jueves, 31 de marzo de 2011

martes, 29 de marzo de 2011

Receta de Garré para la protesta social

 Por Raúl Kollmann
 
La ministra de Seguridad, Nilda Garré, presentará hoy ante los ministros de Seguridad de las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, así como ante los jefes de todas las fuerzas de seguridad del país, la propuesta de un acta-acuerdo en la que se establecen las bases de actuación de las fuerzas de seguridad ante manifestaciones públicas. El texto, al que tuvo acceso exclusivo Página/12 señala, por ejemplo, que la intervención de las fuerzas policiales será progresiva, comenzando por el diálogo con los organizadores de la protesta; que siempre los poderes ejecutivos deberán designar a un funcionario político responsable de coordinar todas las acciones, se establecerá claramente la prohibición de portar armas de fuego a todo el personal policial que pudiera tener contacto directo con los manifestantes, quedando prohibido el uso de pistolas lanzagases; las postas de goma sólo podrán usarse para fines defensivos; todo el personal policial debe estar identificado y esa identificación debe verse claramente sobre el uniforme; habrá un funcionario policial a cargo de la operación y otro funcionario a cargo del control; en las manifestaciones previstas tendrán que establecerse barreras (vallas) para salvar la integridad de los manifestantes y evitar que haya terceras personas perjudicadas; se prohíbe la utilización de vehículos no identificados; todos los detenidos deberán ser transportados en patrulleros o vehículos específicos; los efectivos policiales deberán garantizar la libre cobertura de los medios de prensa y queda prohibido impedir la toma de fotografías, imágenes o testimonios.

La primera reunión plenaria del Consejo Nacional de Seguridad empezará hoy a las 9.30 de la mañana en el Salón Gaudí del City Tower Hotel de la calle Bolívar, en pleno centro porteño. Garré encabezará un encuentro en el que estarán presentes todos los ministros de Seguridad del país, los jefes de las policías provinciales y los titulares de las fuerzas federales, la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura y Policía de Seguridad Aeroportuaria, así como funcionarios del Registro Nacional de Armas; la Aduana Nacional y la Agencia Nacional de Seguridad Vial.
El temario será muy extenso y abarca dos protocolos: uno, el de preservación del lugar del hecho o escena del crimen, y el segundo, de evaluación psicológica de los integrantes de las fuerzas de seguridad. En ambos temas, la experiencia ha mostrado errores en los años recientes. En forma sistemática se alteraron elementos claves de los lugares donde se producen delitos, al punto que los casos de contaminación son mayoría: aparecen perfiles genéticos y huellas de identidad del personal que interviene en las investigaciones; se pierden rastros, proyectiles y otras evidencias sustanciales para esclarecer los casos. En forma paralela, ante la presión por incorporar más y más efectivos, ha ocurrido que se incorporan a las fuerzas de seguridad individuos con gravísimos problemas psicológicos y que incluso registran serios antecedentes penales.

Desde el punto de vista del combate del delito, habrá dos temas que serán abordados con mucho detenimiento: la trata de personas y el combate al narcotráfico. El Ministerio de Seguridad de la Nación llevará protocolos y documentos para poner a consideración de todos los participantes, que son los ministros y funcionarios que tienen bajo su responsabilidad la conducción de las fuerzas de seguridad en cada distrito y a nivel nacional. En el equipo de Garré había anoche satisfacción porque estarán presentes tanto los ministros de Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, como el porteño, Guillermo Montenegro.

Garré realizará la presentación inicial y uno de los puntos clave del temario será el acta-acuerdo denominada Criterios Mínimos sobre la Actuación de los Cuerpos Policiales y las Fuerzas de Seguridad en Manifestaciones Públicas. El texto se basa en considerandos en los que se plantea como prioridad la vigencia de los derechos humanos, la preservación de la vida, los Códigos de Conducta aprobados por las Naciones Unidas e incluso el Acuerdo para la Seguridad Democrática, suscripto por referentes de casi todas las fuerzas políticas argentinas. Sobre esas bases, se propone el acta-acuerdo, ya que el Consejo Nacional de Seguridad tiene entre sus funciones proponer doctrinas y planes para las acciones y operaciones policiales.
El acta-acuerdo propone criterios muy concretos frente a las manifestaciones públicas:
  • El objetivo es el respeto y protección de los participantes, así como reducir las afectaciones que puedan causar las manifestaciones en derechos de otras personas y bienes públicos.
  • Se buscará garantizar el control del tránsito para minimizar los inconvenientes para personas ajenas y reducir la posibilidad de hechos de violencia con los manifestantes.
  • Se agotarán todos los recursos para garantizar la resolución de los conflictos que no implique daños a la integridad física de las personas. Por ello, la intervención de los cuerpos policiales debe ser progresiva, comenzando por el diálogo con los organizadores de la manifestación.
  • La negociación con los organizadores no podrá estar en manos de quien conduzca el procedimiento operativo policial.
  • Cuando las manifestaciones sean programadas o con amplia concurrencia o cuando se prevean riesgos potenciales, el Poder Ejecutivo deberá designar un funcionario político responsable de coordinar todas las acciones y hacer cumplir las normas.
  • No podrán participar en los operativos los policías que se encuentren bajo investigación por casos anteriores de uso excesivo de la fuerza. Deberá existir una capacitación previa del personal que intervenga.
  • Se establecerá claramente la prohibición de portar armas de fuego. El personal que intervenga no dispondrá de municiones de poder letal. La utilización de pistolas lanzagases está prohibida. Se considerará falta grave la utilización de armamento o munición no provista por la institución correspondiente.
  • Las postas de goma sólo podrán ser utilizadas con fines defensivos en caso de peligro para la integridad física de algún miembro del personal interviniente. No se puede utilizar ese material para dispersar una manifestación.
  • Los agresivos químicos y antitumultos sólo podrán ser utilizados en última instancia y siempre previa orden del jefe del operativo.
  • Todo el personal interviniente deberá portar identificación clara que pueda advertirse a simple vista en los uniformes.
  • Todo el personal que intervenga será previamente individualizado y se registrarán el armamento, la munición, los vehículos, los equipos y los aparatos de telefonía celular.
  • La responsabilidad operativa y la de control recaerá en funcionarios policiales diferentes.
  • Se establecerán con claridad los canales de comunicación de las fuerzas policiales y se registrarán esas comunicaciones.
  • En operativos programados, se dispondrán barreras físicas (vallas) que ayuden a preservar la integridad física de los manifestantes y los efectivos policiales.
  • Se dispondrá que, siempre que los riesgos para el personal no lo desaconsejen, que los cuerpos especiales (policía montada, canes, infantería) se mantengan a distancia prudente de la manifestación y sólo intervendrán en caso de que las condiciones lo exijan.
  • Se prohíbe expresamente la utilización de móviles que no se encuentren debidamente identificados. Si hubiera detenidos, éstos sólo podrán ser trasladados en patrulleros o vehículos específicos.
  • Se velará por el respeto de grupos que requieran una protección especial de sus derechos, tales como niños, jóvenes, mujeres, ancianos, pueblos originarios y personas con capacidades diferentes.
  • Los efectivos de seguridad deben garantizar la actividad periodística. Los periodistas no podrán ser molestados, detenidos ni trasladados. El personal actuante debe abstenerse de realizar acciones que impidan el registro de imágenes o la obtención de testimonios.
El espíritu general del texto es “la voluntad de no reprimir la protesta social, garantizar la libertad de expresión y atender a las causas de los conflictos por vías políticas y no violentas de entendimiento”. Habrá que ver si este primer encuentro de todos los ministros y jefes de las fuerzas de seguridad sienta las bases para una forma de actuación común en todo el país.

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Pagina12

lunes, 28 de marzo de 2011

EDUARDO ALIVERTI: No quieren

Por Eduardo Aliverti
 
Chubut termina de prender lo que en Catamarca fue una señal de alarma enorme para la oposición. El panorama se agravaría si el recuento del escrutinio favoreciera al candidato kirchnerista, pero aunque no fuera así el dictamen ya es inequívoco. Desde las propias usinas de la derecha citaron como acertada la definición de Felipe Solá, quien fue el único del “peronismo federal” acompañante de Das Neves que, en la mal disimulada noche fúnebre de ese domingo, se animó a liquidar el diagnóstico en dos oraciones: “Hay un candidato que ganó por muy poco y hay otro que perdió por muy poco. Pero está claro que hay uno que ganó y otro que perdió”.

Lo que siguió a lo sucedido en Chubut da la pauta del grado de desconcierto que vive el conjunto opositor. Pero es necesario discriminar entre los indicios de reorientación o reagrupamiento producidos allí, y aquello que en verdad les dificulta dar algún paso adelante. Lo primero es un simple análisis de especulaciones dirigenciales. Das Neves, que se bajó de la interna. El hijo de Alfonsín, que ahora estaría dispuesto a resolver por consenso la candidatura radical. Duhalde, que de sostener la condena al éxito de la Argentina pasó a que están condenados a aliarse con Macri. De Narváez, que estaría manejando un plan B de articulación con los cobistas. Macri, que no sale de un ta-te-ti de agenda electoral ya exasperante para su propio entorno y ahora, según confluyen todas las fuentes que se quieran, dispuesto a congelar las relaciones electorales con el engendro de El Padrino & Cía. ¿De qué estamos hablando? ¿Sólo de que Catamarca y Chubut les sacudieron la modorra? ¿O de gestos inerciales que ocultan un trasfondo de impotencia, porque ni saben ni pueden ni, por lo tanto, quieren presentar a la sociedad una alternativa seria? Si admiten que la popularidad del Gobierno es haber establecido el piso del “nunca menos”, y esa definición encierra haber dejado atrás varias de las políticas más escabrosas de la etapa neoliberal, ¿cómo hacen para plantarse en la promesa de una instancia superadora, habiendo los antecedentes que portan? “Superadora”, para conceder, sólo les cabría a las huestes que se dicen de centroizquierda no kirchnerista, que tienen el pequeño inconveniente de demostrar por qué, para superar, serían mejores que los K. Si el tema es en cambio la derecha peronista, directamente debe hablarse de retraso y nunca de superación alguna. Es el retorno de la apertura a los mercados, de las relaciones carnales con “los países exitosos”, del discurso de la mano dura. Y el dato fundamental de que, en toda hipótesis, el kirchnerismo conservará, además de una contundente porción de votos, un volumen de movilización del que carece el resto. Para peor escenario opositor, hay ya significativas franjas del establishment que confiesan aceptar este modelo en rol de mal menor; ya sea porque les va antes muy bien que nada mal, como por el hecho de que se reconocen más cómodas ante quienes demuestran fortaleza de mando. Podría decirse, incluso, que Clarín es el único factor corporativo dispuesto a persistir en un oposicionismo feroz.

