Por H.I.J.O.S.*
Los 30 años de la guerra de Malvinas nos convocan como pueblo a un debate necesario y fundamental para la construcción y fortalecimiento de la democracia, y el ejercicio ciudadano de la memoria.
Desde la Agrupación H.I.J.O.S. manifestamos nuestro apoyo al reclamo emprendido por el gobierno nacional por la soberanía de Malvinas, desde la certeza de que el camino que se está eligiendo es el del diálogo, la paz y que tiene el apoyo de nuestros países hermanos de Latinoamérica.
Este 2 de abril nos encuentra con un pedido de revisión de algunos aspectos de esa guerra, que fue planeada por los mismos genocidas que torturaron, secuestraron, violaron, robaron bebés y desaparecieron a compañeros.
Hay al menos tres aspectos que queremos destacar. El primero es que esa guerra fue decidida por un gobierno anticonstitucional, no por uno que haya llegado por el voto popular. Fue una decisión tomada por la Junta Militar integrada por Galtieri, Anaya y Lami Dozo. El segundo: los jefes de las Fuerzas Armadas argentinas eran genocidas y llevaron a las islas las prácticas criminales que aplicaban en los más de 500 Centros Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio (CCDTyE) que funcionaron en nuestro país. Algunos de esos represores fueron condenados posteriormente en el Juicio a las Juntas y en los juicios que se desarrollan en la actualidad. El tercero: esos crímenes, cometidos contra combatientes argentinos, son delitos de lesa humanidad que no deben quedar impunes. Por eso, la causa debe avanzar en la Justicia.
Uno de los máximos responsables de lo que pasó en la guerra fue Mario Benjamín Menéndez, entonces gobernador de facto de Malvinas. En 1977 fue director de la Escuela de Suboficiales Sargento Cabral de Campo de Mayo, uno de los campos de exterminio más atroces del país. En 1979 fue comandante de la Brigada de Infantería de Montaña VI de Neuquén, teniendo a su cargo los CCDTyE que funcionaron en la zona. Se trata del primo del genocida Luciano Benjamín, condenado por crímenes de lesa humanidad.
Recientemente, la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, anunció la excelente decisión de crear el Museo de Malvinas en el predio donde funcionó la ESMA, hoy Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos. Algunos preguntaban qué tenía que ver la ESMA con Malvinas. Nosotros respondemos: TODO. Muchos de los jefes que tuvieron a cargo a los soldados colimbas en las islas fueron los que integraron la patota de la ESMA como, por ejemplo los ya condenados a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad, Rolón, Astiz, Pernías o Acosta. Como así también los que están detenidos esperando nuevo juicio, como Corbetta, Damario, Daviou y Binotti. Fueron ellos. Fueron los mismos: iban de los centros clandestinos a las Malvinas. Osvaldo Jorge García, Juan José Lombardo, Omar Edgardo Parada, Juan Ramón Mabragaña, Jorge Enrique Perren, Edgardo Aroldo Otero, José Julio Sarcona, Francisco Lucio Rioja, Antonio Oscar Pereyra, Walter Oscar Allara, Pedro Giachino, son sólo algunos de los nombres de quienes trasladaron a las islas las prácticas que aplicaban a detenidos-desaparecidos.
¿Cómo no pensar que quienes torturaron a militantes indefensos, violaron a detenidas y detenidos-desaparecidos y robaron bebés, no volverían a cometer los delitos más atroces con nuestros soldados? ¿Por qué pensar que quienes entregaron nuestro país al capital financiero y extranjero iban a defender después nuestra patria?
Queremos hacer un reconocimiento a todos aquellos pibes colimbas que pusieron su cuerpo, fueron torturados por sus superiores y hasta dieron su vida por nuestra patria. Durante décadas fueron negados, olvidados, marginados. Hoy son reconocidos por el Estado y el pueblo. Los acompañamos en su pedido de justicia para que las aberraciones y torturas que sufrieron no queden impunes y en su reclamo para que los 123 cuerpos NN que hoy están en el Cementerio de Malvinas sean identificados.
Por eso, a 30 años, reclamamos bien fuerte ¡Memoria, Verdad, Justicia, Democracia y Soberanía!
* Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio.
0 comentarios:
Publicar un comentario