jueves, 30 de junio de 2011

ORLANDO BARONE: AJUSTE DE LA MALA NOSTALGIA

Los argentinos estamos siendo ingratos con los recuerdos. Los olvidamos. Como si una década nos pesara como un siglo y ya fueran humo y leyenda los patacones, el corralito, las ferias del trueque y los salarios impagos, y el desempleo y el hambre.
 
Lo que hoy les está pasando a Grecia, y casi a España -y ahí anda Silvio Berlusconi exprimiendo hasta el último moho del Renacimiento- es como una copia que leemos con una mirada evasiva. La del que ha vuelto a salvo de un naufragio y pisa tierra firme y está feliz por poder hincar sus dientes en la pulpa de un coco o de
un plátano.
 
Hay ingratitud hacia aquel pasado que aún no llega a pretérito y que sin embargo ha envejecido precozmente. No nos inspira nostalgia. Aunque una resaca de lobistas ortodoxos con un garfio, una pata de palo y una cimitarra, todavía merodean por la memoria del “ajuste” y miden de reojo el grosor de nuestros cogotes.
 
Se van extinguiendo pero los que sobreviven acechan. Y se cuelan como candidatos a presidentes o a  lo que sea y siguen con sus recetas retrógradas. Pero ya ha renacido una sociedad con anticuerpos; una sociedad satisfecha de no ser insatisfecha ya más injustamente.
 
Una nueva generación argentina ignora qué fue aquello de la crisis y el ajuste. Les cuesta imaginar a la gente en el mercadito buscando terceras marcas, o cuartas; los fideos sueltos y rotos en pedacitos; y pedir el aceite por taza. Y además tener que caminar treinta cuadras para no pagar el colectivo. Si es que al menos uno de la familia tenía que viajar porque aún conservaba el trabajo.
 
La gente abandonaba a los perros. Y los movileros truculentos decían que algunos se los comían al spiedo. Más tiernos eran los gatos.
 
Es probable que para esos tan jóvenes y para otros menos jóvenes haya pozos desmemoriados. ¿Quién fue Norma Plá?, por ejemplo. No bastará con contarles que fue una jubilada que hizo hacer pucheros al verdugo vocacional que iba a desahuciarla. Sus cenizas se esparcieron en la Plaza Lavalle. Una canción de la Bersuit quiere evocarla. Millones de nuevos jubilados no podrían concebir aquella escena; tampoco millones de chicos protegidos podrían concebir que hace diez años había cientos y miles de chicos desnutridos que sirvieron para que muchos teóricos posaran de filántropos. Y otros aprovechadores los usaran como actores para filmar películas de lágrimas. Y de éxito. Hoy no serviría contarles a los más chicos acerca de las colas en los cajeros automáticos vacíos o en los comedores públicos, o en los portales de las iglesias y los templos para tomar un caldo piadoso. Las largas esperas a la madrugada para recibir en la puerta de un diario el pliego de avisos clasificados para ir a competir por un puesto tan flexibilizado que solo faltaba que el trabajador le pagara al patrón por dejarlo sentirse empleado.
 
Para qué acordarse de haber ido al banco de empeños y volver con la desilusión de que la joya, que sería nuestro socorro, era chafalonía; o de haber ido por primera vez a un hospital porque antes nos protegía la prepaga. Muchos, también por primera vez, conocieron y tocaron a los pobres. Los vieron corporizados y más cerca de ellos, porque ya ellos estaban siendo pobres.
 
A este paso la desmemoria nos hará creer que aquello no es más que una mitología de los viejos. O una exageración anacrónica para justificar por comparación el disfrute actual del consumo y del ingreso. De las ferias del trueque no queda ni el olor de una torta hecha por una señora fina con harina de descarte. Ni los grumos de una prepizza amasada por una cocinera con hambre.
 
Esta ingratitud con el pasado es lo más saludable que nos pasa. No necesitamos recordarlo: lo llevamos en la sangre como esos anticuerpos que nos defienden de las pestes. La política recobró su lugar. El pueblo recuperó la política. Hoy, al antiguo “ajuste” y a la resignación, ni siquiera los recuerda la mala nostalgia.(Télam)
 
(*) Escritor y periodista.

SOFIA, Madre de la Plaza de 101 años responde a Elisa Carrió

Sofía Yussen de D’alessio sigue celebrando la vida. Su historia sabe de alegrías y tristezas. La muerte de su padre en el terremoto de San Juan y la desaparición de su hijo – el Bebe José Luis, militante de Montoneros– durante la última dictadura militar, marcaron su historia. También el exilio forzado que debió emprender a los 67 años. Hechos que dejaron huellas imborrables en esta mujer que, pese a los malos momentos, derrocha optimismo y tiene una asombrosa vitalidad; además de una lucidez que se nutre de una larga experiencia. “¿Qué tiene que ver el luto de la Presidenta con la política…? Ella se viste con colores llamativos y aun así no consigue el apoyo de la gente”, dice Sofía. Y su decir tiene una razón. Sofía quiso responderle a Elisa Carrió. Y lo hizo durante una breve charla telefónica. Su repuesta apuntó a los dichos de la candidata a presidenta de la Coalición Cívica, quien aseguró –en una de sus ya clásicas arremetidas mediáticas– que la Presidenta “llora frente a los pobres” y que “el vestido negro forma parte de una escena semiótica”. Una embestida que remató sosteniendo que el luto de Cristina Kirchner “forma parte de un disfraz”. “Lo único que quiero es dejarles a mis nietos un país mejor. La verdad es que me sentí mal cuando escuché a Carrió. No la entiendo, ni como mujer ni como ciudadana que soy. Creo que la mueve la envidia. Cristina y Néstor hicieron mucho por la Argentina. Lo de Carrió es pura banalidad”, dice Sofía, quien además de dedicar su tiempo a la familia –“tengo dos nietos y dos bisnietos”, explica con emoción– participa de Madres de Plaza de Mayo. Ella, Sofía, a los 101 años, derrocha ternura y ganas de seguir. “Si me invitan voy, cómo no voy a ir”, dice ante la posibilidad de concurrir al programa 6-7-8 que se emita por Canal 7. Está claro. No es el deseo de figurar lo que la mueve.

Fuente: Radio TV Federal (Formosa).

River, la memoria de la infancia y el final de los ’90

Tomo prestadas unas palabras justas y fraternas que me escribió un amigo hincha de Rosario Central para dar cuenta de lo que se siente muy adentro, en las entrañas de nuestra memoria cuando, ante nuestra incredulidad, sucede lo inimaginable, lo que ni siquiera podía existir en nuestras peores pesadillas de infancia. “Duele. Es un dolor difuso, en el costado, parece estar afuera de uno, pero lo acompaña siempre. Es un dolor que viene de atrás, de la niñez, de alguna esquina, de algún picado en un hueco de los que ya no hay, las primeras veces en la cancha con el viejo, con el tío, con un hermano mayor. Duele en esa inocencia de entregarse a un emblema, a colores primarios, a una bandera pagana, entregarse sin preguntas, sin cuestionamientos, pleno, entero; sin pensar en consecuencias. Duele ver los ojos humedecidos de los hijos, de los nietos, de los niños que queremos y que no entienden. Duele en la historia que uno hizo propia, con sus íconos, sus sacerdotes, sus referentes, sus ídolos. Duele en el fondo, como duelen las cosas elementales, el amor, los celos, las frustraciones. Duele en los momentos que volvemos a ser niños y volvemos a entregarnos a ese éxtasis primitivo en un grito de gol, en una discusión a muerte en el café, en la cordial cargada. Como aquellos lunes que estábamos tristes o alegres según como nos fuera el domingo. Duele en las chicanas de la secundaria, en la cargada de la esquina, en la bronca de un domingo negro. Uno está preocupado por los problemas del mundo, por los destinos de la humanidad, pero duele. Es como una resaca que se instala y uno quisiera repetir hasta el infinito esa oportunidad perdida, ese penal errado, ese minuto fatal. Duele sentirse perdedor por deudas anteriores, que dirigentes, cuerpos técnicos y planteles paguen facturas que gastaron otros, que la historia se derroche así. Es un dolor suave y secundario, no importante, no cambiará nuestras vidas, pero duele. ¿En qué otro momento hombres grandes lloran a moco tendido en público? ¿Madres de familia insultan de impotencia? Esa pelota que rueda pasa por todos nuestros corazones, se pinta de los colores de uno y uno deposita en ella vaya a saber qué cosa. Pero duele. Se sabe, ‘volveremos’, ‘será bueno para la institución’, ‘se refundará el club’ y etc., pero duele. El descenso es el pequeño descenso a los infiernos de los futboleros y, tal vez sea cierto, si se pasa se retorna mejor; pero duele. Uno sabe que es un negocio, que está todo podrido, que no hay amor por la camiseta, que la tv, que la afa, que la fifa, sabemos todo, pero duele. Los acompaña un centralista que pasó y pasa por lo mismo. Ya sé, no es consuelo; pero duele”.