En la serie Cuadernos del Pensamiento Crítico Latinoamericano, coordinada por Emir Sader y editada por este diario, el martes pasado se publicó un ensayo del cientista social Pablo Alegre, investigador de la Universidad Católica de Uruguay. Es atractivo lo que señala sobre Argentina, en su caracterización de las trayectorias de desarrollo de los países del Cono Sur. “La Argentina mantiene un sistema de partidos poco institucionalizados, a lo que debe agregarse un proceso de creciente fragmentación y faccionalización de las elites partidarias. Hoy el Gobierno logra, gracias a la localización de amplios recursos estatales y poder político, tejer alianzas transversales con liderazgos regionales y locales (...) (Hay) la constitución de un frente electoral controlado por un liderazgo vertical, que procura recomponer algunas de las orientaciones neoestatistas en materia de políticas de desarrollo (...) El funcionamiento de esta alianza vertical (...), que logra articular vínculos (...) con sectores populares fragmentados por un lado, y con movimientos organizados heredados de la era Movimiento Sindical por el otro, ha permitido al Gobierno neutralizar el conflicto social, ampliando los márgenes para implementar distintos paquetes de políticas sin posibilidades de focos de veto”. Luego, Alegre adosa que a su vez “la Argentina ha presenciado el sostenido aumento del precio de sus bienes exportables, que, en combinación con la sensible disminución de los niveles de endeudamiento externo a partir de una exitosa política de canje, le ha permitido mejorar sus márgenes fiscales, aumentar la capacidad de ahorro y expandir la economía”. Si se desea ponerlo en palabras ratificatorias de lenguaje simplemente más periodístico que sociológico, hay una conducción política encarnada en la figura de Cristina (susceptible de confirmación efectiva a mediano y largo plazo, bien que al corto porque todavía no comunicó su decisión de ser reelecta). Por debajo de ella, rige un arco que va desde Moyano hasta los movimientos sociales o sectoriales paridos por la crisis de 2001/2002. Y todo eso puede ser eficiente porque la economía sopla a favor gracias a decisiones políticas que –entre otros motivos– saben aprovechar ventajosas condiciones externas. ¿Qué clase de modelo pregona la oposición, o cuál podría instaurar, que dé seguridades de una estabilidad más firme que la actual, incluyendo –en el lugar que apetezca– un buen clima de negocios?

Entre un partido, el radical, que puede no ser la añoranza de lo que nunca jamás sucedió pero parece que lo fuera; y el peronismo antikirchnerista, que en reemplazo de no tener siquiera una estructura partidaria se limita a ser un rejuntado de figuritas mediáticas cuya sobresaliencia corresponde –siendo benéficos– a ese invento que es Mauricio Macri, la oposición cayó en manos de una corporación comunicacional que como mucho puede disponer de poder de fuego para afectar, pero no para construir. Es lo que Héctor Magnetto desesperó por trasladarles con el gesto público de la famosa cena en su casa, sin éxito porque, además de los problemas para armonizar un programa de gobierno creíble, corroboró encontrarse con una batalla de egos insoportable. De manera que, según es perceptible hasta para el más despistado, la cantidad y –primerísimo– calidad de errores en que debe incurrir el kirchnerismo para perder las presidenciales de octubre supera lo que hoy permite la imaginación política. Y así los cometiera, como en los episodios de carácter eventualmente expansivos que involucran al jefe de la CGT, quedaría por ver si la oposición tiene la capacidad para aprovecharlos. No porque no podría desde varios mandobles efectistas, si acaso tuviera un referente confiable. Es porque sencillamente carece de convicción para ofertar algo distinto a lo que ya se conoce que ofreció en el pasado reciente. A valores de la actualidad estricta, su única esperanza sería que Cristina decida no presentarse. Y si sucediera eso, quedaría por ver si no se metería en un problema mayor vista la incapacidad antedicha de no estar en condiciones para convidar un programa de gobierno fiable.

El firmante se sabe reiterativo, pero no tiene por qué renegar de su profunda seguridad: la oposición no quiere ganar.

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Pagina12

domingo, 27 de marzo de 2011

“La misa del asesino”

Por Laura Vales
 
“Alerta vecino” decían los volantes que, el domingo pasado, militantes de la JP Evita repartieron en la iglesia María Inmaculada de la diócesis de San Martín cuando el cura Alberto Angel Zanchetta, desde el altar, se disponía a terminar la misa dando su bendición a los presentes. No pudo hacerlo. Ante el escrache de los chicos, aguantó lo que pudo y finalmente hizo mutis por el foro. Ex capitán de fragata, Zanchetta fue durante la dictadura uno de los capellanes de la Escuela de Mecánica de la Armada, donde se ocupaba de contener espiritualmente a los marinos que volvían de tirar secuestrados al mar.

Zanchetta había desembarcado a principios de marzo en esa parroquia del conurbano, donde lo mandaron con bajo perfil, para ocuparse sólo de hacer tareas administrativas. Cobijado por el obispo de San Martín y Tres de Febrero, Guillermo Rodríguez-Melgarejo, el cura sin embargo pronto se dio el gusto de subir al púlpito. Dio una primera misa el domingo 6 y a la semana siguiente comenzó a querer dar órdenes a la gente que participa en el trabajo social de esa parroquia.

“Se daba ínfulas. Empezó a preguntar quién se ocupaba a de esto y de lo otro, pero no con la actitud de un cura que viene a hablar tranquilamente con la gente. Se le notaban las insignias arriba del hombro”, definió a Página/12 una de las laicas del lugar. Así llamó la atención, googlearon su nombre y encontraron los antecedentes. La noticia corrió rápido.
Según varios testimonios, Zanchetta repitió ante la gente de la parroquia en una reunión de la Pastoral (cuando se reúnen los integrantes de Caritas y otras ramas del trabajo laico con el cura párroco) los dos argumentos que sostiene cada vez que es cuestionado. El primero es que “todo lo que se dice” sobre él “es mentira”. El segundo, que le “faltan pocos años” para jubilarse; “hasta entonces tengo que tener una actividad”.

El escrache

Los de JP Evita imprimieron volantes con la historia de Zanchetta y el domingo fueron a la misa de 11. Tal como lo esperaban, el cura estaba otra vez encargado de realizar el oficio. Los chicos se distribuyeron en la nave y escucharon buena parte del oficio antes de escracharlo. “En el sermón, dijo que Dios era como una empresa”, contó Carolina Bordón, que aun conociendo los antecedentes del personaje quedó impactada por lo burdo del estilo. “Además, como parte de la homilía preguntó a los que estábamos escuchando si creíamos que las elecciones en Chubut o el Ministerio de Economía nos iban a cambiar la vida, como para marcar que hay que prestar atención a la fe y no a la política.”

Cuando el cura terminó de dar de comulgar, largaron el escrache. Uno de los chicos se paró: “Vecinos, queremos contarles que esta persona que está dando la misa estuvo en la ESMA durante la dictadura”, dijo, mientras los compañeros repartían los volantes en los que se advertía que “en la iglesia de su barrio da misa un asesino”.

La denuncia ayudó a que la novedad circulara. En la comunidad ya había habido movimientos internos. La parroquia tiene una escuela primaria y el día anterior las madres de los chicos que van a catequesis los retiraron de la misa del sábado y anticiparon que no los harían tomar la primera comunión si era Zanchetta el encargado de realizar el oficio religioso. Y el domingo a la tarde, después del escrache, un grupo de la pastoral social fue a hablar con el obispo y le exigió que sacara a Zanchetta de la parroquia. Se fueron de la reunión con ese compromiso de parte de Rodríguez-Melgarejo y desde entonces Zanchetta dejó de ser visto en el lugar. Sin embargo, todo indica que sigue cumpliendo funciones en la parroquia de Caseros, para la escuela Nuestra Señora de las Mercedes.

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Pagina12


Piedra libre para Zanchetta

Por Nora Veiras
 
“La mentira y el engaño son las armas del demonio”, suele repetir el presbítero Angel Zanchetta en sus homilías. La advertencia a sus feligreses resuena como una confesión de parte: Zanchetta es uno de los capellanes de la Armada denunciado por aliviar la conciencia de los pilotos de los vuelos de la muerte. Entre el ’75 y el ’77 actuó en la ESMA y ese trabajo le garantizó los vínculos que lo siguen manteniendo a flote. En 2009, el Ministerio de Defensa le ordenó a la Armada que lo pasara a retiro. Lejos de quedar a la deriva, el cardenal Jorge Bergoglio lo acogió en su diócesis. Página/12 lo identificó en la Iglesia San Pedro Telmo y, de inmediato, le buscaron nuevos destinos. A principios de mes reapareció en la parroquia María Inmaculada de San Martín, pero el secreto no duro mucho; un escrache de la Juventud Peronista Evita expuso ante los fieles la historia del pastor (ver aparte).

