Diario La Mañana
Con marcado sacrificio y vocación docente trabajan denodadamente en la Escuela Anexo N° 449
Con una realidad que dista mucho de la igualdad de oportunidades y la calidad educativa ligada a un espacio escolar digno, con bancos y sillas para los alumnos, con acceso al agua potable y a sanitarios adecuados para los pequeños, un grupo de 24 formoseños asisten a la escuela en la comunidad pilagá de La Esperanza (cruzando el Bañado La Estrella).
Estos formoseños, miembros de la comunidad pilagá local, viven en insertos en una realidad muy diferente a sus pares de la ciudad capital de la provincia. En ese contexto un docente trabaja denodadamente para educarlos con los pocos elementos con los que cuenta, apoyándose en la vocación que lo moviliza y en la comunidad misma que lo respalda y acompaña.
Orígenes
En 2007 se terminó de construir un salón de usos múltiples en la Comunidad Pilagá de La Esperanza (cruzando el Bañado La Estrella) con donaciones de particulares. Un año después ese salón se transformó en la Escuela Anexo N° 449, de dicha comunidad.
Con piso de tierra y baños que aún no se han terminado de instalar, el maestro lleva adelante la ardua tarea de educar.
Hoy son 24 los alumnos que asisten a este establecimiento plurigrado y esperan, desde el 2008, que el Ministerio de Cultura y Educación de la Provincia les entregue el mobiliario indispensable para poder ejercer su derecho a estudiar en igualdad de condiciones a los demás niños de las otras escuelas.
Solano Caballero, cacique de esa comunidad y su hijo Osvaldo levantan la voz en nombre de toda su comunidad pidiendo a las autoridades por “equidad para nuestros hijos e igualdad de oportunidades”.
La Comunidad Pilagá de La Esperanza cuenta con el reconocimiento como tal de parte del Registro Nacional de Comunidades Indígenas (ReNaCi), dependiente del INAI.
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