Gracias, Jorge, por la comprensión, esa que sólo puede nacer de la experiencia dolorosa compartida y que nos coloca ante la perplejidad de sentir que algo nos falta, que algo entrañable se ha quebrado y que recuperarlo será arduo y más que difícil. El fútbol, lo sabemos, está entrelazado con nuestra vida, con nuestros recuerdos, con nuestras alegrías y tristezas; en él hay algo más que un simple juego, algo que tiene que ver con nuestra sensibilidad, con lo atesorado desde los lejanos días de la infancia, con alguna tarde memorable, con amigos que ya no están, con el barrio, con los laberintos de la historia de cada uno y con una extraña fraternidad de amantes de la misma camiseta. El fútbol es la gloria y la caída, la alegría inconmensurable de un picado que se pierde junto a las últimas luces del día y la certeza, también, de su cooptación por el negocio vil, por la corruptela dirigencial que, sin embargo, no alcanzan a desdibujar las eternas gambetas instaladas para siempre en la memoria del hincha.

Antes que nada toda la tristeza de un riverplatense de alma, de alguien que forjó su pasión futbolera por la banda roja esperando, al haber nacido en 1957, 18 años para verlo campeón. De alguien que lleva en su memoria de infancia una delantera inolvidable que, por esas circunstancias de la vida y del azar, no ganó nada de nada pero que quedó para siempre grabada en el recuerdo del hincha: Cubillas, Artime, Ermindo Onega y Mas. De alguien que disfrutó la irreverencia creadora y la desfachatez subversiva del jogo bonito del maestro Didí que fue capaz, junto a otro brasileño monumental, Delem, de forjar una generación de jugadores increíble de la mano del Beto Alonso y del hoy denostado Jota Jota López: una generación que redimió, un poco después y gracias a la herencia ofrecida a manos llenas por Didí, al hincha de River bajo la conducción de una de sus glorias absolutas, Ángel Labruna. River son sus hinchas, su estilo de fútbol, sus triunfos y, claro, sus derrotas, de esas que templan el espíritu (de chico, cuando el fútbol se lo vive con el alma y el cuerpo y cuando cada acontecimiento puede ser la felicidad o el dolor más cruel, viví el largo exilio hasta 1975 con la certeza de ser hincha del club de los amores en las buenas y en las malas que, en aquellos años, eran más malas que buenas pero siempre dándole cuerda al reloj del mito).

No se olviden, los que hoy se mofan de nuestra suerte, que hemos sabido de padecimientos y de dolorosas derrotas como aquella final con Peñarol en Santiago de Chile, pero que también supimos tener la delantera más extraordinaria del fútbol argentino de todos los tiempos, la famosa máquina con Muñoz, Labruna, Moreno, Pedernera y Lousteau, y que de la banda roja salieron, entre otros, Amadeo Carrizo, el más grande de los arqueros, Distéfano, un revolucionario del fútbol, y Sívori de la saga de los inolvidables 10 que supimos tener a manos llenas para deleite de los futboleros de raza, esos que desde siempre amamos las gambetas, los caños, la elegancia de un pase de 30 metros y el fútbol ofensivo y cuidadoso de la pelota. River es más grande que sus miserias actuales, que sus dirigentes cómplices y que la manada de delincuentes que se llaman a sí mismos “Los borrachos del tablón” pero que, bajo el amparo de esos mismos dirigentes, construyeron una trama de violencia y miedo.

La caída de River (“descenso” es una palabra demasiado suave para dar cuenta del desastre que puso finalmente en evidencia la derrota monumental del domingo pasado contra un equipo digno como lo fue Belgrano, capaz de construir su propia hazaña que quedará sellada para siempre en la memoria de sus hinchas) es, tal vez, la mejor metáfora del final del imaginario neoliberal de los años ’90. River, durante esa década de “pizza y champagne”, del uno a uno y los viajes a Miami en busca del Primer Mundo, ganó todo lo que se podía ganar y formó equipos de excepción (¿cómo olvidar a Francescoli, a Salas, a Gallardo, al mejor Orteguita, a Crespo, a Astrada), pero lo hizo al precio de ir dinamitando, sin que nadie se diera cuenta porque los triunfos son como la miel, el patrimonio del club llevando su endeudamiento a cifras astronómicas. Fue también la década de la hegemonía de Torneos y Competencias, de la transformación del fútbol nacional en un gigantesco negocio oscuramente administrado por el eterno Grondona y sus nuevos socios de la corporación mediática. Años de privatizaciones y de bancarrotas de clubes controlados y vaciados por dirigentes cada vez más ricos. Años de fiesta cuyos gastos serían pagados al precio de desguazar el patrimonio del club pero en nombre de un presente absoluto convertido en una ficción capaz de ocultar la destrucción que se avizoraba en un futuro no muy lejano. Paradojas de una década llena de triunfos que guardaban, en su interior, el veneno que llevaría a River a la peor de las decadencias. ¿Cuánto de la Argentina, de su parábola menemista, se expresa en esta historia de éxitos envenenados y de una fiesta depredadora de lo mejor de nuestra herencia? ¿Cuánto de aquel país de jauja que dilapidó a manos llenas el futuro de los argentinos encontró en River su prolongación hasta que, a nosotros también, finalmente la historia de la infamia nos alcanzó con sus garras despedazadoras? River, como el futbol argentino en general, no ha sabido reconocer los nuevos vientos que recorren el país desde 2003. Una herencia de negociados y fraudes se prolongó hasta conducirnos a la vergüenza actual. Como siempre los hinchas sinceros, los de siempre y los de a pie, son los que pagan el precio mientras los causantes del daño se ocultan entre sus millones acumulados a partir de la destrucción patrimonial y simbólica. Rehacer a River será una tarea muy difícil si no se revisan en profundidad las causas de su bancarrota que anticipan la de gran parte del fútbol argentino. Mientras desde Europa se sigan llevando a chicos que ni siquiera debutaron en primera y mientras en las canchas argentinas apenas jueguen los veteranos que regresan de todas las batallas, los debutantes que esperan ansiosos la venta salvadora y el remanente que no pudo ser colocado en ninguna plaza del exterior, el fútbol argentino seguirá envuelto en una mediocridad inmodificable y cada vez más perniciosa.

Nuestro diciembre de 2001 acaba de ocurrir con cierta demora. José María Aguilar fue nuestro seudo progresista que vino a reemplazar al menemismo de los Davicce y Pintado, y lo hizo en nombre del saneamiento moral del club utilizando un tipo de retórica muy parecida a la del republicanismo virtuoso de los constructores de la Alianza que llevó a De la Rúa al gobierno y después a la catástrofe. Aguilar, amparado en su astucia de tipo con un discurso avanzado y con su facha de buen administrador, no hizo más que llevar hasta su máxima expresión el desfalco iniciado en los ’90. Utilizando imágenes y conceptos de la política podría decirse que construyó con esmero nuestro corralito junto con la expropiación de lo que le quedaba a un club cada vez más exhausto financieramente al mismo tiempo que avaló, junto con el adversario de siempre y la mirada cómplice y doncornealesca del mandamás de la AFA, la entrega brutal del fútbol argentino al grupo Clarín y a la lógica privatizadora. River, bajo la dirección aberrante de Aguilar, le agregó un endeudamiento feroz de la mano con la venta, siempre oscura, de su patrimonio futbolístico representado tanto por los jugadores consagrados que fueron dejando el club uno tras otro sin dejar ni una moneda a cambio y, luego y como metáfora final, vendiendo incluso a juveniles que ni siquiera habían debutado en primera destruyendo el futuro y ofreciendo la perspectiva de un club sin horizonte alguno.