Después de que la Armada lo pasara a retiro, Zanchetta soportaba con su mirada helada, su porte discreto y su voz suave cada vez más preguntas incómodas en las parroquias porteñas. Bergoglio lo trasladó de San Pedro Telmo apenas apareció en la primera plana de este diario. El Golfo de Génova lo cobijó en Italia por unos meses, hasta que a mediados del año pasado volvieron a buscarle destino. Los jerarcas de la Iglesia pensaron, quizá, que sacándolo de la comuna el confesor de los pilotos de los vuelos de la muerte recuperaría tranquilidad. No fue así: en julio del año pasado reapareció en la parroquia Nuestra Señora de la Merced de Caseros, la principal de Tres de Febrero. Lo reconocieron y el obispo Guillermo Rodríguez Melgarejo pretendió nombrarlo entonces en la Sagrada Familia. Las protestas de familiares de ex detenidos-desaparecidos lo obligaron a rever la designación. Esa iglesia está a pocas cuadras del Colegio Militar y cercana a la Brigada Aérea de Palomar, lugar desde el que partían vuelos para arrojar prisioneros vivos al mar. Vecinos, junto con integrantes del partido Nuevo Encuentro, van a gestionar ante el partido de Tres de Febrero la declaración de “persona no grata” del sacerdote.

Por orden del cardenal, Rodríguez Melgarejo le buscó otro lugar dentro de su diócesis. Zanchetta asumió el 6 de marzo pasado como administrador de la parroquia María Inmaculada de San Martín, el 14 se presentó a la feligresía. Apenas una semana después, una volanteada de la JP Evita le volvió a recordar su pasado, que es presente eterno. “Como a los nazis les va a pasar/ a donde vayan los iremos a buscar”, gritaban los militantes. Al presbítero se le acortan los tiempos: ya no son meses sino apenas días los que necesitan los fieles para detectarlo y reclamar que la jerarquía eclesiástica no siga ofendiendo la memoria colectiva.

Los méritos

En El vuelo, el libro de Horacio Verbitsky que reproduce la confesión del ex capitán Adolfo Scilingo, el marino cuenta que después del primer vuelo en el que arrojó al mar prisioneros vivos, adormecidos, se sintió mal y fue a hablar con el capellán que “le encontró una explicación cristiana al tema. No sé si me reconfortó, pero por lo menos me hizo sentir mejor”, recordó.

–¿Cuál fue la explicación cristina?

–No me acuerdo bien, pero me hablaba de que era una muerte cristiana, porque no sufrían, porque no era traumática, que había que eliminarlos, que la guerra era la guerra, que incluso en la Biblia está prevista la eliminación del yuyo del trigal. Me dio cierto apoyo.
El testimonio de Graciela Daleo, una de las sobrevivientes de la ESMA, abunda en esa comunión de religión y milicia. Mientras le aplicaban descargas eléctricas, “yo rezaba Avemarías a los gritos y eso los enfurecía. Pernías tenía al cuello un crucifijo y una medalla de la Virgen Milagrosa”. Antonio Pernías fue uno de los primeros oficiales de la Armada que admitió ante el Senado que había torturado. La reapertura de los juicios por delitos de lesa humanidad convirtió a Pernías en uno de los presos de Marcos Paz.

Con poco más de 30 años, Zanchetta era uno de los sacerdotes adiestrados para defender la “civilización occidental y cristiana”. Los métodos eran lo de menos, apenas medios consagrados al fin supremo.

En la estructura del obispado castrense, la misión de Zanchetta fue bien recompensada. A partir de la recuperación democrática se desempeñó como jefe del Servicio Religioso del Comando de Operaciones Navales de la Base de Puerto Belgrano y ocupó hasta diciembre del 2004 el cargo de canciller y secretario general del obispado castrense. En el 2007, el entonces arzobispo Antonio Baseotto lo envió a Haití para asistir a las tropas argentinas que integran la Misión de Paz de la ONU. Por entonces ya había estallado el conflicto con el ex presidente Néstor Kirchner, que desconoció a Baseotto como obispo luego de que éste propusiera tirar al mar al ministro de Salud, Ginés González García, por pronunciarse a favor de la despenalización del aborto.

Como los antecedentes podían jugarle una mala pasada a Zanchetta, en 1981 sus superiores lo habían sacado de la órbita de la Armada y lo pasaron a Ejército. En 1984, en democracia, lo devolvieron a jurisdicción de la Marina. La Iglesia oculta esos pases y niega así la presencia de Zanchetta en la ESMA.

Cuando el presbítero Pedro Candia, a cargo del obispado castrense, informó en julio del 2008 a la Armada que Zanchetta cesaba en su tarea pastoral, el cardenal Bergoglio lo sumó a la diócesis metropolitana. El obispo Oscar Ojea lo destinó a principios de 2009 como vicario a la iglesia San Pedro González Telmo, de Humberto Primo al 300. Su llegada provocó algunas preguntas incómodas para el párroco Ernesto Salvia sobre los antecedentes del cura que lo asistiría. A mediados de ese año este diario reveló que a pesar de la orden de Defensa de pasar a retiro a los capellanes que hubieran estado durante la dictadura, la Armada lo conservaba a Zanchetta como capitán de fragata en disponibilidad con un sueldo de 5000 pesos. La información provocó una nueva orden de la entonces ministra Nilda Garré al jefe de la Marina, Jorge Godoy, para que cesara en sus funciones al capellán. La resolución adjuntaba el legajo oficial que daba cuenta del paso de Zanchetta por la ESMA transformada en centro clandestino de detención. Los lazos de complicidad entre oficiales y sacerdotes en actividad desde la dictadura alimentan más de una sospecha: en el Edificio Libertad algunos memoriosos aseguran que Godoy desde su cargo de secretario de Relaciones Institucionales de la fuerza había viajado a México para brindarle apoyo económico a Ricardo Miguel Cavallo, el oficial de la ESMA detenido en ese país en 2000 por orden del juez español Baltasar Garzón, extraditado a Madrid en 2003 y desde 2007 preso y juzgado en la Argentina.

La agrupación Hijos se presentó ante el juez federal Sergio Torres para solicitar que le pidiera a la Iglesia y a Defensa todos los antecedentes de Zanchetta y lo citara a declarar. Junto al capellán Luis Antonio Manceñido son los dos curas señalados como los confesores de los oficiales que piloteaban los vuelos y fueron reconocidos también por secuestrados en la ESMA.

Formador

Antes de partir a Haití, Zanchetta combinaba su prédica castrense con la civil. Con la bendición del párroco Alejandro Puiggari, recaló entonces como segundo sacerdote en Nuestra Señora del Rosario del barrio de Palermo. Algunos creyentes recuerdan sus palabras desde el púlpito instando a votar por Mauricio Macri frente a Aníbal Ibarra y el aval elogioso a George W. Bush por “la defensa de la vida”. Puiggari es el encargado de Catequesis de la Arquidiócesis de Buenos Aires y el director de la Junta Nacional de Catequesis, por él pasa toda la enseñanza del país. El tiempo que estuvo en San Pedro Telmo lo ocupó en el asesoramiento espiritual del grupo scout. En su paso por el conurbano, la Iglesia insiste en reciclarlo para la formación de las nuevas generaciones.

Bergoglio le sigue buscando destino a Zanchetta. Quizá la confesión en los estrados judiciales le permita encontrar su lugar.

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Pagina12

sábado, 26 de marzo de 2011

COMUNIDADES DIAGUITA APOYAN LA REELECCION DE CRISTINA FERNANDEZ DE KIRCHNER

(Télam).- La veintena de caciques y autoridades ancestrales de las comunidades que forman parte del pueblo diaguita; como los quilmes, amaichas, yocaviles, cafayates y cacanos, entre otras parcialidades, expresaron su apoyo al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
 
“Acompañamos el modelo y la gestión inclusiva, como nunca antes, del gobierno de Cristina” respecto de los pueblos indígenas de la Argentina, aseguró Mariela Flores, de la Comunidad India Quilmes de Tucumán, en declaraciones a Télam.

La dirigente agregó que la estrategia de los diaguitas, en su relacionamiento con las autoridades nacionales, es “promover espacios de diálogo y concertación” para aplicar en los territorios las políticas públicas que existen en el Estado, al descartar otros métodos de acción.

Puso como ejemplo la nueva ley de medios audiovisual y la instalación en Ampimpa, donde está emplazado un observatorio astronómico y una radio para la comunicación de los comuneros en esa parte de los valles calchaquíes.

También el Programa de Inclusión y Capacitación de la Seguridad Social para los Pueblos Indígenas “Bienestar para Nuestra Gente” de la Anses, por el que recibirán capacitaciones en la segunda semana de mayo, según precisó la dirigente.

