Estos días se ha publicado una nota de la periodista Alicia Barrios,
en el Diario Crónica, en la que se denuncia al sacerdote y candidato a
gobernador de Formosa Francisco Nazar que se presenta en alianza con la
UCR de Ricardo Buryaile y los peronistas disidentes. Se lo acusa de
haber tenido dos hijas con una mujer indígena wichí en la comunidad La
Mocha, del Departamento Ramón Lista de Formosa, donde el cura vivió
durante mas de 20 años, trabajando en la promoción de las comunidades.
Se contrasta su actitud con la del Presidente Lugo quien habría reconocido a sus hijos.
La
veracidad de esta denuncia la desconocemos así que no opinaremos desde
la crítica de una moral que no compartimos. Desde lo humano, nos alegra
que Francisco haya sido padre si efectivamente lo fue.
La nota en
cuestión es solo una muestra más de la forma miserable de hacer política
en tierras formoseñas basada en la descalificación personal. La misma
en las que el candidato opositor frecuentemente incurre.
De todos modos, la nota contiene una serie de afirmaciones que no se pueden calificar más que de “perversas”.
Pasionistas:
Se
afirma que Nazar en la década del 70 se instaló en Ramón Lista huyendo
de una diáspora de la Orden Pasionista. Para aquellos que desconocen la
trayectoria de esta orden, es la misma de Bernardo Hughes, párroco de
la Iglesia de la Santa Cruz de Buenos Aires donde se reunían las Madres
de Plaza de Mayo y donde Astiz se infiltró para secuestrar a ese
primigenio grupo de Madres. También el lugar de asiento de Federico
Richards, un cura pasionista de querida memoria.
En la
década del 70, la Orden Pasionista abrió la “Misión Pasionista Wichí del
Norte Argentino” donde participaron sace4rdotes a la postre perseguidos
por la dictadura militar, como Soraire en Nueva Pompeya, y Patricio
Doyle, Juan Ignacio y otros que dieron testimonio en tiempos difíciles.
La
afirmación de la periodista de “Radio 10” de una presunta diáspora de
la Orden en esos momentos, no se ajusta a la verdad histórica.
Evangélicos:
Tampoco
se ajusta a la verdad la acusación a Nazar referida a que los indígenas
formoseños son evangélicos por inacción del sacerdote.
La
llegada de las misiones católicas al territorio del Gran Chaco fue en
realidad posterior a la Conquista de Victorica en los años finales del
Siglo XIX. Los misioneros llegaban, fundaban la Parroquia del pueblo y
obligaban a los indígenas a concurrir a misa los domingos, sentaditos en
los bancos de atrás, mientras al frente golpeándose el pecho se
ubicaban las familias de colonos criollos que los explotaban, aquellos
que los enviaban al Ingenio de Patrón Costa en Salta, del cual muchos no
volvían ante las epidemias y malos tratos y aquellos que llenaban de
hijos no reconocidos a las mujeres indígenas.
Ejemplo de
ello, es la denominada Misión Laishi. En 1901 el gobierno nacional
asigna a la Orden Franciscana 74.000 hectáreas destinadas a los qom (de
su propia tierra). Los originarios se dividieron en dos grupos: uno que
rápidamente acordó con los franciscanos, cuyo líder era el indígena
Bustos, y el otro refractario a cualquier acuerdo, que era Laishí, quien
se oponía a todo acuerdo con los misioneros. Laishí, en lo que los qom
dicen era su “sueño”, decía que los curas venderían sus
tierras y que no quedaría nada. Y así fue nomas… Hacia 2005 de esas
74.000 hectáreas originarias no quedó… ninguna. Las dolorosas divisiones
que el blanco trajo al lugar terminaron una trágica noche en que Bustos
asesinó a Laishí de una puñalada.