Así como una inesperada inflexión vino a cambiar el rumbo decadente del país iniciando, en mayo de 2003, otra historia capaz de romper con el legado maldito de los ’90, es imaginable pensar que esta caída en abismo de River pueda llegar a inaugurar otra etapa en su larguísima y gloriosa travesía futbolística. Una etapa de recuperación de la esencia del club que sólo podrá ir de la mano con un abandono de prácticas hechas de fraudes y mentiras. Tal vez esta sea la hora del renacimiento y de la recuperación después de que finalmente se han disipado los últimos aires malsanos que nos impedían ver la magnitud del desastre. River, como siempre, es la memoria de la infancia, las gambetas reas de Orteguita, la elegancia de Francescoli, los lujos de Alonso, las atajadas increíbles de Amadeo, la inteligencia de Ermindo Onega, la potencia goleadora de Pinino Mas, la pasión de Labruna y la de tantos otros que construyeron la gloria de la banda roja desde el origen de los tiempos. Volveremos. 
 
Fuente: Revista 23

MARIO WAINFELD: Zonas blancas, grises y alrededores

Por Mario Wainfeld
 
El diputado Fernando Solanas se enfadó por el reparto en las listas del Frente Amplio Progresista y secesionó una coalición flamante. La diputada Graciela Camaño montó en cólera por cómo se cerraron las boletas bonaerenses del Peronismo Federal. Su reacción fue un peculiar enroque. Renunció a la postulación a gobernadora (que no aspiraba a coronar) trocándola por la primera diputación, francamente accesible. El diputado cívico Fernando Iglesias intimó a su líder Elisa Carrió: o le reconocían el segundo lugar en la lista porteña o renunciaba a la fuerza. Lo consiguió, dejando de garpe a su par y tocaya Fernanda Reyes.

Como se ve, en todas las tolderías hay tironeos, presiones, enojos, desplazamientos cuando se cierran las listas. La demanda de los aspirantes, es regla inquebrantable, supera a la oferta de espacios. Desde luego, en el Frente para la Victoria (FpV) los corcoveos, protestas y declaraciones resuenan más fuerte, por la magnitud del oficialismo. Y también por el altísimo nivel de protagonismo de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Seguramente el ex presidente Néstor Kirchner no talló tanto en 2003 y en 2007, porque necesitaba arrimar votos en ambos casos, lo que lo forzaba a hacer concesiones.

Tal vez ni el ex presidente Carlos Menem, quien hegemonizó al justicialismo durante varios años, dominó tanto el “armado” como Cristina Kirchner. Menem manejó a su antojo casi todos los territorios con la resonante excepción de la provincia de Buenos Aires. Eduardo Duhalde primaba en ella, al principio como concesión al aliado que fue, luego como bunker en la pelea interna que los enfrentó.
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Consolidada en su legitimidad, con una imagen pública e intención de voto superiores a cualquiera de sus compañeros, la Presidenta hizo valer su peso interno. Prevalecer en las encuestas no es ganar las elecciones, más vale. Los sondeos son percepciones, las elecciones hechos inapelables. Pero las percepciones compartidas pesan como hechos, al menos para quienes “leen” de modo similar la realidad. La flor y nata del FpV aceptó el protagonismo de la mandataria, suponiendo que es clave para un buen resultado electoral.
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Una vez cerrado el agitado trámite, se conocieron protestas, incentivadas, agrandadas y hasta inventadas por la cadena privada de medios opositores. “Si Clarín, La Nación y las grandes patronales están tan furiosos, Cristina debe haber acertado”, calcula (un poquito binario) un fogueado kirchnerista bonaerense, muy contento por la designación de Gabriel Mariotto secundando en la fórmula a Daniel Scioli.

En el Movimiento Evita se congratulan por lo conseguido para diputados nacionales. Los baqueanos, en su jerga, dividen las postulaciones en tres. Los que no tienen chances de ingresar, que importan poco. Los que entrarían seguro, que integran lo que se apoda “zona blanca”. Los que podrían llegar con una buena elección pero no tienen la vaca atada, que revistan (mientras elevan sus preces) en la “zona gris”. Como en la vida, no es sencillo demarcar los límites entre el blanco y el gris. Depende en parte del porcentaje de votos alcanzado y en parte del reparto entre otros partidos. El sistema proporcional D’Hondt es complejo y relativamente generoso con los que superan el piso legal. Así las cosas, los bonaerenses consideran que, repitiendo el desempeño del 2007, la zona blanca puede andar entre el puesto 17 y el 20. Y la gris propagarse hasta cuatro o cinco lugares más abajo. Los compañeros del Movimiento Evita, que computan dos blancos y un gris a nivel nacional, sonríen satisfechos. Cuando piensan en Mariotto, llegan a reír.
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El más importante aliado transversal, el diputado Martín Sabbatella, pidió más de lo que consiguió, pero (si se repasa la película desde hace un año y no la foto del sábado) debe sentirse incluido y considerado. Así lo hace, aunque no lo vocifere, porque nadie puede cantar victoria después de haber cedido en un regateo. Nuevo Encuentro tiene un diputado en la zona blanca (el socialista Jorge Rivas), uno que espera en la blanca-agrisada (Carlos Raimundi) y un tercero definitivamente situado en la gris (Leonardo Grosso, número 22).

Pero la cuenta de las huestes de Sabbatella no es ésa, en sustancia. Lo esencial es que vino consiguiendo lo que le prometiera Néstor Kirchner. Acceso que distó de ser simple o facilitado por los rotundos, torvos cuadros del peronismo bonaerense. O por el más afable pero igualmente mal predispuesto gobernador Daniel Scioli. Sabbatella fue habilitado para formar una lista de adhesión. Su boleta para gobernador va acollarada a la de la Presidenta, lo que supone un deseable arrastre.

Y, añaden cerca de “Martín”, un simbolismo tangible. En las tres boletas que expresan la propuesta nacional, Sabbatella está unido al FpV. Y en las tres que pugnan por la provincia, se diferencia de Scioli.

Con ese bagaje, Sabbatella aspira a mejorar su buena marca de 2007, cuando rondó el 5,5 por ciento del padrón bonaerense. Cuando se abran las urnas, se verá la eficacia de la operación, como la de todas que por ahora son tácticas a la espera de corroboración.
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La diáspora gatillada por las retenciones móviles y la defección de Julio Cobos fueron determinantes en las resoluciones de la Presidenta. El entorno más cercano, el Gabinete, La Cámpora fueron los grandes beneficiarios del reparto. El objetivo es sumar legisladores o vices “del palo”. El elenco de la Casa Rosada, podría decirse. Jamás antes hubo tantos ministros tan bien posicionados, lo que anticipa un cambio sustancial de elenco en caso de reelección.

Los más relegados fueron la CGT y, en menor medida, porque tenía menos mérito acumulado (opina el cronista) el aparato tradicional del peronismo.

El movimiento obrero “cobró” poco aun tomando en cuenta el peso simbólico de la presencia del joven Facundo Moyano. Quizás uno de los damnificados de modo más injusto fue el santafesino Juan Carlos Schmid, un gremialista de inusual formación política, muy próximo a Hugo Moyano y acérrimo defensor del “modelo”. En esa misma provincia, Alejandro Rossi, hermano de Agustín (presidente del bloque de diputados del FpV), fue otro olvidado. Seguramente merecía ir por su reelección, máxime si se evoca cuánto y cómo aguantó los trapos en el conflicto con “el campo”.

Volvamos a la CGT. Hay bronca, seguro, pero todo indica que el cálculo prevalecerá. Su relación con el kirchnerismo es de tracto sucesivo y utilidad mutua. La central obrera es procíclica, con la brújula orientada al poder político. Si el kirchnerismo perdiera las elecciones, sería inimaginable que Moyano continuara al frente de la CGT. Si hay reelección, la vida continuará. Existirán “mesas”, instancias o negociaciones en las que podrá reclamarse una compensación. O al menos, los muchachos dispondrán de un argumento para ponerles sal a las tratativas.

Quedarse afuera en un reparto de una fuerza que puede llegar a gobernar es un mal trance, pero no equivale al erial que espera a quienes pierden su oportunidad en un partido que resta en el llano. Los peronistas son doctorados en la ciencia del poder, ese dato está en la bolilla uno.