SIN MEMORIA NO HAY FUTURO

Por Juan Eduardo Lenscak

Todo el cautivador discurso de Ricardo Buryaile en el programa “Cable a Tierra” emitido por canal 11 Lapacho, en la víspera del día nacional de la memoria, la verdad y la justicia,  se desvaneció por un acto fallido que demostró la endeblez de los planteos. El flamante candidato a gobernador por el radicalismo formoseño, sin caer en la cuenta de sus dichos, expresó que no usaría el espejo retrovisor, que le interesaba solamente la construcción del futuro, y el mirar para adelante.Fue precisamente a pocas horas del 24 de marzo, cuando todo el país, por imperio de una ley nacional, como expresión de una política de estado, haría un alto en sus actividades para reflexionar sobre lo sucedido durante la última dictadura cívico militar.La expresión no pudo ser más elocuente para expresar una realidad tan densa como la vivida por el pueblo formoseño. Para los representantes del tradicional modelo de exclusión de las mayorías, no les conviene mirar para atrás; deben imperiosamente mirar para otro lado, y borrar la historia. Como decía Rodolfo Walsh “nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan  héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores” En este caso, el mensaje subliminal de este novel candidato político y veterano referente del sector ganadero nacional y provincial, es el mismo que denunciara Walsh,  cuando desde los medios televisivos se invita a dirigir la mirada solo hacia el futuro sin recalar en lo sucedido en las décadas inmediatas anteriores.Quizás no quiera que se sepa quiénes fueron  los miembros del gabinete del gobierno del jefe de una asociación ilícita que cometiera aberrantes delitos de lesa humanidad durante su gestión como gobernador. Ni que se sepa que pertenecían al mismo partido que hoy lo postula a la primer magistratura provincial, que permitiò la aplicación de la ley de prescindibilidad por la cual se podía echar de la administración pública a cualquier empleado, sin derecho a reclamo alguno. Que avalaron el destierro de numerosas familias de campesinos por el coronel López, quien a discreción usó topadoras, incendios e intimidaciones de todo tipo para lograr el desalojo de las parcelas ocupadas por pequeños y medianos productores agropecuarios para profundizar el proceso de concentración de tierras en pocas manos. Que asesoraron para la redacción del código de faltas y del estatuto del empleado público que aún están en vigencia. Que miraron para otro lado cuando se torturaba, se empalaba, se secuestraba, se cambiaba la identidad de recién nacidos, y se hacía desaparecer a militantes, en su mayoría jóvenes comprometidos con su pueblo. Eran parte de ese gobierno. Eran cómplices políticos, sin eufemismos.Los apellidos de reconocidos referentes del partido que actualmente promueve la candidatura de este patrón de estancia con look de empresario exitoso, se pueden encontrar no solo en la titularidad de ministerios del poder ejecutivo, sino también en el superior tribunal de justicia en épocas cuando gobernaba el actualmente condenado en calidad de jefe de una asociación ilícita, por delitos de lesa humanidad, Juan Carlos Colombo. El “espejo retrovisor” del que reniega Buryaile, si se lo utiliza, quizás muestre también cuál es el origen de las tierras que en la actualidad cuentan como propiedad numerosos adalides de la democracia, la transparencia, y la institucionalidad. Y quizás también, salgan a la luz las profundas contradicciones en las que incurren en su prédica mediática, cualquiera sea su declamada identidad partidaria. Otro exabrupto que puede compararse con la renuencia a mirar hacia atrás y reconocer las estrechas vinculaciones con los sectores oligopólicos de este mismo agrodiputado fue el de plantear la disolución del Congreso Nacional si votaba a favor del proyecto de retenciones móviles. No por casualidad coinciden los mismos intereses corporativos, con planteos similares a nivel político expresados en el grado máximo con las leyes de la impunidad.Esta actitud de negar el pasado, de no hacerse cargo de las responsabilidades históricas del sector ganadero al que representa el candidato, y de cargar las tintas solo en los errores cometidos en democracia por el oficialismo, parece no tener otra finalidad que la de ocultar los horrores del modelo de exclusión que hoy vuelve sobre sus intereses, preparándose para la próxima contienda electoral. En el acto realizado por H.I.J.O.S. regional Formosa, la Comisión por la Memoria, la Verdad y la Justicia, y la Cátedra Abierta de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Formosa, en la plaza San Martín, el pasado 24 de marzo, con participación de numerosos jóvenes, esta recuperación de la memoria, contrariamente a lo planteado por el estanciero candidato a gobernador, se plasmó en propuestas concretas que se presentaron como compromiso militante. Allí, quien suscribe, en representación de los organizadores del evento,  planteó puntual y formalmente solicitar al gobernador que se quite el cuadro del genocida Colombo y en su lugar se coloque su nombre y la inscripción: “condenado por delitos de lesa humanidad” para no equiparar su imagen con la de los gobernadores más respetuosos de la institucionalidad. Las generaciones venideras, de esta manera, podrán recordar comparativamente y valorizar en su justo término cada gestión. En la nota abierta -que ya está circulando- para la firma de los formoseños que acuerden con el tenor de la solicitud,  se incluye el pedido que la provincia se presente como querellante en las causas judiciales por delitos de lesa humanidad.  También se incluye la conversión del ex centro clandestino de detención de “La Escuelita” en espacio de la memoria; y la solicitud de la oficialización del nombre “Memoria, verdad y justicia” a la EPES Nº 91, propuesto por la propia comunidad educativa de dicha institución escolar.
La propuestas de recuperación de la memoria, y de utilizar el “espejito retrovisor”  también alcanzó a la legislatura provincial, ya que se anunció en el acto, el compromiso de las agrupaciones presentes de elevar un anteproyecto de ley de reconocimiento y reparación del daño ocasionado a los campesinos desterrados por el coronel López, y el de inhabilitación para ocupar cargos públicos provinciales a los ex funcionarios de la dictadura.
Puede que los predicadores de la amnesia colectiva, quizás proyectando su propio encono por la desnudez y la exposición pública de sus proyectos íntimos, que afloran en sucesivos exabruptos,  llamen rencor a la invocación de la memoria y solo acudan a la descalificación personal para responder a estos planteos. Lo cual es entendible. Se trata de un sector que se siente acosado por la “barbarie”, el “aluvión zoológico”,  o “la negrada” que no tiene a su juicio, la entidad suficiente para emitir su opinión ante los representantes de las grandes corporaciones empresariales del país. Lo positivo de todo es que la democracia permite recordar en voz alta a quienes han experimentado las mayores crueldades del modelo de exclusión, reconociendo a sus autores militares y también a sus cómplices civiles,  y por otra parte permite entender las consignas juveniles que hoy como ayer, demandan mayor protagonismo, queriendo saber de qué se trata, y planteando, como lo hicieron en la plaza San Martín, precisamente este 24 de marzo, que “sin memoria no hay futuro”. 

EL ESPEJITO RETROVISOR DE BURYAILE

Buryaile y Olmedo... el del trabajo esclavo en Salta.
El agrodiputado Ricardo Buryaile, UCR, candidato a gobernador de Formosa, acusó de loco al Profesor Juan Eduardo Lenscak, preso 7 años por la dictadura militar por militante de la Juventud Peronista y de las Ligas Agrarias.


Buryaile expresó que Lenscak "no tiene todos los patitos en fila", en respuesta a los comentarios que mereciera la afirmación del agrodiputado respecto que el "gobernará" sin espejito retrovisor, en referencia a los juicios por crímenes de lesa humanidad cometidos en la dictadura militar en Formosa.

No es la primera vez que el diputado hace estas referencias. Anteriormente propuso cerrar el Congreso si se aprobaba la Resolución 125, responsabilizó al diputado Carlos Kunkel por el ataque al Regimiento de infantería 29 (el diputado estaba preso entonces), expresando esto en el momento de inciarse el juicio al genocida Colombo, y propone la eliminación de las retenciones desde su cargo de Presidente de la Comisión de Agricultura de Diputados.

En el marco de su alianza con Biolcati y la Sociedad Rural, no extrañan sus faltas de respeto al sufrimiento de las víctimas de la dictadura militar, porque representa a los mismos sectores que apoyaron el golpe cívico militar del 24 de Marzo de 1976. A pesar de, como el dice, ser un adolescente entonces.

domingo, 20 de marzo de 2011

HORACIO VERBITSKY: Gomas pinchadas

Por Horacio Verbitsky
 
Sería excesivo hablar de una conspiración. Pero demasiados enemigos del gobierno nacional y del secretario general de la CGT coincidieron el jueves y el viernes en una tentativa por enturbiar la relación y perturbar el clima político manifiesto desde los festejos del Bicentenario, con dos picos de incremento: a partir de la muerte de Néstor Kirchner en octubre, y el domingo pasado, con las elecciones en Catamarca. Sólo esa confluencia de esfuerzos e intereses permitió que una pieza de escasa consistencia judicial pudiera avanzar hasta el centro de la agenda política, antes de desvanecerse en su propia irrelevancia.
La Procuración General y la Cancillería de la Confederación Helvética y su embajada en Buenos Aires aclararon que no había ninguna investigación judicial sobre Hugo Moyano y su hijo Pablo, lo cual es una verdad a medias. No la hay, todavía, pero se solicitan antecedentes judiciales porque existen sospechas, que no se limitan a los camioneros, sino que también apuntan al gobierno nacional. El fiscal Jorge Di Lello dictaminó que el requerimiento no podía responderse mientras Suiza no informara qué delitos se atribuían a los Moyano según las leyes helvéticas; el juez Norberto Oyarbide siguió ese mismo criterio; el propio Secretario General de los Camioneros agradeció las muestras de solidaridad pero pidió que se levantaran las medidas de fuerza anunciadas y afirmó que se procuraba enfrentarlo con el gobierno nacional. La tormenta se disolvió sin granizada, pero quedó electricidad en el aire. Si alguna lección deja el llamativo episodio es la necesidad de mejorar los canales de comunicación política dentro del oficialismo y de ajustar las piezas de las burocracias diplomática y judicial, que aportaron lo suyo al estrépito mediático. Al terminar la jornada del viernes, Cristina habló diez minutos por teléfono con Moyano y compartió un acto político con Daniel Scioli, simetría que no respondió a una táctica de urgencia sino a una estrategia estructural. Scioli es el presidente del Partido Justicialista nacional y Moyano el vicepresidente a cargo del Bonaerense. River, Huracán e Independiente mostraron tres rostros de un mismo proyecto, que la presidente sintetiza por encima de las tensiones entre sectores. En Avellaneda, Cristina dijo que no venía a dividir sino a sumar. Proclamó que era, es y seguirá siendo peronista y con ese lubricante conceptual y emotivo impulsó las listas de adhesión que incluyan a personas de otras identidades políticas, ante los resignados aplausos de quienes se habían opuesto. Hasta Ricardo Casal y Alberto Pérez sonreían. A pesar de los previsibles cimbronazos que se sucederán hasta el día de las elecciones, Cristina mantiene y acrecienta su capacidad de sobrevolar esas contradicciones, equilibrando unas alas con otras, todas ellas encuadradas tras un liderazgo que nadie está en condiciones de desafiar, por molesto que se sienta con algún hecho. Esa destreza se potenciará hoy, cualquiera sea el desenlace en las elecciones de Chubut, donde hasta hace un mes el candidato del gobernador Mario Das Neves corría con una ventaja de treinta puntos.

