Los campesinos veneran al Gauchito Gil y celebran el día de la Tradición. En algunas zonas, cuando muere un niño, lo velan con baile de chacareras, en la convicción de que no tuvo tiempo de pecar y por eso con seguridad irá al cielo. Celebran así al angelito. Ponen altares al costado de las rutas donde murió alguien, quien sabe quien, y le llevan flores permanentemente.
Cuelgan estampitas de santos y fotos de Evita en sus ranchos y les prenden velas.
Los originarios en el Gran Chaco danzan como hacían los abuelos a Nilataj (Dios, el eterno principio de la vida plena de los Wichí), a N´Qartaa (quien creó el monte y los frutos para los Qom, Moqoit y pilagá). Y los hacen en rondas de culto evangélico hasta caer rendidos. Tambien en su cosmogonía existen espíritus auxiliares heredados de sus antiguos.
Y tantos aspectos mas de la fe de un pueblo... un pueblo sencillo tan alejado de las construcciones que de el hacen quienes viven lejos y los confunden con "seres de luz". Un pueblo que mantiene la esperanza y las ganas de vivir en medio de adversidades.
¿Que son pocos? Ayer veneraron al Gauchito Gil 750.000 personas, por citar solo ese caso.
Nosotros, optamos por los pobres... como son... y no como querriamos que fuesen.
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