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El decano de Sociales de Estocolmo asedia a quien fuera, años ha, su discípulo dilecto, el politólogo sueco que escribe su tesis de posgrado sobre la Argentina. “Prepáreme ya mismo, profesor, un paper bien informado y sustentado científicamente sobre los barones del conurbano. ¿Quiénes son esos hombres, tan ponderados por los formadores de opinión opositores y tan maltratados por la Presidenta, que les grita, los priva de espacios y los abandona para colocar a imberbes en su lugar? ¿Por qué la temen tanto y no reaccionan? ¿Son hijos únicos, criados por tías medrosas? ¿Son primos de Heidi, ajenos a la tosquedad del kirchnerismo? Y, al fin, ¿no se escribe ‘varones’ y no ‘barones’?”.

El politólogo recibe el correo electrónico, piensa explicar que los justicialistas son verticales al poder y al éxito. Que los barones han tenido algunas bajas, pero tienen sensatas aspiraciones a conservar la mayoría de las intendencias que son el núcleo de su poder. Que las baronías se gestan en los Ejecutivos y no en las Legislaturas o Concejos Deliberantes, aunque nunca viene mal controlarlas. Que aunque el kirchnerismo avanzó algo, la Legislatura bonaerense conservará su sesgo tradicional, conde más, duque menos. Pero le da pereza, sobre todo porque su más que amiga, la pelirroja progre, quiere llevarlo a una peña en la provincia con promesas de una trasnoche memorable.

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Las jugadas de campaña son prospectos, tiros al blanco cuya puntería se corrobora tiempo después. Los aciertos o yerros en las designaciones se medirán en votos y en performances ulteriores.

La Presidenta intervino hasta en el detalle lo que, si fuera posible, la compromete aún más en los resultados. Los beneficiados, como la barra de Gardel, agradecidos. Los damnificados tendrán otras oportunidades si el veredicto popular es favorable. En tal caso, las tirrias actuales se transmutarán en reclamos futuros.

Otro escenario, el de la revancha y la acusación de infidelidad a las banderas, sólo acontecerá como correlato de un resultado aciago. De momento, ni en la zona blanca ni en la gris ni en sus arrabales se barrunta tal horizonte, lo que explica buena parte de los hechos que venimos de reseñar.

Pagina12

miércoles, 29 de junio de 2011

MEDICO QUE HIZO AUTOPSIA A PACO URONDO NIEGA SUICIDIO

Un médico forense que realizó la autopsia al cuerpo del militante de Montoneros Francisco "Paco" Urondo el 17 de junio de 1976 aseguró ante la justicia federal  que "murió a consecuencia de golpes en la cabeza con la cacha de un arma y no por haber ingerido una pastilla de cianuro".
 
"Queda comprobado que a Paco Urondo lo asesinó una patota militar-policial" dijo a la prensa Pablo Salinas, abogado del grupo querellante en los juicios orales que se realizan en esta capital desde noviembre ante el  Tribunal Oral 1 de la justicia federal contra una decena de ex militares y policías, jueces y fiscales, acusados y procesados por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar.
 
Salinas, miembro local del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, precisó que "el médico forense Roberto Edmundo Bringer declaró ayer bajo juramento ante los jueces del Tribunal Federal 1 que ese día (17 de junio de 1976) estaba de guardia en el Cuerpo Médico Forense" de la capital mendocina.
 
El cadáver del poeta, periodista y militante de Montoneros "ingresó como NN a la morgue provincial trasladado desde el D-2 (centro policial clandestino de torturas y desapariciones) por el ex oficial-ayudante Alfredo Gómez y acompañaba al cuerpo una nota de un médico policial que decía que la causa probable de muerte era una herida de arma de fuego y aconsejaba realizarle una autopsia", declaró Bringer.
 
El forense solicitó entonces varias radiografías y realizó su tarea concluyendo en que "no había heridas de bala ni esquirlas ni orificios de entrada y salida de proyectiles" aunque sí encontró "un traumatismo encéfalocraneano con pérdida de masa encefálica, con hundimiento de cráneo, con escoriaciones en el mentón y la nariz y hematomas en diversos sectores del cuerpo".
 
"Bringer aseguró al tribunal que no se encontraron rastros de ingestión de cianuro o veneno parecido" y que la herida mortal en la cabeza "fue producida con la cacha de un arma", informó Salinas.
 
Hoy declaró también el ex oficial Gómez quien certificó que fue él quien traslado el cadáver de Francisco Urondo "desde el D-2 al Cuerpo Médico Forense" después de que el militante fuera apresado en un operativo de personal militar-policial vestidos de civil en el distrito de Dorrego, Guaymallén.
 
Urondo concurrió a esa localidad para contactarse con otro militante en un auto acompañado por su mujer Alicia Raboy, su hija Angela y su contacto en Mendoza, René Ahualli.
 
Los juicios orales que se realizan en esta capital seguirán hasta la semana que viene con declaraciones testimoniales presentadas por la parte querellante y luego el tribunal que preside Antonio Macías entrará en feria judicial (receso invernal) hasta fines de julio.
 
"Los alegatos y descargos se realizarán durante agosto y se espera que a fines de ese mes se produzcan las correspondientes sentencias", concluyó Salinas.
 
En otro orden, se conoció hoy que integrantes del Banco Nacional de Datos Genéticos realizaron extracción de sangre y muestras para determinar el ADN a dos jóvenes mendocinos que podrían ser hijos de padres desaparecidos y apropiados por la dictadura, tarea que continuará en esta capital la semana próxima.(Télam)

CAMPESINOS, ESPECIALISTAS Y FUNCIONARIOS DEBATIRAN SOBRE UN NUEVO MODELO AGROPECUARIO

Benigno López - Formosa - MOCAFOR FNC
Dirigentes de la marcha campesina que recorrió más de 1.700 kilómetros en los últimos tres meses debatirán el viernes próximo con expertos y funcionarios nacionales sobre "un nuevo modelo agropecuario" en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.
 
El formoseño Benigno López y el chaqueño Raúl Cuellar, dos líderes de la marcha del Frente Nacional Campesino (FNC) que el 4 de julio ingresará a la ciudad de Buenos Aires, participarán del debate este viernes a las 17, en el aula 8 del edificio de la Facultad de Ciencias Sociales de Santiago del Estero 1029,
informaron a Télam fuentes de la agrupación.
 
El panel sobre "El otro campo. Debate por un nuevo modelo agropecuario" estará integrado también por Alejandro Rofman, investigador del CONICET-UBA, y Guillermo Martini, subsecretario de Agricultura Familiar del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, entre otros.
 
La caminata del FNC culminará el próximo martes con un acto a las 16 frente al Congreso Nacional, tras recorrer más de 1.700 kilómetros a través de Formosa, Chaco, Santa Fe y la provincia de Buenos Aires.
 
La marcha partió el 4 de abril último del paraje Fortín Belgrano, en el límite de Formosa con Salta, y ya en el Chaco se le sumaron integrantes de la Unión de Campesinos Criollos del Impenetrable (UCCI-FNC), encabezados por Cuellar.
 
El FNC promueve decisiones y políticas públicas que pongan en marcha un nuevo modelo agropecuario, "en el marco de la profundización del proyecto nacional y popular conducido por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner", dijo Benigno López, dirigente del Movimiento Campesino Formoseño (MOCAFOR) y del FNC.
 
Con ese fin, entregarán a las autoridades del Gobierno nacional y del Congreso un petitorio en el que el FNC demanda títulos de propiedad de tierras a campesinos e indígenas, apoyo técnico-económico, la suspensión de los desalojos y leyes que frenen la extranjerización y la concentración de la propiedad de la tierra.
 
"El actual modelo agropecuario, representado por la Mesa de Enlace (de las patronales rurales), fomenta la acumulación de riqueza en manos de grandes empresas, y de pobreza, desalojo y destrucción para pequeños y medianos productores", según el FNC.
 
La organización sostiene además que "el actual modelo agropecuario perjudica a las mayorías del campo y a los consumidores de los pueblos y ciudades".
 
Desde el fin de semana último, el FNC recorrió las localidades bonaerenses de Zárate, Campana, Luján, General Rodríguez, Moreno.
 