Cherchez la femme

El pedido de colaboración de la Confederación Helvética está fechado en Lausana el 9 de febrero. Una vez traducido, ingresó a la Cancillería argentina el 9 de marzo. Entre ambas fechas, el 28 de febrero, terminó su gestión como embajadora en la Argentina la ex Procuradora General suiza Carla del Ponte. Quien firma el requerimiento, la fiscal María Antonella Bino, fue una de sus subordinadas dentro del ministerio público helvético. Del Ponte llegó a la Argentina en 2008, prestigiada por su actuación como fiscal del Tribunal Penal Internacional ad hoc para la ex Yugoslavia. Antes, como Procuradora General suiza, había identificado cuentas secretas en su país del ex presidente Carlos Menem. En Buenos Aires sorprendió a muchos interlocutores argentinos por su desinterés en los juicios por violaciones a los derechos humanos. En cambio preguntaba con insistencia sobre lo que denominaba “la corrupción en el gobierno kirchnerista”. Al abandonar el país, declaró que le hubiera gustado aportar su experiencia en La Haya para “los juicios orales a los criminales de la dictadura”, pero que “no podía por mi función diplomática”. Curiosa observación para quien al mismo tiempo no se cuidó de opinar sobre los problemas que a su juicio constituían en la Argentina “la inflación y la inseguridad”. Además, muchos de sus colegas de otros países, como Francia y Alemania, se han reunido con víctimas y funcionarios judiciales, han asistido a las audiencias y/o se han constituido como parte civil en los procesos. Del Ponte entabló sus mejores relaciones en el país con la Procuradora General bonaerense María del Carmen Falbo, quien la invitó a exponer ante todos los fiscales de la provincia que gobierna Daniel Scioli. El pedido de la fiscal Bino de causas que involucren a los Moyano es impreciso, carece de lenguaje jurídico e incluye vaguedades y errores. Pero para alguien que no conoce los expedientes, y por eso pide acceso a ellos, revela un grado de familiaridad con los dimes y diretes del conurbano difícil de obtener en Ginebra.

Se dice de mí

Según el escrito suizo, la cuenta 25491, Pueyrredón, abierta en noviembre de 2004 en el Standard Chartered Bank de Ginebra, recibió en 2005 un depósito de 88 mil dólares de una sociedad que según la Asociación de Abogados de Florida, Estados Unidos, fue utilizada en un fraude inmobiliario en ese país. ¿Cómo se llega desde ese dato a solicitar copia de causas judiciales de la Argentina que involucrarían a Hugo Moyano y su familia? A través de artículos periodísticos, que no identifica. La lectura del requerimiento deja en claro que el blanco no son sólo los Moyano sino también el gobierno nacional. Los titulares de la cuenta son Ricardo Rubén Depresbíteris y Elvira Mete, propietario y accionista de la empresa recolectora de residuos Covelia, cuyo “crecimiento espectacular estaría vinculado a la llegada al poder de Hugo Moyano” (sic). Los no especificados artículos de prensa indicarían que Depresbíteris “estaría muy unido” al secretario general de la CGT y a su hijo Pablo, “secretario general de la Unión de los Camioneros” a la que el escrito menciona con la sigla APE (sic). Unión es una mala traducción por sindicato, pero APE no es el Sindicato ni la Federación de Camioneros sino la Administración de Programas Especiales del Ministerio de Salud, que distribuye entre las distintas obras sociales los recursos del sistema, para tratamientos de alta complejidad. Los contratos públicos de Covelia serían “resultado de ofertas públicas falseadas y de corrupción”, dice la fiscal suiza. Agrega que otro depósito en esa cuenta “podría proceder” de Luis María Corsiglia, a quien menciona como “actual director del Banco Central”. El viernes, Corsiglia desmintió haber realizado esa transferencia. Pero aunque no fuera así, el depósito que menciona el endeble escrito suizo se produjo en 2004, cuando sólo era un empresario privado. Recién al año siguiente este ex presidente de la Caja de Valores, hijo, nieto y bisnieto de agentes de bolsa, fue designado para una función pública, que concluyó en 2007. La fiscal también confunde director con presidente, ya que dice que Corsiglia fue designado “a la cabeza del Banco Central” por Néstor Kirchner, “aliado próximo de Hugo Moyano”. Con este encadenamiento de imprecisiones, falsedades y diretes llega por carácter transitivo al gobierno nacional. La cuenta fue bloqueada el 24 de enero cuando había en ella 1,87 millones de dólares, “cuyo origen podría estar en relación con actos de blanqueo de dinero vinculados a la supuesta corrupción”. También afirma que “el entorno familiar próximo de Hugo y de Pablo Moyano, así como de Ricardo Rubén Depresbíteris, sería también desfavorablemente conocido debido a actos violentos, tales como robo con uso de armas”. El requerimiento sugiere que Covelia podría recibir fondos de “una organización criminal activa en el tráfico de medicamentos falsificados” y menciona una supuesta investigación sobre la esposa y otros familiares de Hugo Moyano por malversación de caudales de los camioneros.

Bravatas

La larga jornada del viernes culminó con la conferencia de prensa en la que Moyano pidió el levantamiento de las medidas anunciadas el día anterior por el dirigente de Camioneros Eduardo Altamirano, quien además de un paro de actividades y una concentración en la Plaza de Mayo había advertido que habría trabajadores frente a la puerta de los medios que publicaran “falsas denuncias”, para “pedirles pruebas y a exigir que salgan a decir que se equivocaron”. Es tan extravagante esta amenaza como la pretensión opositora de que pueden cargarse en la cuenta del gobierno. Antes, Moyano se había reunido con el ministro de Planificación, Julio De Vido, había saludado por teléfono a la presidente CFK y preparado un documento en el que advertía contra un intento por “destruir la alianza estratégica entre el gobierno y los trabajadores”. Ese texto, que no representa a la CGT sino a la Corriente Nacional del Sindicalismo Peronista, responsabiliza a “quienes fueron cómplices de las dictaduras, de las violaciones más aberrantes de los derechos humanos, socios de los que enajenaron el patrimonio nacional y partícipes necesarios del neoliberalismo que destruyó conquistas laborales y derechos sociales”. También aclaró que no se trataba de un enfrentamiento con la Justicia argentina ni suiza. Luego de una extensa referencia al Grupo Clarín y a grandes empresas como Techint, Cargill, Nidera, Bunge, Dreyfus, Monsanto, el texto concluye que “la movilización de los trabajadores es por la defensa del modelo nacional, popular y democrático y por la dignidad de nuestros dirigentes. Que nadie se ilusione ni con el debilitamiento del gobierno ni con la deslealtad de los trabajadores”. Moyano lo usó como guía para la conferencia de prensa, en la que prefirió una forma de comunicación más directa. Fustigó con nombre y apellido al ex senador Duhalde (dijo que él y Menem le habían puesto droga en su despacho para incriminarlo), con alusiones al diputado De Narváez, la diputada Carrió y la ex ministra Ocaña e ignoró al radicalismo. Y por medio de varios dirigentes de su confianza explicitó el apoyo al modelo de producción y empleo iniciado en 2003 (Juan Carlos Schmidt) y a la reelección de la presidente CFK (Omar Viviani y Julio Piumato). También dijo que el sindicalismo aspiraba al poder. Dos semanas antes, Moyano le había sugerido a Cristina el nombre del abogado Héctor Recalde como posible candidato a vicepresidente. Ella sonrió y le dijo: “Hugo, todavía no sé si yo voy a ser candidata, y vos querés que me ponga a pensar en la vicepresidencia”. Un elegante título de tapa de Clarín convirtió este diálogo en una presión sindical sobre Cristina “para poner el vice” y calificó el acto del 1 de mayo en la Avenida 9 de julio como una demostración de fuerza en respaldo de ese objetivo. “Sería un honor, pero ella debe elegir quién la acompañará”, se limitó a comentar entonces Recalde, sin imaginar que pocas horas después aumentaría varios grados la presión para enfrentar al gobierno con los sindicatos y sería bienvenida su intervención para desescalar un conflicto sin destino. La agenda pendiente incluye el destino de la APE, el pago de parte de la gigantesca deuda acumulada en esa cuenta, la elevación del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias y las listas de candidatos del Frente para la Victoria en todo el país.

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Pagina12

miércoles, 16 de marzo de 2011

El Régimen para empleadas de casas particulares ya tiene media sanción de Diputados

La iniciativa que modifica el régimen de trabajo de las empleadas de casas particulares establece nuevas condiciones laborales para las empleadas que realicen tareas de limpieza pero también para quienes se dediquen al cuidado de otras personas. Se trata de un proyecto que propone limitar la jornada laboral a 8 horas, basado en el texto enviado por la presidenta Cristina Kirchner, en marzo de 2010, en conmemoración del Día de la Mujer. De esta manera, las empleadas de casas particulares podrán gozar de una licencia de tres meses "comenzando 45 días antes del parto", mientras que el pago del salario correrá por cuenta de la ANSES, como ocurre en cualquier otro trabajo en relación de dependencia.