En 1950 la Comisaría
General de los Misioneros Franciscanos de la Argentina solicita al
Presidente de la Nación, Juan Domingo Perón, se dé por terminado el
compromiso por los Padres Franciscanos en las Misiones de Laishí y
Tacaaglé, es decir, que ambos establecimientos dejen de ser misiones
indígenas. Y se comprometían a seguir prestando sus servicios
espirituales a los demás habitantes de la zona, pedido avalado por el
Obispo de Resistencia Nicolás De Carlo. Tal cese recién fue autorizado
por el presidente Frondizi.
Julio Argentino Roca, autorizó
a los Misioneros Franciscanos del Colegio "San Carlos", a fundar una
Misión de indios en Formosa, el 10 de abril de 1900, en un Terreno de
74.000 has., con la finalidad de “civilizar” a los nativos, enseñarles a
trabajar (como domesticos, remendadoras de ropa y changarines).
A
partir fundamentalmente de 1930 comienzan a instalarse iglesias
evangélicas (Emanuel, Id, Luterana y otras) en el este, y los anglicanos
desde el oeste formoseño. Rápidamente la totalidad de los integrantes
de las comunidades originarias adoptan el culto evangélico , entendemos,
por variadas razones. La primera de ellas porque el evangelismo respetó
mas su cultura y llevó los templos a las comunidades, con pastores
indígenas. Ademas, en tiempos en que se “colonizaba” el territorio
formoseño, los misioneros evangélicos fueron el ámbito de refugio de los
indígenas frente a la persecución a la que fueron sometidos en las
primeras décadas del siglo XX, matanzas incluidas. Los misioneros fueron
los primeros que, a su manera, defendieron los derechos de los
indígenas, circunstancia arraigada en la memoria colectiva de los
pueblos originarios.
Los indígenas formoseños recuerdan
particularmente a un misionero evangélico, Alberto Buckwalter, quien
recorría estas tierras y el impenetrable llevando consuelo moral y
material a grupos humanos a los que se les destruía su mundo.
Con
la Iglesia Anglicana ocurrió un fenómeno particular. Hacia 1982, y ante
la derrota de Malvinas, retiraron sus misioneros del territorio
formoseño dejando en su lugar pastores indígenas y hasta un Obispo wichí
de Ingeniero Juárez, Mario Mariño. Ese lugar de defensa de derechos fue
ocupado por algunos sacerdotes y organizaciones no gubernamentales.
Por
ello, sostener como lo hace la periodista que los indígenas son
evangélicos por culpa de Francisco Nazar es de una ignorancia supina y
fundada en la mala intención. Hay que respetar mas a las numerosas
iglesias exclusivamente indígenas que existen hoy en Formosa, entre
ellas Sol de Justicia, Iglesia Evangélica Pilagá, Cuadrangular, Iglesia
Evangélica Unida de Formosa e Iglesia Anglicana. La sola afirmación
supone tratar de ignorantes a los originarios, antes que impostar al
cura. Nazar en ese, su mejor acierto respetó la espiritualidad de los
indígenas, sea antigua o evangelica. Actitud rechazada por aquellos para
los cuales los indígenas solo pueden ser católicos, pobres y empleados
no calificados en el mejor de los casos.
Nazar
Nosotros
no coincidimos en las opciones políticas de Nazar y sus alianzas. Pero
la utilización de información surgida desde la provincia de Formosa,
deformada e interesada, no contribuye a la búsqueda de la verdad y la
convivencia. Durante muchos años, Nazar fue la niña mimada del gobierno
peronista formoseño de Floro Bogado, llegando incluso a ser su asesor
con rango de Ministro. Hay que discutir propuestas y política y no
tratar de “baja cama” al sacerdote por presuntamente
tener una relación con una aborigen, lo cual habla de la catadura moral
de la periodista y del racismo encubierto de su nota.
Concepto
que también debería aplicar el sacerdote, cuando critica a todos
aquellos que no se le someten. Pero esta es otra historia, que se
definirá en las elecciones del 23 de octubre, donde se consolidará el
modelo nacional que impulsa Cristina Fernández de Kirchner.
Porque la historia del Gran Chaco se escribió con balas, pero también con Biblias.
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