Seguirá desde mañana con Merlo, Ituzaingó, Morón y el lunes próximo ingresará por Liniers a la Capital Federal, donde al día siguiente el FNC, acompañada por otras organizaciones, hará el acto central en la Plaza de los Dos Congresos. (Télam).-

POSTERGAN TRATAMIENTO DE PROYECTO PARA COMPENSAR A ARTISTAS POR COPIAS PRIVADAS

El jefe del bloque de senadores oficialistas, Miguel Angel Pichetto, anunció hoy que se decidió postergar el debate de un proyecto que busca compensar a autores e intérpretes por las copias de las obras que se realicen en el ámbito privado, a fin de encontrar "un punto de equilibrio entre la protección de los derechos intelectuales y las demandas de los internautas y usuarios digitales".
 
Pichetto sostuvo en diálogo con Télam que la iniciativa, que iba a tratarse hoy en el Senado, "continuará debatiéndose" debido a que "requiere de un acuerdo amplio", por lo que seguirá siendo analizado en comisión.
 
La iniciativa busca proteger la situación de los músicos, autores, actores, directores e intérpretes, "cuyos derechos se ven afectados como consecuencia de la capacidad tecnológica para copiar ilimitadamente sus obras", explicó.
 
Pichetto indicó que desde su bloque han "escuchado la multiplicidad de voces contrarias a esta iniciativa que se plasmaron recientemente en el ciberespacio y por eso se tomó la decisión de continuar debatiéndolo".

"Es imprescindible -agregó- encontrar un punto de equilibrio entre la libertad de la cultura y las herramientas digitales y las demandas de la esfera internauta y el derecho de los artistas a defender la propiedad intelectual de sus obras, que es vulnerada de manera agresiva por el sistema de copias".

En este sentido, sostuvo que la opción por seguir discutiendo el tema "reclama una gran imaginación para establecer un mecanismo de financiación que compense los derechos intelectuales".
 
Por otra parte, Pichetto puso de relieve el rol de los medios de comunicación en este debate al señalar que "los audiovisuales se sirven y utilizan para su oferta diaria de la producción intelectual de los artistas, pero luego no se muestran capaces de entender la defensa de su propiedad intelectual".

En este sentido, agregó que "en lugar de ello lo único que queda son los títulos catástrofes de los medios impresos que hablan de un impuesto, lo que de por sí no es cierto, ya que se trata de una compensación de derechos". (Télam)

martes, 28 de junio de 2011

Encuentro Nacional e Internacional de H.I.J.OS - CASA DE LA MILITANCIA

H.I.J.O.S. Formosa en la inauguración de la Casa de la Militancia
Los días 25, 26 y27 de junio en la ciudad de Buenos Aires se esta llevando a cabo las jornadas de la militancia juventud y Derechos Humanos convocadas por H.I.J.O.S. Regional Capital Federal y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.


Referentes de organizaciones sociales de la provincia de Formosa, entre ellos Militancia Federal, Agrupación 26 de Julio, Pueblos originarios e H.I.J.O.S Formosa, se encuentran participando de este importante suceso que tiene como objetivo reivindicar la Memoria, Verdad y Justicia,  acorde con los fines del proyecto nacional y popular iniciado en materia de DD HH.


El encuentro dispuso como herramienta de trabajo, las comisiones y talleres que abordaron los ejes de Juicio y  castigo a los genocidas, identidad, memoria y arte y política, además se realizaron visitas guiadas por el predio de la ex ESMA.


También se dispusieron paneles de debate con la participación de Luciano Giuliani de la Comisión Municipal de la Memoria (H.I.J.O.S  Río Cuarto), Emiliano Fessia director del espacio para la Memoria y DD HH (H.I.J.O.S Córdoba), Paula Maroni directora del Ente espacio para la Memoria y DD HH (H.IJ.O.S capital federal) y la coordinación estuvo a cargo de la autora del libro Poder y Desaparición Pilar Calveiro.

Para el día lunes se inaugurò la Casa de la Militancia con la participación en el acto de la ministra de Desarrollo Social de la Nación Alicia Kirchner.

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La nueva casa de Hijos

“Volvimos a entrar a la ESMA por la puerta principal, con todos nuestros compañeros, como en 2004 cuando Néstor (Kirchner) hizo política de Estado una reivindicación histórica nuestra, la recuperación de los centros clandestinos”, dice Paula Maroni, de Hijos. Está disfónica porque acaba de leer un discurso de 10 páginas, luego de tres intensas jornadas del encuentro de la red de Hijos. Así, con La Chilinga sonando de fondo, la agrupación que nuclea a hijos de desaparecidos durante la dictadura inauguró el edificio que tenía otorgado por ley en el predio donde funcionó el centro clandestino de la Armada. “Era un enorme gimnasio de los milicos, decidimos transformarlo en una Casa de la Militancia”, describe Maroni.

Se habían convocado sobre Avenida del Libertador y al rato atravesaron el acceso de cuatro columnas. Ayer se cumplieron ocho meses del fallecimiento del ex presidente Kirchner, y les pareció necesario homenajearlo: los Hijos consideran que “él nos abrió estas puertas”. Paula cuenta que la recuperación de la ESMA tuvo diversas etapas; los primeros tres años fueron dedicados a desocuparla, y recién en 2007 empezaron a mudarse las primeras instituciones.

Entre otros, estuvieron presentes la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner; el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Duhalde; el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, y también Florencia Kirchner.

Maroni dice que tienen una particular relación con ella, que surgió hace seis meses cuando les pidió prestado ese edificio para realizar unas jornadas de cooperativas nacionales. “La conocimos por un hecho azaroso, pero ahí vimos nuestra casa llena de gente, y nos dimos cuenta de que teníamos que poner en marcha algún proyecto en nuestro edificio.” La idea de esta agrupación de derechos humanos es armar una radio y poner a disposición el espacio también para “otras luchas”.

Desde el sábado, la nueva Casa de Hijos fue sede del encuentro nacional, con talleres sobre arte y política, juicio y castigo, y para las regionales nuevas, uno sobre identidad. “Y el broche de oro fue el acto de hoy, la mejor manera de empezar”, dice Paula.

En su discurso, recorrió los 16 años de la historia de Hijos, que nacieron en los ’90 “cuando reinaba la impunidad, la palabra política era una mala palabra y para los gobiernos éramos un problema sin resolución”. Luego describió el impacto de las declaraciones del represor Adolfo Scilingo, “que empezó a hablar de que tiraron al mar a nuestros padres vivos”, y recordó que los escraches surgieron “como una forma de condena social ante la imposibilidad de obtener una condena judicial”. Sobre 2003 dijo: “No esperábamos nada de este flaco desgarbado que venía del sur, nuestra consigna había sido ‘otro gobierno, la misma impunidad’, y empezamos a escucharlo apenas asume, cuando se asume como compañero de nuestros padres, luego como hijo de las Madres y las Abuelas en la ONU, la nulidad de las leyes de impunidad que nos permiten hacer juicios, la bajada de los cuadros y finalmente la entrega de la ESMA”.

Paula reconoce que aún existe tensión con quienes preferirían ver a la ESMA preservada como cuando era un campo de concentración. Pero insiste en que “la práctica salda esas discusiones, hace poco 3 mil personas vieron acá la película Belgrano, había chicos corriendo, había vida donde hubo muerte, pero no una vida banalizada, sino un archivo de la memoria, un centro cultural”. Y destaca que “el lugar donde estaban los prisioneros era el Casino de Oficiales, que está preservado, pero la ESMA tiene 17 hectáreas y 32 edificios. Lo que es prueba para los juicios no se toca, pero en el resto se puede trabajar para generar conciencia, memoria y práctica política”.

Pagina12

 

“Yo no sé doctora... yo no sé, no sé”

Ante el tribunal que juzga el plan sistemático de robo de bebés, la monja relativizó su propia declaración del 2007. Esta vez dijo no recordar que entregara sábanas para “las NN” y tampoco supo qué decir sobre el destino de los chicos que vio.

A algunos de ellos siempre les costó contar lo que vieron en el interior del Hospital Militar de Campo de Mayo donde trabajaron durante los años de la dictadura militar, el lugar en el que funcionó la maternidad clandestina que atendió a las parturientas secuestradas. Algunas son religiosas de la Congregación Misericordia de la Tercera Orden regular de San Francisco; algunos son médicos que estaban bajo las órdenes de otros médicos militares. La semana pasada empezaron a pasar por la audiencia del plan sistemático de robo de bebés como ayer lo hizo Felisa, una monja paraguaya, y el médico Carlos Alberto Raffinetti. Ambos habían dicho años atrás algo más de lo que ayer recordaron. La monja, en una declaración de 2007; el médico ante la Conadep. Ayer la presidenta del Tribunal Oral Federal 6 llegó casi a enojarse con la religiosa que sistemáticamente evitó todo tipo de precisiones. “¿Pero usted supo lo que pasó en el país entre los años ’76 y ’82?”, le preguntó María del Carmen Roqueta notoriamente incómoda. “¿Nunca tomó conocimiento de lo que se nombró como guerra? ¿Sabe que en este momento está declarando frente a un tribunal federal de la Nación?”