"La ley nos permite salir de un régimen semi feudal implementado por la dictadura en 1956 y entrar en un sistema de igualdad e inclusión social", explicó el titular de la comisión de Legislación Laboral, el kirchnerista Héctor Recalde, al precisar los alcances de la norma, aprobada por unanimidad y sin debate. El texto -que recibió una serie de modificaciones en su debate en comisión- establece que la jornada laboral quedará limitada a 8 horas por día y 48 horas semanales, a diferencia de la ley vigente que permite hasta 12 horas diarias de trabajo para el personal sin retiro, y no pone límites horarios al personal con retiro.

Una vez que se convierta en ley el proyecto, el empleador podrá establecer una distribución desigual de las 48 horas de trabajo semanales pero sin que ninguna jornada exceda las 9 horas. La norma establece además un descanso semanal mínimo de 35 horas, a partir del sábado entre las 13 y las 16, mientras que la cantidad de días de vacaciones también se va a equiparar a lo que establece la Ley de Contrato de Trabajo, con 14 días por año que van aumentando según la antigüedad.

De acuerdo con el texto, las empleadas de casas particulares tendrán además la misma cantidad de días de licencia por enfermedad, el empleador deberá contratar un seguro de riesgos de trabajo y la indemnización por despido se duplicará (hoy es de un mes de sueldo por cada año de antigüedad). La iniciativa, que prohíbe además el trabajo a menores de 16 años, se aplicará en todos los casos (hasta ahora cubre sólo a quienes trabajan más de 4 horas por día, 4 veces por semana) e incluye a niñeras y a quienes cuiden adultos o discapacitados, sin conocimientos profesionales.

El texto define al trabajo en casas particulares como "toda prestación de servicio o ejecución de tareas de limpieza, de mantenimiento y otras actividades típicas del hogar" y busca saldar "de inmediato" una deuda social "a los fines de enmendar el atraso notable en la regulación normativa de este sector laboral", de acuerdo con los fundamentos.

La sesión se inició poco después de las 15,35 con el rechazo de la Cámara baja al pedido de licencia presentado por el diputado y candidato a gobernador salteño Alfredo Olmedo, a quien la Justicia investiga por tener presuntamente contratados en su finca de la provincia de La Rioja trabajadores en condiciones de esclavitud.

Luego, Diputados realizó un homenaje por el Día internacional de la Mujer, celebrado el 8 de marzo pasado, en el que varias legisladoras expusieron sobre la necesidad de profundizar la lucha por los derechos de las mujeres y en contra de la violencia de género. Más tarde, s eaprobó un proyecto de resolución que expresa la solidaridad del cuerpo con el pueblo japonés y un conjunto de temas no conflictivos, entre los que se encuentran varios convenios internacionales, y otro que declara de interés nacional la producción pública de medicamentos.

Fuente: Pagina12

lunes, 14 de marzo de 2011

EDUARDO ALIVERTI: Lo que se largó

Por Eduardo Aliverti
 
Ayer, en Catamarca, se largó formalmente la carrera electoral del año. Es oportuno echar un vistazo al panorama conjunto, pero focalizado en cierto aspecto que la vorágine de encuestas, informes, opiniones y especulaciones pasa de largo. O quizá, deba hablarse de que ese aspecto está naturalizado.

Tomemos uno dato fresco y relevante. Hace poco más de una semana, el gurú electoral Jaime Durán Barba comenzó un trabajo de zapa sobre su asesorado Mauricio Macri, para intentar convencerlo de que le conviene salirse de la candidatura presidencial e ir por la reelección en Buenos Aires. Hasta donde se sabe, el jefe de Gobierno porteño sólo aceptó postergar su decisión porque no está seguro de que la victoria de Cristina en primera vuelta sea irreversible. Sí es comprobable que, casi de súbito, Macri dejó de hablar de su postulación a presidente. Pero eso podría atribuirse a que entiende como mejor campaña pedir la intervención de la Federal para el desalojo de viviendas ocupadas. O mandar al rabino Bergman a Salta, para hacerle el aguante al esclavista Alfredo Olmedo. O insistir con que no puede gobernar la ciudad como quisiera porque el gobierno nacional no le da plata, frente a lo cual es impostergable recordar aquello que supo ser uno de sus principales caballitos de batalla: no necesito plata de nadie porque a Buenos Aires plata es lo que le sobra.

Asimismo, podría considerarse que el drama existencial de Macri no pasa tanto por los cálculos electorales sino por sus sencillísimas ganas. La ciudad ya lo aburrió hace rato, según confiesan sus propios íntimos, porque ni siquiera era el juguete que quería. Era tan sólo lo que necesitaba como trampolín hacia una acumulación de poder mayor, con la salvedad de que en política no hay el milagro de un Bianchi en quien descargar la conquista y usufructo del éxito. Hay que trabajar. Y Macri no tiene ni la menor idea sobre el significado de ese término. Podría haber puesto más la cabeza que el cuerpo, aunque sea, para transformar en un partido y en alcances nacionales los favores mediáticos, el Boca que ganó todo, la decepción popular con los progres que habían administrado la ciudad y el baile del triunfo 2007 con la figura de Michetti, de cuya actividad tampoco se conoció nunca nada. Y resultó que no. Ni partido, ni formación de cuadros, ni buena gestión; ni desarrollo fuera de Buenos Aires, más allá de recurrir a un cómico santafesino que debutó borboteando su sueño de que los negritos tengan agua caliente para bañarse. Lo único que hay en lugar de eso que podría haber sido es una ciudad donde a lo que se mueve se lo saluda con bicisendas que no usa nadie, y a lo que no se lo pinta de amarillo. Una ciudad más sucia que jamás, con un caos de tránsito inigualable y escuelas públicas que, sin desmentida de las mismas autoridades, eximen de ir a practicar turismo de aventura en otros parajes. Para no abundar, como decía David Viñas.

Macri –y Michetti más todavía, dicen las encuestas– conserva sin embargo alrededor de un tercio de poder de fuego electoral. No se sabe, o nadie hurga, si es así porque la clase social y mental a la que representa el ¿macrismo? Está francamente conforme con su mandato. O si no es más que la animadversión hacia la yegua presidenta. Tomado por cierto que ese electorado está y que podría ser proyectado a nivel nacional si Macri trabajara (un poquito o a secas), el horizonte se animaría a sonreírle. Si no a corto plazo, al mediano. ¿O acaso no es, después de todo, la variante ideológica más claramente enfrentada al kirchnerismo? Mucho más aun: ¿alguien escuchó que los propios kirchneristas pongan las manos en el fuego por que, en 2007, Kirchner no quería que en la Capital venciera Macri, para tener un contendiente proyectual preciso? ¿Alguien las pondría por que al Gobierno no le preocupa que Macri se baje de la aspiración presidencial? Los radicales se consumen en su interna; el peronismo federal es ya una caricatura de sí mismo; Pino volcó del todo –bien que no algunos de sus adyacentes, a quienes el ombliguismo empieza a hartarlos– y Carrió debe estar concentrada en cómo adjudicarle el acto de Huracán a Fuerza Bruta. ¿Quién que no sea Macri, por lo tanto, para tener contra quién? Salvo que se minimice el hecho de que sin oposición, del tipo que fuere, es imposible no desgastarse.

La visión más rápida, la vigente en lo real o en la realidad que construyen los medios dominantes, es que las cosas son lo que son sin importar cómo se las interpreta. Tomado el caso de Macri, que el periodista usa como disparador bien que no menor, se trataría de que esa constatación verdadera o ficticia –Cristina triunfante en primera vuela– es sanseacabó. Es decir: la Presidenta gana de cualquier forma, y ese qué sustituye al porqué. ¿Por qué estaría ganando fácil?¿Solamente porque la vida anda mejor, o mucho mejor en comparación con el incendio de hace diez años? ¿O además porque la oposición no tiene manera de convencer acerca de en qué sería más eficiente? Macri, para resaltar, ¿tiene el único inconveniente, digamos, de que el mundo quiere soja justo cuando él no lo puede aprovechar? ¿O tiene la angustia de que no se le ocurriría absolutamente nada más que eso, sabiendo que encima no le da el espacio epocal para quebrar ni la Asignación Universal por Hijo, ni la reestatización jubilatoria, ni el Fútbol para Todos ni su ruta? En una palabra, ¿qué es lo que Macri, o el hijo de Alfonsín, o cualesquiera de los hijos del pasado, están en condiciones de ofertar que no sea lo que ya está ofertado? ¿No será eso, la falta de convicción, lo que les impide asentarse electoralmente?

Lo que ayer arrancó en Catamarca es un proceso en el que, a priori, los méritos y deméritos del kirchnerismo deberían ser juzgados con una vara igual de severa que la que vaya a usarse para observar a la oposición. Suena a obviedad y en verdad lo es; pero deja de serlo si por “oposición” se lee un “nosotros”, entendida la primera del plural como cuánto del “nunca menos”, de lo logrado, está dispuesta a bancarse la mayoría de esta sociedad. Cuánto es proclive esa mayoría a que se profundicen cambios hacia izquierda, sin que eso suponga pensar en revoluciones, ni radicalizaciones, ni casi nada por el estilo. Usemos el ejemplo de 1995. Ganó la rata, cómodo, cuando ya se archisabía que era un travestido vendepatria. Pero se prefirió la ficción del deme dos de la dictadura mutado al uno a uno. Así terminamos. Ahora hay otro contexto internacional y regional, otro tipo de liderazgo, otra clase de rumbo. ¿Estamos de acuerdo en que ése es el piso? ¿O la eventual– marcha hacia algunos techos impone afrontar choques de intereses, convulsivos, que esta sociedad no tiene deseos de sufrir? Si es esto último, habría que contrapreguntar qué hay de distinto, en lo que la derecha ofrece, que no sea lo que ya ofreció.

