen salario. Un colectivo los trasladó en forma directa hasta la estancia, de la que una vez que ingresaron no se les permitió salir. Nidera les hizo saber que si alguien abandonaba el predio, toda la cuadrilla de trabajo que integraba sería devuelta a su pueblo sin pago. Consultado para esta nota el fiscal agregó que estas personas “ni sabían en qué lugar estaban”. Giagnorio pasó el 31 de diciembre de la mañana a la noche en la estancia, completando el sumario. El Ministerio de Desarrollo Social de la Nación se encargó de llevar a los trabajadores hasta sus pueblos de origen, donde quedarán a cargo de las autoridades provinciales. El mismo fiscal allanó hace poco varios prostíbulos de la zona, en los que también encontró leche de las partidas gratuitas que distribuye el gobierno bonaerense.
Empresa líder
Nidera es una compañía transnacional, líder en el mercado argentino de semillas y uno de los mayores exportadores de aceites, de cereales y de oleaginosas. Su participación ronda el 10 por ciento del total de las exportaciones argentinas de esos productos. En 1996, fue la primera que obtuvo autorización para liberar al consumo humano y animal la soja transgénica resistente al glifosato, durante la gestión como secretario de agricultura del ingeniero Felipe Carlos Solá. Tiene tres centros semilleros, en Venado Tuerto (maíz), Chacabuco (girasol) y Miramar (trigo y maíz). Creada hace noventa años por comerciantes de granos de los Países Bajos, su nombre surge de la combinación de las iniciales de los grandes mercados cerealeros en los que actuaba entonces: Holanda (Netherlands) India, Alemania (Deutschland), Inglaterra (England), Rusia y la Argentina, donde Nidera Argentina se instaló en 1929. También comercializa insumos agrícolas, opera en fletes marítimos y produce fertilizantes, herbicidas y fungicidas. Posee terminales portuarios propios en Rosario, Quequén y Bahía Blanca. En 2010 fue el sexto exportador de granos (detrás de Cargill, Bunge, ADM, Dreyfus y Toeper) y el séptimo en los de subproductos y aceites (detrás de Cargill, Bunge, AGD, Dreyfus, Molinos y Vicentín). Nidera es la empresa líder en los mercados de semillas de soja y de girasol, está en segundo lugar en el de maíz y en el tercero en el de trigo. También opera una sociedad de garantías recíprocas, que financia siembras de sus clientes por medio de fideicomisos. Como no informa sobre volúmenes de negocios ni cotiza en bolsa, esos rankings ayudan a evaluar en forma aproximada su facturación. Según el ranking publicado hace seis meses por la revista Mercado, en 2009 Nidera Argentina facturó 3500 millones de pesos y ocupa el puesto 47 entre la cúpula de las empresas que más venden. La Escuela de Estadísticas de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Rosario estima que los salarios pagados por Nidera representan el 1,54 por ciento de esa facturación. La redacción de esta nota entre el viernes 31 y el sábado 1 dificultó la obtención de mayores precisiones.
Nidera en Acción
El presidente de Nidera global, Martín Mayer Wolf, de una de las familias fundadoras, es uno de los sostenedores de Accion International, una organización privada sin fines de lucro, cuya misión es ayudar a la gente a salir de la pobreza a través de su propio trabajo. “Al proporcionar microcréditos, capacitación empresarial y otros servicios financieros a hombres y mujeres pobres que inician sus propios negocios, ayuda a estas personas a alcanzar un nivel en la escala económica, con dignidad y orgullo”, informa en su documento “El negocio de luchar contra la pobreza”. Entre los accionistas minoritarios de Nidera Argentina está Rolgra Inversora SA, empresa presidida por Raúl Simón Loeb, presidente de la Cámara de Comercio Argentina para el Sudeste Asiático, vicepresidente de la Cámara de la Producción, la Industria y el Comercio Argentino-China, y cónsul honorario de Singapur y de Sri Lanka. El presidente de Nidera Argentina, Ricardo López Mayorga organiza concursos que otorgan premios a alumnos de escuelas agrotécnicas, estimulándolos a cuidar el suelo y utilizarlo en forma racional. En septiembre, la AFIP anunció que estaba investigando por evasión impositiva a cuatro de las mayores exportadoras de granos. Sus nombres se fueron conociendo en forma gradual: Bunge, Cargill, Molinos Ríos de La Plata y Nidera. En este último caso, la AFIP estima la evasión en 260 millones de pesos entre 2005 y 2009.
Ese hombre, o mujer, está embarazado de mucha gente. La gente se le sale por los poros. Así lo muestran, en figuras de barro, los indios de Nuevo México: el narrador, el que cuenta la memoria colectiva, está todo brotado de personitas. Eduardo Galeano. El Libro de los Abrazos.