La hermana Felisa se llama Nicomendes Zaracho, una religiosa que trabajó durante doce años en el Hospital de Campo de Mayo. Zaracho era la encargada de distribuir la comida, cuidar la ropa de los soldados y mantener la limpieza de una de las salas que tenía a cargo. Luego de una larga investigación que logró darles nombre a las personas que habían estado en esos servicios, el Juzgado Federal de Jorge Ballestero la convocó en 2007 para una primera declaración. Zaracho en ese contexto habló de las escenas, por las que la querella de Abuelas de Plaza de Mayo volvió a pedir su presencia. Dijo que alguna vez sirvió el desayuno para tres chicos que de pronto, un día, aparecieron en un área del hospital. Mencionó además que cuando distribuía las sábanas e inscribía los destinos, alguna vez tuvo que poner como destino la inscripción “NN”. Ninguno de esos recuerdos aparecieron ayer con facilidad. Tanto que durante un tramo de la declaración, cuando las idas y venidas de las preguntas no lograban siquiera acercarla a los puntos más tremendos de esos relatos, Roqueta le preguntó si estaba segura de estar bien. “¿Está amenazada? ¿Recibió alguna coacción?”, le dijo. “¿Quiere que desalojemos la sala para que pueda declarar tranquila? ¿Se asesoró con algún abogado antes de venir acá?” La monja, que respondió que no a cada una de las preguntas, hasta con una sonrisa nerviosa, dijo que no también cuando le preguntaron por el abogado, pese a que momentos antes quien la acompañó se presentó como abogado ante alguien de la causa. El hombre, de apellido San Juan, bajó las escalinatas con ella y otras dos religiosas.
La declaración

La hermana Felisa atendía a los enfermos de la Clínica Médica, que luego pasaban al sector de epidemiología, con acceso restringido al personal militar después del golpe de Estado. “¿De dónde le traían la comida?”, preguntó el abogado de Abuelas, Alan Iud. “De la cocina”, dijo ella. “¿Y la vestimenta?” “De la ropería”, agregó.
–¿Quedaba algún tipo de registro?
–Sí –dijo la mujer–, se anotaban cuántas sábanas iban para los soldados, después las traían y les dábamos ropa limpia.
–¿Alguna vez en esos registros leyó o pudo ver que estuviera el término NN? –preguntó Iud.
–Que yo sepa, no –dijo la religiosa.
–¿Escuchó esa expresión?
–No.
–¿Sabe a qué se refiere esa expresión?
–Son... –propuso– personas que no tienen nombre.

Ese fue el trabado ritmo de la declaración. Zaracho respondió breve o con monosílabos. Luego, las preguntas se escuchaban en tonos cada vez más altos, como si todo fuese un problema de audición. Finalmente, Zaracho volvió a hablar de los niños: “Yo me acuerdo de una vez en pediatría que hubo, no un bebé, sino tres chiquitos, uno de siete años. Yo me acuerdo que le mandaron pedir a la superiora para que les vaya a dar el desayuno a esos chicos; era una nena y dos varoncitos”. Zaracho no dijo mucho más. Dijo “no sé” cuando le preguntaron por los padres, aunque no era lo que había dicho años antes. Roqueta empezó a leerle poco después su vieja declaración para recordar alguno de esos puntos. En esa vieja versión, la superiora había recibido una orden durante la noche para darles de comer a unos niños. Zaracho los asistió con otras dos religiosas. “Nos encontramos con un varón de seis o siete años –dijo en ese momento–, y dos hermanos de 2 y 4 años; el varón era primo de los otros chicos; la nena lloraba mucho pidiendo por su madre, y el nene les decía que ya no estaban más. Y decían que los padres los habían puesto debajo de la cama, y sobre ella habían puesto además un colchón.” Era el año 1976, los tres estaban en la maternidad, en el área ginecología.
“¿De todo eso no se acuerda nada?”, le preguntaron a la mujer. “¿Cómo eran esos nenes?” Ella sólo dijo recordar que el niño era flaquito, algo rubio y tenía un jean y un pulóver.
–¿Sabe qué pasó con esos chicos después?
–No –dijo la mujer.
–¿Y no preguntó a las otras religiosas? ¿No lo hablaban entre ustedes?
–No –dijo Zaracho–. Lo que pasa es que habían dicho que les diésemos el desayuno nomás.
“¿Era común ver chicos en ese lugar?”, le preguntaron. “¿Era común ver que lloraran pidiendo por sus padres? ¿Era todo igual? ¿No le llamó la atención?” “No me acuerdo”, respondió Zaracho. “Seguramente me acordaba más en esa (antigua) declaración”, aclaró. Esa vez, la religiosa había hablado lo de las sábanas para NN. “¿Por qué ha dicho ahora todo lo contrario?”, le preguntó el Tribunal. “¿Y qué piensa ahora –insistieron–: por qué se pondrían NN, si antes usted misma dijo que los NN podrían ser las personas que no podían tener nombre? ¿Por qué no podrían tener nombre?” Y ella explicó: “Yo no sé doctora...”.

Fuente: Pagina12

lunes, 27 de junio de 2011

NO MAS HOMENAJES A LOS ACUSADOS POR DELITOS DE LESA HUMANIDAD

El Ministerio de Seguridad instruyó a las fuerzas policiales y de seguridad que prohiban la realización de homenajes a los que han sido acusados de delitos de lesa humanidad, o contra el orden democrático o la seguridad de la Nación, por resolución publicada en el Boletín Oficial.


El Ministerio de Seguridad, a cargo de Nilda Garré, dispuso que en las fuerzas policiales y de seguridad se prohíba la realización de honores, homenajes y/o actos de reconocimiento a los que han sido formalmente acusados y/o condenadas por haber cometido delitos de lesa humanidad, delitos contra el orden democrático o la seguridad de la Nación.

La resolución N° 400/2011, publicada en el Boletín Oficial, instruye en tal sentido al Jefe de la Policía Federal Argentina, al director nacional de la Gendarmería Nacional, al Prefecto Nacional Naval de la Prefectura Naval Argentina y al director nacional de la Policía de Seguridad Aeroportuaria.

Los instruyó que “adecuen todo acto administrativo, reglamento y práctica a fin de prohibir la realización de honores, homenajes y/o actos de reconocimiento a personas vivas o fallecidas que hubieren sido formalmente acusadas y/o condenadas por haber cometido delitos de lesa humanidad, delitos contra el orden democrático o la seguridad de la nación, u otros delitos cometidos en ocasión de su función o valiéndose de ella o de su condición militar o policial, incluso cuando lo hubieran hecho obedeciendo órdenes superiores, o cuando hubieren hecho apología de los mismos o los hubieran reivindicado en forma pública o hubieran ocupado puestos políticos o administrativos de cualquier nivel de la administración y en cualquiera de los poderes del Estado valiéndose de la usurpación ilegítima del poder”.

Expresa a dichos jefes que en el plazo de diez días corridos informen sobre el cumplimiento de la medida. En los considerandos expresa que desde 1930 en adelante la Argentina ha padecido la ruptura del orden constitucional vigente desde 1853-1860 en reiteradas oportunidades mediante la usurpación ilegítima del poder.

Agrega que el régimen que gobernó el país entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983 tuvo como nota característica, no sólo el quebrantamiento del Estado de Derecho, sino también la utilización de la desaparición forzada, la tortura y el asesinato como herramienta sistemática de política estatal.

Señala que el artículo 36 de la Constitución Nacional, cuya fuente material son las experiencias de ruptura institucional que ha sufrido el país en el siglo XX, dispone que aquéllos que incurran en actos de fuerza contra el orden institucional y el sistema democrático sean considerados infames traidores a la patria.
Por ello –agrega-, sería un contrasentido que el propio Estado rinda homenajes u honores a aquellos que han tenido algún nivel de participación en el aparato represivo de ejecución del terrorismo de Estado o hayan ocupado cargos electivos, políticos o administrativos de cualquier nivel de la administración y en cualquiera de los poderes del Estado valiéndose de la usurpación ilegítima del poder, incluso cuando lo hubieran hecho obedeciendo órdenes superiores.