La presunción es que esa derecha está para atrás, como quedó dicho o intentó decirse, porque es consciente de que no tiene para ofrecer nada mejor dentro de los marcos de su propio sistema. De ahí a que no se vuelva a confiar en ella, a pesar de ella misma, hay mucha diferencia. O podría haberla. Eso es lo que se abrió ayer, al margen de lo circunstancial de la irrelevancia numérica del padrón catamarqueño. Se largó tratar de saber si lo que hay es simplemente el seguro de que por ahora no hay nada mejor, para consumir y sentirse liderados por un rato. O si es que no que hay nada mejor como modelo a futuro.

Fuente: Pagina12

domingo, 13 de marzo de 2011

HURACAN: Juventud presente

F. Scigliano y D. Sánchez

El acto del viernes en Parque Patricios fue la presentación pública de la masividad juvenil kirchnerista. Después de la muerte de Néstor y con el murmullo mediático alrededor de La Cámpora, una columna impresionante bajando por la calle Colonia mostró el crecimiento de la militancia y probó, por si hiciera falta, que la relación del gobierno con la juventud es bastante más que discursos de ocasión o buenas intenciones 
Recurriendo a una unidad métrica más cercana a la precisión que a la especulación del deseo, alguien calcula: “Yo vine a Huracán a ver a los Redondos. Habían metido 40.000 personas y estaba al taco”. Pero por lo bajo, aunque importaba saber si el estadio iba a reventar o no, la contabilidad parecía pasar por otro lado. Parados en la esquina de Colonia, viendo cómo bajaba la interminable fila de humanos, la pregunta que se venía macerando en las últimas semanas al fin reflotaba: menos que saber cuántas personas había, lo que importaba era ver cuánto había crecido La Cámpora. Ese parecía el sentimiento más generalizado entre los que pateaban la tórrida tardecita de Parque Patricios. Era la primera vez desde la muerte de Néstor Kirchner que la agrupación participaba de un acto de esta envergadura y los ojos también se posaban ahí: había que demostrar que si estaba de moda hablar mal de ellos en la prensa hegemónica, era porque verdaderamente eran una fuerza política que estaba en condiciones de convocar multitudes juveniles como hacía décadas no pasaba en la Argentina.

Rock de mi país. Ya desde las 12 del mediodía, siete horas antes del horario estipulado para el comienzo del acto, el movimiento en la esquina de Caseros y La Rioja empezó a acelerarse. Uno tras otro, comenzaron a llegar micros desde el interior que hacían la parada técnica en el local que la juventud tiene allí. Bajar, acomodar los palos para las banderas, organizar los flameadores, cargar en el local varios packs de agua mineral y encarar para Caseros y Jujuy, punto de encuentro de la columna que iba a marchar hacia el estadio. En total, cuatro horas de hormiguero y disciplina organizativa en medio de un calor agobiante.
La escena estaba protagonizada por una cantidad de pibes y pibas muy jóvenes, todos con su remerita iconográfica. Veamos: un grupo de tres chicas que bajan de un micro que llega desde la provincia de Buenos Aires, remera Cris Pasión para dos, remera La Cámpora, la tercera. Una pareja camina con un agua mineral cruzando Caseros hasta sentarse a la sombra de un árbol en el parque, él remera negra de La Cámpora universidad, ella una que dice “Locas por Cristina”, llena de colores. Cultura de época, según parece, todos van con las consignas pegadas al cuerpo, como en un gesto doblemente afirmativo de reconocimiento. “Soy kirchnerista, banco al Gobierno y me lo pongo en la remera para que todos lo sepan”, parece decir cada uno de los que nos cruzamos por el barrio.

Sin embargo, si hablamos de iconografías pegadas al cuerpo, el que se lleva más de la mitad de las remeras es el Eternauta con la cara de Néstor, verdadera imagen del año de la militancia joven. Tal vez pocos lo sepan pero esa imagen apareció por primera vez hace exactamente un año como una de las formas (una más) de convocar al acto que para la misma fecha se hacía en Ferro, con Néstor Kirchner como principal orador. Era un afiche blanco con el Néstornauta en negro y a sus pies, con la tipografía clásica de la revista Fierro, decía “Ferro”. Pocos lo vieron, de hecho tuvo una circulación más bien acotada, centralmente en las redes sociales. La imagen estaba destinada a la fama. El 14 de septiembre, cuando se realizó el ya mítico acto de las juventudes políticas kirchneristas en el Luna Park con Néstor aún convaleciente y Cristina como oradora central, el ingenioso diseño se impuso, entre otros candidatos, como marca del acto. Desde el 27 de octubre el Nestornauta es el sello iconográfico indiscutible de una generación de nuevos militantes políticos que no dudan en llevarlo a todos lados, como si fuera un talismán.

Larga marcha. Ni bien empezamos a transitar la enorme columna de varias cuadras con la que La Cámpora avanza por Colonia rumbo al estadio, lo primero en lo que se piensa es en el dinamismo y la velocidad con la que a veces se dan a los procesos políticos. Y ante la perplejidad que causa ver la multitud de jóvenes que saltan y cantan e inflan sus pechos de mística kirchnerista bajo un sol impiadoso, lo que se busca es una explicación para lo que se está presenciando. Es falso decir que esta explosión de la militancia es consecuencia de la muerte de Kirchner porque la generación espontánea en política no existe y este presente habría que encuadrarlo en un proceso temporalmente más vasto de crecimiento de las organizaciones juveniles; y al mismo tiempo, sería necio no incorporar al análisis de esta masividad inédita el baño de mística que supusieron las jornadas de despedida de Néstor a fines de octubre de 2010. Esto es en tren de ponerse a pensar media hora después de que la columna pasó, porque lo que sucede mientras los miles de chicos caminan impresiona y llama más bien al silencio y a la suspensión del análisis.

“¡Escuchá, escuchá!”, grita uno con remera de la Juventud Sindical y apunta su celular al horizonte. La llegada de esa columna conmueve y se hace inevitable que los que observan de costado lo hagan con una sonrisa y levantando el celular para que del otro lado de la línea alguien reciba un magma de voces colectivas en plena ebullición. “Llegó La Cámpora, señores” y adentro de ese brazo largo hay de todo: murgas, bombos, chicos y chicas con remeras blancas que indican el terruño donde, un buen día, decidieron que había que plantar la semilla de la militancia: La Cámpora Bajo Flores, La Cámpora Caballito, La Cámpora comuna 12, La Cámpora Diversia, brazo militante de aquel fogoso y necesario debate nacido al calor de la Ley de Matrimonio Igualitario. La política, se sabe, tiene actos de habla que parecen resistir el paso del tiempo: ahí están los bombos, la marchita, las alusiones cantadas a Perón. Pero también es una ciencia misteriosa y extraordinaria que cuando abre los brazos recibe todo, como un cuerpo que más que cambiar por fuera, prefiere modificarse por dentro. Lo novedoso de la liturgia, entonces, parece eso: abrir las puertas de la percepción a biografías que tal vez no reparen en lo que se celebraba ese mismo día hace 33 años porque están demasiado ocupados en celebrar su propio y festivo ingreso a la política. Su propio 11 de marzo. 

Primera vez. “Cómo están los pibes, eh”, reflexiona un hombre de cuarenta y tantos, manos curtidas y remera de Foetra. El rostro apabullado parece menos percudido por el calor que por la visión de un estadio repleto donde el promedio de edad tira poderosamente hacia abajo. Resulta inevitable pensar que de eso se trata el tan mentado florecimiento de las mil flores: militantes históricos, ya sea del sindicalismo o del brazo que se resignó hace décadas a marchar en soledad, gente de la columna vertebral del peronismo y gente que le tocó ser a ellos mismos la nueva militancia pero veinte años atrás, reunidos ante el asombro y la alegría de ver a sus hijos correteando en el pasto y las gradas de un estadio al taco. Pero corretear, acá, no es sinónimo de compañía pasiva o travesura infantil: se trata de una presencia que viene a reclamar su derecho a la apropiación del mito. “Vinimos por Néstor y Cristina, porque por primera vez tenemos un proyecto que nos pertenece”, declama una chica que lleva el rostro de la Presidenta en la espalda, sobre el lema “BanKando a Cristina”, y cuyas facciones invitan a reflexionar qué quiere decir primera vez para alguien que apenas supera los veinticinco y que en el 2003, probablemente, estuviera debutando en el sufragio universal. Ocho años: sólo ocho años pasaron desde que la política pasó de ser una obligación instituida en las clases de Educación Cívica del secundario a una obsesión que decora las habitaciones, las remeras y los días de miles y miles de jóvenes.