Lo contrario –dice- implicaría desconocer la motivación de los constituyentes al dictar la norma, que no es otra que la protección del sistema democrático como valor fundante de nuestra sociedad.

Por otra parte, -destaca- hoy tienen vigencia en nuestro país un amplio plexo de normas constitucionales de derechos humanos y de instrumentos internacionales universales y regionales en la materia, a los que la Argentina ha reconocido jerarquía constitucional, que constituyen la base normativa del deber de promover el ejercicio de la memoria colectiva por parte del Estado.

Al respecto, el Relator Especial de las Naciones Unidas, Louis Joinet en su Informe Final acerca de la Cuestión de la Impunidad de los Autores de Violaciones de los Derechos Humanos ha establecido un Conjunto de Principios para la Protección y la Promoción de los Derecho Humanos mediante la Lucha contra la Impunidad.

El Principio Nº 44 establece que “se adoptarán medidas de carácter simbólico, en concepto de reparación moral y colectiva y para dar cumplimiento al deber de recordar, en las esferas siguientes: a) reconocimiento público por el Estado de su responsabilidad; b) declaraciones oficiales de restablecimiento de la dignidad de las víctimas; c) actos conmemorativos, bautizo de vías públicas, monumentos, etc; d) homenaje anual a las víctimas; narración fiel, en los manuales de historia y de formación en derechos humanos, de las violaciones de excepcional gravedad perpetradas durante el periodo de referencia” (Organización de Naciones Unidas, Consejo Económico y Social, 20 de junio de 1996).

Expresa que el correlato necesario de dichas obligaciones no es otro que la imposibilidad de la administración pública y de las Fuerzas Policiales y de Seguridad de brindar homenajes u honores a aquellos que han tenido algún nivel de participación en el aparato represivo de ejecución del terrorismo de Estado o hayan ocupado cargos electivos, políticos o administrativos de cualquier nivel de la administración y en cualquiera de los poderes del Estado valiéndose de la usurpación ilegítima del poder, incluso cuando lo hubieran hecho obedeciendo órdenes superiores.

LA PRIMAVERA: “No luchamos en contra de nadie sino a favor del respeto de nuestros derechos”

En un comunicado hecho público, miembros de la comunidad qom La Primavera agradeció el acompañamiento de diversas instituciones, organismos y personas particulares, e instò a seguir trabajando

En una nota aparecida en el sitio web de dicha comunidad,  junto a numerosas fotografías que grafican el acto eleccionario (http://comunidadlaprimavera.blogspot.com/),  se puede leer el relato del proceso eleccionario vivido para la selección del referente y conductor de la comunidad, y en los párrafos finales, los agradecimientos a quienes acompañaron este duro proceso. 

En dicho texto se lee: “Pero ayer gracias al trabajo de los funcionarios del Ministerio del Interior de Nación que organizaron la elección y de los organismos de Derechos Humanos que trabajaron incansablemente observando y reclamando cada vez que se intentó alguna trampa, logramos hacer escuchar que Félix Diaz es nuestro lider y estamos orgullosos de él.
Hemos triunfado por 610 votos contra 369 (hubo cinco votos en blanco). Una cifra contundente, un clamor que no pueden dejar de escuchar.
¡Queremos agradecer a tanta gente que nos acompañó en este duro camino! 

A los organismos de Derechos Humanos, y especialmente a las personas que los representan, que también se jugaron en momentos muy difíciles:

Adolfo Pérez Esquivel (SERPAJ); Nora Cortiñas (Madre Plaza de Mayo línea fundadora);
Mirta Baravalle (Madre de Plaza de Mayor línea fundadora); CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales); APDH (Asamblea Permanente por los Derechos Humanos); CTA (Central de Trabajadores Argentinos); Defensor del Pueblo de Nación; Defensoría Gral de la Nación; INADI (al presidente Claudio Morgado que nos acompañó en los peores momentos porque sabía que somos víctimas de la peor discriminación. Lástima que no fue escuchado.)

Y a los profesionales que sin respaldo institucional nos apoyaron y aportaron su conocimiento y calidez.

También queremos agradecer a los jóvenes del acampe que nos han acompañado desde nuestra lucha en Bs As y que han hecho un enorme esfuerzo para trasladarse hasta La Primavera.

Ahora invitamos a todos los hermanos a trabajar juntos, a todos.

Una vez más repetimos no somos oposición ni oficialismo, no luchamos en contra de nadie sino a favor del respeto de nuestros derechos.

La semana que viene estaremos en Bs As para comenzar a trabajar junto a las autoridades nacionales y provinciales en los asuntos territoriales que son los que nos interesan.
¡Qalota Ñachek!”, termina el comunicado.

EDUARDO ALIVERTI: Basta con ver

Por Eduardo Aliverti
 
Habrá que observar cuidadosamente los aciertos y errores del tejido oficial que se corroboró.
Tanto la designación de Boudou como la integración de listas revelan, en primer lugar, una muy significativa pérdida de peso de las estructuras territoriales y sectoriales del Partido Justicialista, más lo que le toca a la CGT en igual sentido. Ya había sido un enorme aviso ubicar a Gabriel Mariotto en compañía de Daniel Scioli con todo lo que, por si fuera poco, el titular de Afsca escenifica como voz cantante principal de la ley de medios. Hay un reforzamiento impresionante de la autoridad presidencial, pero con un giro que deja muchos heridos en el PJ. Es por eso que debe mirarse con mucha atención el entramado de lo que, tal vez, ya pueda señalarse como la construcción de una fuerza basada en nuevos cuadros, gente más joven y paulatino desmontaje del aparato peronista tradicional. Algunos se animan a llamarla “cristinismo”. Y en parte por eso vale retroceder en la cronología de la semana hasta el anuncio presidencial de ir por la reelección. No pasa todos los días que un hecho tan ampulosamente obvio despierte reacciones propias de una sorpresa espectacular. Pues acaba de pasar.

Por razones de seriedad analítica, primero pongámonos de acuerdo en dejar de lado a Elisa Carrió. Enloqueció hace ya tiempo. Casi el mismo tiempo en que no se dedica a hacer política, sino a como quiera definirse esa manía de destruir todo lo que construye. Pero hasta ahí, con mucha benevolencia, podría considerarse que la rigieron serios problemas de carácter, capaces de impedirle tomar decisiones acertadas. El punto inflexivo ocurrió en el almuerzo con Mirtha, cuando, para estupefacción de la propia Legrand, aseveró que la impactante manifestación popular durante el velatorio de Kirchner fue organizada por Fuerzabruta. Desde esa afirmación, quedó claro que no se está ante alguien con propiedades mentales intactas. Ahora, al cabo del anuncio, señala que Cristina la engañó con su luto y sus lágrimas, tras haber insistido hace meses con el vómito a cuatro vientos de que la Presidenta no sería candidata porque es una incapaz para seguir gobernando sin su marido. Es improbable encontrar la forma de no juzgar que volcó completamente. Es tal la impotencia, la falta de respeto, el resentimiento, que se impone acordar en eso de que Lilita no hace política. Hace el show de frustración de quien no tiene nada que perder más que su conciencia. Algo similar le cabe a El Padrino; pero en su caso, más que de demencia, se trataría de decrepitud. Aseguró que en quince días se conocerán las verdaderas encuestas. A resultas de ello, es irrefrenable no asimilarlo a su ex socio, Alberto Rodríguez Saá, cuando en 2003, montado en el escrutinio de una mesa electoral de Necochea, previno sobre maniobras mediáticas que lo daban perdedor.

Si salimos del radio de acción de los platos voladores, Francisco de Narváez dijo que Kirchner eligió morirse antes que perder las elecciones. No pudo ampararse en que lo sacaron de contexto. A las pocas horas de tamaña barbaridad, quiso aclarar que no intentó ofender; pero dichos de ese tipo no tienen retorno. Cualquier manual de psicología barata explica los fallidos ostensibles, y estamos hablando de la reacción de un candidato a gobernador bonaerense, a pocas horas de certificarse que va Cristina. ¿Es eso lo que corresponde esperar de un aspirante con pretensiones? ¿Es todo lo que tiene para decir? ¿Y toda la artillería de la prensa opositora pasa solamente por lo escandaloso de que la Presidenta haya formulado el anuncio en cadena nacional? Sí, es así. Y da la medida de aquello que es lo único de que pueden asirse: el insulto, la ofensa, la elevación de lo baladí a argumento primordial, la corroboración de que muerto Kirchner les desapareció el atajo para mostrarse taitas. Tan es así, que ni siquiera pudieron apoyarse en alguna reacción adversa de la Bolsa, del valor de los bonos, de alarma en el establishment. Al contrario. Lo que ocurrió en esos ámbitos fue la tranquilidad, e incluso el entusiasmo, porque les va poco menos que mejor que nunca gracias al dichoso populismo que tanto denigran. Y si así no fuera, y tal como lo confiesan en su conjunto, secreteado, esos grandes actores de la economía prefieren la permanencia de quienes demuestran capacidad de mando. No quieren más helicópteros. Son conscientes de que, al revés de hace diez años, cuando lo inorgánico de la protesta social les permitió reconstituirse y asentarse en una transferencia de ingresos prodigiosa, a su favor, esta vez hay mucha polenta –mucha gente joven, sobre todo– que estaría dispuesta a defender el nunca menos.

A partir de ese último aspecto, merece observarse lo juiciosos que resolvieron ser otros referentes de la oposición. El hijo de Alfonsín; su postulante a vice; Hermes Binner, consultados todos sobre lo que harían con los grandes trazos de la economía, respondieron –por ejemplo– que de ninguna manera sería cuestión de desfinanciar al Estado eliminando las retenciones al agro. Y aclararon que la distancia, crecientemente acotada, entre inflación real y cotización del dólar, no debe ser resuelta con devaluación brusca. Es decir: un marco declarativo que no le deja espacio a locuras. De ahí en adelante, a la comandancia mediática opositora no le resta mucho más que agarrarse de artificios o realidades susceptibles de herir al Gobierno, pero no como afectación electoral: Schoklender, Inadi, Jaime, amigotes que ganan licitaciones de obra pública. O un título principal, de portada, el jueves, dedicado a vender el humo de que fue Cristina quien resolvió la asistencia de público riverplatense al estadio. La información no se aprecia fundamentada en la crónica. Nadie descarta que la Presidenta haya intervenido, por consejo del comité de seguridad futbolístico, en aras de una eventual disminución de riesgo incendiario frente a la probabilidad de que River perdiera la categoría. Pero la intencionalidad del título, claramente, fue que River tiene coronita, según lo que le hubiera correspondido tras los incidentes del partido en Córdoba. En función de eso, la apuesta a generar rencor. El dato, o la obviedad, sirven para testimoniar en qué tiene que gastárselas la jefatura opositora. Pino, para peor, se les salió de madre convincente y, no conforme con pretender que medio mundo se encolumne tras su efigie, acabó por dividir a toda su tropa. Una verdadera lástima, porque su espacio era el mejor para correr al Gobierno desde una izquierda moralista de apunte fiscalizador, noble, acumulativo.

Este gobierno o esta Presidenta en particular, no más que una firme pero moderada expresión de eso que se conoce como modelo inclusivo, equilibrador de algunas de las desigualdades sociales más profundas, actuante de la integración regional contra las eternas pretensiones del Imperio y sus adláteres, enfrenta desafíos tan grandes como la inexistencia de un destino que no sea el que se quiera construir. Hay una economía que continúa primarizada, dependiente en exceso de la demanda alimentaria de los chinos y sujeta en gran medida al intercambio automotriz con Brasil. Hay una clase dominante rapiñera y antinacional, sin perjuicio de su desconcierto. Hay los lobbies devaluadores, los gauchócratas insaciables aunque hoy llamados a silencio, las usinas del odio de clase. Hay la impericia de dejar ciertos campos orégano que esa contra, sólo provisoriamente, no sabe aprovechar. Y hay que un segundo mandato –o tercero, según quiera vérselo– es calculado a priori como el del desgaste inevitable. Mandan, por tanto, dos preguntas básicas. ¿Hay que prepararse para esa inevitabilidad, consistente en que Cristina terminará agotando junto con lo que representa o quiere imaginarse? ¿O hay que entrenar para que eso no ocurra, porque no es honesto entregarse a que una sola persona o unos pocos cuadros políticos, en el mejor de los casos, resuelvan por nosotros? Como sea, si falla esto que, como pudo o como quiso, se diferenció de los cantos de sirena liberales, la responsabilidad será de los que se sientan a esperar.

Por lo pronto, basta con ver quiénes son los furiosos, los embroncados y los ambiguos, para saber o intuir de qué lado hay que pararse.

Pagina12

domingo, 26 de junio de 2011

H.I.J.O.S. Casa de la militancia

La agrupación abre mañana a la tarde el lugar que ocupará en el ex centro clandestino. “Queremos reivindicar la organización política, sea del ’70 o sea de ahora”, explican.

“Nos costó mucho definir qué es lo que queríamos hacer ahí adentro”, dice Carlos Pisoni. H.I.J.O.S. inaugura este lunes su espacio en la ex Escuela de Mecánica de la Armada, que funcionará en lo que fue el antiguo pabellón Delta, un edificio con dos canchas de básquet, aulas y oficinas. Se trata del espacio techado más amplio del predio, con capacidad para que entren unas tres mil personas. La agrupación, junto con el Ministerio de Desarrollo Social, lanzará un concurso para diseñar una remodelación y adaptarlo a lo que será su nuevo uso, una Casa de la Militancia.

En H.I.J.O.S apuntan que no querían repetirse con el tipo de actividades que ya se realizan en el predio. Por ejemplo, la Asociación Madres de Plaza de Mayo hace en su Ecunhi talleres culturales y de formación política, las Madres de Línea Fundadora abrieron una escuela de música, en otro sector se está por instalar el Canal Encuentro, en uno de los edificios funciona la maestría de Derechos Humanos de la Unesco. Por otra parte, se trataba de encontrar un ángulo que tuviera que ver con la identidad de la agrupación. “Una de las diferencias que marcó H.I.J.O.S desde su surgimiento como organismo de derechos humanos es que empezamos a reivindicar la militancia de nuestros padres. La reivindicamos hayan estado en la organización que hayan estado: Montoneros, el PRT, las FAP. Siempre nombramos a los desaparecidos por nombre, apellido y lugar de pertenencia, y esto de alguna forma reivindica la militancia de hoy. Siempre creímos que hay que estar organizados, que las luchas son colectivas, no individuales. Lo que queremos es reivindicar la organización política, sea del ’70 o sea de ahora.”

En la práctica, esto significa que la Casa se propone estar abierta a otras organizaciones políticas, sociales y sindicales. ¿Cuáles son los temas de interés centrales para H.I.J.O.S. en este momento y ese sentido? Pisoni dice que las tres patas sobre las que siguen trabajando son el juicio y castigo a los genocidas, la restitución de los hermanos apropiados y la recuperación de los espacios para la memoria. “Pero para nosotros hoy es muy importante lo que se abre con el juicio a los civiles, porque la dictadura no fue una cuestión de cuatro militares locos, sino que estuvo digitada por grupos económicos. Y esto es lo más difícil del proceso, poder llevar al banquillo a quienes se enriquecieron y digitaron la dictadura, las grandes empresas como Mercedes Benz y Ledesma, los grandes medios como Clarín y La Nación. Y juzgar también la complicidad del alto clero de la Iglesia Católica con los militares.”

Durante este fin de semana, más de 300 integrantes de la agrupación están realizando en el predio un encuentro nacional para debatir temas que tienen que ver con estos ejes. El acto de apertura formal se realizará el lunes, con la presencia de la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, a la que H.I.J.O.S invitó a hablar en un gesto “de la decisión política que hemos tomado de acompañar este proceso que para nosotros es histórico”.

Mañana a las dos y media de la tarde se concentrarán en la esquina de la ESMA de Comodoro Rivadavia y Libertador. “Vamos a entrar por la puerta principal y en el edificio de las cuatro columnas vamos a hacerles un homenaje a los desaparecidos y a Néstor Kirchner, que fue el que nos abrió esas puertas. Y de ahí vamos a ir a abrir el edificio de H.I.J.O.S. Todo acompañado de murgas y de grupos de percusión, porque nuestro distintivo es ése, marchar con alegría.

Fuente: Pagina12

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