Y desde abajo, cuando terminó la entonación protocolar de un himno nacional cantado hasta donde no tiene letra (el público argentino tiene el privilegio de saber cantar hasta la sección instrumental de cualquier hit) y la Presidenta se paró frente al micrófono apenas pasadas las siete de la tarde (“Florencia me pidió que fuera puntual porque hace mucho calor”, diría) empezó lo que parecía, pese a la multitud, una reunión familiar. Es que Cristina marca todo el tiempo a la juventud como su interlocutor: ustedes ahora, y yo cuando era como ustedes. Continuidad y ruptura, tradición y futuro, y en el medio la palabra Cámpora con un pie en cada mundo. El viernes, además, Cristina les hablaba efectivamente a sus hijos Máximo y Florencia, que encabezaron la columna de la juventud y entraron al estadio con todos. Militancia y alegría, términos que vivieron separados durante mucho tiempo y cuya unidad comenzó a proclamarse como imprescindible en los últimos años. Muchos –aunque muchos también sabían que está en el gen del kirchnerismo no mostrar las cartas hasta el último momento– querían escuchar la palabra reelección de boca de la Presidenta pero la mayoría había ido ahí para cumplir un festivo y visceral ritual de unidad. El discurso de la Presidenta, teñido de un llamado a la construcción, al empuje y a no bajar los brazos porque hay que seguir teniéndolos abiertos para recibir a lo que todavía queda por llegar, fue el acto principal de una fiesta más grande que incluía batucadas, botellas cortadas a la mitad llenas de esa fresca ambrosía llamada sangría, y besos y risas y poses para las fotos que a las pocas horas llenarían los muros de Facebook de etiquetas compañeras. Muros como el de Julieta, de 18, que el viernes puso: “Todos a Huracán a bancar el proyecto nacional y popular”. Lo potente de ese episodio, y tal vez lo que dibuje mejor que nada el clima de estos meses, es que Julieta vive en un barrio de clase media del conurbano, que acaba de terminar la secundaria en un colegio privado de la zona, y que la política durante todos estos años pasó más bien lejos de la cena familiar. Pero algo de la época la encendió, algo que es un arcano indescifrable pero con consecuencias contundentes que hicieron que Julieta combinara tren y colectivo con cuatro amigos, también de su barrio y con historias similares, y se entregara a la fiesta militante de Huracán. Julieta es la segunda vez que va a un acto masivo en su vida. La primera vez fue cuando fue a llorar a Néstor.

Ni un camino sin andar. El discurso, corto, contundente y emotivo, terminó como terminan los buenos actos políticos: dejando flotar en el aire las voces de los oradores, el sentido de sus palabras, y dando paso a la música que siempre es el soundtrack interno de las desconcentraciones. Pero inclusive ahí también, en el orden de las canciones de cierre, hubo una línea de tiempo y de referencias que surcó el denso aire estival para darle la razón a la Presidenta cuando pidió que no se enrrosquen en discusiones bizantinas. El primer tema, la marcha de Hugo del Carril, sonó como un mandato litúrgico que, si bien fue entonada por todos, parecía bullir en el mercurio de un termómetro simbólico y estético que le queda lejos a esos militantes que seguían en el pasto, bailando como figuras fosforescentes en su propio verano del amor. Una canción para las gargantas de los mayores que emprendían la vuelta a casa pero una introducción a los himnos del corazón de aquellos que no se querían ir y por eso se quedaron cantando su ritual generacional: Los Piojos, la inevitable Juguetes Perdidos de los Redondos, inclusive Tu amor de Charly y Aznar como prueba de que la militancia es también hija de esa canción de todos, más cercana en el tiempo y más acorde a la flexibilidad de una mochila sin peso, que supo surcar el largo florecer de la primavera democrática.

La salida fue menos organizada pero no menos fervorosa que la llegada. Los últimos en irse siguieron cantando y flameando banderas hasta que llegaron a la boca del subte, al local de Caseros, a la parada del colectivo o a las míticas parrillas del barrio como si su presencia no fuera algo que termina cuando se apagan las luces que la hacen visible. A fin de cuentas, algunos estaban ahí para decir que estaban, otros muchos para agradecer porque podían estar y todos para confirmar que seguirán estando un buen rato más.

Fuente: Miradas al Sur 


JAPON: La hora del accidente nuclear

Por Pedro Lipcovich


El peligro de escapes radiactivos era tan grande anoche (es decir, el domingo a la mañana en Japón) como para que las autoridades asumieran dos graves decisiones: la primera, evacuar con urgencia a más de 200.000 personas, en un país ya sobreexigido por el día después del terremoto del viernes; la segunda, utilizar agua de mar como refrigerante de emergencia en una central nuclear, sabiendo que la corrosión causada por ese líquido probablemente la inutilice para siempre. El mayor accidente nuclear desde Chernobyl, que afecta las centrales atómicas de Fukushima Daiichi y Fukushima Daini, se agravó con una explosión en la primera de ellas, que hizo volar por los aires la cobertura de protección externa, aunque, según las autoridades, no dañó la coraza que cubre el núcleo radiactivo. Además, fueron hospitalizadas 15 personas que, en el exterior de la planta, presentaban signos de haber sido afectadas por radiactividad. Las informaciones eran anoche fragmentarias y confusas. Según un especialista argentino, “Japón está violando su obligación de informar adecuadamente sobre la emergencia nuclear. Ese país deberá hacer saber si sus centrales se adecuaban a las normas internacionales: de no ser así, suya es la responsabilidad; de las cumplió, las normas eran insuficientes”.

En realidad, cada una de las dos centrales incluye varios reactores cuya capacidad es igual o superior a la de una central como las argentinas de Atucha. Fukushima Daiichi (Fukushima I) tiene seis reactores, de las que, cuando se produjo el terremoto, tres estaban en operación y las demás cerradas por mantenimiento. Fukushima Daini (Fukushima II), a 11,5 kilómetros de distancia de la otra, tiene cuatro reactores y todos funcionaban. Los problemas más graves y tempranos se registraron en el reactor 1 de Fukushima Daiichi.

El viernes, el circuito de refrigeración del reactor fue afectado por el corte de electricidad causado por el terremoto, y los motores diesel que debían actuar en caso de emergencia fueron dañados por el tsunami. Se recurrió entonces a baterías a fin de proveer la energía para bombear el líquido refrigerante. Se recurrió a helicópteros para que reemplazaran esas baterías, cumplidas sus ocho horas de vida útil. Desde Estados Unidos se envió un avión con líquido refrigerante para la central en peligro. Pero los problemas no se resolvieron.

El peligro mayor “es que se funda el núcleo de reactor y que, como ocurrió en Chernobyl en 1986, se produzca una violenta explosión, todo el núcleo salte en pedazos y se desparrame por la atmósfera”, explicó a este diario Mario Mariscotti, quien fue titular de física nuclear en la UBA, director de investigación y desarrollo en la CNEA y presidente de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. De todos modos, “a diferencia de Chernobyl, el reactor de Fukushima cuenta con una ‘estructura de confinamiento’ que le permite soportar un mayor grado de presión. Esa estructura también está presente en las centrales nucleares argentinas”, agregó.

El incremento en la presión del reactor se debe al calor, que libera vapor de agua y gases como el hidrógeno, resultado de la descomposición del agua. Los técnicos de la Compañía Eléctrica de Tokio (Tepco), que administra las dos Fukushimas, permitieron una emisión controlada de vapor para reducir la presión. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) comunicó que la suelta de vapor se haría con filtros para que no escaparan sustancias radiactivas. Sin embargo, se detectó cesio radiactivo en las proximidades de la central. Las autoridades también decidieron distribuir pastillas de iodo entre la población cercana, ante la posibilidad de que en la atmósfera se presentara iodo 131, radiactivo: éste se deposita especialmente en la glándula tiroides y la prevención consiste en saturar esa glándula por ingestión de iodo común.

En unas 15 personas residentes en la zona se detectó contaminación por radiactividad, y fueron hospitalizadas. Estos casos no se habrían detectado por presentar síntomas –que sólo se hacen manifiestos inmediatamente bajo dosis muy altas de radiación–, sino en un muestreo efectuado por personal de salud: esto plantea la posibilidad de que la cantidad real sea mayor.

Así las cosas, el gobierno japonés dispuso una mega evacuación: unas 170.000 personas, residentes en un radio de 20 kilómetros alrededor de Fukushima Daiichi, y otras 30.000 en un radio de 10 kilómetros de Fukushima Daini. Hasta tanto los residentes fueran evacuados, se les recomendaba permanecer en el interior de sus casas. En Fukushima Daini, donde también se presentaron problemas con la refrigeración de los reactores, un trabajador quedó atrapado en una zona radiactiva y “su respiración y su pulso no han podido ser confirmados”, según comunicó Tepco.

La situación se complicó aún más en Fukushima Daiichi cuando, a las 15.36 de ayer (3.36 hora argentina), se produjo una explosión que hizo saltar por los aires parte del revestimiento exterior. Cuatro trabajadores resultaron heridos, aunque “sus vidas no corren peligro”, según Tepco. Yukio Edano, portavoz del gobierno japonés, aseguró que “la explosión no ocasionará una fuga radiactiva de magnitud”, ya que no afectó el revestimiento de seguridad del reactor. Es más, el gobierno afirmó que la radiactividad en las cercanías había decrecido luego de ese nuevo siniestro.

Se anunció que la radiactividad en el interior de la planta llegó a ser mil veces superior a la normal. No obstante, según aclaró Mariscotti, “esa dosis no supera a la que se recibe a lo largo de cinco o diez tomografías, y se verificó en el interior de la central, no afuera”. De todos modos, “es innegable que no se preveía una situación como ésta: los sistemas redundantes que debían actuar en emergencias han fallado”, señaló.

La última estrategia puesta en marcha para enfriar el reactor 1 de Fukushima Daiichi es inyectarle agua de mar con ácido bórico, que contribuye a detener las reacciones en cadena. Pero anoche, es decir en la desangelada mañana de domingo de Japón, se anunció que otro más de los reactores de Daiichi presentaba problemas de refrigeración. La situación de las centrales se ubica en el nivel 4 –que corresponde a accidentes con consecuencias locales– en la Escala Internacional de Eventos Nucleares, cuyo máximo nivel, el 7, se refiere a catástrofes mayores como la de Chernobyl.

Abel González –ex titular de la CNEA, ex director de Seguridad de la OIEA y actual vicepresidente de la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP)–, dijo a este diario que “Japón está violando sistemáticamente su obligación, establecida por convención internacional, de informar en tiempo y forma acerca de la emergencia nuclear. Existen normas fijadas para la protección de las centrales en caso de tsunamis: Japón deberá informar si sus centrales se han adecuado a esas normas: de no ser así, suya es la responsabilidad; de haberse adecuado, las normas no eran suficientes”.

Fuente: Pagina12

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